La opinión pública y la salud democráticas de nuestros pueblos van descubriendo, en su aparente pasividad y anonimato, que la crisis viene de donde viene, urdida secretamente con protagonistas y finalidades ya indisimulables. Es hora de apuntar a la realidad y no seguir alanceando ingenua o interesadamente molinos de viento.
¿Quién determina la crisis que sacude a Europa? La pregunta es clave y más todavía si queremos responderla bien y acertar en la solución.
El mundo en que vivimos nos depara espacios de información y libertad que escapan al control de quienes desearían no existieran. En relación al tema de la crisis actual, son ya muchas las publicaciones críticas, pero puede ser noticia para muchos el libro (298 páginas,17ª Edición, trece años de estudio), de Daniel Estulin, periodista, ganador de tres premios de investigación en EE.UU. y Canadá, que recoge datos, informes, noticias que ayudan a investigar las actividades secretas del Club Bilderberg y a comprender de donde vienen y por dónde pasan las decisiones que mueven al mundo.
Bilderberg es una organización internacional que incluye políticos, financieros y corporaciones multinacionales y que ejerce un gobierno mundial a la sombra, (sus gestiones a favor del público las lleva siempre en privado) con una reunión anual a la que acuden 120 invitados y en la que dictaminan cómo llevar a cabo sus proyectos. El autor saca a luz su lado más oscuro, ciertamente, que es lo que no se conoce y va describiendo con rigor dónde actúa y a quién controla (Gobiernos e Instituciones internacionales), en qué medida el terrorismo es promovido por los Gobiernos y cómo asegura la manipulación a base del miedo.
Lo nuevo del Bilderberg parece ser su ataque a los derechos de las personas y la democracia, pues disponen de amplios poderes de coacción y terror para acabar con la resistencia. Sin embargo, aplican refuerzos positivos más que negativos para frenar la rebeldía y el resentimiento y lograr que la población se someta sin sublevarse.
. El autor alerta contra la pasividad y rutina de cuantos creen que nada de lo que ocurre les afecta y apuestan por callarse. ¿Seguiremos como esclavos o libres?, se pregunta. “Es un dilema que nosotros debemos resolver”, responde. No sorprende pero da que pensar el gran dominio que Bilderberg tiene sobre los medios de comunicación y que le sirven cómplicemente. ¿Por qué esos grandes medios no hablan nada de esto? Todos parecen suscribir un pacto de silencio, nadie se atreve a hablar.
Bilderberg cuida hábilmente cómo romper la fortaleza psicológica del individuo, disminuir su coeficiente intelectual (a menor nivel intelectual, menos capacidad de resistencia) y cuenta para ello con la televisión y los programas “basura”. La misión de Bilderberg de llegar a un dominio total es, para el autor, contra naturam, aunque no dudará en generar sucesivas crisis financieras, ambientales, guerras. Pero, ya a pocos convence de que sus guerras son para una mayor democracia , libertad y paz.
Un mercado único es el mercado globalizado, que requiere un sistema económico único globalizado, así como una cultura única globalizada. De esa manera, nuestras necesidades quedan todas ellas supervisadas por el Ordenador Global. A pesar de todo, el autor apuesta por la esperanza del ser humano, que es la que le hace crear un soterrado y pertinaz movimiento de liberación contra esta opresión y de la que saldrá vencedor.
Los pueblos se resisten a entregar su libertad, precisamente en un momento como el nuestro en que la globalización subordinada a una economía deshumanizada de élites, es una amenaza histórica. “La dignidad humana y la diversidad cultural que se entienden al momento en todas partes y no necesitan traducción, son algunos de los aspectos más valiosos de la tradición universal”.
(Benjamín Forcano)
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