Como sabemos (más allá de que lo haya hecho por ideología, por necesidad o por puro electoralismo) el PSOE ha propuesto un impuesto especial directo para ricos. Que dice uno que ya iba siendo horita que fingieran, al menos, ser socialistas.
Pues bien, la reacción del PP ha sido automática e inmediata: defender a sus amigos y aliados, los ricos, poniendo el grito en el cielo. ¿Qué es eso de tocar a los grandes capitalistas? Para eso ya está el pueblo, la vulgar clase trabajadora, los políticos que no deben comer mariscos y los impuestos indirectos (esos en los que Botín y yo pagamos lo mismo). Está más que claro para qué quiere el PP al pueblo llano (y lo ha demostrado en estas últimas JMJ): para pagar, con su trabajo y sus impuestos, los grandes fastos católicos apostólicos romanos. Más de cincuenta colegios públicos madrileños abiertos en pleno Agosto (con sus conserjes, a los que se les obligó a interrumpir sus vacaciones) pagados con los impuestos ciudadanos de la clase obrera, para acoger a los "peregrinos" (sin premio) y un ochenta por ciento de rebaja en el bono de la EMT (transporte de metro y bus) SÓLO PARA LOS ASISTENTES AL EVENTO de "Somos adictosabenedicto", mientras al resto de los madrileños (simple "lumpen proletariado") se le subía un 50% el mismo transporte.
Por cierto, aún no he oído a ningún extremo-derechista protestar por la atención médica gratis a todos esos "peregrinos" (con la que, dicho sea de paso, estoy totalmente de acuerdo, pues creo que dicha atención es un derecho inalienable de todos, incluidos los que venían a vitorear al dueño de la "Verdad" y monopolizador de Cristo), mientras llevan años protestando porque ZP da esa misma atención médica gratuita a los inmigrantes ilegales (ya sabéis: negros, sudacas, rumanos y demás maleantes que vienen a aumentar la delincuencia en nuestro país, en palabras de Losantos en la cadena eclesial COPE).
Por cierto, para ir terminando con algo de humor, una anécdota: en el semanario católico de ABC, "Alfa y Omega", se anunciaban esta semana algunos libros para ser comprados, entre los que destacaban el "Jesús de Nazaret" de Ratzinger, a cuyo lado se anunciaba otro: "Por qué dejé de ser de izquierdas". Me tuve que reir porque me recordó a Les Luthiers cuando, en el sketch de Warren Sánchez, hablaba "del diablo y su tradicional aliado: el marxismo".
Pues eso es el PP: apoyo ciego e incondicional a los grandes ricos, al capitalismo neoliberal, sazonado de nacional-catolicismo y un poquito de catalanofobia, vascofobia, homofobia y xenofobia.
Para colmo, cuando se abre la vía de cambiar la Constitución (reforma necesaria, entre otras cosas, para acabar de una vez con el Concordato del 79 y quitarle tanto poder a Rouco Varela y sus secuaces) para posibilitar un referéndum para que el pueblo decida si quiere limitar el déficit público, ha saltado De Cospedal, como una leona, protestando: ¿qué es eso de que el pueblo opine? El pueblo está para trabajar y financiar la paradisíaca vida de los ricos, los amigos del PP.
¿Cómo puede haber tanto trabajador que les vote? Claro que habiendo televisiones como Tele 5...
Pues bien, la reacción del PP ha sido automática e inmediata: defender a sus amigos y aliados, los ricos, poniendo el grito en el cielo. ¿Qué es eso de tocar a los grandes capitalistas? Para eso ya está el pueblo, la vulgar clase trabajadora, los políticos que no deben comer mariscos y los impuestos indirectos (esos en los que Botín y yo pagamos lo mismo). Está más que claro para qué quiere el PP al pueblo llano (y lo ha demostrado en estas últimas JMJ): para pagar, con su trabajo y sus impuestos, los grandes fastos católicos apostólicos romanos. Más de cincuenta colegios públicos madrileños abiertos en pleno Agosto (con sus conserjes, a los que se les obligó a interrumpir sus vacaciones) pagados con los impuestos ciudadanos de la clase obrera, para acoger a los "peregrinos" (sin premio) y un ochenta por ciento de rebaja en el bono de la EMT (transporte de metro y bus) SÓLO PARA LOS ASISTENTES AL EVENTO de "Somos adictosabenedicto", mientras al resto de los madrileños (simple "lumpen proletariado") se le subía un 50% el mismo transporte.
Por cierto, aún no he oído a ningún extremo-derechista protestar por la atención médica gratis a todos esos "peregrinos" (con la que, dicho sea de paso, estoy totalmente de acuerdo, pues creo que dicha atención es un derecho inalienable de todos, incluidos los que venían a vitorear al dueño de la "Verdad" y monopolizador de Cristo), mientras llevan años protestando porque ZP da esa misma atención médica gratuita a los inmigrantes ilegales (ya sabéis: negros, sudacas, rumanos y demás maleantes que vienen a aumentar la delincuencia en nuestro país, en palabras de Losantos en la cadena eclesial COPE).
Por cierto, para ir terminando con algo de humor, una anécdota: en el semanario católico de ABC, "Alfa y Omega", se anunciaban esta semana algunos libros para ser comprados, entre los que destacaban el "Jesús de Nazaret" de Ratzinger, a cuyo lado se anunciaba otro: "Por qué dejé de ser de izquierdas". Me tuve que reir porque me recordó a Les Luthiers cuando, en el sketch de Warren Sánchez, hablaba "del diablo y su tradicional aliado: el marxismo".
Pues eso es el PP: apoyo ciego e incondicional a los grandes ricos, al capitalismo neoliberal, sazonado de nacional-catolicismo y un poquito de catalanofobia, vascofobia, homofobia y xenofobia.
Para colmo, cuando se abre la vía de cambiar la Constitución (reforma necesaria, entre otras cosas, para acabar de una vez con el Concordato del 79 y quitarle tanto poder a Rouco Varela y sus secuaces) para posibilitar un referéndum para que el pueblo decida si quiere limitar el déficit público, ha saltado De Cospedal, como una leona, protestando: ¿qué es eso de que el pueblo opine? El pueblo está para trabajar y financiar la paradisíaca vida de los ricos, los amigos del PP.
¿Cómo puede haber tanto trabajador que les vote? Claro que habiendo televisiones como Tele 5...
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