29 de junio de 2012

Jean Ziegler dice que España no debe pagar la deuda


El vicepresidente de la Comisión de DDHH de la ONU propone "ocupar y nacionalizar la banca"
El vicepresidente de la
                    ONU que quiere "ocupar y nacionalizar la
                    banca"Jean Ziegler, vicepresidente del consejo consultivo de la Comisión de DDHH de la ONU. (Reuters)
Iván Gil - 23/05/2012 - El Confidencial
“Vivimos en un orden mundial criminal y caníbal, donde las pequeñas oligarquías del capital financiero deciden de forma legal quién va a morir de hambre y quién no. Por tanto, estos especuladores financieros deben ser juzgados y condenados, reeditando una especie de Tribunal de Núremberg”. Con esta aplastante contundencia despacha Jean Ziegler, vicepresidente del Consejo consultivo de Derechos Humanos de la ONU, su particular análisis del actual momento histórico. 
 
La dilatada trayectoria diplomática de este profesor emérito en la Universidad de Ginebra y comprometido analista internacional, que fue relator especial de la ONU para el Derecho a la Alimentación durante ocho años, impide que le tiemble la voz a la hora de señalar con el dedo inquisidor a los ‘culpables’ de la crisis sistémica. “No puede ser que en un planeta con los recursos agroalimentarios suficientes para alimentar al doble de la población mundial actual, haya casi una quinta parte de sus habitantes sufriendo infraalimentación”. En su último libro Destrucción Masiva. Geopolítica del hambre (Península), que Ziegler presentó ayer en Madrid, pone sobre la mesa una serie de cuestiones molestas de las que otros diplomáticos ni siquiera se atreven a hablar en los pasillos de la ONU. Unas críticas irreverentes que ya ventiló en otros trabajos como El hambre en el mundo, Los nuevos amos del mundo y aquellos que se le resisten, El imperio de la vergüenza o El odio a Occidente. “Hay que multiplicar rápidamente las fisuras en el muro capitalista para derrumbarlo y crear un nuevo orden mundial más justo”.
 
Su receta para revertir esta situación es, si cabe, tan radical o más que su tesis sobre la generación de las desigualdades: “Ocupar masivamente los bancos, nacionalizarlos y confiscar las arrogantes riquezas robadas por los especuladores financieros”. Una extremista postura que lo lleva incluso a criticar la incapacidad de movimientos de la sociedad civil como el 15M en España u Occupy Wall Street en Estados Unidos. “Reconozco que son símbolos importantes y que han logrado la simpatía de la sociedad, pero todavía son insuficientes para quebrar la actual relación de fuerzas si no desembocan en una huelga general. Hay que darse cuenta de que en el orden mundial reina una violencia estructural que se debe combatir con una contraviolencia basada en la resistencia pacífica”.
 
La migración de los grandes fondos especulativos a los mercados de materias primas, principalmente de la agroalimentación, la cual creció exponencialmente en el trienio 2005-2008 como explica Ziegler en su último libro, “es el origen de esta crisis genocida porque han disparado el precio de los alimentos básicos”. A pesar de la ‘destrucción masiva’ conceptualizada por Ziegler, el diplomático exhibe su característico optimismo de luchador a contracorriente y asegura que esta situación creará la conciencia social necesaria para “multiplicar rápidamente las fisuras en el muro capitalista, que acabarán derrumbándolo y creando un nuevo orden mundial”.
 
La insurrección será por el hambre o no será
 
El primer paso, explica, es darse cuenta de que “los criminales financieros son el enemigo común de los europeos, de los africanos y del resto de la población que sufre de hambre y desempleo en el mundo. Unos oligarcas que monopolizan los beneficios y privatizan los servicios y recursos”. Para Ziegler, esta toma de conciencia será el advenimiento de una nueva forma de solidaridad internacional entre todos los pueblos, que posteriormente se transformará en un “frente de resistencia intercontinental”. La lucha de clases es absolutamente inevitable porque no se puede mantener el sufrimiento de forma permanente.
Un convencimiento “total”, pero que se transforma en duda cuando se le pregunta por los riesgos y los pilares sobre los que se fundará este alzamiento popular. “Es un misterio, no puedo hablar de la revolución porque se trata de la libertad liberada en las personas y los procesos revolucionarios son imposibles de prevenir porque tienen sus propias leyes y no son conocidas”.
Lo que sí tiene claro Ziegler es que la insurrección, como ha ocurrido en la mayoría de estos procesos a lo largo de la historia, se producirá por el hambre. “La hambruna ya es una realidad en las banlieues parisinas y el pueblo español también está sufriendo la pobreza, como el resto de Europa”. En este contexto, indica, la lucha de clases es “absolutamente inevitable porque las oligarquías capitalistas no serán capaces de reeditar el genocidio americano de los indios, ya que es imposible matar a todo un país como España y hacerle aceptar permanentemente las cadenas”.
“España no debería pagar su deuda porque es delictiva e ilegítima”
Las “cadenas” a las que retóricamente se refiere este diplomático de la ONU estarían impuestas por las políticas económicas de la austeridad, que califica como “absurdas y destructoras”. Los teóricos del neoliberalismo, añade, “nos han hecho creer que hoy en día la austeridad es la única política posible, pero sólo se aplica a la clase trabajadora y nunca a los banqueros. Estas políticas tienen un límite objetivo y no van a resolver los problemas”. Hollande y Obama deben formar una alianza en favor de las políticas económicas del crecimiento
En contraposición a estas recetas neoliberales, Ziegler defiende unas políticas centradas en el crecimiento. Esta es la única esperanza que deposita en los representantes políticos, aunque matiza que de forma “extremadamente leve”. Sus protagonistas no podrían ser otros que François Hollande y Barack Obama. “Ambos deben formar una alianza por el crecimiento basada en la inversión pública, el incremento del salario mínimo, las prestaciones sociales, la búsqueda del pleno empleo y la lucha contra la desindustrialización”.
Para el vicepresidente del consejo consultivo de Derechos Humanos de la ONU estas políticas no son la solución final si no van acompañadas de un despertar de la sociedad civil y, sobre todo, del impago de la deuda. “Los dirigentes españoles deben hacer lo mismo que ha hecho Rafael Correa en Ecuador, es decir, negarse a pagar la deuda, cuya amortización ya es altísima, porque es odiosa e ilegítima. Esto es, se ha creado, en gran parte, por la delincuencia financiera y la corrupción política, sin materializarse en inversiones reales”.
Una perspectiva que lo lleva incluso a cometer el atrevimiento de recomendar a los españoles  que objeten en la declaración de la renta al porcentaje del gasto dedicado a la deuda pública. Una campaña lanzada desde el 15M que califica de “necesaria, inteligente y eficaz”. Todos estos elementos en su conjunto, unidos a la inflación, podrán acabar con las “deudas injustas”.
Refundar la ONU para instaurar un nuevo orden mundial
La Organización de las Naciones Unidas debe tener un papel central en el futuro escenario mundial. Como explica Ziegler, la ONU se fundó con el objetivo principal de defender el interés general de los pueblos y promulgar los principios recogidos en la Carta de los Derechos Humanos. Sin embargo, “los mercenarios han pervertido su papel y destruido su credibilidad moral”. Entre ellos, no duda en señalar al exsecretario general Ban Ki-Moon o al presidente del consejo de selección de los relatores, el hondureño Roberto Flores, “quien apoyó el golpe de Estado en su país en 2009” . Los mercenarios han pervertido el papel de la ONU y destruido su credibilidad moral.
 
Para Ziegler, la refundación de esta organización pasa por imprimirle “mucha más democracia” eliminando el poder de veto de las naciones integrantes del Consejo de Seguridad, limpiándola de “golpistas” y eliminando las prebendas del FMI y el BM. El neoliberalismo delictivo, concluye el diplomático, debe acabarse ya.

La propuesta de Julio Anguita (desarrollada)

La experiencia diaria nos demuestra que, independientemente de la adscripción ideológica, política, sindical o profesional de cada uno y de cada una, somos mayoría quienes coincidimos en señalar y comentar una serie de evidencias que el sentido común más a ras de tierra no tiene por menos que reconocer como verdaderas e indiscutibles. A título de apretado resumen veamos algunas de ellas: 
     1. Somos mayoría quienes empezamos a vislumbrar que esta situación no tiene remedio con las medidas que -con la excusa de la UE y los mercados- el poder económico-financiero está imponiendo. La deuda de las familias, la banca, las empresas y el Estado (con sus tres administraciones) es la siguiente:
 Deuda del Estado ……………………….… 600.000 millones de euros 
 Deuda de las familias a los bancos……………. 1 billón de euros 
 Deuda de las empresas a los bancos………….. 1´3 billones de euros 
 Deuda de la banca al BCE y otros…………… 200.000 millones aproximadamente
      Esta cantidad es impagable y lo es porque debido a la política de recortes y reformas del mercado laboral añadidas a la crisis, han producido una depresión que no da señales de acabar; muy al contrario, parece que va a continuar sin saber hasta cuando. Y a pesar de ello cada día hay una subasta de títulos, bonos y pagarés a creciente interés y con una prima de riesgo disparada, el Estado interviene y nacionaliza las pérdidas de los bancos quebrados con la confesada intención de devolverlos al sector privado una vez saneados.
     La ayuda de la UE a los bancos está avalada por el Estado y en consecuencia éste asume, como garante último, la devolución del préstamo. Los recortes a las condiciones de vida de la ciudadanía continúan en una clara transgresión, no sólo de la solemne Declaración de DDHH de la ONU sino -incluso- de los Títulos Preliminar y VII de la vigente Constitución Española. No hace un año todavía la Constitución ha sido modificada en su artículo 135 a fin de que la deuda tenga preferencia de pago sobre cualquier otro gasto público. El llamado Estado de Derecho ya no es tal. Paralelo al Estado y sus administraciones, existe otro que informa el impulso de la acción política; un doble Estado formado por mafias, redes clientelares, intereses espurios, grupos de presión y alguna que otra alcantarilla. La situación es todavía susceptible de empeorar si no se ataja esta política. 
      2. Somos mayoría quienes padecemos en nuestra propia situación, en la del entorno familiar, en la del vecinal o en el de nuestras amistades, el problema lacerante del paro, la precariedad, o las mil y una formas de degradar el ejercicio del trabajo. Y si a la cifra millonaria de parados y mal contratados le añadimos la evidencia de que los poderes públicos sólo plantean escapistas fórmulas consistentes en esperar una - cada vez más hipotética- recuperación que traiga “el crecimiento y la creación de empleo”, tendremos el cuadro de una situación sin esperanza, sin proyecto y sin calendario alguno. Así el discurso oficial (que es el del Gobierno pero también el de otros) alaba la flexibilidad en los despidos, la ruptura de los convenios o la trata de casi esclavos como una medida necesaria para crear empleo. De la misma manera se afirma que los recortes en sanidad ayudan a una mejor asistencia sanitaria y los recortes en educación producen una mayor calidad de la misma. Y en resumen, el discurso del absurdo, del cinismo y del aventurerismo conceptual y lingüístico que ha raptado a la razón, la lógica y hasta el más llano sentido común. Pero lo que constituye el mayor agravio para los que en estas circunstancias todavía tienen un puesto de trabajo, es oír como el mismo no es un derecho constitucional sino un privilegio. 
 3. Somos mayoría quienes padecemos en nuestras carnes -o en las de infinidad de familias- la pérdida de horizonte, de futuro y de expectativas para la juventud española. Hace años el Consejo Superior de Investigaciones Científicas le encargó a James Petras, sociólogo norteamericano y catedrático de varias universidades estadounidenses, la elaboración de un estudio sobre las perspectivas de trabajo para los jóvenes de España. Petras entregó el trabajo en 1996, le pagaron y archivaron los estudios encargados. En aquellos documentos, que hoy están al alcance de cualquiera que quiera entrar en la red, el profesor Petras lanzaba el aviso de que ya estábamos ante las primeras generaciones que iban a vivir peor que sus padres. ¿Qué se hizo para evitar este drama? ¿Han reparado algunos “patriotas” en que cuando la juventud de un país sólo tiene como horizonte la emigración (para titulados) o la prolongación sine die de la tutela familiar, ese país deja de existir? ¿Qué padre o madre no estarían dispuestos, junto con sus hijos, a hacer algo efectivo para evitar este holocausto generacional? 
4. Somos mayoría quienes presenciamos con asombro y escándalo que la corrupción se ha transformado en el hábitat cotidiano de nuestra existencia. Una corrupción que atraviesa los tres Poderes del Estado y llega hasta las más altas magistraturas del mismo. Financiaciones irregulares, negocios más que turbios, sobornos, tráfico de influencias, despilfarro del dinero público en obras faraónicas e inservibles, compra de material bélico, impagable y también inservible para los fines que se le atribuyen, sueldos de escándalo, trato de favor desde los poderes públicos a delincuentes convictos, desviación o paralización de la acción de la Justicia sobre presuntos delincuentes, uso torticero de los caudales públicos en beneficio de operaciones clientelares, etc. etc. etc. Pero la mayor de las corrupciones estriba en la concepción que se ha ido abriendo paso como consecuencia de estos desmanes: para una parte de la población el dinero público no es de nadie sino de quien se atreve a dilapidarlo, robarlo o malversarlo. El escándalo mayor no son sólo los delitos económicos en sí mismos sino también la indiferencia generalizada, la tolerancia social, la complicidad anímica con que son recibidos. A lo más, un chiste, una broma o un comentario jocoso.
      5. Somos mayoría quienes vivimos en una auténtica inversión de valores sociales. La economía basada en la creación de mercancías, bienes y servicios, la laboriosidad, la ética cívica, el rigor en los conceptos y palabras, el uso productivo del ahorro ciudadano, el respeto al ámbito legal en la contratación, remuneración y previsión de futuro de los asalariados, ha sido sustituido por la economía del pelotazo, el negocio fácil, el tente mientras cobro, los contratos basura, la segregación laboral según el sexo y la situación de embarazo en el caso de las mujeres, la amenaza de despido como herramienta omnipresente en las relaciones laborales, las promesas de inversiones fáciles y lucrativas que han desembocado en estafas hechas a los ahorros de capas populares y medias; y en general toda una amplia gama de contravalores basados en el individualismo, el consumismo y un hedonismo cutre.
      La filosofía basada en el negocio fácil, rápido y de alta rentabilidad se ha constituido en la médula de informes y programas económicos de la “modernidad y las altas finanzas”. Ha llegado a la Universidad y presidido sus reformas y adaptaciones al mercado y su cuerno de la abundancia; ha subvertido los valores de estudio, esfuerzo, tesón y dedicación inherentes a la actividad educativa; una actividad en la que lo importante son los gráficos, las estadísticas y el panel sobre el que se desarrollan las mentiras que obvian situaciones familiares, profesionales de los docentes y del sistema educativo en general. En la mentalidad media de alumnos y familias se ha instalado el conformismo evidenciado en la pregunta ¿estudiar para qué?  
     6. Somos mayoría quienes comprobamos cada día cómo la Constitución, los textos legales y demás documentos internacionales de obligado cumplimiento son vulnerados, incumplidos, marginados y falsificados en su aplicación. La Política, instrumento y ejercicio de servir a la mayoría social ha devenido (con contadas excepciones) en una eterna campaña electoral en la que promesas, propuestas y proyectos son olvidados con la misma ligereza, frivolidad y descaro con que fueron hechos en los tiempos anteriores a la cita con las urnas. De ser un campo donde hay una confrontación de programas, ideas, valores y ejercicio consecuente del ejemplo, la Política ha devenido en la pugna por ser protagonista en el escenario de las instituciones pero sin cambiar la obra que se representa; es un relevo en el cuadro de actores sin que jamás cambie el libreto. Y cuando se les interpela por este combate amañado, la respuesta es decepcionante: son los mercados, las finanzas, la UE, la comunidad internacional, etc. Las preguntas surgen espontáneas ¿Por qué hay elecciones entonces? ¿Elegimos a un poder democrático o solamente a un zascandil correveidile?
      La Democracia es traicionada en nombre de ella misma. El que todavía conste en el artículo 1.2 de la Constitución que la soberanía nacional reside en el pueblo español es un hiriente sarcasmo. Si tomamos como referencia el texto constitucional vigente, caeremos en la cuenta de que vivimos un Estado de Excepción económico, social, político y ético. Ante nosotros se está desarrollando un Golpe de Estado incruento y a cámara lenta. 
     Esta situación que acabo de describir someramente es desagradable, pero desde luego es real y como tal la siente la mayoría. Otra cosa es cómo reacciona esa mayoría. A ella me dirijo para manifestarle algunas de las conclusiones a las que he llegado tras haber meditado sobre estos momentos concretos: 
      1. No hay fuerza política alguna que en solitario y en el ámbito específico y único de su actividad, sea capaz de asumir la tarea de poner fin a esta situación y además proponga una propuesta alternativa en el marco del derecho y la Constitución. La experiencia de los últimos años nos lo muestra. Y no la hay porque algunas ya han gobernado en balde y otras carecen del respaldo necesario para ello. 
    2. No hay fuerza sindical que sea capaz de representar a este inmenso colectivo que constituye la mayoría. 
      3. No existe ningún economista o colectivo de ellos que a palo seco y con sus ecuaciones, estadísticas y teorías, sea capaz, desde la pizarra, de plantear una salida viable y en positivo a este desconcierto.
    4. Estas afirmaciones las hago desde mi convicción de que las fuerzas políticas y sindicales son necesarias, cumplen un rol, aglutinan ideologías (yo mismo milito en el PCE e IU) pero en este momento y en virtud de un proceso histórico que comenzó en la Transición, están ante una tarea que les desborda.
   5. Las consecuencias son obvias: sólo un Frente Cívico, una mayoría ciudadana organizada en torno a soluciones concretas es capaz de crear la fuerza necesaria para colocarla en la balanza del poder en contraposición a otros poderes económicos, y sociales que siendo muy minoritarios, detentan en exclusiva el ejercicio del Poder.
 ¿En que situación está la mayoría social?
      La tremenda paradoja, la inquietante contradicción consiste en comparar la gravedad de la situación y la ausencia de sujeto social capaz de abordarla y superarla. Se necesita un soporte cívico democrático, de valores alternativos, firme, con voluntad de acometer el proceso de saneamiento económico, político y ético que la realidad demanda; y sin embargo esa fuerza no existe por ahora; existe en potencia pero no en acto. 
     La mayoría no tiene más homogeneidad que su condición de dominada ayer, hoy y si no lo remediamos, mañana también. Pero apenas hay algo más que la haga consciente de que es mayoría y puede ejercerla. En ella hay colectivos y personas que luchan como pueden contra esta situación; y lo hacen desde distintos supuestos, compromisos y proyectos de futuro. En esta mayoría viven multitud de personas que limitan su participación cívica a cada acontecimiento electoral y poco más allá. Pero además hay un número amplio de indiferentes a cualquier proyecto de acción cívica y que con resignación consciente o tácita asumen como inevitable los que les ocurre; No faltan tampoco quienes asumen con conciencia de culpa el discurso del poder económico y político que generalizando plantea que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”. Es la aceptación del discurso del dominante por parte del dominado. Es la represión perfecta: la víctima hace suyos el discurso y los valores del victimario.
      En esta situación de resignación cultivada por el poder, de carencia de futuro y de anomia generalizada me dirijo a la mayoría, en mi exclusivo nombre, desde mi libertad y desde la convicción de que, si ahora no se lucha, nuestros hijos y nietos no tendrán futuro, ni país, ni tampoco se tendrán a ellos mismos. En consecuencia, hago una Convocatoria. 
 ¿A quién? 
      A la ciudadanía harta de corrupción, de injusticias, de frivolidad política, de una práctica económica basada en la depredación del propio país, en la desertización de la industria, en la vuelta a unas relaciones laborales del siglo XIX y sin otro proyecto que no sea esquilmar más aún si cabe a esa mayoría.
      A los militantes de fuerzas políticas y sindicales para que, a título personal, se incorporen al proyecto que este documento expone.
     A plataformas, movimientos, colectivos y en general a todo grupo organizado que esté dispuesto a cambiar las cosas en el sentido de la justicia, la democracia profunda y el vivir en armonía con el entorno social, medioambiental y cívico. 
    A los hombres y mujeres de la Ciencia, la Técnica, la Economía, la Investigación, el Derecho, la Educación, la Sanidad y la Cultura para que, en paridad con los demás, aporten sus conocimientos, sus experiencias y su capacidad de analizar, sistematizar y exponer. Sin el saber no hay más proyecto que la barbarie institucionalizada. 
 ¿Para qué?
      El objetivo de la convocatoria es doble:
      1. Que la mayoría social, por su propio impulso, por su propia voluntad y por su creciente toma de conciencia devenga en un Frente Cívico que teniéndose a sí mismo como referente, abra paso a una situación de plenos derechos económicos y políticos junto con unas relaciones personales y sociales fundamentadas en la ética cívica. Un Frente Cívico que tenga como protagonista al ciudadano y a la ciudadana; es decir a las personas conscientes de que sus deberes son los derechos de los demás y viceversa. 
      2. Constituir un referente de poder ciudadano que induzca de manera creciente a los poderes públicos a legislar y gobernar en beneficio exclusivo de la mayoría. El proceso que conduce a estos dos objetivos pudiéramos considerarlo como un proceso constituyente de la mayoría social constituida como tal.
 ¿Cómo? 
      Permítanme, aún a riesgo de alargarme, que les exponga un símil. Imaginen que estamos ante un gigantesco mapa de España totalmente en blanco. Si por cada persona con voluntad de luchar o por cada organización, colectivo o asociación de cualquier índole ponemos un alfiler en el mapa, estaríamos ante un gigantesco acerico, pero nada más. Sería como una yuxtaposición de yos pero sin estructura alguna. Imaginen que con paciencia y un lápiz, vamos uniendo entre sí a todos los alfileres clavados en el mapa. Al terminar surgirá ante nosotros una red, un tejido, una estructura. Los yos han dado paso al nosotros. 
      ¿Qué tipo de cemento social, qué tipo de propuesta qué tipo de ideario es capaz de producir en los integrantes, dispersos y aislados de la mayoría, la asunción del nosotros, la mayoría? La respuesta es obvia: un Programa, una propuesta concreta, un objetivo, en principio cercano y necesario. Especifico las características que le atribuyo al mismo:
      1. Concreto, inmediato, acorde con las necesidades más perentorias y urgentes de los más desfavorecidos de la mayoría. 
       2. Aplicable de inmediato como garantía, prenda y estímulo de la alianza que se pretende. 
      3. Perfectamente factible, desarrollable y legal por inspirarse en el texto constitucional vigente. Ruego a los lectores que mediten un momento sobre los contenidos de los Títulos Preliminar y II de la vigente Constitución. El inicio de un programa debe insertarse en la legalidad vigente; el futuro ya irá produciendo sus contradicciones. Por otra parte, el programa debe ser capaz de generar la fuerza social que democráticamente lo haga cumplir. 
     4. Un programa en el que cada medida, por simple que parezca, lleve en su formulación la exigencia de un paso siguiente, de una propuesta inmediatamente posterior, que permite su realización.  
     5. Un programa que por su lógica interna hace imprescindibles los apoyos mayoritarios y la formación de conciencia colectiva tanto para su defensa como para su implantación. 
    6. Elaborado colectivamente. El autor de estas líneas tiene una amplia experiencia de cómo esto es posible si los que más puedan aportar son conscientes de que la velocidad de un convoy es la de su último elemento. 
    7. La elaboración colectiva consigue, en un determinado nivel de su desarrollo, ir ganando en complejidad, accesibilidad, interés y participación.
      8. Que con el tiempo y/o la coyuntura, termine siendo una Alternativa fundamentada, pueda superar el marco actual de relaciones, equilibrios e incluso forma de Estado. 
     9. Un programa que por su incidencia en la actualidad, atraiga inmediatamente los apoyos necesarios no sólo para su elaboración sino para una movilización ciudadana consecuente, seria, decisiva y decisoria.
    10. Si en cada localidad, personas, colectivos y grupos se unen a los demás para elaborar conjuntamente, convocar a la ciudadanía, movilizar, salir a la opinión pública y en general crear una estructura reticular, la mayoría comenzará el proceso de su toma de conciencia.
    11. En todo el proceso hay que prevenir que nos asalte el mal de nuestros tiempos: la prisa. Este proyecto -si quiere construirse con musculatura y solidez- debe rehuir la tentación de cotizar permanentemente en la bolsa mediática. El arranque de los trabajos será en muchos casos súbito y arrollador; sin embargo hay que saber moderar el tiempo. La Política, la consolidación de proyectos sociales con peso e influencia, no pueden ser flor de dos telediarios; el silencio y la discreción programados ayudan a crecer. Tiempo, constancia, voluntad y conciencia de lo que se quiere son, incluso en esta época de novedades permanentes, la única garantía de proyectos serios. 
     Al final de este documento y como ponencia para iniciar los trabajos, incorporaré una propuesta de de diez puntos que ya en otras ocasiones he presentado. 
Cuestiones de estructura organizativa.
      En estos días mi teléfono personal y las entradas al blog del colectivo Prometeo han superado las cotas más impensables. Las personas se ponen a mi disposición esperando quizás que se les ubique en una tarea, responsabilidad o misión. Por realismo (en mí esa palabra nunca ha significado claudicación) debo informar de la situación.  
     Yo habría podido dirigirme al PCE o a IU demandando infraestructuras, canales organizativos y ayudas de cualquier tipo; no lo he hecho. Mi concepción de este proyecto se basa en la total independencia de cualquier tipo de organización. El precio a pagar por ello, como el de la Libertad o el de la Dignidad, incluye la precariedad de medios, instrumentos y capacidades organizativas. En los momentos en los que redacto, sólo tenemos el blog (con el permiso de los compañeros de Prometeo), la promesa de determinados colectivos de ponerse en marcha inmediatamente y mi voluntad de que esto avance, se consolide y produzca un giro total en la vida española. Sin embargo, y como propuesta, avanzo algunas ideas organizativas que mi experiencia en la elaboración colectiva de otras épocas se han constatado como correctas, prácticas, flexibles y muy democráticas: 
      1. Creo que la organización por incipiente que sea debe atenerse a una estructura geográfica de comarcas, provincias, comunidades y Estado español 
        2. Lo que articula el funcionamiento es la elaboración, discusión y explicación del programa. 
       3. En cada lugar, en cada nivel o en cada área de especialización temática el funcionamiento debe ser abierto pero centrado en la concreción de la propuesta que se trate. 
      4. Todo lo demás depende del trabajo voluntario y libremente aceptado. No tenemos más que una voluntad firme para que este horror acabe y nuestros y nietos tengan algo en lo que enraizarse y vivir.
      5. Aquí no hay prebendas, cargos, honores o distinciones, Aquí solamente hay trabajo, ilusión y deseo de ser útiles. 
     6. Con el paso de los días, tal vez un mes o dos, desde la estructura de coordinación que tengamos, informaremos de la marcha de los trabajos.
      7. La elaboración de programa no es un laboratorio de ideas, propuestas y proyectos sino también un centro de movilización para difundir, defender y ganar adeptos al trabajo. Por supuesto que en la medida que esto cuaje deberemos, con inteligencia, usar del poder que tengamos para influir en la marcha de las cosas.
 El Referente
     Como es sabido, en Sabadell me ofrecí como referente para este proyecto. Quiero que mis palabras queden nítidas y en consecuencia eviten interpretaciones sesgadas y basadas en hipótesis hijas de la falta de claridad. 
      Un referente es aquella persona que por su proyección social o mediática puede, en un determinado momento, simbolizar el proyecto siquiera en sus inicios. En mi caso esa proyección ha sido consecuencia de una acción pública en el pasado y el presente. Ya no hay más. 
      Si este proyecto arranca, se consolida y crece, el referente será el proyecto mismo, otros hombres y otras mujeres. Me habré ganado el descanso. 
     No seré cargo público o tendré presencia en la vida institucional. Son tres las razones: mi edad, mi salud y la verdad de que nunca segundas partes fueron buenas. 
      En esta etapa inicial seré la referencia pública para explicar el proyecto, defenderlo, impulsarlo y trabajar en él y todo ello a expensas de las decisiones que se tomen por el propio proyecto cuando este se consolide y tenga órganos de coordinación. Ello me supondrá un esfuerzo y una dedicación que en absoluto puede consistir en ir de la ceca a la meca como espectáculo mediático para ganar audiencias o confortar egos.  
     Actos públicos los justos y bien dosificados. Estas son las condiciones de mi contrato. A trabajar, organizar, luchar y consolidar la mayoría. Un abrazo fraternal. 
 Programa- ponencia para iniciar los debates y la elaboración colectiva.
      Nota.- El presente listado de propuestas no tiene otro objetivo que servir de materia concreta para el inicio del debate y la elaboración a llevar a los otros y en su momento a la opinión pública. Cuando se redactó se tuvieron presentes las características que sobre el Programa he escrito antes. Insisto que sólo es un material para comenzar.
1. Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de 1.000 euros al mes. Esta cantidad es exactamente el 72% de la media de los seis países de la UE que lo tienen más alto: Luxemburgo (1610 euros), Irlanda (1.462 euros), Holanda (1.357 euros), Bélgica (1336 euros), Francia (1321 euros), Gran Bretaña (1.148 euros) 
2. Ninguna pensión por debajo del SMI. 
 3. Extensión y ampliación de la prestación por desempleo. Todo lo anterior puede servir también para abordar con presupuestos concretos la posibilidad de la Renta Básica. 
4. Reforma Fiscal: progresividad, persecución del fraude fiscal, la economía sumergida y los paraísos fiscales. Revisión de la legislación sobre las Sociedades de Inversión de Capital Variable (SICAV). Dotar de infraestructuras de todo tipo a la Inspección de Fiscal de la Hacienda Pública. 
 5. Banca pública como corolario de la nacionalización de la banca privada y las cajas de ahorros.
 6. Nacionalización de los sectores estratégicos de la economía. Ley sobre la Obsolescencia programada. 
 7. Desarrollo de los contenidos de los Títulos Preliminar y VII de la Constitución. 
8. Control y democratización de los canales de distribución y comercialización del sector primario de la economía a fin de evitar situaciones de oligopolio que inciden negativamente sobre los precios pagados a los productores y sobre los precios pagados por los consumidores.
 9. Efectiva separación entre las iglesias y el Estado.
 10. Reforma del Sistema Electoral en el sentido de implantar otro proporcional, con las CCAA como circunscripción y un colegio nacional de restos
 
(Julio Anguita. Blog Colectivo Prometeo)

28 de junio de 2012

Propuesta muy interesante de Julio Anguita contra la crisis

http://www.publico.es/espana/437723/julio-anguita-yo-no-pienso-ir-a-ningunas-elecciones

(Ver el vídeo)

El PCA de Almería pidió votar "No" a los recortes

La Comisión Ejecutiva del PCA de Almería ha hecho público un comunicado dirigido a los militantes y a la dirección del PCA en el que pide que “el canto de sirenas no nos desvíe el rumbo”. Los comunistas de Almería lamentan que “cuando el viento sopla a nuestro favor, nos la hemos apañado para colocar el barco en sentido contrario”, y ha señalado que “la virtud que ha tenido la Conferencia Política del PCE, celebrada hace unos días, ha sido recordarnos la dirección que tenemos que seguir (la alternativa social, democrática y anticapitalista a la crisis) y el viento a favor que nos puede conducir hacia ella (las luchas contra los recortes)”.

“Estamos orgullosos de la pequeña aportación que el PCA de Almería ha hecho al documento de la Conferencia: Recordarnos que el canto de sirenas (la seducción del poder institucional) no puede desviarnos de nuestro rumbo”, señala el comunicado, con el que se llama “a la coherencia del conjunto del Partido, cada uno en sus responsabilidades, para realizar la labor prioritaria que se nos impone: Reorientar nuestra embarcación hacia la dirección que nos estaba permitiendo avanzar en el proceso de acumulación de fuerzas”.

“Cuanto más tardemos en ello, más posibilidades tenemos de que la nave zozobre. Se hace urgente desbloquear ya el timón con el voto negativo de nuestros parlamentarios al plan de ajuste”, señalan.

27 de junio de 2012

La "confianza" del FMI




“El FMI urge a España a subir el IVA y bajar el sueldo de los funcionarios”, nos informa un titular del diario Público[1].

El subtitular correspondiente añade: “El Fondo reclama a España una política «ambiciosa» y recuerda al Gobierno que la confianza en los mercados «sigue débil» y las perspectivas son «muy difíciles»”. Parece que hay que ganarse, pues, la “confianza” de “los mercados”.

Este mantra no es, en absoluto, nuevo. Para cerciorarnos del déjà vu, repasemos otra información de hace casi un año, esta vez de El País: “El FMI pide subir el IVA y recortar el gasto en funcionarios e inversiones”[2]. Casi calcado, ¿verdad? Bueno; si antes el Fondo Monetario Internacional ‘pedía’, ahora ‘exige’, porque para algo acaban de ‘rescatar’ nuestros bancos (léase, regalarles 100.000 millones de euros con el aval del Estado español) y nada es gratis. Pero prosigamos con otra coincidencia, en el cuerpo de texto: “«Las autoridades españolas respondieron a los retos económicos con un fuerte y amplio abanico de políticas», señala el documento aprobado por el consejo del Fondo. «Eso ayudó a reforzar la confianza del mercado». Pero puede no bastar: al organismo le preocupa la situación del mercado laboral […] y desconfía tanto de las previsiones de crecimiento como de déficit del Gobierno”. En julio de 2011, por tanto, el FMI aplaudía medidas como la primera rebaja del sueldo de los funcionarios en la Historia, realizada por Rodríguez Zapatero el año anterior a aquél[3], invocando de nuevo a la obtención de la “confianza del mercado”. No obstante, ¡ojo!, ese mismo organismo recomendador, “desconfía” de las expectativas de la Administración española.

Como bien nos explica Vicente Romano, a quien debemos ese clásico llamado La formación de la mentalidad sumisa[4], “Todas las instituciones dedicadas a nuestro adiestramiento presentan la fe y la confianza como virtudes. Quien cree y se fía es buena persona, dicen los de arriba”[5]. Sin embargo, la fe y la confianza pueden ser a menudo peligrosas para nuestros intereses. “Cuando vamos a pedir un préstamo a un banco descubrimos que apelar a la confianza del empleado no sirve de nada. Los bancos no suelen estimar en mucho la fe y la confianza”. Es más, “Cuanto más rica es una persona tanto más rigurosa es a la hora de firmar contratos. Es más fácil embaucar y explotar a una persona que tiene confianza que a otra que piensa y calcula. Quien no tiene intención de engañarnos no necesita nuestra confianza. ¿Por qué va a ser peor el saber que la confianza?” Acuérdense de películas del gran adoctrinador Walt Disney como La Sirenita, donde ni el todopoderoso Tritón, el dios de los mares, es capaz de llevarle la contraria al contenido de un contrato firmado por su hija, la protagonista, con la malvada bruja, por el cual ésta se quedaba con la voz de la Sirenita a cambio de darle piernas[6].

Varias encuestas han revelado que cuanto más gana la gente menos valora la fidelidad, y viceversa: “Los ricos no se fían ni un pelo, como puede verse por las revistas del corazón”, apunta Romano. Quienes siempre exigen fe y confianza suelen santificar la ignorancia, pero “que los comerciantes hablen entre ellos de contratos y no se fíen de la confianza mutua no perjudica lo más mínimo a sus relaciones. La desconfianza les trae sin cuidado, quieren seguridad. No necesitan ninguna confianza. La seguridad del contrato satisface sus intereses”.

De hecho, ya hemos visto que el FMI (en el fondo, consorcio de grandes corporaciones y entidades financieras) no se fiaba en su momento de lo que el Gobierno español le decía acerca de la tasa de crecimiento del PIB o de la evolución futura del déficit del Estado. No; el FMI demanda sus propias garantías, en forma de recortes del gasto público, incluida (otra) bajada de salarios. 

Y es curioso que fuera Adam Smith, el considerado padre de la ideología dominante del liberalismo económico, el primero que desaconsejara determinada confianza: “El interés particular de los que trabajan en una rama determinada del comercio o de la industria es siempre, en general, diferente y aun contrario al del público. El interés del comerciante es ampliar constantemente el mercado y restringir la competencia de los vendedores. […] Cualquier propuesta de nueva ley o de reglamento de comercio que venga de esta clase de gente debe ser siempre recibida con la mayor desconfianza”. [7] Insistimos: frase de Adam Smith.

¿Justificado tal aserto? Podríamos comprobarlo. En su informe anual sobre España de 2011, el FMI reclamaba, entre otras cosas, a nuestro país, “una reforma laboral más «ambiciosa» que rebaje a la vez el coste del despido y que eleve la productividad para que se rebaje el alto paro estructural que acosa la economía española. El organismo que dirige la francesa Christine Lagarde insiste en un sistema de negociación de los salarios más «descentralizado» y que no dependa tanto de la marcha de la inflación”[8]. ¿Qué significa eso exactamente? A este respecto no está de más acudir de nuevo al magisterio de Vicente Romano cuando nos habla de la necesidad de que haya una mínima claridad en el mensaje: “Una forma insidiosa de falsear la realidad es presentarla de forma incomprensible. Quien es demasiado cobarde para mentir abiertamente o carece de habilidad para hacerlo, se expresa sin claridad, de forma confusa. Pero […] también se expresan en términos poco claros las instituciones a la hora de hablar de determinados asuntos. Si la confusión se repite con bastante frecuencia, la mayoría se acostumbra a ella como si fuese claridad. Cuanto menos claro se escriba o se hable tanto más tiempo permanecerá oculto lo falso del enunciado”[9].

Habrá que traducir, entonces, ese mensaje. El “sistema de negociación de los salarios más «descentralizado»” al que alude Lagarde se reflejó, en la práctica, en el contenido de la famosa reforma laboral de febrero de 2012, aprobada por el Gobierno Rajoy, y que seguía las directrices expresadas por la directora gerente del FMI: “La regulación de las condiciones establecidas en un convenio de empresa tendrá prioridad aplicativa respecto del convenio sectorial estatal, autonómico o de ámbito inferior en las siguientes materias: a) La cuantía del salario base y de los complementos salariales, incluidos los vinculados a la situación y resultados de la empresa. […] A efectos de lo dispuesto en la presente Ley se entenderá por despido colectivo la extinción de contratos de trabajo fundada en causas económicas, técnicas, organizativas o de producción […] Se entiende que concurren causas técnicas cuando se produzcan cambios, entre otros, en el ámbito de los medios o instrumentos de producción; causas organizativas cuando se produzcan cambios, entre otros, en el ámbito de los sistemas y métodos de trabajo del personal o en el modo de organizar la producción y causas productivas cuando se produzcan cambios, entre otros, en la demanda de los productos o servicios que la empresa pretende colocar en el mercado”[10].

Así dicho, por un lado, el convenio sectorial, colectivo, pierde vigencia frente al de cada empresa en particular. Si, como cuenta un artículo de Ramón Trujillo (“¿Para qué sirven los sindicatos?”) basado en informes de la OIT y de varios estudios científicos, la gente trabajadora organizada en sindicatos consigue mejores salarios y mayor participación en la renta, independientemente del nivel de riqueza de un país, o de su crecimiento económico[11], al reducir el margen de acción de estas asociaciones, está claro que los trabajadores españoles seguirán perdiendo una aún mayor parte de la tarta. Por otra parte, es difícil imaginar una contingencia que escape a “causas económicas, técnicas, organizativas o de producción”, tal como las cita el decreto del BOE; circunstancias ante las que los representantes de los trabajadores poco podrán alegar con la nueva legislación. En la práctica, resultaría más sencillo al Gobierno, que obedeció los dictados de Lagarde, explicar que el empresario podrá despedir al trabajador cuando le dé la gana.

Un hecho nos llama la atención, volviendo a las advertencias contra la excesiva ‘confianza’ hacia la clase de los comerciantes que nos lanzaba Adam Smith: se recomendaba que el sueldo de los españoles fuera vinculado a (reducido hasta) la productividad, independientemente de la inflación (aumento del coste de los productos), pero “Curiosamente, la propia Lagarde firmó en su contrato como directora gerente del FMI que su salario base inicial de 467.940 dólares (320.000 euros), al que se suman 83.760 dólares (57.000 euros) en dietas y gastos de representación que no está obligada a justificar, se ajustará durante los cinco años de mandato en función de la inflación del área metropolitana de Washington, sin la más mínima referencia a su productividad”[12].¿Debemos tener ‘confianza’ en los consejos de la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, la cual, a pesar de que defiende que el salario de los españoles “no dependa tanto de la marcha de la inflación” sino de la productividad, no elige para sí misma lo que recomienda a nuestros compatriotas?

Ahora, tras siete meses del último Ejecutivo PP y cuatro de ‘reforma’ laboral, el FMI hace otra llamada a conseguir la confianza de las Bolsas (siempre sin decir quiénes especulan en ellas). Vale la pena atender a sus argumentos, necesariamente extractados en un texto breve como el presente artículo: "Ante los grandes retos en diversos frentes, el impulso reformista del Gobierno ha sido fuerte, con numerosas acciones de relevancia iniciadas en los últimos meses”. ¿Se acuerdan del “«Las autoridades españolas respondieron a los retos económicos con un fuerte y amplio abanico de políticas»” que citábamos al principio del artículo? Pero sigamos. “A pesar de estas reformas y esfuerzos, la confianza en los mercados es débil. [...] La recesión se está acentuando y el desempleo se sitúa en un 24% (por encima del 50% para los jóvenes) y sigue creciendo. Las presiones negativas [...] probablemente se traduzcan en contracciones de la producción este año y el que viene. Pero con [...] un mejor funcionamiento del mercado de trabajo a medida que la reforma vaya surtiendo efecto, el consumo privado y la inversión deberían recuperarse ligeramente. [...] Valoramos muy positivamente la reciente reforma laboral ya que tiene el potencial de mejorar sustancialmente el funcionamiento del mercado de trabajo. [...] La reciente reforma laboral debería permitir a las empresas adaptarse más ágilmente a las condiciones de mercado, por ejemplo ajustando salarios y horas de trabajo en lugar de empleo. La reforma necesita tiempo para surtir efecto y es demasiado pronto para decir si está funcionando: aunque hay algunas señales tentativas en sentido positivo, los salarios no son todavía suficientemente sensibles a la muy elevada tasa de desempleo. El éxito de la reforma gira en torno a su implementación. [...] La puesta en marcha de las otras reformas estructurales previstas será importante para complementar la reforma laboral. [...] Pero también hay potencial para la mejoría. Las reformas, incluida una aplicación exitosa de la reciente reforma laboral, [...] podrían conducir a unas perspectivas a medio plazo significativamente mejores. [...] Es necesario continuar el impulso reformista y una visión clara a medio plazo para restablecer la confianza, de modo que los desequilibrios se puedan ajustar suavemente y se impulse el crecimiento y el empleo"[13].

¿Cómo lo resumiríamos, en aras de la ‘claridad’ de que hablábamos más arriba? Hagamos un torpe, pero quizá no desenfocado, intento. El informe del FMI dice que el Gobierno ha actuado con fuerza, en el sentido adecuado, pero todavía hay que seguir ganándose la confianza de los mercados. La crisis se agranda y con ella el paro, sobre todo el juvenil. La producción seguirá cayendo en los dos próximos años, pero la situación mejorará en cuanto surta efecto la reforma laboral, a la que hay que darle tiempo, porque debería funcionar; pero aún es pronto para saber si va a funcionar. Hay indicios de que está funcionando, pero deben seguir bajando los sueldos porque hay mucho paro (“los salarios no son todavía suficientemente sensibles a la muy elevada tasa de desempleo”). Es importante que se complemente la reforma laboral con otras medidas. Puede que la cosa mejore. De hecho, puede que si se aplican bien, mejore mucho de aquí a un tiempo. Hay que seguir con las reformas y tener las cosas claras de aquí a un tiempo para que vuelva a haber confianza, y así, poquito a poquito, se arregle lo que no marcha bien, vuelva a activarse la producción y baje el paro.

¿Nos permitimos eliminar algo más de redundancia en el texto? Éste podría quedar en el siguiente enunciado: la economía está mal, y de hecho irá todavía a peor, pero gracias a la reforma laboral, y otras que se le añadirán, el panorama se irá arreglando, puesto que lo único que ocurre es que hay que darle tiempo para que surta efecto, porque ya se está notando lo buena que es, aunque la cosa esté muy mal y vaya a seguir empeorando. Es evidente que este aserto adolece de una total incoherencia. Si la situación va a peor a pesar de las medidas que se han tomado y, lo que es más, se pronostica que seguirá empeorando, sin concretarse cuáles son esos indicios que inducen a albergar esperanzas a largo plazo, entonces se está apelando directamente a nuestra ‘fe y confianza’ en algo que un adecuado razonamiento jamás nos haría aceptar. Los gobernantes (oficiales o en la sombra) nos piden que tengamos confianza en que bajará el paro si precarizamos las condiciones laborales de los trabajadores, pero aquéllos, para asegurarse de que éstos cumplirán con el cumplimiento de las expectativas que mantienen al respecto, lo ponen por escrito en el Boletín Oficial del Estado.  

Con frecuencia, el discurso del Gobierno actual se fundamenta en que por fin se están tomando las decisiones (necesarias) que el anterior se negó a adoptar. En este sentido, buena parte del público coincidió en aceptar que la coyuntura en el terreno laboral era tan pésima que algo había que hacer. Pero eso equivale a sostener que cuando tengo migrañas es mejor probar a golpearme la cabeza con un martillo que quedarme parado sin hacer nada al respecto; la cuestión es que quizá sea mejor optar por otras alternativas, como, por ejemplo, tomar un analgésico.

Aquí es donde entra en juego otro de los recursos de los medios de comunicación masiva de los que se ocupa Vicente Romano: el pensamiento mágico. “El término «magia» o «mágico» parece remitir a formaciones sociales arcaicas, superadas desde hace tiempo, previas al pensamiento racional […]. Pero […] sigue siendo una forma de conocimiento y un modo de abordar la realidad presentes en la sociedad actual. Cuando la realidad aparece fragmentada y dividida, cuando el entorno genera incertidumbres y angustias que dificultan su dominio, el ser humano recurre al pensamiento mágico que le da unidad y dominio imaginarios. En los momentos de crisis, la magia restablece el equilibrio del individuo. […] ¿Qué es el horóscopo cotidiano sino una forma más o menos lúdica de control social a través de las advertencias y los consejos, un juego con los miedos y angustias, con la incertidumbre social y las carencias y sueños personales? En cualquier caso, un juego peligroso con la ignorancia. Ante la ausencia de un marco general de referencia surgen la incomprensión, la incertidumbre, la angustia, y en último término la sumisión o resignación [pues] esto significa dejar en manos ajenas la solución de los problemas propios, con lo que pueden manipularlos fácilmente en interés suyo. Ahí radica el peligro de entregar las riendas de los asuntos personales en manos de especialistas o del nuevo credo académico”[14].

El mensaje del FMI no se aleja demasiado de los vagos indicios y vaticinios de los horóscopos, y la presentación que ofrece de los hechos económicos hace imposible la intelección coherente de los complejos (aunque simples a la vez) entramados de factores que se interrelacionan. Apela, en primer lugar, a nuestro pensamiento mágico para que pensemos, como está verbalizando bastante gente, que de algún modo, a pesar de que estamos atravesando momentos muy difíciles, las cosas mejorarán y la crisis pasará tal como llegó, sin que nadie, sin embargo, pueda explicar por qué. Y de paso, se trata de que tengamos confianza en ellos. Porque “Los pocos que ya tienen mucho quieren más. En realidad lo quieren todo. Y les gustaría que la gente común, los muchos, reduzcan sus esperanzas, trabajen más y se contenten con menos. […] Para los pocos que lo tienen casi todo es mejor volver a las condiciones del siglo XIX o del Tercer Mundo actual, esto es, disponer de masas de trabajadores sin organización, dispuestos a trabajar por la mera subsistencia; una masa de desempleados, de pobres desesperados que contribuyen a bajar los salarios e incluso provocar el resentimiento de los que están justo por encima de ellos […]; una clase media cada vez más encogida; y una diminuta clase poseedora, escandalosamente rica, que lo tiene todo”[15]. Hagamos que todo esto deje de cumplirse y, para empezar, sustituyamos la confianza ciega por la razón consciente.

(Manuel Rguez Illana. Profesor de Secundaria y afiliado de USTEA)
 



[5] Ibídem, p. 64 y ss.
[6] MARIANO ROMERO, Francisco J. (2011): Emoción, cine y memoria. Análisis de las producciones de Walt Disney y Pixar Animation Studios. Sevilla: Fundación ECOEM.
[7] DENIS, Henri (1970): Historia del pensamiento económico. Barcelona: Ariel. P. 171.

[8] Véase nota 2.
[9] Véase nota 4; p. 43.

[10] Boletín Oficial del Estado. Núm. 36. Sábado 11 de febrero de 2012. www.boe.es/boe/dias/2012/02/11/pdfs/BOE-A-2012-2076.pdf
[12] Véase nota 2.
[13] Consultas del artículo IV con España. Declaración final de la misión del FMI. Madrid, 14 de junio de 2012. http://www.imf.org/external/spanish/np/ms/2012/061512s.htm
[14] Véase nota 4; p. 123 y ss.
[15] Véase nota 4; p. 5.

26 de junio de 2012

Carta abierta a Diego Valderas

Querido Diego:

No milito en Izquierda Unida, pero últimamente soy un votante bastante fiel. He de reconocer que esta vez, justo cuando mejor lo tenía IU, me ha costado más trabajo votaros porque ya me temía algo así. Y es que hace falta taparse muy bien la nariz para apoyar a un gobierno liderado por Griñán, con toda la carga de (presunta) corrupción a sus espaldas y su cobardía para ser el primero en abandonar el barco de los EREs.
Agradezco, a pesar del mal olor, vuestra disposición a formar un gobierno de izquierdas, en un intento de evitar que la derecha gobierne nuestra comunidad. Soy consciente de vuestro trabajo para intentar evitar que los próximos recortes supongan miles de despidos, incluso no tengo ninguna duda de que, sin IU en el gobierno, estos recortes serían mucho más terribles para los empleados más desprotegidos.
Pero es que, Diego, falla la primera premisa. La derecha económica ya gobierna en este país a todos los niveles. A lo único que puede aspirar Izquierda Unida desde el gobierno de la Junta de Andalucía es a gestionar los recortes impuestos por esta derecha. Sinceramente, no creo que éste sea el lugar de tu partido en esta situación de crisis.
Hoy necesitamos políticos dispuestos a cambiar la realidad, ése debe ser tu sitio. No el de gestionar un sistema neoliberal que nos condena a una desigualdad económica cada vez mayor.
Piensa que, de seguir así, es muy difícil que en las próximas elecciones los que hoy te han votado sepan distinguir entre PSOE e IU y esto será un desastre para la izquierda andaluza.
No tengas miedo de abandonar el gobierno, no quemes a tu partido en una pira que no es la suya. Ya verás cómo si dejáis a Griñán su gobierno no cae, no habrá nuevas elecciones porque no pueden arriesgarse a que vuestro gesto y posición anti-recortes os dé aún más presencia en el parlamento. Habrá de gobernar en minoría, con apoyos puntuales del PP en lo económico, que habrá de retratarse. Pero es mucho más natural, al fin y al cabo es su política económica, la de los dos partidos, y son ellos los que deben asumir sus consecuencias.
Diego, piensa que los 800 millones de euros que dejaran de ingresar los funcionarios en sus nóminas en sólo cinco meses se detraerán del consumo. Esto ha de suponer, a la fuerza, la triste pérdida de puestos de trabajo en el pequeño comercio, incluso cierres. Es decir, más paro y menos ingresos para el estado vía impuestos. ¿Es esta política la que debe hacer tu partido? Si tu respuesta es afirmativa es que yo, lamentablemente, me he equivocado de voto.
Si piensas que la realidad es más complicada, que es el momento de hacer este sacrificio, creo que te engañas, que desde tu vicepresidencia la realidad se ve distorsionada.
Es la propia dinámica de los recortes la que puede hacer que la gente se aglutine en su indignación, que vuelva a tomar conciencia de clase y deje de ser un mero consumidor-espectador a la deriva de la crisis. Es ahí donde debe estar Izquierda Unida, ofreciendo verdaderas alternativas a un sistema económico basado en la insolidaridad. Y creo que desde el gobierno, querido Diego, no pueden ofrecerse hoy estas alternativas y esperar que la gente las crea sinceras.
Por eso me atrevo a pedirte que no votes los recortes, que dejes el gobierno de la Junta de Andalucía en manos de aquellos que deben gestionar su propia política económica y liderarnos hacia un naufragio cada vez más inevitable.
Diego, me temo que se empieza, con toda la buena intención, por intentar tirar del gobierno de la Junta de Andalucía hacia la izquierda y se acaba siendo empujado hacia la derecha.

Resumiendo

25 de junio de 2012

El PP avanza hacia la privatización de la enseñanza

A algunos centros les están ofreciendo, tras haberles quitado un 10% de personal, que si quieren profesores de la fundación de la Sra. Botín, "Empieza por educar". Increíble pero cierto. No son para dar clases de refuerzo por las tardes, sino que también van a dar clase por las mañanas como un profesor más, lo cual es una ilegalidad tremenda: no han pasado por ningún proceso de oposición y han sido seleccionados por una fundación privada, y van a ocupar puestos de funcionarios (ya sean interinos o no).

 La fundación Empieza por Educar es la sucursal en España de la secta ultraliberal Teach for America, que se extiende por todo el mundo bajo la denominación Teach for All. Su propósito es infiltrar los centros de educación públicos con "misioneros de la causa", sustituyendo progresivamente a los profesores funcionarios y divulgando y promoviendo la ideología del libre mercado en educación.

La presidenta del Patronato de "Empieza por Educar" es Ana Patricia Botín, hija del presidente del Santander, Emilio Botín. En Madrid y a través del programa "Refuerza", la fundación ha comenzado sus actividades en el curso 2011/12. Este año se seleccionan entre 20 y 25 personas, ya que sólo participa la Comunidad de Madrid, aunque, si los resultados son positivos, la fundación extenderá su actividad a otras Comunidades.



Puedes encontrar la información completa en el siguiente enlace:

http://www.elimparcial.es/contenido/78873.html

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