31 de julio de 2009

Educar

Ángeles Caso
Público

Algunos menores violan a dos crías. Conmueve pensar en el sufrimiento de esas pobres niñas. Pero también en la confusión de esos muchachos a los que probablemente nadie ha enseñado a distinguir el bien del mal. Vivimos en una sociedad hipererotizada, en la que la mujer es presentada demasiado a menudo como un mero trozo de carne, un objeto para ser consumido por los varones, igual que unas deportivas o un coche. Y el sexo se nos ofrece como la satisfacción del deseo, sin más consecuencias. Una fórmula utilitaria que puede estar muy bien si es practicada por adultos libres e iguales, pero que sin duda crea un enorme caos en la mente de muchachos mal educados y, para colmo, con las hormonas a flor de piel y unas tremendas ganas de imitar a los mayores y a los héroes mediáticos que, por lo que se ve, follan sin parar.

Y es que educar bien no consiste en enseñar a los niños a usar la pala del pescado. Ni a hacer logaritmos. Educar bien es, creo, un largo proceso en el que deberíamos esforzarnos en convertir a nuestros hijos en seres éticos –otros preferirían decir morales–, en personas conscientes de su responsabilidad con el mundo. Supongo que hay muchos padres que lo intentan. Pero lo que triunfa es la lucha a dentelladas, la competitividad sin freno, el egoísmo absoluto.

Proponemos a nuestros críos ese modelo lleno de violencia del que todos formamos parte, unos obedientemente y otros con pasión. ¿Y luego pretendemos encerrarlos en instituciones cuando se saltan las normas que nadie les ha explicado? ¿No habrá que empezar por educar? ¿Y no deberíamos, antes de nada, educarnos a nosotros mismos?

29 de julio de 2009

¡Toma dialogo social!

Antonio Doctor
Rebelión

Si alguien dispone de la paciencia suficiente para leerse los Documentos que se aprobaron en el Congreso Confederal de CC OO de diciembre del pasado año, se encontrará a cada paso el “diálogo social”, siempre en un contexto positivo, cual “purga de Benito” o “bálsamo de Fierabrás”, que todos los males cura. Lo he encontrado nada menos que 24 veces a lo largo del documento.

Pero un diálogo se establece entre dos o más personas. Una o más pueden proponerlo, pero hay otras, que se presupone que son, no ya necesarias, sino imprescindibles para ese diálogo, que pueden o no aceptarlo. Lo que quiere decir que apostar todo al diálogo es lo mismo que quedarse en espera, al albur de las circunstancias. No hay un Plan B. No hay en todo el Documento ninguna exposición de las reivindicaciones (si queréis, mínimas) que marcarían la disposición al diálogo del sindicato.

Naturalmente, la patronal no se deja arrastrar por los cantos de sirena que magnifican ese “diálogo social”. Con los pies en la tierra, sabedora de las dificultades que atraviesan los sindicatos para lanzar un órdago, con los trabajadores desmovilizados, cargados de deudas y temerosos de perder el empleo y los sindicatos colgados de la teta del Estado, y conscientes también de que el Gobierno, a pesar de las apariencias está más dispuesto, si la situación se agrava, a ayudarles a ellos antes que a los trabajadores, se siente con sobradas fuerzas para lanzar su órdago. ¿Qué no consigue todo lo que coloca sobre la mesa? Algo de ello conseguirá. Y si a cambio, los trabajadores sacan algo, será el Estado quien lo pague, no ellos. ¿Qué, visiblemente, pone en peligro las pensiones del futuro? Mejor, a ver si los trabajadores se deciden de una vez a contratar esos jugosos Planes de Pensiones que ofrecen Cajas y Bancos. ¿Qué aumenta el desempleo? Miel sobre hojuelas.

¿Cómo responden a esto los sindicatos?

Veamos la página Web de CC OO del mismo día de la ruptura:

“CCOO quiere garantizar la cobertura a las personas que no tienen ningún tipo de prestación.

La situación requiere dar mayor cobertura a todas las personas que no tienen ningún tipo de prestación así como poner en marcha las medidas necesarias para la reactivación económica, para lo que era fundamental haber alcanzado un acuerdo en el marco del diálogo social, acuerdo que ha hecho fracasar la actitud de CEOE manteniendo su objetivo de obtener ventajas competitivas a costa de reducir los derechos de los trabajadores y trabajadoras.”

A seguir, una catarata de cifras sobre el desempleo por edades, por sexo, por comunidades, comparativas con otros meses, etc. Y nada más. Parece que todo está dicho con el “era fundamental haber alcanzado un acuerdo en el marco del diálogo social”. Don Erre que erre. Recordar a la patronal cuales son las consecuencias de no llegar a ningún acuerdo. Parecen ignorar que un desempleo masivo es un don del cielo para los empresarios. Ayer, hoy y mañana.

Veamos la respuesta de UGT, en su página Web:

El Secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha manifestado hoy en el programa “Hoy por hoy” de la Cadena SER, que el documento remitido ayer tarde por la patronal tiene “la forma de una matriusca” ya que cuanto más lo analizas encuentras que las propuestas presentadas, tienen consecuencias muy serias y no tienen nada que ver con el compromiso adquirido por el presidente de la CEOE durante la cena que tuvo lugar antes de ayer en el Palacio de La Moncloa, sino que comporta una orientación muy distinta del documento de referencia que estábamos barajando las partes.

Cándido Méndez ha señalado que el documento pretende que las subvenciones o reducciones de impuestos a las empresas no tengan vinculación con el mantenimiento del empleo, que asesta un golpe muy duro a toda la arquitectura del derecho laboral en nuestro país recuperando el abaratamiento del despido y debilitando derechos de los trabajadores en el ámbito de la empresa y la propuesta que plantea en relación con las cotizaciones sociales de la Seguridad Social tendría como consecuencia un debilitamiento muy serio del Sistema Público de Pensiones.. Unos rasgos, ha dicho, que hacen al documento incompatible con los objetivos que estábamos planteando para negociar.

Y sigue, como en CC OO, la catarata de cifras sobre el desempleo, tomadas de la EPA que acababa de salir.

Conclusión: esos dos sindicatos agitan las cifras del desempleo y el empleo precario, las cifras de las familias que tienen todos los integrantes en paro, pero no piensa en ellos, no quiere trabajar con ellos, sino con los que tienen miedo a perder el empleo. Recojo del diario “Público”: “El último Eurobarómetro sobre empleo y política social elaborado por la Comisión Europea indica que un 65% de los españoles está preocupado por perder su puesto de trabajo, lejos del 32% de la media europea.” Así es que los que hace unos años formaban la “Izquierda Sindical” en CC OO, bramando contra el capitalismo, hoy encaramados en la cúpula del sindicato, se doblegan a la “realidad” y esperan, como maná venido del cielo, cualquier chapuza para pasar el bache antes de las elecciones, de la mano de Zapatero, olvidando que éste se debe a sus votantes (que quiere que aumenten) y no a la clase obrera.

Más que sindicalistas parecen predicadores. Es el único país de Europa donde los sindicatos están “colgados” al “dialogo social”. Será porque los resultados no son muy halagüeños, a la vista de que estamos a la cabeza en índice de desempleo. O será porque son democracias viejas, en las que los sindicatos se adjudicaron otro papel en la sociedad.

23 de julio de 2009

Una confluencia fatal de fracasos

Juan Torres López
Mundo Obrero


Sabemos ya perfectamente que la crisis que vivimos no es solamente una crisis financiera, aunque se haya llevado por delante a una buena parte del sistema bancario mundial, que ahora se encuentra prácticamente en quiebra.

También, y aunque lo quieran negar quienes se aferran ciegamente al liberalismo doctrinario, ha fallado un sistema de regulación permisivo con los poderosos, concebido para que éstos puedan hacer y deshacer libremente con sus capitales y basado, o simplemente justificado retóricamente, en la quimera de los mercados autorregulables capaces de asumir y resolver sin mayores disturbios cualquier dosis de riesgo por grande que sea en aras de aumentar el beneficio. Aunque no será fácil que los reguladores pongan límites a la ingeniería financiera desorbitada y cuasi fraudulenta, al apalancamiento artificialmente desbocado y a la libertad absoluta de la que disfrutan los capitales y sus propietarios, también se tendrá que establecer antes o después una regulación más represiva en el mundo financiero.

Ha fallado también la articulación sistémica del propio capitalismo que se ha mostrado incapaz de proporcionarse a sí mismo los resortes de seguridad que puedan impedir que los disturbios en un segmento de la vida económica, como ahora en lo financiero, afecten fatalmente al conjunto provocando, como está sucediendo, su parálisis casi completa. Eso obligará a disponer en el futuro de una supervisión más rigurosa y de mecanismos de intervención anticipada que traten de evitar el peligro de inestabilidad que, en todo caso, nunca van a desaparecer en un sistema intrínsecamente desigual y que necesita generar constantemente asimetrías para alimentar al capital que le sirve de base y fundamento.

Han fallado instituciones, como los propios gobiernos y los bancos centrales que, a pesar del poder acumulado, han sido incapaces, bien por complicidad, bien como efecto de las anteojeras ideológicas con que analizan la realidad, de anticipar lo que evidentemente iba a ocurrir y, por supuesto, de hacer frente a la crisis con eficacia cuando ésta se ha desatado. No será extraño, pues, que incluso tarde o temprano se ponga también sobre la mesa la necesidad de disponer de nuevas instancias de gobierno y toma de decisiones (por supuesto, no necesariamente más democráticas y transparentes) en el plano internacional e incluso también nacional para evitar que los disturbios localizados, como viene ocurriendo, terminen por generar problemas globales.

Y por supuesto han fallado, como incluso algunos dirigentes de la derecha y del poder económico establecido lo reconocen, los sistema de incentivos y muchos de los valores que se han fomentado para lograr emprendimiento y conseguir la necesaria legitimación del sistema.

Lo que quiero señalar mencionando todo estos extremos es que la crisis está siendo muy, muy profunda y que, por tanto, los arreglos necesarios para que los fundamentos del capitalismo permanezcan igual, que en definitiva es lo que se va a buscar por los poderes que dominan el mundo, las respuestas a la crisis de éstos últimos tendrán que ser también muy profundas, aunque se adopten taimadamente, con disimulo y procurando, en definitiva, que parezca que todo lo ocurrido no ha sido más que un accidente.

Yo intuyo que van a conseguir darle la vuelta a la situación y regenerar el sistema financiero, aunque no tengo certezas sobre el modo en que van a lograrlo, ni estoy seguro de que las medidas que finalmente se apliquen sean capaces de evitar en el futuro nuevos sobresaltos, ni de que todo ello vaya a resultar netamente positivo para el bienestar social e incluso para la estabilidad macroeconómica.

Y tengo esas duda precisamente porque hay otro fracaso que es el que hace que los poderes que determinan las decisiones sociales disfruten de la gran capacidad de maniobra que tienen: el de las izquierdas de todo el planeta que se han mostrado incapaces de hacer ver a los ciudadanos lo que en realidad hay detrás de la crisis y de empoderarlos para hacer posible que se pusieran en marcha decisiones alternativas a las que se van a aplicar solo para salvaguardar los intereses de los más ricos y privilegiados.

Se trata de un fracaso histórico que a su vez tiene que ver con diversas dimensiones pero que creo que se podrían resumir en una principal: las izquierdas no han sabido civilizar a la sociedad, como sí ha hecho el liberalismo, en torno a valores, incentivos materiales e inmateriales y principios éticos.

Mientras que el neoliberalismo ha creado sociedad, aunque haya sido la no-sociedad del individualismo, las izquierdas siguen actuando arrastradas por el racionalismo decimonónico que les lleva a pensar que su tarea no es la de socializar sino la de crear ellas mismas el marco social (como hace la socialdemocracia cuando gobierna, si lo consigue) o la de descubrir y presentar a las gentes el horizonte objetivo al que tarde o temprano y de modo inexorable se encaminarán los hechos sociales.

Un planteamiento tan errado es el que lleva a que las izquierdas más pragmáticas como la socialdemocracia se limiten a tratar de conseguir mejores condiciones de vida desde los gobiernos pero sin poner en marcha un proyecto civilizatorio alternativo. Lo que generalmente tiene como consecuencia que la propia práctica de gobierno socialdemócrata, aunque más favorable a los trabajadores que la liberal, termine por generar ciudadanos que finalmente abrazan el liberalismo. Y, por otro lado, a que las izquierdas más radicales se dediquen simplemente a dibujar con renovada precisión el alcance de su radical proyecto político y a presentar ante los ciudadanos el camino que se suponen que deberán asumir como un imperativo categórico para mejorar su condición.

Una y otra práctica, y ambas superpuestas frente a un neoliberalismo mucho más coherente y con más inteligencia política, han desarmado a los trabajadores y han propiciado el desafecto creciente que, nos guste o no reconocerlo, se da entre las clases más desfavorecidas y los partidos de la izquierda.

Hay que hacer frente a este fracaso y hay que acometer esa tarea con decisión, con un esfuerzo de convergencia muy sincero y fraternal, con gran lucidez y, sobre todo, sin un ápice de sectarismo sino anteponiendo a cualquier otra cosa los elementos transversales que permitan hacer mallas y construir redes.

Es verdad que se necesitan medidas radicales para lograr que la crisis (y no solo en este episodio concreto que vivimos sino la que constantemente supone un capitalismo que deja morir cada día a casi 30.000 personas de hambre) se resuelva favorablemente para los empobrecidos. Pero eso no puede llevar simplemente a radicalizar el discurso sino a mezclarse más íntimamente con la gente. Es verdad que para poner en marcha un proyecto político alternativo será necesario disponer de más poder pero eso no puede llevar a fortalecer las organizaciones y las burocracias sino a crear contrapoderes basados en la movilización social destinada al sabotaje pacífico de las injusticias. Y es verdad que la lucha contra el capitalismo es en realidad un enfrentamiento puramente político pero eso tampoco puede significar que las izquierdas centren su diálogo con la sociedad en esa única dimensión sino que deben humanizarlo, hacerlo más cordial y vinculado también, o quizá sobre todo, al mundo de las emociones y los afectos que mueve a las personas normales y corrientes. No hay que olvidar que si algo pone de relieve una crisis como la que vivimos y en general un sistema social como el capitalismo que condena a la muerte por hambre o falta de agua, a la ignorancia, a la enfermedad y al desamparo a millones de personas cuando se dispone de recursos suficientes para evitarlo, es su incapacidad para practicar la fraternidad. Es decir, su radical fracaso para humanizar a los seres humanos. Por eso, quizá si la izquierda comenzara a trabajar para poner en marcha prácticas políticas de este otro signo, fraternales, de emociones y afectos, de reunión, de deliberación y debate, en lugar de dedicarse simplemente a gestionar o simplemente a radicalizar sobre el papel sus programas, las salida a la crisis que vivimos y a las que vendrán, serían diferentes.

Juan Torres López es catedrático de Economía Aplicada (Universidad de Sevilla). Visto en Rebelión.

EL ESTILO DEL AYUNTAMIENTO DE SEVILLA

Tomamos prestado este artículo de ABC, para mostrar a toda España, a todo el mundo, el tipo de "socialismo" que practica el Ayuntamiento de Sevilla:


Un vecino de Sevilla que además es médico del servicio de Urgencias del Virgen del Rocío, está pasando un calvario desde el 4 de febrero. Y todo por cumplir con su obligación, como ciudadano y como médico. Le obliga la ley y su conciencia y por eso fue «castigado».

El doctor Federico Duarte Domínguez iba ese día en su coche por la calle Bogotá y vio cómo un Opel Astra colisionaba con otro vehículo que estaba aparcado en esa vía. Se detuvo donde pudo, en un lugar prohibido que, no obstante no dificultaba la circulación en ningún sentido.

Atendió al conductor por unas «convulsiones que estaba teniendo y protegí su vía aérea con el fin de que no se ahogase».

«Estuve con él en todo momento -dice el facultativo- hasta que llegó el equipo de emergencias del 061. Les conté lo que había ocurrido, las maniobras que realice y lo llevaron al hospital». Tranquilo ya por haber dejado al herido en buenas manos fue a coger su coche y la grúa lo había retirado.

Para recuperarlo tuvo que abonar 134,49 euros, más 120 de la multa y además le quitaron 2 puntos de carné de conducir.

Hizo un pliego de descargo solicitando la anulación de la sanción y la devolución del importe de la grúa, explicando los motivos que le obligaron a dejar el coche mal estacionado. Aportó un certificado del 061 confirmando el día, hora y lugar en el que estuvo atendiendo al conductor del vehículo siniestrado, así como la identidad de numerosos testigos que vieron lo sucedido.

Pero hasta la fecha, el médico sólo ha recibido el silencio por respuesta por lo que se va a ver obligado a reclamar judicialmente la devolución de las cantidades referidas. «Es decir -sentencia- incrementar con gastos de abogado el ejercicio del derecho del buen samaritano». Le pide al alcalde de Sevilla que «dé instrucciones para que sea anulada la sanción y le devuelvan el importe de la grúa por tratarse de una total injusticia que se prime el afán recaudatorio del Ayuntamiento frente a la labor solidaria de un médico en ejercicio de unas funciones que, por otra parte, estoy obligado a realizar». Duarte explica que no recurre por el dinero sino por dignidad porque además, ni siquiera le han contestado. También comenta que en el ejercicio de su profesión sólo se le ha presentado dos o tres veces tener que atender a un herido en carretera, pero «no he tenido problema nunca con la Guardia Civil».

21 de julio de 2009

VIRGINIDAD A SUBASTA

Evelyn, joven ecuatoriana de 28 años, ha subastado su virginidad en Internet, para sufragar los gastos del tratamiento del alzheimer de su madre, y para pagarse los estudios.

Desde que puso el anuncio, esta chica residente en Valencia, ha recibido cientos de propuestas: desde una por más de dos millones de euros (pero para iniciar una relación), otra de 60 euros por una noche (hay gente y bolsillos para todo), y hasta papeles para hacer porno.

Ella lo ha rechazado todo, pues “no aceptaban sus condiciones” (entre otras, que no haya nada de besos ni caricias, sólo penetración).

A mí esto me suena muy postmoderno, muy “tecnológico” y, desde luego, muy triste. Ya sé que habrá mucha gente que opine que está muy bien, que es adulta y que bla bla bla. Yo, que debo haberme quedado anclado en el pasado (y que ciertos aspectos de “lo postmoderno” se me escapan), siempre he pensado que la virginidad habría que perderla o por amor o por placer (simple apetencia, si quieren). Pero, ¿para atender a tu madre enferma? ¿Para tener derecho a estudiar?

Desde luego, el tipo de sociedad justa por la que yo quiero trabajar, tendría otros mecanismos de resolución de estos problemas: ¿Instituto de la Mujer, quizá? ¿organizaciones feministas? ¿ONGs? ¿ayuda de la Iglesia?

Evelyn, amiga: si te gustara lo que estás haciendo, me sería indiferente la cuestión y no estaría escribiendo este artículo. Pero tú has dicho que no te hace feliz el asunto, pero es tu única salida. ¿Has probado a poner una foto de tu madre y una cuenta corriente en distintas sucursales bancarias? ¿O ir al Defensor del Pueblo? ¿O a los sitios que he mencionado arriba?

No pidas ayuda a la Duquesa de Alba, que pierdes el tiempo. Pero sí que puedes ir a la Iglesia: a lo mejor si fueras porque tienes hambre, te podrían decir que “el despacho de Cáritas no abre hasta el jueves”, o algo así. Pero si les dices que es para preservar tu virginidad, no me cabe la menor duda de que te atenderán en el acto. Es lo que tiene: la Iglesia es muy de virginidad.

20 de julio de 2009

La violencia del poder privado

Gerardo Pisarello y Jaume Asens
Público

Con frecuencia, la discusión sobre las salidas a la crisis viene condicionada por el significado previo que se le atribuye a ciertos actos. Que un acontecimiento sea presentado como “natural” o “patológico”, “razonable” o “inaceptable” incide claramente en las alternativas capaces de hacerse un lugar en la agenda política y social. Dos hechos ocurridos recientemente ilustran bien este fenómeno. Por un lado, la insistencia de la patronal CEOE en reformar el mercado laboral para obtener un despido más barato, y por otro, la aprobación en el Congreso del proyecto de ley sobre el “desahucio express”, que pretende agilizar los desalojos en materia de arrendamientos urbanos.

En un libro reciente –El despido o la violencia del poder privado–, los juristas Antonio Baylos y Joaquín Pérez Rey constatan cómo bajo la lente neoliberal el despido aparece como un acto banal, un simple ajuste técnico al que el empresario puede recurrir legítimamente para no disminuir sus beneficios. Desde esta óptica, los trabajadores son percibidos como un instrumento para que la empresa obtenga beneficios. No son ciudadanos con derechos y con un proyecto vital dentro y fuera del espacio laboral, sino burda energía productiva puesta a disposición de la libertad de empresa. Frente a este tipo de lecturas, los autores proponen partir de un presupuesto diferente: contemplar el despido como un acto de fuerza; como un ejercicio de violencia por parte del empresariado que, en un contexto como el actual, supone privar a millones de personas de derechos básicos de integración y participación en la vida familiar, social, económica y cultural.

En buena medida, este análisis podría extenderse también a la figura de los desalojos. A menudo estos son vistos como el producto natural de una ruptura contractual entre iguales. La existencia de miles de personas endeudadas que no pueden pagar una hipoteca o de inquilinos que no pueden afrontar el alquiler son un obstáculo para la maximización de las rentas por parte de inmobiliarias, grandes propietarios de vivienda o entidades financieras. Al igual que el trabajador que aspira a hacer valer sus intereses en el mercado laboral, el endeudado o el inquilino que pretenden esgrimir su derecho a una vivienda segura son estigmatizados como un factor de inaceptable rigidez en el mercado inmobiliario. En el fondo, serían los culpables de que no haya empleo y vivienda para todos. Por eso, cuando el Gobierno impulsa un proyecto que agiliza los desahucios, o cuando los lobbies ligados a la patronal piden que se abarate el despido, el imaginario que se evoca es semejante: de un lado, empresarios, promotores, inmobiliarias y bancos a los que, como propietarios o creadores de riqueza, se debe estimular; de otro, trabajadores, pequeños deudores e inquilinos que deberían aceptar la flexibilización, por el bien de todos.

A pesar de su carácter supuestamente aséptico, este punto de vista oculta que un desalojo puede ser un acto tan violento como un despido. Una persona que pierde la casa, y que posiblemente ha perdido su empleo, se ve bruscamente arrojada a un escenario de precariedad donde todas sus expectativas vitales se tornan inciertas. Desde su integridad física y moral hasta su vida privada y familiar. Una situación que, lejos de ser la simple ejecución de un contrato entre iguales, esconde con frecuencia actos de prepotencia, no de pequeños propietarios, sino de influyentes poderes privados.

Como bien apuntan Baylos y Pérez Rey, es violencia del poder privado que empresas que han obtenido cuantiosos beneficios abran expedientes de regulación de empleo con el propósito de que sus acciones coticen al alza. Es violencia del poder privado que los propietarios de pisos con inquilinos mayores de edad y con renta antigua utilicen el mobbing o acoso inmobiliario para hacerse con rentas especulativas. Y es violencia del poder privado que bancos y cajas que pactaron cláusulas abusivas con miles de familias pretendan apurar las ejecuciones hipotecarias o seguir cobrando deudas fraudulentas, incluso cuando han recibido ayudas públicas sufragadas por toda la ciudadanía.

Lo que ocurre es que, mientras este tipo de actuaciones sean institucionalmente vistas como legítimos emprendimientos particulares y no como ejercicios antisociales de la libertad de empresa o de la propiedad privada, las alternativas “sensatas” a la crisis quedarán reducidas a un estrecho elenco de medidas. Ayudas, estímulos y garantías para los más fuertes y recortes de derechos o prestaciones a los colectivos en mayor situación de vulnerabilidad. Por el contrario, si se hiciera visible la trama de arbitrariedad privada que hay detrás de los miles de despidos y desalojos que la crisis está instigando, sería más fácil defender la razonabilidad de otras salidas. Así, por ejemplo, de una distribución de recursos que en lugar de ir de los bolsillos de la ciudadanía a los responsables de la crisis se dirigiera a satisfacer derechos sociales largamente postergados. Desde una reducción de la jornada laboral que permitiera, trabajando menos, trabajar a todas y todos, hasta la introducción de una renta básica de ciudadanía tan universal como el derecho a la salud y la educación, o la utilización de las viviendas hoy infrautilizadas para impulsar un parque público de alquiler.

Si el origen de los grandes beneficios y de las rentas especulativas de los últimos años tiene mucho de ilegítimo, ¿cómo no aceptar su incisiva penalización por vía fiscal? ¿Y cómo no rechazar, por el contrario, unos despidos y unos desalojos que, en muchos casos, parecen premiar a quienes han actuado en contra del interés general?

Gerardo Pisarello y Jaume Asens son Miembros del Observatorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Barcelona.

19 de julio de 2009

El poeta habla por soleares de la resurrección de la carne

Cuando termine la muerte,
si dicen: "¡A levantarse!",
a mí que no me despierten.

Que por mucho que lo piense
yo no sé lo que me espera
cuando termine la muerte.

No se incorpore la sangre
ni se mueva la ceniza
si dicen: "¡A levantarse!".

Que yo me conformo siempre
y una vez acostumbrado
a mí que no me despierten.

Manuel Alcántara

18 de julio de 2009

Grabaciones

Ian Gibson
Público

He pasado media vida grabando a la gente, en general abiertamente y con permiso, pero, a veces, sobre todo bajo el franquismo, con el aparato escondido. ¿Me produce rubor confesar esto último? No demasiado. Para mis investigaciones sobre temas relacionados con la dictadura y la represión me parecía imprescindible conseguir, para el futuro, el testimonio sonoro de las declaraciones espontáneas de los “fachas”, ex o actuales, que me daban su versión de los hechos. Y así lo hice, tanto con personajes de relieve como Raimundo Fernández Cuesta, Ernesto Gíménez Caballero o Pilar Primo de Rivera como, en los tugurios nocturnos de la Granada de los años sesenta, con antiguos esbirros falangistas y sus compinches. Repito que no me tiñe de carmín las mejillas el admitirlo.

Quedan bastantes de aquellos documentos “clandestinos” en mi archivo de Fuente Vaqueros, y creo que revisten hoy una importancia histórica innegable. Son voces del pasado que cuentan, que muchas veces tergiversan y mienten, y que con sus pausas, sus insistencias y hasta con sus exabruptos tienen una inmediatez sobrecogedora. Las he recordado al leer las conversaciones de la chusma gürteliana, cuya transcripción va apareciendo estos días en la prensa, y que a mí me ponen los pelos de punta. Por la boca muere el pez, y los peces gordos del ladrillo y del choriceo, cuando creen que nadie más les escucha, hablan como los auténticos palurdos que son. ¡Qué tacos más manidos y pobres, todo de cojones y putas y mariconadas! ¡Qué mezquindad de razonamientos! Vivan, digo, las grabaciones.

17 de julio de 2009

Símbolos y clichés

Antonio Zoido
Correo de Andalucía

El Movimiento Nacional tuvo en sus primeros tiempos magníficos publicistas que, con una gran erudición, sabían campañas y fijar los signos identitarios. Para el traslado de los restos de José Antonio Primo de Rivera al Escorial se usó la estética romántica de los dibujos de Doré, la puesta en escena del Caudillo dejando su espada sobre el altar era magnífica y, en la fijación de signos, se copió a los Reyes Católicos y a Carlos V. De la época de los primeros tomó aquel vítor omnipresente y del segundo la profusión del escudo (la Plaza de la Virgen de los Reyes muestra la reiteración carolina).

Los edificios que se levantaron o se restauraron y las estatuas que se instalaron llevan el mismo logotipo con insistencia sólo superada por Microsoft y tendencia al sobrepeso. No hay quien mueva el Trajano de Itálica en el Museo Arqueológico para quitarle la peana, aún siguen en la antigua Fábrica de Tabacos las loas al caudillo que propició su conversión en sede de la cultura y algo similar ha sucedido con el escudo de la España franquista en el Instituto San Isidoro, con el que han sudado tinta los operarios encargados del desmontaje.

Alguien ha dicho que podría dejarse donde estaba ya que, a la altura de su colocación, no se veía. Ese cliché fue el argumento con el que muchos dejaron que los años bárbaros corrieran y que permitió a Franco morirse sin ser juzgado: la dictadura no se veía al ir a comprar una vespa o coger el autobús para irse un domingo a la playa. La dictadura sólo la veían los miles de presos políticos, los sindicalistas represaliados, los autores censurados… y los emigrantes desde Alemania. Quienes piensan así a lo mejor no la vieron pero deberían respetar a quienes la padecieron porque la dictadura se ejercía sobre todos, igual que ahora es para todos la libertad.

Antonio Zoido es escritor e historiador

16 de julio de 2009

La doble moral de los medios

Vicenç Navarro
Público


Uno de los mayores problemas que tiene la democracia española es la muy limitada diversidad ideológica que existe en los medios de información de mayor tiraje del país. Y ello es fácil de demostrar. Si miramos, por ejemplo, el número de artículos críticos hacia el presidente Chávez y su Gobierno en Venezuela que se han escrito en los últimos doce meses en los cinco diarios de mayor difusión en España, vemos que se han publicado nada menos que 72. Si buscamos, en cambio, artículos favorables al presidente Chávez o a su Gobierno, no encontrarán ni uno (sí, leen bien, ni uno). Esta falta de diversidad contrasta con la existente en el país criticado –Venezuela–, donde pueden leerse, en la prensa venezolana de mayor tiraje, artículos críticos del presidente y de su Gobierno, así como artículos favorables. Lo mismo ocurre en los medios televisivos. En realidad es mucho más fácil encontrar artículos críticos sobre Chávez en los mayores medios venezolanos, que favorables a tal dirigente venezolano en los medios de mayor difusión en España. De tal hecho, fácilmente contrastable, puede deducirse que hay mayor diversidad ideológica y libertad de prensa en Venezuela que en España. Por mera coherencia ideológica, uno esperaría que las mismas voces liberales que están alarmadas por lo que consideran como un peligro para la democracia venezolana –la disminución de voces críticas en aquel país– estarían escribiendo artículos críticos de la extraordinaria limitación a la diversidad ideológica que existe en España. Pues no, permanecen callados. En realidad, son los mismos autores y editorialistas que denuncian alarmados la situación de Venezuela (preocupados por las limitaciones democráticas en los medios de aquel país), los que son responsables de la falta de diversidad ideológica en el nuestro. La doble moral de aquellos medios, en su supuesto compromiso con la libertad de expresión, es notoria y fácilmente demostrable.

Este asfixiante sesgo de aquellos medios de información y persuasión liberales tiene dos consecuencias. Una de ellas es que constantemente se está proveyendo opinión como si fuera información, la cual se convierte rápidamente en la sabiduría convencional del momento, al no poder ser contrastada con puntos críticos, que son excluidos de tales medios. Así, el colaborador de El País Antonio Elorza escribía un artículo titulado “Eclipse de la democracia” (27-02-09) en el que, además de homologar a Hugo Chávez y a Evo Morales con Berlusconi, señalaba “el caos de la política económica llevada a cabo por el Gobierno de Chávez” sin citar ningún dato o referencia que avalara tal conclusión. En realidad, la evidencia empírica publicada por instituciones que gozan de alta credibilidad como el prestigioso Center for Economic and Policy Research de Washington, o la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe, no apoyan tal opinión. El Gobierno de Chávez ha sido uno de los pocos gobiernos que ha conseguido sobrepasar el objetivo del programa de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas (de reducir la pobreza extrema a la mitad), disminuyéndola de un 25% de la población en el año 2003 a un 7,6% en 2007. Ha sido también uno de los países de América Latina que: 1) ha reducido más las desigualdades y el desempleo; 2) ha incrementado más el número de beneficiarios de la Seguridad Social, doblándolo; 3) ha reducido su deuda pública más extensamente, pasando de un 30% del PIB a un 14%; y 4) ha tenido un mayor crecimiento económico, una tasa promedio del 10,4% durante los últimos 20 trimestres, habiendo aumentado su PIB de 99.000 millones de dólares en 1999 a 227.000 en 2007.

Ninguno de estos datos ha aparecido en aquellos medios, donde la demonización de Chávez es una constante. De ahí la sorprendente noticia de que, según una encuesta reciente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), Chávez es el dirigente internacional menos valorado por la población en España, menos incluso que el presidente Bush de EEUU, valoración negativa que fue ampliamente citada por tales medios. No se citó, en cambio, que según la misma encuesta realizada en la mayoría de países de América Latina, la población venezolana era la que indicaba, en mayores porcentajes en aquel continente, que “su Gobierno actuaba para el bien de la población”, y que expresaba mayor satisfacción con la situación económica y social del país. Y era el segundo país de América Latina que creía que “la democracia funcionaba bien en su país”.

Tal negativismo hacia Chávez contrasta con el positivismo hacia el presidente Uribe de Colombia, uno de los gobiernos de América Latina donde los derechos humanos son más vulnerados. El Gobierno utiliza su campaña contra la guerrilla para reprimir a las fuerzas de izquierda, incluyendo partidos políticos, sindicatos y movimientos sociales que no tienen ninguna relación con la guerrilla. El 60% de los sindicalistas asesinados en el mundo lo han sido en Colombia, tal como documentó la Confederación Sindical Internacional el pasado 10 de Junio en París. Sólo en 2008 fueron asesinados 46 dirigentes sindicales. La conexión entre el Gobierno y los paramilitares es bien conocida y documentada, siendo estos últimos conocidos por su campaña de terror contra las fuerzas progresistas. Muy pocas de estas noticias han aparecido en aquellos medios.

Una última observación. Este artículo no es sobre Chávez o sobre Uribe. No es mi objetivo ni defender a Chávez (con quien tengo acuerdos y también muchos desacuerdos) ni denunciar a Uribe (labor que otros han hecho, más elocuentemente de lo que yo pueda hacerlo). Este artículo es sobre la falta de diversidad ideológica en los medios mayoritarios de nuestro país, que debiera ofender a cualquier persona demócrata que, independientemente de sus simpatías o antipatías hacia aquellos dirigentes, debiera preocuparle lo que está ocurriendo en aquellos medios, que son más de persuasión que de información.

Vicenç Navarro es Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra y profesor de ‘Policy Studies’ en The Johns Hopkins University

Ilustración de Patrick Thomas

15 de julio de 2009

Manifiesto contra la impunidad. Por la justicia universal

ENFOCA-ENFOCATE se suma a este manifiesto presentado ayer, aquí en España, por: ACSUR-Las Segovias, Asociación Argentina Pro Derechos Humanos-Madrid, Asociación Libre de Abogados, Asociación de Mujeres Saharauis, Asociación Paz Ahora, Asociación Pro Derechos Humanos de España, Asociación Salvador Allende-España, Amnistía Internacional, Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), CEAS-Sáhara, CCOO, Paz con Dignidad, Federación de Asociaciones de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, Federación Internacional de Derechos Humanos, IEPALA, Izquierda Unida, Movimiento por la Paz (MPDL), Plataforma 2015 y más, Plataforma Palestina, Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina, Unión General de Trabajadores, Unión Sindical Obrera, Womens Link Wordwide.
:: Para sumarte al manifiesto, envía un correo electrónico a esta dirección.
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Las organizaciones sociales, organizaciones de derechos humanos, sindicatos, grupos de solidaridad, ONG de desarrollo, asociaciones de profesionales y las personas de bien del mundo entero, que valoran la causa de la paz, la justicia, la lucha contra la impunidad y el respeto irrestricto a la dignidad, derechos de las víctimas y los derechos humanos cuya defensa nos une más allá de ideologías y planteamientos políticos

Manifestamos que el día 19 de mayo de 2009, el Congreso de los diputados acordó, con el apoyo de los grupos mayoritarios, modificar el artículo 23.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que consagra el principio de jurisdicción universal, desvirtuando totalmente su contenido y alcance. Esta trascendental decisión limita al juez a conocer únicamente causas que tienen una “conexión nacional”, y establece un criterio de admisibilidad que ni siquiera permite valorar cuándo un proceso judicial constituye una efectiva persecución de un crimen. Dicho acuerdo se tomó de tapadillo, aprovechando el trámite de Enmiendas al Proyecto de Ley de Reforma de la Legislación Procesal para la Implantación de la Oficina Judicial, lo que ha sustraído esta reforma al necesario debate informado que la cuestión exige.

Con la citada modificación España entraría en la lista de los países más restrictivos para el ejercicio de la jurisdicción universal. De este modo, podrá perseguirse a los presuntos delincuentes si estos se encontraran presentes en España, si las víctimas fueran españolas, si concurriera algún vínculo de conexión relevante con España (aún no expresado en la ley) y siempre que un tribunal internacional u otro “tribunal competente” no haya abierto una investigación sobre el asunto.

Con esta decisión no se ha tenido en cuenta: que la jurisdicción universal se basa en la idea de que determinados crímenes son tan perjudiciales y atroces para la comunidad internacional (crímenes de lesa humanidad, genocidio, crímenes de guerra, tortura, desaparición forzada, entre otros) que los Estados están autorizados, e incluso obligados, a investigar y juzgar a los presuntos perpetradores, con independencia del lugar donde se haya cometido el crimen o la nacionalidad del autor o de la víctima, o aún cuando el delito o crimen no haya afectado en absoluto los intereses de dicho Estado.

Que la jurisdicción universal es un instrumento de lucha contra la impunidad, es decir, un medio para lograr la rendición de cuentas e impedir que queden impunes los responsables de crímenes de derecho internacional. Refleja la obligación de los Estados consagrada en los Tratados Internacionales de derechos humanos de juzgar o entregar (extraditar) a dichos responsables.

Que, lamentablemente, la mayoría de países en los que se cometen estos crímenes, no pueden o no quieren, investigar y enjuiciar las violaciones graves de derechos humanos constitutivas de crímenes de derecho internacional. Por consiguiente, la aplicación de la jurisdicción universal es un elemento fundamental de la justicia para la Comunidad Internacional.

Que el artículo 23.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, al habilitar la jurisdicción universal, facilita la observancia por España de los Tratados Internacionales de protección de los derechos humanos que, como miembro de la comunidad internacional, ha suscrito y se ha obligado a respetar y hacer cumplir.

Que la Constitución española, en el Artículo 96.1 consagra que los Tratados Internacionales válidamente celebrados, una vez publicados oficialmente en España, formarán parte del ordenamiento interno. En consonancia, la doctrina del Tribunal Constitucional, desde 2005 (Caso Guatemala) viene estableciendo que el alcance de la jurisdicción universal es absoluto y prima sobre la existencia o no de intereses nacionales, y además, que la restricción basada en la nacionalidad de las víctimas incorpora un requisito añadido no contemplado en la ley, en contradicción con la naturaleza de estos delitos y la aspiración compartida de su persecución universal. Que, asimismo, en la sentencia de la causa Scilingo la Audiencia Nacional reconoce respecto de algunos crímenes internacionales el carácter de derecho obligatorio y oponible a todos (ius cogens y erga omnes).

Que la jurisdicción universal representa el último recurso para las víctimas de crímenes de derecho internacional que buscan obtener verdad, justicia y reparación, incluidas las garantías de no repetición de estos hechos. A raíz de los procedimientos abiertos en España y las resoluciones judiciales resultantes, se ha venido dando satisfacción a los legítimos derechos de las víctimas y cumpliendo con la obligación internacional de investigar y sancionar a los perpetradores de crímenes de derecho internacional. Asimismo se ha impulsado la apertura de procesos en los países donde se cometieron los crímenes, lográndose sentencias en otros tribunales del mundo, contribuyendo así a remover conciencias y a resquebrajar la impunidad de la que gozan hoy día la mayor parte de los responsables de dichos crímenes.

Que la impunidad ante crímenes atroces no sólo denigra a quienes los cometen, sino que corroe las instituciones de las sociedades que los cobijan, constituyendo elementos que desestabilizan las democracias.

Por todo lo anterior, decimos: que la defensa de los derechos humanos es una obligación absoluta de los Estados y no puede someterse a intereses nacionales y presiones económicas o políticas sin comprometer la responsabilidad internacional de los Estados.

Que los grupos parlamentarios que han votado a favor de la reforma han abusado del poder y de la confianza que en ellos se ha depositado al sustraer su discusión a la opinión pública y de un debate objetivo en los medios masivos de comunicación.

Que contra la creencia generalizada y falaz de que la aplicación de la jurisdicción universal puede convertir a España en el “gendarme del mundo” es importante destacar que hay otros tribunales nacionales (Dinamarca, Holanda, Alemania) que también ejercen la jurisdicción universal. Los fundamentos jurídicos que han emanado de las resoluciones judiciales españolas en esta materia han contribuido de manera determinante a avanzar el derecho penal internacional.

Que las situaciones inadmisibles, que repugnan a la conciencia común de la Humanidad, de ninguna manera pueden considerarse injerencias en la soberanía de los Estados, sino que es la propia Comunidad Internacional la que, actuando a través de los tribunales nacionales, ejerce la investigación de los crímenes y el enjuiciamiento de los responsables.

Por todo ello: deploramos esta decisión, que se hace a espaldas de la ciudadanía y del sentir mayoritario de la sociedad.

Deploramos que en vez de consolidar un horizonte de justicia efectiva para las graves violaciones de los Derechos Humanos, los parlamentarios trabajen por ampliar los resquicios de la impunidad y, en consecuencia, repudiamos los votos que los grupos parlamentarios han dado a esta medida.

Deploramos este retroceso en la justicia universal que debilita la búsqueda y consolidación de medios destinados a poner fin a la impunidad en la comisión de violaciones graves de los derechos humanos.

Solicitamos, por tanto, al Senado español que tome en consideración y asuma las opiniones de los abajo firmantes, vote en conciencia y rechace la decisión aprobada por el Congreso de los Diputados.

Instamos al Parlamento español a que vele por la conformidad de las leyes nacionales con el derecho internacional y a que se avance en la aplicación del principio de jurisdicción universal. Exigimos que se detenga esta reforma que niega el legítimo derecho de las víctimas a acceder a mecanismos efectivos de procesamiento y reparación por las graves violaciones de los derechos humanos.

Julio de 2009

14 de julio de 2009

INSOLIDARIA DUQUESA DE ALBA

El día nos sorprende con la historia de Vicente García Tudela, ex taxista desahuciado por el corrosivo paso del sida por su organismo desde que, en un atraco, le pincharon con una aguja infectada.

Desde que le diagnosticaron la enfermedad letal, ha ido empeorando, lo perdió todo y se gana los cuatro bocados diarios mendigando la caridad ajena en la línea 3 del metro de Madrid. Un día, cansado de mendigar y no queriendo esa vida para nadie, escribió una carta en la que contaba su desesperada situación y la envió al diario 20 Minutos (el único que, a la sazón, se hizo eco de ese lamento, y se ha volcado con él, junto a varios lectores de dicho periódico), a dos famosos empresarios (que ni le respondieron) y, (siendo éste el punto más anecdótico del suceso), a la duquesa de Alba (¿????), la cual le respondió “que lo sentía mucho pero que no podía hacer nada por él”.

Esta “buena señora”, una de las personas más multimillonarias de España, “no puede hacer NADA por Vicente”, pero, eso sí, “lo siente mucho”. De hecho, estoy seguro que no duerme desde que leyó la carta del mendigo. Y esta señora (que se ha estado quedando con el 80% de las subvenciones al campo andaluz por parte de la Unión Europea, “quizá por matarse los callos de las manos trabajando duramente la tierra, ¿no?”) fue nombrada “hija predilecta de Andalucía”, a pesar de la oposición de los (como siempre) minoritarios y eternamente inconformistas grupúsculos que protestamos contra ello (no porque la mayoría estuviese a favor de la medalla a la D de A, sino porque la mayoría no sale nunca de manifestaciones, pues está “comiendo hamburguesas, viendo la tele y jugando a la lotería”, que diría Morgan Freeman en “Seven”).

Ésta es la democracia que tenemos, ésta es la hipocresía de las instituciones que nos gobiernan, y ésta es la solidaridad de los ricos (bueno, no de todos: hemos de recordar a Bono, el líder de U2, cogiendo a todo un vicepresidente de los EEUU y diciéndole: “mañana te voy a enseñar lo que es la pobreza”; lo montó al día siguiente en un avión –que pagó el cantante de su bolsillo- lo llevó a las zonas más deprimidas del continente africano y, ante la estupefacción del boquiabierto gringo, le dijo: “así viven los pobres, gracias a vuestra política imperialista internacional”). De hecho, Bono no tiene escolta, no tiene seguridad privada, y se le puede ver haciendo la compra por tiendas sencillas del barrio dublinés de Dalkey. No, no me recuerda a la duquesa de Alba.

Me avergüenzo de pertenecer a una comunidad autónoma que declara “hija predilecta” a esta egoísta e insolidaria ricachona. No, hombre, no: las medallas para Bono o para Vicente, el pobre mendigo seropositivo.

Vaya desde aquí nuestro canto:

“Bono, Vicente: ABRE LA MURALLA
Duquesa de Alba: CIERRA LA MURALLA”.

Abusos de Unión Fenosa en Guatemala

Jordi Calvo Rufanges
Diario de un altermundista

Una representación de 30 ONGDs, campañas, partidos políticos y sindicatos catalanes y españoles entregaron el miércoles 8 de julio de 2009, en la flamente sede de Gas Natural en la Barceloneta (Barcelona), un manifiesto que recoge las denuncias de vulneración de los derechos humanos y el abuso de poder de Unión Fenosa en Guatemala recibidos desde la sociedad civil guatemalteca. Este manifiesto ha sido entregado a Gas Natural por ser la máxima accionista de Unión Fenosa y por tanto, ser su principal propietaria y responsable de las actividades irresponsables de esta empresa, como la adquisición irregular de la empresa pública de distribución eléctrica por parte de Unión Fenosa en Guatemala o las represalias de Unión Fenosa contra la población dejando sin suministro eléctrico a las comunidades que protestan por las altas tarifas, la mala calidad del servicio y los cobros indebidos. Estas denuncias no son nuevas en Latinoamérica -ni para las multinacionales españolas-, sino que se añaden al extenso currículum que acumula Unión Fenosa en Nicaragua, República Dominicana o Colombia. Mientras aquí nos congratulamos de las subidas del IBEX 35, allí donde extraen sus beneficios las grandes empresas de capital español, sufren sus abusos.

13 de julio de 2009

Un buen acuerdo

Manuel Alcántara
Diario Sur

Los líderes de los ocho países más industrializados del mundo, conocidos como «los grandes de la Tierra», van a ocuparse de los alimentos terrestres y haciendo un esfuerzo acorde con su poderío van a destinar 14.400 millones de euros para luchar contra el hambre. Una lucha muy desigual, ya que hay mucho mayor número de hambrientos. Ese dinero, sin duda impresionante en su cuantía, estará destinado a África, que sigue llamándose así en los atlas, aunque en su mayor parte sea una escombrera, entre rinocerontes supervivientes y lanzas constantemente afiladas. Alguien acertó a resumir su expolio: «Cuando los blancos vinieron a África, teníamos la tierra y ellos tenían la Biblia. Nos enseñaron a rezar con los ojos cerrados y cuando los abrimos, los blancos tenían la tierra y nosotros la Biblia».

Ahora hay que ayudarles, pero cuidado con las obras de misericordia cuando se hacen en defensa propia. Estos subsidios a alta escala están hechos, como los pequeños, para que nadie venga a meternos la mano en el plato. A quienes no tienen nada hay que calmarlos prometiéndoles en discursos lo más elocuentes que sea posible que en el futuro van a tener algo. Por fortuna para los oradores hay mucha gente que todavía se lo cree.

En la localidad italiana de L'Aquila, donde por cierto está buscando casa Berlusconi, con la seguridad de encontrarla, se han reunido durante tres días los jefes de Estado y de Gobierno de 39 delegaciones de los cinco continentes. Todos están de acuerdo en que hay que luchar contra el hambre, que ya se sabe que es muy arriesgado combatir con alguien que la sufre. O repartimos un poco mejor o llegará un momento en el que los que no comen querrán formar parte de los que parten y reparten. Aunque se conformen con la peor parte.

12 de julio de 2009

Está claro quién manda

Juan Torres López
Ganas de escribir

Cuando los banqueros necesitan algo no hay diferencias políticas que valgan. Se descuelgan unos cuantos teléfonos y a mandar, que para eso estamos. Todas las descalificaciones que ha venido realizando el Partido Popular, incluidas las últimas payasadas de Aznar sobre las causas de las crisis bancarias, se han desvanecido, eso sí, "críticamente", cuando ha habido que votar en el parlamento el denominado Fondo para la Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Lo que le conviene e iba buscando la banca para hacer frente de modo sigiloso a los problemas que ella misma ha creado pero cuyos costes no está dispuesta a pagar de su bolsillo.

En mi opinión, no es una buena respuesta a la opaca situación en la que se encuentra nuestro sistema bancario.

Principalmente significa dar "manos libres" al Banco de España y esto, aunque se acepte como una especie de mandamiento inexcusable, no es más que la manifestación de que nuestra democracia es una democracia limitada porque la deliberación y la participación de los ciudadanos no llega a donde está el dinero, lo que significa que no tienen nada que decir sobre las cuestiones de las que en realidad depende su bienestar y sus condiciones de vida. Como ha explicado claramente en esta misma página Vicenç Navarro el Banco de España es responsable del desempleo que sufre nuestra economía y es fácil adivinar las consecuencias de dejar que los recursos que se suponen que han de salvar a los bancos se apliquen a partir de sus principios liberales.

El dinero del fondo es de los españoles y por eso debería estar sometido al mismo debate y control que cualquier otro recurso público y no debería ponerse a disposición de los banqueros sin más, sobre todo, porque ya hemos podido comprobar hasta qué punto su comportamiento es irresponsable y capaz de destrozar la economía.

Seguramente, España esté siendo en estos momentos el país que ha hecho y esté haciendo un esfuerzo mayor en relación con su PIB para rescatar directa o indirectamente a su sistema financiero (a pesar de que su crisis aún no se ha manifestado en toda su crudeza y extensión) y, sin embargo, es muy posible que sea también en donde la situación de los bancos se ha abordado con menos transparencia. ¿Cómo es posible que nos quedemos tan tranquilos o que aceptemos sin rechistar que se pongan miles de millones de nuestros euros al servicio de la banca sin que previamente se haya hecho un diagnóstico de lo que verdaderamente le ocurre? Y si se ha hecho, ¿cómo es que nada de eso se puede saber? ¿cómo creer que su situación es ejemplar si al mismo tiempo se reclaman ayudas multimillonarias? Y si no lo es, ¿cómo poner dinero sin conocer las causas y a los responsables del problema, sin analizar lo que haya podido provocar la situación cuya solución resulta ahora tan onerosa para los contribuyentes? ¿Es lógico utilizar por las buenas el dinero de los ciudadanos para dárselo a bancos o cajas que en lugar de financiar a las empresas y a los consumidores se dedican a abrir sucursales o a comprar bancos en otros países, a amortizar la deuda con la que han obtenido rentabilidades altísimas, aunque socialmente irresponsables, a moverlo en paraísos fiscales, a seguir especulando en los mercados internacionales, o, aunque sea solo una pura expresión simbólica pero significativa, a financiar la compra de futbolistas millonarios?

El Fondo va a dedicarse a reordenar el sistema financiero, lo que en román paladino significa que va a financiar la concentración bancaria mediante fusiones y absorciones que lógicamente desean y siempre van buscando los bancos de más dimensión para ganar mercados (o incluso los virreyes de las cajas para seguir en sus poltronas). Pero eso no es nada neutral. Por un lado, esconde, como tendremos oportunidad de ver, lo que llaman la "despolitización" de las cajas que en realidad va a suponer que los intereses sociales tengan una representación mucho más limitada.

Se puede tener la valoración que se quiera del papel que han tenido las autonomías, los ayuntamientos y los partidos en la gestión de estas entidades. Y muy posiblemente se pueda concluir que no ha sido precisamente ejemplar desde el punto de vista de la transparencia ni el mejor para fomentar el desarrollo integral y sostenible de nuestra economía. Pero eso no puede llevar a intervenir por la puerta de atrás, bordeándose las leyes generales e incluso la propia Constitución.

Por otro lado, la reordenación que persigue el Fondo (o mejor dicho, que persigue la banca) en realidad está dirigida a recapitalizar bancos proporcionando a los más poderosos un reparto del mercado mucho más favorable sin que tengan que fotografiarse y enseñar las vergüenzas acumuladas en estos años anteriores de alegría financiera.

Se pone en marcha este proceso de concentración sin valorar previamente los efectos que va a tener sobre la competencia y sin considerar, o al menos sin plantear públicamente, que el mayor tamaño de las entidades bancarias no ha sido precisamente una garantía de seguridad y solvencias financieras sino más bien todo lo contrario. Lo que puede provocar que con este fondo se financie precisamente una reordenación del mercado que, sin la regulación más estricta que es de todo punto necesaria, puede provocar a medio plazo nuevos problemas bancarios de mayor envergadura. Un remedio, quizá, peor que la enfermedad.

Y, sobre todo, se pone en marcha el Fondo y los recursos sin tener en cuenta lo que ha sucedido con los que hasta ahora se han movilizado, sin previsiones sobre su impacto real y, lo que quizá sea más importante, sin que las autoridades monetarias hayan dado ni un solo paso decisivo y contundente para poner en marcha una nueva regulación, un nuevo orden financiero que evite los males de fondo que han provocado la crisis.

Es natural que los bancos hayan dado la bienvenida al fondo, a su fondo. Ellos sabrán lo que han tenido que hacer en los entresijos para lograr salir de la situación que han creado prácticamente sin despeinarse. Pero no creo que la solución adoptada dé la necesaria seguridad financiera a los ciudadanos y a las empresas. La banca se ha vuelto a llevar el gato al agua.

11 de julio de 2009

URIBE ES "DE LOS NUESTROS"

Le tomamos prestado a Isaac Rosa, del diario Público, este excelente artículo. Que vds lo saboreen:

Según la versión oficial, el desencadenante del golpe de Estado en Honduras fue la convocatoria por parte de Zelaya de una consulta popular sobre una posible reforma de la constitución que permitiese la reelección por sucesivos mandatos. Lo que en la terminología de cierta prensa llaman “perpetuarse en el poder” cuando lo hace el “Eje del Mal” latinoamericano (Chávez y compañía). La consulta no era vinculante, y la posible reforma resultante ni siquiera habría alcanzado a Zelaya, cuyo mandato termina pronto. Y aún así, lo detuvieron y sacaron del país.

Pero el pecadillo de Zelaya podría haber sido más gordo. Imagínense que en vez de una consulta, hubiera decidido modificar la constitución por vía parlamentaria, sobornando para ello a varios diputados para cambiar su voto. Y que después de un segundo mandato, se plantease un referéndum para otra reforma que le permitiese optar a una tercera elección.

Siguiendo el juego de política ficción, imagínense también que Zelaya tuviese vínculos con el narcotráfico y grupos paramilitares, que hubiese lanzado operaciones militares en países vecinos, que hubiese financiando sus campañas de forma delictiva, y que bajo su gobierno el país liderase el continente en asesinatos políticos, violación de derechos humanos y producción de droga.

No, dirán ustedes, no cabe un demonio así. O tal vez sí. ¿Cómo se llama ese tipo que gobierna Colombia? Álvaro no sé qué… Ah, sí, Uribe. Sí, es cierto, él ha hecho todo eso y algunas cosas más. Pero no ha cometido el mayor pecado posible en el continente: buscar alianzas que erosionen el dominio estadounidense. No, él no pertenece al Eje del Mal continental. Es uno de los nuestros.

10 de julio de 2009

LAS DESIERTAS ABARCAS

Por el cinco de enero
Cada enero ponía
Mi calzado cabrero
A la ventana fría.

Y encontraba los días
Que derriban las puertas
Mis abarcas vacías
¿Mis abarcas desiertas?

Nunca tuve zapatos,
Ni trajes, ni palabras.
Siempre tuve regatos,
Siempre penas y cabras.

Me vistió la pobreza,
Me lamió el cuerpo el río,
Y de pié a la cabeza
Pasto fui del rocio.

Por el cinco de enero
Para el seis yo quería
Que fuera el mundo entero
Una juguetería.

Y al andar la alborada
Removiendo las huertas,
Mis abarcas sin nada,
Mis abarcas desiertas.

Ningún rey coronado
Tuvo pie,Tuvo gana
Para ver el calzado
de mi pobre ventana.


Toda gente de trono,
Toda gente de botas
Se rió con encono
De mis abarcas rotas.

Rabié de llanto, hasta
Cubrir de sal mi piel,
Por un mundo de pasta
Y unos hombres de miel.

Por el cinco de enero
De la majada mía
Mi calzado cabrero
A la escarcha salía.

Y hacia el seis mis miradas
hallaban en sus puertas
Mis abarcas heladas
Mis abarcas desiertas.

Miguel Hernández

7 de julio de 2009

PANDEMIA DE LUCRO

¿Qué intereses económicos se mueven detrás de la gripe porcina?

En el mundo, cada año mueren dos millones de personas víctimas de la malaria, que se podría prevenir con un mosquitero. Y las noticias no dicen nada de esto.

En el mundo, cada año mueren dos millones de niños y niñas de diarrea, que se podría curar con un suero oral de 25 centavos.Y las noticias no dicen nada de esto.

Sarampión, neumonía, enfermedades curables con vacunas baratas, provocanla muerte de diez millones de personas en el mundo cada año.Y las noticias no informan nada.

Pero hace unos años, cuando apareció la famosa gripe aviar, los informativos mundiales se inundaron de noticias, chorros de tinta, señales de alarma...

¡Una epidemia, la más peligrosa de todas!... ¡Una pandemia! Sólo se hablaba de la terrorífica enfermedad de los pollos.

Y sin embargo, la gripe aviar sólo provocó la muerte de 250 personas en todo el mundo. 250 muertos durante 10 años, lo que da un promedio de 25 víctimas por año.

La gripe común mata medio millón de personas cada año en el mundo. Medio millón contra 25. Un momento, un momento... Entonces, ¿por qué se armó tanto escándalo con la gripe de los pollos?

Porque detrás de esos pollos había un "gallo", un gallo de espuela grande.

La farmacéutica trasnacional ROCHE con su famoso Tamiflú vendió millones de dosis a los países asiáticos.

Aunque el Tamiflú es de dudosa eficacia, el gobierno británico compró 14 millones de dosis para prevenir a su población.

Con la gripe de los pollos, ROCHE y RELENZA, las dos grandes empresas farmacéuticas que venden los antivirales, obtuvieron miles de millones dedólares de ganancias.

-Antes con los pollos y ahora con los cerdos

-Sí, ahora comenzó la sicosis de la gripe porcina. ¡Y todos los noticieros del mundo sólo hablan de esto!

-¡Ya no se dice nada de la crisis económica ni de los torturados en Guantánamo!

-¡Sólo la gripe porcina, la gripe de los cerdos!

-Tú no te preguntas: si detrás de los pollos ¿había un "gallo"? Detrás de los cerditos ¿no habrá un "gran cerdo"?

Miremos lo que dice un ejecutivo de los laboratorios ROCHE:

"A nosotros nos preocupa mucho esta epidemia, ¡tanto dolor! Por eso, ponemos a la venta el milagroso Tamiflú.

-¿Y a cuánto venden el "milagroso" Tamiflú?

-¡Bueno, veamos! 50 dólares la cajita.

-¿50 dólares esa cajita de pastillas?

-Comprenda, señora, que los milagros se pagan caros".

-¡Lo que comprendo es que esas empresas sacan buena tajada del dolor ajeno!

La empresa norteamericana GILEAD SCIENCES tiene patentado el Tamiflú. El principal accionista de esta empresa es nada menos que un personaje siniestro, Donald Rumsfeld, secretario de defensa de George Bush, ¡artífice de la guerra contra Irak! Los accionistas de las farmacéuticas ROCHE y RELENZA están frotándose las manos, están felices por sus ventas nuevamente millonarias con el dudoso Tamiflú.

La verdadera pandemia es el lucro, las enormes ganancias de estos mercenarios de la salud. No negamos las necesarias medidas de precaución que están tomando los países. Pero si la gripe porcina es una pandemia tan terrible como anuncian los medios de comunicación. Si a la Organización Mundial de la Salud le preocupa tanto esta enfermedad, ¿por qué no la declara como un problema de salud pública mundial y autoriza la fabricación de medicamentos genéricos para combatirla?

¡¡¡Prescindir de las patentes de ROCHE y RELENZA y distribuir medicamentos genéricos gratuitos a todos los países, especialmente a los pobres. Esa sería la mejor solución!!!.

5 de julio de 2009

AGUIRRE DEJA LA ESCUELA PUBLICA EN BRAGAS

“La Escuela Pública en bragas por culpa de la ESPEculación”.

Así rezaba una de las pancartas de las variadas manifestaciones con que la comunidad educativa de la comunidad de Madrid cerró el curso recién terminado. Y es que nadie (a excepción o de la gente muy rica, o de la gente insolidaria a la que le revienta que de sus impuestos se paguen los colegios públicos) parece estar contento con la agresiva política de privatización de la enseñanza pública, a la que Aguirre está sometiendo todo el territorio de la comunidad madrileña.

Mas de 65 parcelas de terreno concedidas a centros privados o concertados, la consiguiente merma de recursos para la escuela pública, centros públicos que se están quedando sin alumnos (ya que los profesionales huyen a los centros a los que Esperanza Aguirre está dotando con más recursos), y un largo y triste etc, son el resultado de la aplicación de la dura política neoliberal de esta neocom de misa y comunión.

La gente sin recursos, las clases más desfavorecidas, los profesionales que han dedicado su vida a trabajar para que la Administración Pública ofrezca los servicios que el pueblo necesita y a los que tiene derecho… todo ello no supone la más mínima preocupación para esta señora en particular, ni para el Partido Popular en general.

Hace dos días, su gran amigo y ejecutor con Bush Jr de la injustísima y criminal guerra de Irak, José María Aznar, hacía sus alegatos a favor de las centrales nucleares y, por supuesto, de la privatización de las cajas de ahorro. ¡Vendamos el Estado a los ricos! Ése es el santo y seña de esta terrible y rancia derecha que seguimos padeciendo en España. Por supuesto, también los hospitales. Y, mientras tanto, ponemos más trabas a los inmigrantes del Tercer Mundo (que son simplemente pobres, inmundicia) y seguimos zancadilleando a esos sectores de la sociedad que, al ser minoritarios (homosexuales, personas de otras confesiones religiosas –o de ninguna-, etc), no suponen amenaza de pérdida de votos para el PP.

Es cierto que ese sistema neoliberal ha construído el mundo para los ricos (y, para el resto, o hipoteca bancaria o hambre directamente, si no guerras). Pero lo que me alarma es la prisa y denuedo con que el PP lucha y trabaja para que España (ahora, afortunadamente, sólo en las CCAA gobernadas por él) vaya a la cabeza en esta carrera de la insolidaridad.

Tenemos que hacer algo urgente por salvar las estructuras de los servicios públicos, ante el ataque voraz del capital y sus secuaces (los políticos neoliberales como Aguirre, Aznar, el PP en general). Pero no podemos esperar a mañana. Tiene que ser ya. AHORA

4 de julio de 2009

¿NO ERA DE IZQUIERDAS BAJAS LOS IMPUESTOS?

Por gentileza de Rebelión.org

Alberto Montero Soler
Revista El Observador

Si el mes pasado la noticia económica que acaparó el debate político fue la necesidad de transformar el modelo económico de este país, tal y como declaró el presidente del Gobierno en el debate sobre el Estado de la Nación, este mes el foco de atención ha estado centrado en el tema impositivo.

La decisión del Gobierno de aumentar los impuestos especiales sobre la gasolina y el tabaco constituye la avanzadilla de más cambios en la política fiscal. Unos cambios que trataron de continuarse por la vía de ese penoso intento fallido de elevación del tipo impositivo para las rentas más altas en el IRPF y que, para evitar toda duda, ya ha anunciado la ministra de Economía y Hacienda que se producirán tras el verano, cuando se revisará toda la política impositiva.

La subida de los impuestos especiales constituye, por tanto, la primera piedra de toque de en un cambio en la política fiscal y ha tratado de venderse de diversas formas: desde que buscaba igualar los tipos impositivos sobre esos productos a la media europea; a que estaba orientada a desincentivar el consumo de productos nocivos y que, por lo tanto, su finalidad era preservar la salud de los ciudadanos; o a que era una forma de contribuir a una economía más sostenible (aunque, si esa fuera la razón, no estaría mal un poco de coherencia: no se puede estar argumentando que se eleva el impuesto sobre los combustibles para hacer que la economía sea más sostenible y, con la otra mano, subvencionar la adquisición de los vehículos cuyos motores consumen ese combustible).

En cualquier caso, lo que no se ha planteado abiertamente es que las subidas pudieran tener simplemente finalidad recaudatoria, es decir, que estuvieran orientadas a tratar de aumentar los ingresos fiscales para hacer frente al tremendo incremento del gasto público con el que el Gobierno está tratando de hacer frente a la crisis. Eso, como cualquiera puede suponer, hubiera sido políticamente incorrecto en unos tiempos en los que se ha instalado en la conciencia colectiva que cualquier tipo de desviación de la renta personal hacia las arcas estatales con finalidad redistribuidora debe ser considerada como un sacrilegio.

Sin embargo, esta crisis está acabando por poner las cosas en su sitio y enfrentar a cada palo con la vela que aguantaba.

De entrada, alguien debería explicarnos por qué si hasta hace nada “bajar impuestos era de izquierdas”, como proclamó en su momento Rodríguez Zapatero, ahora la política de izquierdas es sólo mantener el gasto social. Que no digo que ésta no lo sea; pero sí digo que aquélla no lo es.

Y no lo es porque mantener una política social potente, redistribuidora de recursos, que promueva la igualdad de oportunidades y permita reducir a su mínima expresión las múltiples formas de exclusión social existentes en nuestra sociedad, también requiere, necesariamente, de una política impositiva potente de carácter progresivo.

Así, cuando el PSOE promovía su política de reducción de impuestos estaba rechazando, implícitamente, la posibilidad de reducir el diferencial de gasto social en porcentaje del PIB que nos distancia aún abrumadoramente de Europa y estaba apostando, en su defecto, porque fuera la distribución primaria de la renta generada en los mercados la que se convirtiera en la principal fuente de bienestar para aquéllos que, lógicamente, pudieran participar en los mismos.

Por decirlo más claramente, estaba apostando básicamente por una retirada del Estado de una de sus tareas fundamentales: la redistribución de la renta con fines de mayor igualdad y justicia social. Objetivo básico de cualquier partido socialdemócrata contemporáneo que no haya incurrido en la tentación de asumir como propios algunos de los principios neoliberales dominantes durante estas últimas décadas que acabaron por fraguar el pensamiento único que nos circunda, tan útil para políticos sin pensamiento propio.

Si ahora Zapatero fuera consecuente con aquella simpleza que se permitió proclamar cuando aspiraba a la presidencia del Gobierno, lo que debería estar haciendo es reducir los impuestos, como desearían tanto la oposición como la patronal. Y si no lo hace es porque se acaba de dar cuenta que para aplicar políticas sociales progresistas necesita también de mayores ingresos fiscales.

El círculo cuadraría si ahora entendiera que las políticas impositivas tendrían que ser también de izquierdas y no de derechas como las que ha venido aplicando en los últimos años.

Quitando con la derecha…

En efecto, el perfil que ha adoptado la política fiscal en su vertiente impositiva durante estas dos últimas legislaturas ha acentuado la naturaleza regresiva que ya le imprimió el Partido Popular durante las dos anteriores.

De esa forma, el PSOE lleva tiempo incurriendo en el despropósito de promover políticas sociales progresistas que necesitan de recursos públicos manteniendo, al mismo tiempo, políticas impositivas francamente regresivas y que no hacen sino mermar la disponibilidad de dichos recursos.

Y es que no se pueden hacer políticas de izquierdas por la vía del gasto e intentar financiarlas con políticas de derechas por la vía de los impuestos porque cuando la crisis aparece, como es el caso, las contradicciones acaban por manifestarse y mostrar las vergüenzas de una política fiscal sin ninguna vocación redistribuidora y diseñada exclusivamente para tiempos de bonanza económica.

Son múltiples los ejemplos de este despropósito en materia fiscal. Baste recordar, por ejemplo, la reforma del IRPF de 2006 cuando bajó el tipo máximo para las rentas más altas del 45 al 43%; o la deducción de los 400 euros del IRPF para todos los contribuyentes con independencia de su nivel de renta; o, sobre todo, cómo se redujo claramente la presión fiscal para las rentas más altas con la eliminación del Impuesto sobre el Patrimonio en 2008.

Precisamente, esta última medida fue una de las más polémicas y regresivas de las que ha aplicado el gobierno socialista en materia fiscal. Tanto más cuanto quienes estaban obligados a tributar por ese impuesto han dejado de hacerlo en este año 2009, cuando tan necesitado de recursos se haya el gobierno y cuando para allegarlos ha sustituido ese impuesto directo por la subida de la imposición indirecta sobre el tabaco y la gasolina.

Porque, aunque no exista un vínculo directo entre una y otra decisión, lo que es indiscutible es que el gobierno decidió eliminar en su momento un impuesto directo como es el Impuesto sobre Patrimonio, con una recaudación esperada para el ejercicio 2008 estimada en 1.800 millones de euros, y ahora, ante la falta de recursos, en lugar de reintroducirlo ha optado por elevar dos impuestos especiales de carácter indirecto que supondrán, se espera, ingresos por valor de unos 1.100 millones de euros en el caso de los hidrocarburos y de unos 1.220 millones para el del tabaco.

De esa forma, al cambiar las figuras tributarias se ha conseguido que aunque la presión fiscal apenas se modifique en términos globales sí lo haga de forma significativa entre los distintos estratos de renta. Ahora afecta proporcionalmente más a quienes más gasto dedican a esos dos productos en relación con su renta puesto que tienen que pagar un porcentaje mayor de ella en forma de impuestos.

Y es que mientras que los impuestos indirectos afectan a todos aquellos que consumen el bien o servicio gravado con independencia de cuál sea su nivel de renta, el Impuesto sobre el Patrimonio lo pagaban quienes alcanzaban un patrimonio de más de 150 mil euros al año. Además, con la ventaja de que era un impuesto que tenía una estructura muy progresiva ya que, por ejemplo, para el año 2004 (último ejercicio para el que hay datos) el 73% de la recaudación tenía como origen a tan sólo el 20,6% de los declarantes, que poseían un patrimonio individual superior a los 650 mil euros. Es más, el 61,3% de la recaudación la pagaron tan sólo el 6,6% de los declarantes (menos de 60 mil personas) que poseían un patrimonio superior a 1.150.000 euros.

Como hemos señalado, con la eliminación de ese impuesto se han dejado de recaudar en torno a 1.800 millones de euros que ahora hubieran sido muy necesarios. Por ello, no deja de resultar paradójico escuchar a la ministra Salgado afirmar que la subida de los impuestos sobre el tabaco y el alcohol se haya hecho porque se ha tenido “muy en cuenta la necesidad de aportar más fondos a la Ley de Dependencia” (para cuya entrada en vigor se aprobó una dotación inicial de 1.200 millones de euros) cuando, precisamente, esos mismos fondos ya estaban disponibles; bastaba con haber mantenido el Impuesto sobre el Patrimonio y, si se quería, haber aumentado también los otros. Ambas medidas no son incompatibles.

En cualquier caso, aunque al final los recursos se hayan conseguido, ese cambio en la estructura impositiva ha dado lugar a que los fondos no fueran aportados por quienes más riqueza acumulan en este país; los mismos que, además, han visto cómo se ha reducido la presión fiscal sobre ellos.
Si eso no es regresividad fiscal, que venga Solchaga o Solbes y nos lo explique.

…y dando poco con la izquierda.

Pero, lo más grave es que todo ello contrasta marcadamente con el discurso que en términos de esfuerzo en gasto social realiza el gobierno reivindicándolo permanentemente como su seña de identidad en tanto que partido político que se define a sí mismo como de izquierdas.

Un discurso que se contradice con la realidad que nos muestran los datos en materia de gastos sociales. Así, como escribía hace unos días, creo que a este gobierno se le debe reprochar el limitado esfuerzo realizado durante los años de crecimiento económico que han precedido a esta crisis cuando no se aplicaron políticas fiscales de la suficiente potencia redistributiva como para alterar significativamente la distribución de la renta y la riqueza en este país y para acercarnos a los estándares de provisión de bienestar público de nuestros socios europeos más avanzados.

El hecho de fomentar una política fiscal que buscaba incrementar la renta disponible para los ciudadanos vía reducciones impositivas en detrimento de los ingresos públicos se encuentra, así, en la base de que, según los datos de Eurostat más recientes (para el año 2006), España dedicara 5.163 estándars de poder adquisitivo per cápita mientras que la media de la Unión Europea a 15 era de 7.278 estándars, por no hablar de los casi 9.100 que dedica Holanda, los casi 9.000 de Suecia o los 8.200 de nuestros vecinos galos.

Y es que no debemos ocultar que, durante estos años, el gasto en protección social en España, aunque ha crecido en términos absolutos, apenas lo ha hecho si se valora en términos de porcentaje del PIB. Así, en el año 2000 el porcentaje del gasto social en el PIB era del 20,3%; en 2004, cuando inicia su primer mandato Rodríguez Zapatero, ese porcentaje era del 20,7% y, dos años después, a pesar del intenso crecimiento del producto, el gasto social sólo se había incrementado hasta el 20,9%.

Si comparamos el porcentaje que, por término medio, dedican a gasto social como porcentaje del PIB los países de la UE-15 durante esos mismos años de referencia, nos encontramos con el sorprendente dato de que, mientras que en el año 2000 la diferencia era de 6,5 puntos (el porcentaje medio en la UE-15 era de 26,8%), en el año 2006 esa diferencia era de 6,6 puntos (con un porcentaje medio de 27,5%), esto es, una décima más.

Estamos, por tanto, un poquito más lejos aún de Europa que hace unos años.

Para no llamarse a engaños

A estas alturas creo que las conclusiones son claras. Por un lado, nos encontramos con que el gobierno no está haciendo más esfuerzos –de hecho, está haciendo menos- en términos de política social que el resto de nuestros vecinos con lo cual seguimos manteniendo un diferencial en términos de bienestar social que sigue sin acortarse a pesar del extenso periodo de crecimiento económico experimentado en España.

Y, por otro lado, tenemos que la política fiscal española se está haciendo cada vez más regresiva, redistribuyendo la carga impositiva entre todos los ciudadanos sin atender a su renta y, consecuentemente, a su capacidad de pago sino ciñéndola cada vez más a la realización de actividades de consumo generalizado y que afectan más, proporcionalmente en términos de lo que esos impuestos suponen sobre su renta, a quienes menos renta poseen.

La resultante final es que la carga fiscal adicional que suponen todas las ayudas públicas a la crisis que estamos padeciendo la sufragan, a su vez y de manera proporcionalmente mayor, los mismos que la están padeciendo y no aquellos que más se beneficiaron del ciclo especulativo que acaba de estallar. Y a eso lo llaman ser de izquierdas.

Alberto Montero Soler (amontero@uma.es) es profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga

1 de julio de 2009

CORTO DEL 20 MINUTOS

Un párroco se niega a bautizar a dos niños porque su padrino es homosexual. José Manuel Salvador dice que el párroco de Cervera del Río Alhama se niega a bautizar a sus sobrinos, de 1 y 5 años. El cura alega que como José Manuel es homosexual, no está casado por la Iglesia, y por lo tanto no cumple los requisitos para ser padrino.

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