El Roto - El País |
Y lo malo es que ya nos hemos habituado... el pueblo está dormido, o en estado de shock, y acepta como válidas cuestiones intolerables.
Este verano, tras entrar los mercados en un estado de nerviosismo en su propio beneficio (bajaban las bolsas y subían las primas de riesgo), el gobierno se puso de acuerdo con el PP para reformar la constitución. Fue el chantaje impuesto por el Banco Central Europeo a cambio de emitir unos eurobonos que, por cierto, nunca se han emitido. El acuerdo se tomó al margen del parlamento, después se hizo el paripé de tramitarlo con urgencia y, por supuesto, de referéndum nada de nada.
Si esto no es un golpe de estado... que venga Dios y lo vea. Y el pueblo español ha aceptado esto muy obedientemente... salvo los cuatro rojos indignadillos de siempre.
Otro asunto. Primero el primer ministro griego dice que va a convocar un referéndum, los mercados se alteran en su propio beneficio (bajan las bolsas y suben las primas de riesgo). El primer ministro griego se ve obligado a desdecirse: ya no hay referéndum... Pero esto ya no es suficiente: se le exige la dimisión y se impone desde Bruselas un gobierno de unidad nacional. Todo sin contar con el parlamento griego.
Si esto no es un golpe de estado... que venga Dios y lo vea. Y los demócratas europeos lo damos por bueno, pues nos han dicho que así salvamos nuestro propio culo.
Otro asunto más ¿o es el mismo? Durante años la oposición italiana ha intentado meterle mano (en el sentido más casto de la palabra) a Berlusconi. Y no ha habido manera: ha comprado jueces y diputados, ha cambiado leyes... el hombre ha hecho todo por quedarse en el poder. Y sus colegas, los poderosos que lo ven como uno de los suyos, han mirado para otro lado con cierta complacencia ante todos sus excesos. Sin embargo, lo que no han podido los poderes democráticos de la república de Italia, lo ha conseguido el sacrosanto mercado. Han bastado dos días de histeria del mercado en su propio beneficio (bajada de bolsas y subida de primas de riesgo) para que Berlusconi se vea obligado a dimitir... al margen del parlamento italiano.
Si esto no es un golpe de estado... que venga Dios y lo vea. Y los demócratas europeos lo damos por bueno porque, al fin y al cabo, había que cargarse ya a este corrupto infame.
En mi opinión ya estamos preparados para asumir lo mismo en nuestro país, estoy tristemente convencido de ello. Hagamos un ejercicio de (mucha) ciencia ficción: supongamos que las próximas elecciones no las gana Rubalcaba pero sí ocurre que sube tanto IU que el gobierno elegido es una coalición PSOE-IU (ya dije que era un ejercicio de mucha ciencia ficción).
No tengo ninguna duda de que, en este hipotético caso, el mercado entraría en pánico en su propio beneficio (bajarían mucho la bolsa y subiría mucho la prima de riesgo). Tampoco me cabe ninguna duda de que el pueblo español está ya preparado para aceptar si rechistar que, en este caso, el nuevo gobierno dimitiera y se nos impusiera un gobierno de unidad nacional (o de destino en lo universal) presidido por, por ejemplo, el gobernador del Banco de España.
Empiezo a preocuparme, y mucho. ¿Hacia qué tipo de fascismo caminamos? ¿Un régimen totalitario global en manos del mercado? Puede que ya hayamos llegado.
Lo llaman democracia y no lo es.
Este verano, tras entrar los mercados en un estado de nerviosismo en su propio beneficio (bajaban las bolsas y subían las primas de riesgo), el gobierno se puso de acuerdo con el PP para reformar la constitución. Fue el chantaje impuesto por el Banco Central Europeo a cambio de emitir unos eurobonos que, por cierto, nunca se han emitido. El acuerdo se tomó al margen del parlamento, después se hizo el paripé de tramitarlo con urgencia y, por supuesto, de referéndum nada de nada.
Si esto no es un golpe de estado... que venga Dios y lo vea. Y el pueblo español ha aceptado esto muy obedientemente... salvo los cuatro rojos indignadillos de siempre.
Otro asunto. Primero el primer ministro griego dice que va a convocar un referéndum, los mercados se alteran en su propio beneficio (bajan las bolsas y suben las primas de riesgo). El primer ministro griego se ve obligado a desdecirse: ya no hay referéndum... Pero esto ya no es suficiente: se le exige la dimisión y se impone desde Bruselas un gobierno de unidad nacional. Todo sin contar con el parlamento griego.
Si esto no es un golpe de estado... que venga Dios y lo vea. Y los demócratas europeos lo damos por bueno, pues nos han dicho que así salvamos nuestro propio culo.
Otro asunto más ¿o es el mismo? Durante años la oposición italiana ha intentado meterle mano (en el sentido más casto de la palabra) a Berlusconi. Y no ha habido manera: ha comprado jueces y diputados, ha cambiado leyes... el hombre ha hecho todo por quedarse en el poder. Y sus colegas, los poderosos que lo ven como uno de los suyos, han mirado para otro lado con cierta complacencia ante todos sus excesos. Sin embargo, lo que no han podido los poderes democráticos de la república de Italia, lo ha conseguido el sacrosanto mercado. Han bastado dos días de histeria del mercado en su propio beneficio (bajada de bolsas y subida de primas de riesgo) para que Berlusconi se vea obligado a dimitir... al margen del parlamento italiano.
Si esto no es un golpe de estado... que venga Dios y lo vea. Y los demócratas europeos lo damos por bueno porque, al fin y al cabo, había que cargarse ya a este corrupto infame.
En mi opinión ya estamos preparados para asumir lo mismo en nuestro país, estoy tristemente convencido de ello. Hagamos un ejercicio de (mucha) ciencia ficción: supongamos que las próximas elecciones no las gana Rubalcaba pero sí ocurre que sube tanto IU que el gobierno elegido es una coalición PSOE-IU (ya dije que era un ejercicio de mucha ciencia ficción).
No tengo ninguna duda de que, en este hipotético caso, el mercado entraría en pánico en su propio beneficio (bajarían mucho la bolsa y subiría mucho la prima de riesgo). Tampoco me cabe ninguna duda de que el pueblo español está ya preparado para aceptar si rechistar que, en este caso, el nuevo gobierno dimitiera y se nos impusiera un gobierno de unidad nacional (o de destino en lo universal) presidido por, por ejemplo, el gobernador del Banco de España.
Empiezo a preocuparme, y mucho. ¿Hacia qué tipo de fascismo caminamos? ¿Un régimen totalitario global en manos del mercado? Puede que ya hayamos llegado.
Lo llaman democracia y no lo es.
2 comentarios:
Tienes toda la razón es un golpe de estado, de momento incruento, porque la muerte por inanición de los pobres es lenta. LLevo 32 años explicando la soberanía popular y de repente, como diría Maruja Torres, me quedo con estos pelos, en Grecia hay una gestora con un hombre de Goldman Sachcs, no importa la filiación política, se cuela, dicen, un miembro de extrema derecha, aprueban los presupuestos y luego convocan elecciones supongo que para elegir el color del parlamento griego.
Salu2.
no hace falta que entre el PSOE-IU. Si gana el PP , Rajoy no podrá dar la vuelta a ésto, dado que la crisis está FABRICADO por Los Mercados.
Lo tienen todo previsto. LA UE echará a los del PP y pondrán a unos tecnócratas (gobierno tecnico) para instaurar un golpe de Estado bancario.
Asi que ya es hora de dejar los blogs y usar los rifles. Porque de lo contrario acabaremos como los judios en el getto de Varsovia. Los corderos acaban todos en el matadero.
Publicar un comentario