José Manuel Romeo Moreno, conde de Fontao y asesor del Rey, dio carta blanca a Urdangarín para seguir con sus negocios tras el escándalo de Nóos, siempre y cuando no figurase el nombre del duque de Palma por ninguna parte, según el testimonio del abogado Raimon Bergós.
"Puedes hacer lo que te dé la gana -aseguró Bergós que le espetó el conde de Fontao a Urdangarín-, pero tu nombre no puede aparecer por ninguna parte ni figurar en ningún órgano de dirección".
Este testimonio, revelado el viernes por el abogado Raimon Bergós al juez José Castro y al fiscal Anticorrupción, deja en evidencia a la Casa Real,
que aseguró haber prohibido terminantemente a Urdangarín seguir
desarrollando actividades mercantiles, así como seguir manteniéndolas
con su mano derecha, Diego Torres, a partir de 2006 –fecha en la que,
oficialmente, el duque de Palma abandonó el Instituto Nóos-.
Según informa El Mundo, Iñaki Urdangarín y Diego Torres recurrieron a los servicios de Bergós
-imputado en el caso Palau y especialista en el montaje de fundaciones-
para seguir desarrollando la misma actividad que con Nóos, pero camuflada bajo otra denominación
y una forma jurídica distinta. A partir del momento en que el marido de
la infanta Cristina abandonó el Instituto Nóos, la entidad "sin ánimo
de lucro" cayó en desgracia.
Entonces, el duque y Torres contrataron a Bergós para constituir otra
fundación con la que seguir recaudando fondos de administraciones
públicas y corporaciones privadas: la denominada Fundación Deporte, Cultura e Integración Social.
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