Si realmente ha llegado el turno de Siria, Irán y Asia Central, la peor crisis aún está por llegar
En uno de los cables de Wikileaks, el embajador de Estados Unidos en Kirguizistán se refería a una reunión con varios hombres de negocios británicos y canadienses a la que asistió junto al príncipe británico Andrew, representante especial de comercio del Reino Unido en Medio Oriente y Asia Central. El príncipe afirmó con energía: hay que impedir la expansión económica y política de Rusia y China en Asia Central, Occidente debe ganar el Gran Juego. Al usar estas categorías, el príncipe está siguiendo al gran ideólogo-creador de la Comisión Trilateral, Zbigniew Brzezinski, inspirador también de presidentes como Jimmy Carter, Bill Clinton o Barack Obama.
Desde hace años, en sus escritos no tiene ningún reparo en formular con toda claridad el objetivo del Gran Juego: dominar el Continente Euroasiático, al que el Continente Africano, con sus excepcionales recursos, está a su vez subordinado. Quien lo domine controlará el mundo.
Se permite tal franqueza en libros y publicaciones especializadas porque sabe bien que esta perturbadora realidad no tendrá impacto en la gran masa en tanto que los grandes medios, que las grandes corporaciones controlan, no le dediquen espacios relevantes. Tras leer decenas de miles de cables secretos, Julian Assange enuncia así la principal de las conclusiones a las que llegó: han conseguido la muerte, a escala mundial, de la sociedad civil. Estas poderosas élites están tan seguras de ello que ya nada los detiene. Ha llegado la hora de su jaque mate en África y el Gran Medio Oriente. Acaba el periodo que iniciaron a finales de 1990 con los ataques a Ruanda e Irak, enclaves privilegiados para el dominio del África Central y del Gran Medio Oriente.
Todo lo teorizado por ellos desde hace años se está ya ejecutando: tras Irak, Congo, Sudán, Libia, etc. tienen su mirada puesta enSiria, Irán, Asia Central, etc. De momento la pieza mayor es Irán. La conquista de Siria es un paso previo para aislarlo, acosarlo y hacerlo caer. Además, tras la caída Libia y Siria en manos de Occidente, ni Rusia ni China tendrán ya ningún puerto “amigo” en el Mediterráneo.
Para otros expertos, el proceso está tan adelantado que estas élites, fundamentalmente anglosajonas, se atreverían ya a actuar directamente en Asia Central, en las fronteras mismas de China y Rusia. Aprovechando el encandilamiento del mundo frente a Barack Obama, están ya de hecho tomando decisiones que ni con Clinton ni con Bush se habían atrevido a tomar.
En todo caso, muy buenos conocedores del complejo financiero-militar-industrial estadounidense alertan de que ya están muy avanzados los preparativos de un ataque a Irán, que incluye armamento dotado de cabezas nucleares. Durante la Guerra Fría entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, la conciencia de que la destrucción mutua estaba asegurada en el caso de que estallase una guerra, fue un freno efectivo. Ahora los Estados Unidos están convencidos de poseer una tecnología militar tan sofisticada que les permite, por ejemplo, atravesar con armamento nuclear los búnkeres iraníes y controlar a la vez las consecuencias de tal ataque. El problema es que el ataque a Irán o a Pakistán será considerablemente diferente a los anteriores: nos llevará seguramente a las puertas de la Tercera Guerra Mundial.
(Joan Carrero. Presidente de Fundacuó S´Olivar)
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