
Notas a partir de una charla en el Palacio de Congresos en Sevilla el 6 de octubre con motivo de la IV Asamblea del Instituto San Telmo.
Impresiona oír hablar a Yunus, más en el Palacio de Congresos de Sevilla ante los empresarios del sur de España. Su porte sencillo, su voz que encandila, su mirada profunda que no esconde nada. Irradia confianza y autoridad. Esa confianza que Muhammad lleva depositando en los más pobres de Bangladesh durante los últimos 30 años.
Su objetivo es librar de la extorsión a las personas sin recursos. El medio, el banco Grameen y sus microcréditos: “con apenas 27 dólares se puede conseguir la felicidad de un pobre”. Los pobres son un tercio de la población mundial. Viviendo en situaciones límites, muchas veces de auténtica esclavitud por sus vínculos con los prestamistas usureros. Sin avales ni garantías, el banco Grameen tiene una tasa de devolución del 99%, con un préstamo medio de 130 dólares.
La idea es simple, pero encierra una filosofía compleja. No basta con prestarles el dinero: hay que enseñarles a usarlo, a tocarlo sin miedo. Es necesario acercarse a estas personas y ayudarles a superar creencias sabias, como aquel consejo que dio una madre a su hijo poco antes de morir: “Nunca pidas dinero prestado. Es mejor morir de hambre antes que caer en manos de los usureros”. Es importante ayudarles a encontrar proyectos donde invertir, a descubrir su creatividad.
El dinero no es lo importante, sí dar la oportunidad a todos de salir de la pobreza. Las mujeres a las que se les dan los préstamos sienten orgullo por devolverlos, pueden alimentar a sus hijos, deciden escolarizarlos y así romper su tradición de familia analfabeta.
A Yunus se le ilumina la mirada cuando habla de que hay que “dar la posibilidad de liberarse de las ataduras de la pobreza”. Dar oportunidades: con el proyecto Telephone Ladies, Energía solar en los hogares (con un objetivo de llegar al millón de viviendas), Biocombustible, Programa para Mendigos (consiguiendo que 10.000 hayan abandonado la mendicidad), Programa oftalmológico...
Su programa también incluye becas de estudio (28,000 anuales). Y ya van por 12.000 universitarios y 6 postgrados. 50 de estas becas se desarrollan en España gracias a la cooperación internacional.
Y así surge una nueva generación, desde los pobres, desde la ¿nada?. Hay que descubrir las causas de la pobreza, debemos mirarnos al espejo: “ todos somos causantes de la pobreza”.
Y finalmente nos hace una propuesta, las SBE (Social Business Enterprise), empresas de carácter social. Empresas con otros objetivos que el da maximizar los beneficios. Empresas con enfoque social que invierta en programas sociales. Sin dividendos, amortizando la inversión, reinvirtiendo los beneficios en programas sociales. Nos apunta al desarrollo de un mercado de valores alternativo, donde todos podríamos ser accionistas y así crear un fondo de capital para hacer empresas sociales.
Es posible erradicar la pobreza. Sólo hay que creerlo. Anunciarlo, creerlo, divulgarlo. Pensemos en “Sevilla una ciudad sin pobres”.
Todo con la confianza depositada en los que menos tienen.
Curie
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