Salvo Los Remedios, barrios humildes, obreros y, algunos, muy deprimidos. Como ocurre en cualquier ciudad del mundo con los barrios periféricos.
Y es que, según Zoido, la primera imagen que obtiene el visitante de nuestra ciudad es decadente y deprimida.
Para regenerar barrios había dos opciones: la primera es trabajar con las personas para que ellas construyan su barrio, la segunda es limpiar la cara de estos barrios mediante una labor arquitectónica al margen de sus habitantes.
Pero se trata de un candidato de la derecha, luego prima la cuestión estética sobre la cuestión ética. Lavar la cara y abandonar el alma. Él mismo se ha referido a estos barrios como escaparates de Sevilla.
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