Acaba de aparecer un informe, en este caso presentado por el senado norteamericano, en que se informa de otro país, también antigua colonia, en este caso española española, Guinea Ecuatorial. En Guinea Ecuatorial hay una enorme cantidad de petróleo, y hay una empresa que lo explota, la mayor empresa de petróleo del mundo se llama Epson. Ésta paga al gobierno de Guinea.
Dice este informe del senado americano, que si aquello que cobra el gobierno de Guinea Ecuatorial, lo repartiera equitativamente entre sus ciudadanos, que son pocos, porque en Guinea Ecuatorial tan solo viven medio millón de personas, la cuarta parte de Barcelona, cada ciudadano de Guinea Ecuatorial podría vivir con una cantidad anual de dinero de 35.000 dólares. Superior a la renta per cápita española que es de 28.000 dólares. Los ecuato-guineanos podrían vivir con 35000 dólares al año. ¿Con cuánto viven? Con 500 dólares al año, según los informes de la ONU. Esto significa que alguien se queda los 34500 dólares restantes. ¿Quien se los queda? Sigamos con el informe del senado americano: El presidente Sr. Teodoro Obiang Nguema, un sanguinario conocido en todo el mundo.
¿Quién más se lo queda? Su camarilla de amigos. ¿Quién más se lo queda? Sus ministros. ¿Quién más se lo queda? Sus familiares. ¿Y qué hacen estos ladrones con el dinero que han robado? ¿Lo guardan en casa? Ni hablar, ningún ladrón guarda el dinero en casa. La mayoría de ellos han constituido “sociedades-pantalla”, para disimular el nombre, para guardar el dinero. ¿Y dónde guardan este dinero? En Madrid, en el Banco de Santander.
Esta es la realidad. La pobreza tiene nombres, y el nombre se llama Nestlé, y el nombre se llama Coca-Cola y, el nombre se llama Samsung, el nombre se llama Bayer, y el nombre se llama Banco de Santander y compañía. ¡Estos son los responsables! Que además en muchos casos coinciden con los responsables de la crisis económica, entre ellos el banco de Santander, lleno de especuladores, y un señor de los mayores fraudulentos fiscales de España que se llama Emilio Botín. Así hay que decir las cosas, y merece la pena saberlo. Hay muchos que todavía recordamos como evidentes corruptos: uno que se llama Pinochet en Chile, el otro se llama Menem en Argentina, el otro se llama Fujimori en Perú, el otro se llama Somoza en Nicaragua, el otro se llama Suharto en Indonesia, el otro se llama Marcos en Filipinas, el otro se llama Mobuto en el Congo, el otro se llama Obiang en Guinea. Todos ellos presididos por el mayor ladrón de todos: Hassan II de Marruecos.
Cuando este hombre falleció hace 10 años, dejó en París, que no en Rabat, y a su nombr, que no a nombre de Marruecos, 50 mil millones de dólares (50.000.000.000 de dólares). La misma fortuna privada que tiene acumulada el señor Bill Gates que es uno de los más ricos del mundo. Esto lo tenía él. Pero cuidado, mientras Hassan II tenía en París 50 mil millones de dólares, Marruecos debía en forma de Deuda Externa 20 mil millones de dólares. Su estimado monarca, se había quedado dos veces y media la deuda de Marruecos. Sin embargo su monarca era perfectamente bien recibido en las cancillerías occidentales. Cuando Hassan II llegaba a Madrid, Juan Carlos decía “mi querido hermano”. ¡Pues que vigile la parentela! Porque con gente de este estilo no se puede ir demasiado lejos. ¿Qué pasa? Pues pasa algo más grave, que como estos países han acumulado esta deuda, ahora deben pagarla. ¿Y qué significa tener que pagar la deuda? Igual que cuando tenemos nosotros una hipoteca. Significa por un lado hacer frente a los intereses; por otro lado, hacer frente al retorno del capital. Cada año, lo que ellos nos envían a nosotros para pagar esta deuda, deuda que sus dirigentes tienen escondida en París o en Madrid, o donde sea.
Cada año estos países nos mandan una cantidad que oscila entre 5 y 6 veces más que la ayuda al desarrollo que nosotros podemos enviarles. Y la gente dice que la ayuda al desarrollo no funciona, llevamos 50 años ayudando y no crecen. ¿Cómo van a crecer si les damos uno y les quitamos seis? Esto es completamente imposible. Hay que perdonar la deuda. Y España puede perdonar la deuda. ¿Podría la Sra. Salgado perdonar la deuda y renunciar cada año a 900 millones de Euros? Naturalmente. Si hiciera frente a algo muy importante, al fraude fiscal. Una universidad de Barcelona que se llama Pompeu i Fabra, ha realizado un estudio sobre el fraude fiscal que los ricos cometen a España. ¿Cuánto estafan al Fisco esta gente? 80.000 millones de Euros al año. Sólo con 900 de estos 80.000, podríamos perdonar la deuda. Estamos en manos de delincuentes, y he decirlo con toda claridad, estamos en manos de delincuentes y nada más que esto. ¿Y cuál es el último problema? Pues sin duda, la guerra. Estos países no solo están sometidos a explotación económica, sino a guerra. ¿De qué es consecuencia la guerra? Pues sencillamente, de las armas. Si no hubiera armas, no habría guerras, o se harían con piedras y a los 15 días habrían terminado.
Las armas se fabrican, se venden, se gana dinero en el Norte. Se sufren y se pagan en el Sur. Y démonos cuenta de algo, el tráfico de armas es completamente inverso al tráfico de drogas. Las drogan que se producen en el Sur se consumen en el Norte. Las armas que se producen en el Norte se consumen en el Sur. Con lo cual podemos llegar a sospechar, no siempre podemos llegar a demostrar, que hay armas que se pagan con drogas, y que hay drogas que se pagan con armas. No siempre lo podremos acreditar, pero hay un caso en que sí que se puede acreditar.Hace unos 16 años, los productores de coca en Colombia fueron informados que podrían enviar sus avionetas, más o menos libremente, a Estados Unidos, que la policía norteamericana miraría para otro lado y no impediría la llegada de avionetas para que vaciaran la coca allí. Pero el gobierno americano a cambio les pediría algo: que cuando hubieran vaciado las avionetas, no las regresaran de vacío, que esperaran, que ellos mismos se las cargarían de armas. Estas armas deberían dejarlas en el viaje de regreso a Colombia, a medio camino, en Nicaragua, para alimentar aquello que se llamaba en aquel momento “La Contra” nicaragüense. Pero hay uno que es el cerebro de la operación. Casi nadie sabía nada. ¿Cómo se llamaba este señor? Se llamaba Bob Gates (Robert Bob Michael Gates) que no tiene que ver nada con Bill Gates, y hoy día es el Ministro de Defensa del señor Barak Obama.
Esta es la situación de cómo funciona este mundo. Y en este mundo de tráfico de armas, de tráfico de drogas, España ocupa un papel preponderante. Acaban de salir hace 15 días las estadísticas del tráfico de armas del mundo, España es el sexto país que más armas exporta en el mundo. Una organización que todos conocemos, que se llama Intermon Oxfam, ha declarado que después de EE.UU, España es el país que más municiones vende a las guerras africanas. ¿Y qué sucede? Bueno, que si les pagamos mal el café, que si nos quedamos con su petróleo, que si después resulta que les cobramos la deuda externa abusivamente, y si al final les mandados armas para que tengan guerra, esta gente migra. ¿Cuál es el primer problema? Hugo (presidente de Venezuela) lo ha dicho muy bien, algunos mueren por el camino y ya no llegan. Ahora con la crisis quizá se haya reducido un poco ; pero, según el ministerio español de Interior, entre los años 2006, 2007 y 2008, 12.000 personas que se sepa, fallecieron ahogadas intentando atravesar el Estrecho o intentando llegar a Las Canarias, ¡que se sepan! Porque otras tantas personas debieron ahogarse sin que se supiera. ¡12000 que se sepan!
(Arcadi Oliveres. Revista Éxodo)
3 comentarios:
supongo que te refieres a la empresa Exxon, y no Epson, que son fabricantes de impresoras.
A Mosqueado:
Evidentemente, llevas toda la razón y se trata de Exxon (que es la petrolera) y no Epson. Ahora mismo no sabría decirte si ha sido un lapsus del profesor Arcadi Espada o un error nuestro en la transcripción, pero te agradezco enormemente tu corrección, amigo.
Un fuerte abrazo.
A los queridos lectores:
Obviamente, he cometido un error al nombrar al autor como Arcadi Espada: se trata del profesor Arcadi Oliveres, que no tiene absolutamente nada que ver.
Les ruego disculpéis mi lapsus. Desde luego, hoy no es mi día.
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