Los compañeros de Actuable comparten esto:
"Las filtraciones sobre torturas en la guerra de Irak reveladas por la controvertida Wikileaks, han sido las protagonistas del fin de semana y, como muchos medios de comunicación se han apresurado a decir, han “conmocionado” a la comunidad internacional. Es curioso el revuelo que se ha originado al confirmarse una cosa que ya sabíamos: que en las guerras se mata y se sufre. ¿Pensábamos que había una forma más legal o menos dolorosa de matar o tirar bombas?
Abu Grahib, Guantánamo, la imagen de aquellos que juraron y perjuraron que había armas de destrucción masiva burlándose de que éstas no aparecieran, indicios para pensar que algo olía mal en la guerra de Irak desde hace tiempo, los había de sobra. A pesar de todo, a algunos, como al Viceprimer ministro británico, Nick Clegg, el asunto parece haberles pillado de nuevas. Eso sí, razón no le falta al pedir una investigación exhaustiva. Es posible que jamás se presente una ocasión igual para hacerlo.
También es un momento idóneo para reflexionar sobre el manejo de la información que se produjo en los meses anteriores a la guerra para que esto no vuelva a ocurrir y que no vuelvan a engañarnos. Así, para los que contribuyeron a que este conflicto se hiciera realidad activamente o por omisión, una bofetada seca en la cara. Nos quedamos con una frase de Julian Assange, fundador y editor de la web, dicha en una entrevista en El País:
El mayor abuso es la guerra contada por los periodistas. Periodistas que participan en la creación de guerras a través de su falta de cuestionamiento, su falta de integridad y su cobarde peloteo a las fuentes gubernamentales.
Con todo esto sobre la mesa, es hora de pensar qué podemos hacer con unas revelaciones de semejante calibre. ¿La tendremos en cuenta a la hora de votar? ¿Exigiremos responsabilidades a nuestros líderes? ¿Pediremos más información y más transparencia la próxima vez? O mejor: ¿permitiremos que haya una próxima vez?"
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