El pasado Sábado 11 del presente mes de Junio, los impostores y usurpadores de la soberanía sevillana, hicieron gala de la inauguración del robo político-social estructural, demagógicamente llamado democracia, de nuestra ciudad de Sevilla.
Ésos que desoyen el clamor popular por la reforma de la ley electoral (en, simplemente, una ley democrática), esos que se pegan la vida padre con nuestros impuestos, ésos que se enriquecen con la burbuja inmobiliaria, que tienen compañeros de partido imputados-candidatos, que ganan una pensión vitalicia por haberle robado al pueblo; ésos que tienen unos sueldos de lujo, a costa del sufrimiento de los trabajadores (públicos y privados); ésos que hacen "la política" en restaurantes de lujo, con coches de lujo y trajes de lujo; en una palabra, ésos que nos han robado la ciudad para hacer con ella los que le dé la real gana (con el subterfugio de unas falsas elecciones manipuladas por una ley concebida para perpetuar el poder bipartidista); esos farsantes celebraron su primer pleno del nuevo alcalde, con banda de música incorporada y ostentación de grandes y pijos trajes (pagados por nuestros impuestos, obviamente); ésos que fueron acompañados por gente que tanto ha hecho por nuestra Sevilla como el maleducado fascista Antonio Burgos y la duquesa de Alba (sin palabras), esa "gente" (por llamarla de algún modo) fue recibida así por nosotros, los indignados:
http://youtu.be/YDRs7C3lBDA
Hago desde aquí un llamamiento a que recibamos así SIEMPRE a estos impostores cada vez que vayan a cualquier acto público (ya que nos roban la soberanía, la autogestión y la libertad de elección de nuestra vida social y política, al menos, ya que viven esa vidorra, que les sea desagradable e incómodo salir a la calle).
Al mismo tiempo, denuncio claramente cualquier acto de violencia, venga de quien venga: de la policía o de cualquier manifestante.
PD: Un hombre mayor, probablemente pagado por el PP o por Antonio Burgos (no tengo pruebas de ello) acudió a la concentración para provocar a los indignados con insultos y gritos, diciéndoles: "Venga, pegadme si tenéis cojones, pegadme". Iba acompañado de un joven, muy pijamente vestido y con gomina en el pelo (votantes ambos del PP con absoluta seguridad, pues aplaudían a los políticos de ese partido cuando su presencia insultaba la dignidad de pueblo). Tuve que interponerme entre el energúmeno y los indignados para que nadie cayese en la trampa (obviamente, había cámaras de TC al acecho, pero les salió el tiro por la culata: nadie tocó al idiota provocador).
Ésos que desoyen el clamor popular por la reforma de la ley electoral (en, simplemente, una ley democrática), esos que se pegan la vida padre con nuestros impuestos, ésos que se enriquecen con la burbuja inmobiliaria, que tienen compañeros de partido imputados-candidatos, que ganan una pensión vitalicia por haberle robado al pueblo; ésos que tienen unos sueldos de lujo, a costa del sufrimiento de los trabajadores (públicos y privados); ésos que hacen "la política" en restaurantes de lujo, con coches de lujo y trajes de lujo; en una palabra, ésos que nos han robado la ciudad para hacer con ella los que le dé la real gana (con el subterfugio de unas falsas elecciones manipuladas por una ley concebida para perpetuar el poder bipartidista); esos farsantes celebraron su primer pleno del nuevo alcalde, con banda de música incorporada y ostentación de grandes y pijos trajes (pagados por nuestros impuestos, obviamente); ésos que fueron acompañados por gente que tanto ha hecho por nuestra Sevilla como el maleducado fascista Antonio Burgos y la duquesa de Alba (sin palabras), esa "gente" (por llamarla de algún modo) fue recibida así por nosotros, los indignados:
http://youtu.be/YDRs7C3lBDA
Hago desde aquí un llamamiento a que recibamos así SIEMPRE a estos impostores cada vez que vayan a cualquier acto público (ya que nos roban la soberanía, la autogestión y la libertad de elección de nuestra vida social y política, al menos, ya que viven esa vidorra, que les sea desagradable e incómodo salir a la calle).
Al mismo tiempo, denuncio claramente cualquier acto de violencia, venga de quien venga: de la policía o de cualquier manifestante.
PD: Un hombre mayor, probablemente pagado por el PP o por Antonio Burgos (no tengo pruebas de ello) acudió a la concentración para provocar a los indignados con insultos y gritos, diciéndoles: "Venga, pegadme si tenéis cojones, pegadme". Iba acompañado de un joven, muy pijamente vestido y con gomina en el pelo (votantes ambos del PP con absoluta seguridad, pues aplaudían a los políticos de ese partido cuando su presencia insultaba la dignidad de pueblo). Tuve que interponerme entre el energúmeno y los indignados para que nadie cayese en la trampa (obviamente, había cámaras de TC al acecho, pero les salió el tiro por la culata: nadie tocó al idiota provocador).
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