La AGAEVE es la Agencia que nos
sale más cara, no sólo porque haya que pagar los gastos en contratos
injustificables y las nóminas de sus colocados, no, sino porque esta Agencia
sirve para terminar de esquilmar el futuro de esta sociedad. Es una Agencia para
diagnosticar a un cadáver.
Que nuestra Educación es un cuerpo
muerto que lleva pudriéndose entre BOES y BOJAS no es nuevo. Lo sabe todo el
mundo y lo llaman fracaso; el fracaso de una política educativa absurda, falsa y
pretendidamente progresista, que no ha hecho sino desgraciar a varias
generaciones de andaluces, despojándolas de todos los recursos culturales e
intelectuales que la Educación podía ofrecerles, con el no declarado objetivo de
producir mano de obra barateja, desinformada, manipulada, dóciles votantes de
explotación fácil; sociedad narcotizada con el consumo de lo ridículo, sociedad
de la hipnosis televisiva. (leer
Los tres ejes de la mercantilización escolar)
Este cadáver, cuya podredumbre
está salpicando ya -especialmente ahora en tiempos de crisis económica-, es obra
única y exclusiva de la clase política y de todos sus fieles servidores en forma
de red clientelar; mucha gente ha hecho y hace negocio a costa de arruinar e
imposibilitar la formación de los chavales de los demás.
La Ley de Reordenación (vulgo
“agencialización” o “privatización de lo público”) sirve más para
recolocar (volver a colocar) a mucha gente, más que para
reordenar nada. Y un claro ejemplo es la Agencia Andaluza de Evaluación
Educativa (AGAEVE), donde aparecen colocados, recolocados y colados en la Enseñanza Pública; toda una hueste de esa red
clientelar de la que hablábamos antes: orientadores, pedagogos, psicopedagogos,
directores generales, subdirectores, inspectores, digitalizados, el Sr.
Consejero, el Sr. Viceconsejero -estos dos últimos dicen que tienen vocación de
maestro... aunque nadie tiene noticia de que hayan pisado un aula en su vida-,
nosesabequés... toda una caterva de personajes de esa clase política responsable
del fracaso escolar. (leer Quién
es quién en la AGAEVE y La
Agencia de Evaluación se usa para esconder el fracaso)
Una de las tareas más recientes de esta Agencia ha
sido la de mandar por mensajería a los centros las llamadas “Pruebas de
Diagnóstico”, que los profesores no elaboran, pero que sí tienen que aplicar,
durante cinco días, y que también corrigen -fuera de su jornada laboral-,
puntúan y meten los datos en un programa, conforme a los estándares de la
AGAEVE, y cuanto cometido ésta les encarga, que para eso es una Agencia de
expertos en Educación que cobran por no hacer su trabajo (¿cuál es su trabajo?);
para eso ya están los funcionarios docentes. Parece que en su dieño hubieran
estado colocados en su Agencia y, riéndose de alumnos, padres y profesores,
dijeran : “Que cojan esta mierda; que se la repartan a los chavales durante tres
días; decidles que las hagan bien, que para eso las hemos hecho... el primer día
las pruebas son de tres horas seguidas, pero vosotros les decís que se estén
quietos y que las hagan; tienen 14 años, pero que se jodan; después las
corregís, metéis los resultados uno por uno, ítem a ítem, en Sociales, en
Inglés, Francés o Alemán, en Matemáticas, en Lengua; cuando lo tengáis todo, le
dais a intro. Tenéis once días. Nosotros ya nos encargaremos de publicar
estadísticas y de culparos de los resultados. Sois unos mierdas. (Se
ríen a carcajadas)”
El fin de estas pruebas es -dicen- medir el
grado de adquisición de competencias básicas de los alumnos, para así evaluar el
proceso educativo y dar un diagnóstico certero del mismo; nada dicen de que ésta es la única manera de
justificar la existencia de la propia AGAEVE y de los sueldos (y pingües
sobresueldos) de los integrantes de la Agencia; y también una forma de que les
cuadren las cuentas de ingresos y gastos en la Agencia. (leer ¿Cuánto
nos cuesta su Agencia?)
¿Alguien se cree que es necesario diagnosticar la
muerte de un cadáver? Estos señores así lo creen. ¿No es suficiente diagnóstico
el índice de fracaso escolar? No, porque de eso somos responsables los
profesores por suspender a alumnos que no deben aprobar. Porque estamos
empeñados en que los alumnos se desarrollen intelectual y culturalmente, para
que se conviertan en personas responsables, analíticas de la realidad, críticas
y activas. Queremos que aprendan cosas, que adquieran conocimientos, la única
forma de superar sus circunstancias personales.
Lo que estos pájaros no dicen es que la Consejería de Educación articula los mecanismos para que los alumnos se vean abocados al fracaso escolar. Necesitan una sociedad así. Es su cortijo.
Lo que estos pájaros no dicen es que la Consejería de Educación articula los mecanismos para que los alumnos se vean abocados al fracaso escolar. Necesitan una sociedad así. Es su cortijo.
(Plataforma de la Enseñanza Pública de Andalucía)
No hay comentarios:
Publicar un comentario