Dicen los medios que la gente está indignada con la excarcelación de Juan Antonio Roca, presunto cerebro de la trama de corrupción inmobiliaria de Marbella, el cual llevaba dos años en prisión preventiva en espera de juicio. Ha sido puesto en libertad condicional, bajo una fianza de un millon de euros, sin pasaporte, teniendo prohíbido acercarse a menos de 500 metros de un aeropuerto y debiendo presentarse todos los días ante la policía o la Guardia Civil. Si aún así el tío se escapa, es MacGyver.Dicen los medios que la gente está indignada, pero yo sólo veo su propia indignación. Temen que Roca, en la calle, parezca menos culpable. Que el presunto no parezca culpable es malo para el negocio mediático amarillista.
A mí me dijeron hace tiempo que todo hombre es inocente hasta que se demuestra su culpabilidad. Si esta es la máxima que debe regir nuestro sistema judicial, dos años en prisión preventiva ya son demasiados.
Lo verdaderamente indignante es saber que existen muchos presos anónimos, ordinarios, en prisión preventiva y no tenemos noticia de ellos. Ahí no hay negocio para los medios.
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