¿Qué es la compensación de riesgos?
Se conoce desde hace tiempo que el preservativo reduce, pero no
elimina el riesgo de transmisión del VIH. Por otra parte, su efectividad
protectora frente a algunas infecciones de transmisión sexual (ITS) es
muy baja. Tampoco tienen una efectividad muy alta como contraceptivo. En
este contexto, es necesario conocer el llamado fenómeno de “compensación de riesgos”.
Este fenómeno consiste en que hay algunas medidas preventivas que
pueden hacer que el usuario se sienta completamente protegido y esto le
conduzca a asumir mayores riesgos. Por ejemplo, los cascos y protectores
de hombros que empezaron a usar los jugadores de fútbol americano para
protegerse de lesiones les hicieron diseñar jugadas en las que usaban la
cabeza o los hombros como herramienta de ataque, cosa que nunca
hubiesen hecho de no llevar casco. Esto hizo que se produjesen lesiones
más graves después de que se introdujesen estas medidas que teóricamente
iban a reducir el daño.
En la mayoría de las ocasiones en que se ha promovido en una población el uso del preservativo para protegerse de embarazos imprevistos y de ITS, se ha actuado imprudentemente, olvidando este principio clásico de la práctica de la salud pública. Casi siempre se ha transmitido a los jóvenes una sensación de “seguridad absoluta” e invulnerabilidad si usan el preservativo. Esa supuesta seguridad absoluta (que no es real, dado que el preservativo no es 100% eficaz), les ha llevado a aumentar las conductas sexuales de riesgo, como aumentar el número de parejas sexuales o empezar antes a tener relaciones sexuales. El riesgo de sida con cinco relaciones sexuales usando correctamente los preservativos equivale al riesgo de una relación sexual sin preservativo. Este fenómeno de compensación de riesgos es una de las explicaciones de por qué ninguna campaña de “sexo seguro” centrada en la promoción de preservativos ha logrado frenar las epidemias de ITS. En España, a pesar de ser uno de los países con mayor uso de preservativos, no sólo no han bajado sino que han subido las cifras tanto de embarazos y abortos en adolescentes como de las ITS.
En la mayoría de las ocasiones en que se ha promovido en una población el uso del preservativo para protegerse de embarazos imprevistos y de ITS, se ha actuado imprudentemente, olvidando este principio clásico de la práctica de la salud pública. Casi siempre se ha transmitido a los jóvenes una sensación de “seguridad absoluta” e invulnerabilidad si usan el preservativo. Esa supuesta seguridad absoluta (que no es real, dado que el preservativo no es 100% eficaz), les ha llevado a aumentar las conductas sexuales de riesgo, como aumentar el número de parejas sexuales o empezar antes a tener relaciones sexuales. El riesgo de sida con cinco relaciones sexuales usando correctamente los preservativos equivale al riesgo de una relación sexual sin preservativo. Este fenómeno de compensación de riesgos es una de las explicaciones de por qué ninguna campaña de “sexo seguro” centrada en la promoción de preservativos ha logrado frenar las epidemias de ITS. En España, a pesar de ser uno de los países con mayor uso de preservativos, no sólo no han bajado sino que han subido las cifras tanto de embarazos y abortos en adolescentes como de las ITS.
1 comentario:
Siguiendo este razonamiento, habría que prohibir el uso del casco a los motoristas. O las medidas de Prevención de Riesgos Laborales.
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