El 6 de noviembre es el día para la elección del 45 presidente de Estados Unidos. Comienzo a preguntarme si España es un Estado miembro de Estados Unidos, porque hace semanas y meses que la prensa nos inunda con noticias y artículos sobre dicho acontencimiento con descripciones y comentarios mil sobre sus dos candidatos Obama y Rommey.
De pronto, en cinco números de El Pais (7 al 12 de Octubre) puedo contabilizar un espacio de 2 páginas diarias de promedio. En España, cuando llegan las elecciones, las noticias se producen y aumentan unos 20 días antes. Aquí no, llevamos meses. No son candidatos nuestros, ni está en juego directo la suerte de nuestro país. Está bien y nos gusta conocer la historia, la cultura y la grandeza del pueblo estadounidense. Pero, tanta y tal información, en agobiante proporción, es una matraca y un abuso.
¿Por cuánto tiempo y espacio los medios estadounidenses se ocupan de nuestra realidad nacional y del hecho concreto de nuestras elecciones? ¿Qué conocimiento de nuestra sociedad llevan los medios a sus paisanos intersesándoles por nuestra vida? ¿Qué saben? ¿Qué les cuentan? ¿El imperialismo yanki quiere en este punto mostrarnos su omnipotente presencia y poder y avisarnos que sin él nadie puede ser nada? ¿Por qué este desmesurado informativo? ¿Qué debemos a la política de Estados Unidos? ¿Quién lo impone? ¿Con qué fines?
(Benjamín Forcano. Sacerdote y teólogo expulsado de la Orden Claretiana por orden de Joseph Ratzinger -actual Papa- cuando era Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, con Juan Pablo II)
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