22 de agosto de 2007

Movilizaciones equivocadas

Aparece hoy en Diario de Sevilla una reflexión de Carlos Colón que nos parece muy interesante. A vueltas con "Educación para la ciudadanía". La transcribimos íntegra a continuación.

NO entiendo por qué los padres andaluces no se movilizan contra la programación mediática, social y económica que está haciendo cada día más acríticos por más incultos, y más incultos por peor educados en las familias y los colegios, a nuestros jóvenes.

No entiendo por qué los padres andaluces no se movilizan contra la inducción que condena a nuestros hijos a ser esclavos de la moda y del consumo de marcas –coches, motos, ropa o zapatillas deportivas– y a practicar el “tanto tienes, tanto vales”.


No entiendo por qué los padres andaluces -religiosos, ateos o agnósticos- no se movilizan contra las cotidianas agresiones de la cultura basura a las creencias y las ideas, la reflexión y el silencio, la creatividad y la belleza, que han hecho de las generaciones que han tenido mayores oportunidades educativas en la historia de nuestro país, las más refractarias a la excelencia, a lo más transformador, emocionante y bello que el ser humano ha pensado o creado a lo largo de la historia.

No entiendo por qué los padres andaluces no se movilizan contra la reducción de toda realidad a mercado, y del ser humano a consumidor, que hace de sus hijos esos seres unidimensionales, hombres sin atributos u homo videns –regresión del homo sapiens– sobre los que han escrito Marcuse, Musil o Sartori.

No entiendo por qué los padres andaluces no se movilizan contra la importación/imposición de los peores hábitos americanos (no de sus mejores tradiciones, sino de sus peores realidades) que han erradicado el hedonismo propio de nuestra tradición latina y nuestra cultura mediterránea.

No entiendo por qué los padres andaluces no se movilizan contra el déficit ético que, como ha escrito el sociólogo Bauman, “busca la gratificación inmediata evitando las consecuencias, y particularmente las responsabilidades que esas consecuencias pueden involucrar”, construyendo una sociedad sin “memoria del pasado ni confianza en el futuro”, “una cultura indiferente a la eternidad, que rechaza lo durable” y “una moralidad indiferente a las consecuencias de las acciones humanas, que rechaza la responsabilidad por los efectos que esas acciones pueden ejercer sobre otros”.

No entiendo por qué, habiendo tantas razones para movilizarse, hay padres andaluces que lo hacen contra la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Discutible en algunos puntos concretos de algunos concretos manuales, tal vez equivocada al no haberse limitado a ser una introducción a la Constitución española, se trata de un intento hoy más necesario que nunca para iniciar en una ética pública consensuada y asumible por todos.

Escrito por Carlos Colón para su columna La ciudad y los días, en Diario de Sevilla.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A propósito de Educación para la Ciudadanía hoy escribe Carlos Colón otra interesante reflexión.

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