Supongo que era de esperar (iluso de mí) que un gobierno socialdemócrata invirtiera estos datos y redistribuyese la riqueza mejor para que fuese favorecida la mayoría. Sin embargo, a través de impuestos indirectos y de reformas fiscales se benefician todavía más a las clases altas y muy poco o nada a las más bajas. Por tanto esta tendencia, que fue palpable en los gobiernos del PP (también debido a su reforma del IRPF), sigue siéndolo bajo el PSOE. O dicho de otra manera: los grandes capitales mandan (hacer leyes que les benefician) y los políticos obedecen a costa de la mayoría.
Necesitamos una ciudadanía y unos políticos que planten cara a la “dictadura del dinero”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario