En apenas dos años, Wikileaks ha hecho añicos la seguridad de la mayor potencia del mundo. El poder, cuanto más se acumula, más engaño y despotismo ejerce. Se ha descubierto lo que sabíamos o sospechábamos, que Estados Unidos oculta con obscena indiferencia las redes con que envuelve y doblega a una gran parte de países.
(Da escalofríos comprobar cómo políticos de renombrada lucidez y honestidad participan en el juego de colocar los intereses de su país por encima de todo y a base de urdir y ejecutar o permitir las más criminales acciones. El diario de El País y tres periódicos más han comenzado airear las interioridades nauseabundas de la política exterior de este Imperio. Primero han sido los 400.000 documentos de Julián Assange y ahora los otros centenares de miles. Que estos documentos nos den como oficialmente probados que los asesinados en Irak entre 2004 y 2009 son más de 109 . 000 y que un 63 % de ellos son civiles , es un dato horripilante.
El País dedica (29 Noviembre 2010) 16 páginas a esta información. Quienes no los lean se van a privar de ver por dentro la realidad de una política que se llama democrática y cómo el FBI, la CIA y 16 agencias más de espionaje trabajan para el Departamento de Estado y cómo lo hacen concretamente en nuestro país, a la luz de la información arrojada por 3.622 documentos elaborados por la Embajada estadounidense en España, sólo entre los años 2003-2010).
En Estados Unidos unos tres millones de personas tienen acceso a esta información ”secreta”, que luego se gestiona con cuidadosa reserva. Todo queda rastreado y meticulosamente anotado y centralizado.
Este espionaje muestra que el imperio es lo que es: dominio, ley del más fuerte, negocios sucios, beneficios ilimitados, victorias a sangre y fuego, siega despiadada de lo que se opone a los propios intereses. Las proclamas de igualdad, justicia, democracia y libertad son pantomima.
Esta información liberadora de muchos documentos, clasificados ante como “secretos”, es un gran avance para nuestro conocimiento y nos permite hablar de un antes y un después de Wikileaks.
(Benjamín Forcano)
(Da escalofríos comprobar cómo políticos de renombrada lucidez y honestidad participan en el juego de colocar los intereses de su país por encima de todo y a base de urdir y ejecutar o permitir las más criminales acciones. El diario de El País y tres periódicos más han comenzado airear las interioridades nauseabundas de la política exterior de este Imperio. Primero han sido los 400.000 documentos de Julián Assange y ahora los otros centenares de miles. Que estos documentos nos den como oficialmente probados que los asesinados en Irak entre 2004 y 2009 son más de 109 . 000 y que un 63 % de ellos son civiles , es un dato horripilante.
El País dedica (29 Noviembre 2010) 16 páginas a esta información. Quienes no los lean se van a privar de ver por dentro la realidad de una política que se llama democrática y cómo el FBI, la CIA y 16 agencias más de espionaje trabajan para el Departamento de Estado y cómo lo hacen concretamente en nuestro país, a la luz de la información arrojada por 3.622 documentos elaborados por la Embajada estadounidense en España, sólo entre los años 2003-2010).
En Estados Unidos unos tres millones de personas tienen acceso a esta información ”secreta”, que luego se gestiona con cuidadosa reserva. Todo queda rastreado y meticulosamente anotado y centralizado.
Este espionaje muestra que el imperio es lo que es: dominio, ley del más fuerte, negocios sucios, beneficios ilimitados, victorias a sangre y fuego, siega despiadada de lo que se opone a los propios intereses. Las proclamas de igualdad, justicia, democracia y libertad son pantomima.
Esta información liberadora de muchos documentos, clasificados ante como “secretos”, es un gran avance para nuestro conocimiento y nos permite hablar de un antes y un después de Wikileaks.
(Benjamín Forcano)
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