Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Desde ENFOCA - ENFOCATE pretendemos elaborar un análisis crítico de la realidad promoviendo la transformación de la misma mediante la propuesta de soluciones alternativas más justas y solidarias, concienciando a la sociedad sobre las causas estructurales de los grandes problemas de nuestro mundo y promoviendo una ciudadanía responsable que se ocupe de los asuntos públicos y participe activamente de la vida política.
2 comentarios:
Todo ilegal es ilegal, la discriminación es un DEBER para la policía, si no discriminaran entre razas, vestuarios, maneras o formas de actuar, se pediría documentación a bebes, trabajadores de establecimientos, conductores de transportes públicos, agentes de correos, ambulancieros, trabajadores de la obra, inspectores de agua, luz y gas, vendedores de cupones, barrenderos, y un largo etcétera. Eso sí, al término de su jornada laboral (menos el bebe que por su condición de neonato es difícil que cometa un crimen o sea ilegal por voluntad propia) pasan a ser discriminados por la policía por ser un simple transeúnte más.
Discriminar significa seleccionar excluyendo.
Y mi pregunta es: Si dicha persona de nacionalidad Senegalesa hubiera sido un joven de Albacete, encasillado en los archivos policiales como consumidor y suministrador de ḥashīsh, que hubiera entrado ilícitamente a los transportes metropolitanos, donde millones de personas gastan parte de su sueldo en comprar un billete, y dentro de esos limites fuera detenido por los hombres y mujeres de seguridad, Que harían la llamada pertinente a los agentes de la ley; entregando a las fuerzas del orden al joven y saliera por los arcos de la entrada a brazos de la policía (incluyendo golpes, empujones bruscos e insultos al Albaceteño). ¿Cuantos hubieran salido en defensa del joven?
La doctrina moral os empujaría responder un *Yo hubiera ayudado al joven Albaceteño* pero la doctrina real es que la policía ha detenido un joven por entrar ilícitamente en los transportes metropolitanos y que está acusado de tenencia, consumo y tráfico de ḥashīsh. Y como irremediablemente el albaceteño es caucásico, pasa sin pena ni gloria del umbral de los transportes a un asiento trasero de un vehículo policial.
Creo que las autoridades pertinentes no tienen que ver nada en el caso y se carga verbalmente con total impunidad contra ellos, si hubiera sido un joven caucásico lo hubieran tratado igual, los únicos que hacen distinciones son los componentes del grupo anti-todo lo que yo no elija o lo que a mí me parezca.
Ningún ser humano es ilegal. Eso es todo. Punto. Cualquier otra justificación es racismo o clasismo.
Publicar un comentario