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21 de mayo de 2012
Vivir por encima de nuestras posibilidades
15 de mayo de 2012
14 de mayo de 2012
11 de mayo de 2012
12M
4 de abril de 2011
Contra la inmoralidad de la banca
Desde Attac-Sevilla proponemos una serie de acciones de concienciación ciudadana en las que protestaremos frente a la inmoralidad de los bancos.
7 de diciembre de 2010
¿Sirve la constitución contra la crisis?
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Vergara - Público |
Público
“Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general.” -Artículo 128 de la Constitución Española-
Como hoy es el día de la Constitución, aprovecho para releer mi viejo ejemplar llevado por una duda: ¿sirve en estos momentos para algo más que defender las corridas de toros? Es decir: ¿podemos encontrar entre su extenso articulado alguna herramienta que nos ayude a salir de la crisis?
Vale, no se rían de mi ingenuidad. Ya sé que la Constitución es interpretable, y que cuando interesa es de acero, y cuando no, papel mojadísimo. Y sé que está llena de palabras bonitas e incumplimientos: el derecho al trabajo, la vivienda digna, la aconfesionalidad del Estado, etc. Pero aun así, le echo un vistazo, que nunca se sabe.
Página a página, me encuentro más de una sorpresa, que recortaré y enviaré al presidente del Gobierno por si le da alguna idea. Así, el artículo 33 delimita la propiedad privada a su función social; el 38 supedita la libertad de empresa a “las exigencias de la economía general y, en su caso, de la planificación”; el 128 subordina la riqueza del país al interés general y permite la intervención de empresas por ese mismo interés; el 131 habla de planificación económica… Si recuerdan, en su día Julio Anguita se hartó de subrayar todos esos artículos que parecen de adorno.
Ya sé, ya sé: eran otros tiempos, los padres constituyentes eran unos cachondos, y además querían dar gusto a aquellos sectores de izquierda que todavía no había asustado el 23F. Porque como los mencionados hay más: el artículo 37 da fuerza vinculante a los convenios colectivos (que ahora quiere saltarse la reforma laboral), el 40 exige una política “orientada al pleno empleo” (risas), el 47 vincula el uso del suelo al interés general “para impedir la especulación” (más risas) y hace a toda la comunidad partícipe de “las plusvalías que genere la acción urbanística” (risas y burbujas).
Lo sé, no insistan: la Constitución española tiene artículos en serio y artículos de broma, lo que pasa es que en mi edición olvidaron señalarlos, y no los distingo bien. Tampoco hace falta que me recuerden que para las cosas de comer manda más la constitución europea. Y en ésa sí que no hay retórica setentera.
3 de noviembre de 2010
Políticas de derechas: no acepte imitaciones

Público
“Rajoy ha sacado a la luz su agenda oculta y ahora los españoles ya saben que si gobierna algún día España, este país volverá a la caverna.” -Carmela Silva, Portavoz del PSOE en el Senado-
Tengo una exclusiva periodística y voy a compartirla con ustedes: he conseguido hacerme con la famosa “agenda oculta” del Partido Popular. No me pregunten cómo, pues debo proteger a mi garganta profunda. Lo importante es que la tengo: unos cuantos folios con el programa oculto, inconfesable, ése que los dirigentes populares no quieren concretar, y con el que los portavoces socialistas nos meten miedo.
Se lo resumo: reducción del gasto público, reforma laboral con abaratamiento del despido, aumento de la edad de jubilación, congelación de pensiones, recorte del sueldo de los funcionarios… Un momento, un momento… ¿De qué me suenan estas medidas? ¿Dónde he visto yo esto antes?
En efecto, la política española es así: un partido de derecha que esconde sus propuestas de derecha; y un partido que se dice de izquierda pero aplica una política económica de derecha, y que no sólo no se disculpa sino que encima nos asusta con que viene el lobo.
El mensaje que nos envía el PSOE es simple, y muy eficaz: “Si nosotros hemos aplicado un plan de ajuste de caballo, imagínense de lo que sería capaz el PP”. Y seguramente es cierto, pero el riesgo de un planteamiento así es que los votantes acaben prefiriendo el original a la copia. Y ése podría ser el mejor lema electoral del PP: “Puestos a aplicar políticas de derecha, exija que lo hagan los auténticos; no acepte imitaciones.”
Porque, oigan, que el PP defiende políticas de derecha tal vez asusta, pero no sorprende. Es más: aunque ahora vayan de discretos, hay que reconocerles que suelen hablar clarito. Repaso sus programas electorales, y veo que en 1996 prometieron un plan de privatización del sector público, como en efecto hicieron y a lo grande. O que en el más reciente, en 2008, hablaban de flexibilidad laboral, colaboración público-privada en la gestión de servicios públicos, rigor en el gasto público y bajada de impuestos. Es decir, política de derecha, poca agenda oculta.
Por eso, si el PP gobierna, luego no vale arrepentirse diciendo “si lo llego a saber, no les voto.” Cosa que sí sucede hoy a muchos votantes del PSOE.
17 de marzo de 2010
Para dejar de llamar a esto “crisis financiera”, basta una palabra: España

The Guardian
Los políticos y los medios siguen refiriéndose al presente declive económico como originado en una crisis financiera. Falso. Tenemos a 15 millones de personas sin trabajo porque la burbuja económica que impulsó la economía desde la última recesión terminó estallando. Puede que la crisis financiera haya resultado un buen pasatiempo para los que disfrutan con el espectáculo de los colapsos de enormes bancos, pero no debería pasar de ocupar un recuadrito complementario de la noticia. La noticia de verdad fue el auge y la debacle de la burbuja inmobiliaria.
Para refutar a quienes sostienen que el problema real ha sido el sistema financiero y su fallida regulación, basta una sola palabra: España. España ha alcanzado ahora notoriedad por tener una tasa de desempleo superior al 19%, la tasa más elevada entre los países ricos. España no tuvo una crisis financiera. En efecto, su bien regulado sistema financiero a menudo se ha presentado como modélico en los EEUU.
España tuvo una terrible burbuja inmobiliaria. A causa de ella, el sector de la construcción en su economía pasó de representar menos de un 8% del PIB a fines de los 90 a alcanzar un 12,3% en 2007. Para tener un punto de comparación: en los EEUU, en los años sin burbuja, ese sector representa menos del 6% del PIB. Ese acelerado crecimiento de la construcción llevó a una sobreproliferación de la edificación, lo que no podía terminar sino con un colapso, cayendo la construcción muy por debajo de los niveles normales.
El curso al alza de los precios de las viviendas tuvo también el previsible efecto en el consumo. Puesto que la gente creyó que el alza de precios de la vivienda respondía a unas buenas bases fundamentales de la economía, los propietarios de vivienda dieron en pensar que la riqueza de nueva creación generada por su vivienda era una riqueza real, y pasaron a gastar conforme a ese supuesto ilusorio. La tasa de ahorro española cayó de poco menos de un 6% en 2000 a un 3% en 2007. Cuando desapareció la riqueza originada en el alza de precios de la vivienda generada por la burbuja, la gente, como es natural, cortó en seco su consumo.
Y en eso consiste la crisis española. De acuerdo con el FMI, la nueva construcción ha caído en España cerca de un 80% en relación con el momento culminante del auge. Aunque la construcción total no llegado a caer tanto (reformas, rehabilitaciones y construcción no residencial no cayeron tanto ni de lejos), si, con todo y con eso, la construcción en España puede haber caído cerca de un 50%, eso significa una pérdida anual de demanda superior al 6% del PIB. Trasladado a los EEUU, eso vendría a ser una caída de la demanda de más de 800.000 millones de dólares.
Análogamente, la perdida de riqueza dimanante de la propiedad de la vivienda invierte el efecto riqueza. Si el consumo hubiera caído lo bastante como para devolver la tasa de ahorro a su nivel pre-burbuja, eso significaría una pérdida de demanda anual de consumo de más de 3 puntos porcentuales del ingreso disponible. En los EEUU, eso vendrían a ser más de 300.000 millones en consumo anual evaporado.
No hay mecanismo fácil para reemplazar más de un billón de dólares en demanda evaporada. Por eso la economía española se halla ahora mismo en una situación de gravísimo desplome. Repárese en que casi todos los analistas están de acuerdo en este extremo. El sistema financiero español estaba bien regulado, y estaba libre de todos esos préstamos locos y de toda esa manifiesta corrupción que caracteriza a Wall Street y al sistema financiero norteamericano. Y sin embargo, sufre el presente declive económico incluso más que los EEUU.
La moraleja de esta historia es que el problema primero o más importante no es el de una crisis financiera. Puede que haya sido divertido ver a Wall Street y a los chicos del gobierno sudar la gota gorda tratando de evitar que los grandes bancos se ahogaran en la ciénaga que ellos mismos habían creado. Pero ése es un espectáculo menor. Nadie nos salvó de una "segunda Gran Depresión"; esta gente se limitó a salvar sus puestos de trabajo y la riqueza de la pandilla de Wall Street.
El problema real de la economía es sencillamente la pérdida de demanda generada por el colapso de la burbuja. Inyectar aún más dinero en los bancos es una manera de asegurar que éstos no sufrirán las consecuencias de su propia codicia y estupidez. No una manera de recuperar la economía.
Restablecer la salud de la economía pasa por buscar un sustituto de la demanda evaporada, resultante del colapso de la burbuja. A corto plazo, eso significa un incremento del gasto público y de los recortes fiscales. Los déficits inyectan dinero en la economía, y sirviéndonos del anticuado dicho de que la gente trabaja por dinero, podemos determinar la cantidad de dinero que necesitamos que gaste el gobierno para devolver a la economía a un estado de pleno empleo.
A largo plazo, necesitamos poner en macha un comercio más equilibrado, con más exportaciones y menos importaciones, respondiendo a la pérdida de demanda que ha traído consigo el colapso de la burbuja inmobiliaria. Eso exigirá un dólar devaluado, y cualquier otra cosa que se diga en punto a comercio es simplemente de cara a la galería.
Necesitamos una reforma financiera. Tenemos un sector financiero increíblemente despilfarrador e irresponsable. Pero la mala regulación financiera, por sí misma, no fue la que causó el 10% de desempleo, ni una buena regulación habría bastado para prevenirlo. Pregunten, si no, a los trabajadores españoles.
Dean Baker es codirector del Center for Economic and Policy Research (CEPR). Es autor de Plunder and Blunder: The Rise and Fall of the Bubble Economy.
Traducción para sinpermiso: Roc F. Nyerro. Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=3173
Nosotros lo leímos en Rebelión.
29 de enero de 2010
Famosos y mendigos

Nos parece lamentable que se utilice la dramática realidad de las personas sin techo para producir un “docu-reality” con la colaboración de un reparto de personajes públicos que “acceden” a convertirse por unos días en “personas sin hogar” sin otra finalidad que ofrecer a la audiencia un producto orientado exclusivamente, una vez más, a convertir en espectáculo la realidad de la exclusión social.
Rechazamos de manera rotunda una iniciativa mediática de esta naturaleza, que para su realización está intentando comprometer de manera subrepticia a los centros y servicios para las personas sin hogar de nuestras entidades, falseando los objetivos expuestos por los responsables de la productora Zeppelin, responsable de la realización del espacio.
Los responsables del espacio dicen que pretenden “enseñar la dureza del día a día en las calles”, así como “mostrar el grado de invisibilidad al que llegan los sin techo”, “dar voz al colectivo para conocer sus necesidades, motivaciones, aspiraciones, “dar un enfoque positivo al programa: queremos ser capaces de huir de los estereotipos que vinculan la vida en la calle al alcohol o las drogas” y “enseñar al público que existen organismos que hacen este trabajo a diario y tratan de hacer la vida un poco menos difícil a personas que viven situaciones muy complicadas”. Sin embargo, entendemos que todos estos legítimos objetivos quedan desautorizados con el formato de un programa como el que utiliza "Famosos y mendigos".
Esta iniciativa se aprovecha de la dimensión pública de sus colaboradores para ofrecer un espectáculo mediático sobre una realidad social traumática que afecta a muchas personas con experiencias personales muy dolorosas y que merecen por parte de todos, y especialmente de los medios de comunicación social, el máximo respeto hacia su integridad, su dignidad y su intimidad, sobre todo en cuanto atañe a la defensa de sus derechos y del acceso a los mismos que tienen o deberían tener.
Por todo ello, apelamos a la responsabilidad de Antena 3 TV como servicio público de información para reconsiderar la viabilidad de ese proyecto audiovisual, al tiempo que renovamos nuestra oferta de colaboración permanente con esa cadena y con todos los medios de comunicación para trabajar juntos en la sensibilización de la sociedad en la realidad de la exclusión social de que son víctimas las personas sin hogar. Invitamos también a todos los ciudadanos a seguir avanzando en la acogida y el máximo respeto hacia la maltrecha dignidad de los sin techo y a comprometerse a fondo en la defensa de sus derechos humanos.
Firman el manifiesto: ARRELS Fundació - FACIAM (Federación de Entidades y Centros para la Integración y Ayuda a Marginados) - Fundación Desenvolupament Comunitari - Fundación LESMES - Fundación RAIS - Associació RAUXA - CÁRITAS Española - EAPN Madrid (Red Europea de Lucha contra la Pobreza) - Associació ProHabitatge - PROVIVIENDA - Red ACOGE – Solidarios para el Desarrollo.
30 de septiembre de 2009
NO A LISBOA. Pero, ¿por qué?

Naturalmente, cuando la Europa del capital (los muy ricos y poderosos, en una palabra) quiere algo, lo consigue. Me temo. El tratado de Lisboa ha sido ya redactado tres veces: en Francia y Holanda en 2005, y en Irlanda en 2008. Y seguirá habiendo referéndums hasta que se salgan con la suya. Si sale ahora en Lisboa, trabajo que se ahorran, pero sin no, saldrá más tarde, con otros nombres y otros engaños. Saldrá, ya se llame Tratado de Berlín, o de Madrid, o de Cuenca o de Castilleja las Vieja. Pero acabará saliendo. Denles vds tiempo, sres.
Pero, ¿por qué les aconsejo ENCARECIDAMENTE que voten el “No” a Lisboa? Pues fundamentalmente, por las siguientes razones:
1. Lisboa militarizará aún más la UE.
El Tratado de Lisboa (en adelante TL) afirma que los Estados miembros deberán incrementar su gasto militar (mientras que, curiosamente, no hay ninguna llamada, por ejemplo, a incrementar los gastos en Sanidad).
El TL dice que si un Estado sufre un ataque terrorista, todos los demás deben ayudarle (Art. 188R). Eso proporcionaría más razones para justificar cualquier acción militar, incluida la “estabilización post-conflicto” y “asistir a países terceros que combatan el terrorismo en sus territorios” (Art.28).
Esto podría justificar prácticamente toda acción militar. La invasión de Afganistán, por ejemplo, (aún mantenida por el Gobierno español y con saldo de afganos muertos por soldados españoles –cosa que, por cierto, no recordamos en Irak-) se justificó como “parte de la lucha contra el terrorismo”.
Con el TL no se requiere que la UE reciba (o consiga) un mandato para la acción militar.
2. Lisboa antepone los intereses de las grandes empresas al pueblo.
El TL haría muchísimo más fácil para la UE (y sus gobiernos) forzar mucho más para que la salud, la educación y los servicio sociales corran a cargo de empresas privadas. Obviamente, se trata de una vuelta de tuerca más hacia el neoliberalismo: el objetivo es privatizar todos los servicios públicos con el tiempo, de modo que se acabará atentado radicalmente contra la realización de los Derechos Humanos básicos, pues, con los servicios sociales privatizados, el que pueda pagárselos, los tendrá, y el que no, no. Es una americanización radical de Europa.
TL otorgaría a la UE nuevos poderes para teledirigir la política presupuestaria de los gobiernos de los Estados miembros, en lo relativo al gasto social en servicios públicos (Arts. 16 y 115).
Lisboa refuerza la competencia como marco para todas las otras políticas, lo cual no ofrece nada a los millones de desempleados que atraviesan la UE. Asimismo, con el nuevo marco del TL, la UE apoya los derechos de las empresas a usar mano de obra barata y a forzar a los trabajadores a competir con los pobres y los parados.
3. Lisboa significa menos democracia.
Con los nuevos poderes añadidos por el TL, la UE podría ejecutar (o influir) en las leyes que rigen todos los aspectos de nuestra vida, y serían tomadas muchas más decisiones políticas muy impopulares por una “mayoría cualificada” (naturalmente, ponemos el acento en lo de “cualificada”).
Ya en la actualidad, cerca del 80% de nuestras leyes provienen de la UE. Lisboa añadiría poder a la UE para legislar en 72 áreas políticas. Y los gobiernos perderían el poder de veto a las leyes de la UE en las 18 áreas ya existentes y en 49 nuevas áreas.
A nivel de relaciones entre los países miembros, Lisboa cambiaría el equilibrio de voto en la UE a favor de los países “más importantes”. Así, por ejemplo, el voto de Alemania subiría de un 8´4% a un 16´7%; el británico, de un 8´4% a un 12´3%. Sin embargo, otros países como Irlanda, bajarían de un 2 a un 0´8%. Y la promesa de que cada país conservaría un comisario es una política sin ninguna garantía jurídica, pues será la UE, y no cada Estado, quien decida quién puede ser comisario.
Lisboa otorgaría a la UE una “personalidad legal”, un presidiente y un ministro de asuntos exteriores; ellos actuarían como un Estado Líder y podrían hacerlo perfectamente EN CONTRA de los puntos de vista de los gobernantes elegidos democráticamente en los gobiernos de los Estados miembros.
En la actualidad, si no nos gusta nuestro gobierno, podemos votar y cambiarlo. Con Lisboa, no podremos cambiar el TL, una vez que haya entrado en vigor. Lisboa no ofrece nada a la población europea. Bueno, rectifico: nos ofrece MENOS control político.
4. Lisboa no ofrece nada en relación al cambio climático.
Todos queremos parar el cambio climático (menos el primo de Rajoy, recordemos). El TL añade exactamente SEIS PALABRAS, en lo relativo a ese tema, a lo que ya hay en el tratado actual. Esto supondría exactamente muy poco o ningún impacto. La insistencia de Lisboa en la competencia y la privatización significa que todo lo propuesto al respecto, incluido el transporte público, será casi imposible. La Europa de los mercaderes traerá muy poquita reducción del tráfico rodado y de la polución.
Asimismo, la privatización del sector eléctrico, asegurada en el TL, significa priorizar los beneficios de las compañías frente a la seguridad o a la reducción de la polución.
5. Lisboa minaría la justicia en el comercio.
Lisboa haría la vida mucho más difícil a los países productores, al obligarles a remover todas las medidas que protegen sus economías. Los gobiernos y las empresas locales perderían competitividad, frente a las grandes compañías multinacionales, en el control de las industrias vitales y de los servicios públicos. El desarrollo y las necesidades de la población ocuparían un lugar secundario, frente al lugar prioritario, ocupado por los beneficios de los inversores extranjeros.
Por todo ello, es por lo que pedimos el NO A LISBOA. Hasta Charlie Mc Creevy, comisionario de la UE, admite que el TL tiene el apoyo de las élites, pero no del pueblo:
“Si los europeos supieran lo que supone el TL, en un referéndum, el 95% de los países votaría no”.
Lo que significa que la Europa que nos están imponiendo (y con la que nos asfixiarán mañana) está construyéndose sobre la mentira, los silencios interesados, la manipulación y el más burdo juego con los sentimientos y necesidades de la gente. Así, por ejemplo, Dublín está lleno de carteles que dicen: “Para conseguir trabajo, vota SÍ a Lisboa”, “por un futuro seguro, vota SÍ”, “si quieres la integración de la mujer, vota SÍ”… y un largo y desagradable etc.
Insistimos en que el TL es la ratificación del sistema neoliberal que ha originado la terrorífica crisis económica actual. En dos palabras: más riqueza aún para la banca y las grandes corporaciones, y más pobreza, más paro, más sufrimiento, más contaminación, menos libertad y menos democracia para la sociedad, para el pueblo.
¿Es esto lo que queremos? Pues lo conseguirán. A menos que lo impidamos. A menos que nos tomemos la militancia en serio. Antes de que sea demasiado tarde. Como se dice en las bodas: “el que tenga algo en contra, que hable ahora o calle para siempre”.
20 de julio de 2009
La violencia del poder privado

Público
Con frecuencia, la discusión sobre las salidas a la crisis viene condicionada por el significado previo que se le atribuye a ciertos actos. Que un acontecimiento sea presentado como “natural” o “patológico”, “razonable” o “inaceptable” incide claramente en las alternativas capaces de hacerse un lugar en la agenda política y social. Dos hechos ocurridos recientemente ilustran bien este fenómeno. Por un lado, la insistencia de la patronal CEOE en reformar el mercado laboral para obtener un despido más barato, y por otro, la aprobación en el Congreso del proyecto de ley sobre el “desahucio express”, que pretende agilizar los desalojos en materia de arrendamientos urbanos.
En un libro reciente –El despido o la violencia del poder privado–, los juristas Antonio Baylos y Joaquín Pérez Rey constatan cómo bajo la lente neoliberal el despido aparece como un acto banal, un simple ajuste técnico al que el empresario puede recurrir legítimamente para no disminuir sus beneficios. Desde esta óptica, los trabajadores son percibidos como un instrumento para que la empresa obtenga beneficios. No son ciudadanos con derechos y con un proyecto vital dentro y fuera del espacio laboral, sino burda energía productiva puesta a disposición de la libertad de empresa. Frente a este tipo de lecturas, los autores proponen partir de un presupuesto diferente: contemplar el despido como un acto de fuerza; como un ejercicio de violencia por parte del empresariado que, en un contexto como el actual, supone privar a millones de personas de derechos básicos de integración y participación en la vida familiar, social, económica y cultural.
En buena medida, este análisis podría extenderse también a la figura de los desalojos. A menudo estos son vistos como el producto natural de una ruptura contractual entre iguales. La existencia de miles de personas endeudadas que no pueden pagar una hipoteca o de inquilinos que no pueden afrontar el alquiler son un obstáculo para la maximización de las rentas por parte de inmobiliarias, grandes propietarios de vivienda o entidades financieras. Al igual que el trabajador que aspira a hacer valer sus intereses en el mercado laboral, el endeudado o el inquilino que pretenden esgrimir su derecho a una vivienda segura son estigmatizados como un factor de inaceptable rigidez en el mercado inmobiliario. En el fondo, serían los culpables de que no haya empleo y vivienda para todos. Por eso, cuando el Gobierno impulsa un proyecto que agiliza los desahucios, o cuando los lobbies ligados a la patronal piden que se abarate el despido, el imaginario que se evoca es semejante: de un lado, empresarios, promotores, inmobiliarias y bancos a los que, como propietarios o creadores de riqueza, se debe estimular; de otro, trabajadores, pequeños deudores e inquilinos que deberían aceptar la flexibilización, por el bien de todos.
A pesar de su carácter supuestamente aséptico, este punto de vista oculta que un desalojo puede ser un acto tan violento como un despido. Una persona que pierde la casa, y que posiblemente ha perdido su empleo, se ve bruscamente arrojada a un escenario de precariedad donde todas sus expectativas vitales se tornan inciertas. Desde su integridad física y moral hasta su vida privada y familiar. Una situación que, lejos de ser la simple ejecución de un contrato entre iguales, esconde con frecuencia actos de prepotencia, no de pequeños propietarios, sino de influyentes poderes privados.
Como bien apuntan Baylos y Pérez Rey, es violencia del poder privado que empresas que han obtenido cuantiosos beneficios abran expedientes de regulación de empleo con el propósito de que sus acciones coticen al alza. Es violencia del poder privado que los propietarios de pisos con inquilinos mayores de edad y con renta antigua utilicen el mobbing o acoso inmobiliario para hacerse con rentas especulativas. Y es violencia del poder privado que bancos y cajas que pactaron cláusulas abusivas con miles de familias pretendan apurar las ejecuciones hipotecarias o seguir cobrando deudas fraudulentas, incluso cuando han recibido ayudas públicas sufragadas por toda la ciudadanía.
Lo que ocurre es que, mientras este tipo de actuaciones sean institucionalmente vistas como legítimos emprendimientos particulares y no como ejercicios antisociales de la libertad de empresa o de la propiedad privada, las alternativas “sensatas” a la crisis quedarán reducidas a un estrecho elenco de medidas. Ayudas, estímulos y garantías para los más fuertes y recortes de derechos o prestaciones a los colectivos en mayor situación de vulnerabilidad. Por el contrario, si se hiciera visible la trama de arbitrariedad privada que hay detrás de los miles de despidos y desalojos que la crisis está instigando, sería más fácil defender la razonabilidad de otras salidas. Así, por ejemplo, de una distribución de recursos que en lugar de ir de los bolsillos de la ciudadanía a los responsables de la crisis se dirigiera a satisfacer derechos sociales largamente postergados. Desde una reducción de la jornada laboral que permitiera, trabajando menos, trabajar a todas y todos, hasta la introducción de una renta básica de ciudadanía tan universal como el derecho a la salud y la educación, o la utilización de las viviendas hoy infrautilizadas para impulsar un parque público de alquiler.
Si el origen de los grandes beneficios y de las rentas especulativas de los últimos años tiene mucho de ilegítimo, ¿cómo no aceptar su incisiva penalización por vía fiscal? ¿Y cómo no rechazar, por el contrario, unos despidos y unos desalojos que, en muchos casos, parecen premiar a quienes han actuado en contra del interés general?
Gerardo Pisarello y Jaume Asens son Miembros del Observatorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Barcelona.
22 de abril de 2009
Pavorosa montaña rusa


21 de octubre de 2008
Entrevista a Santiago Cirugeda

Lo conozco desde que era chico. Ya desde que empezó a estudiar Arquitectura, comenzó a visualizar los espacios vacíos, empezó a ver la calle (y con ella, el mundo) desde otro ángulo, desde otra perspectiva. En una de las múltiples entrevistas que ha concedido, contaba que, ya de muy pequeño, comenzó a mosquearse con el espacio urbano desaprovechado, al comprobar cómo el centro de su ciudad (Sevilla), uno de los centros urbanos más grandes del país, "no tenía parques infantiles".
Reivindicativo, rebelde, molesto en su familia, en la universidad, en la sociedad, ha hecho de la denuncia una opción de vida, y la lleva a la ciudad en su trabajo de cada día. Sin duda, para nosotros es un ejemplo a seguir y un honor que nos conceda una entrevista para nuestra web.
Y, sin más, os dejo con nuestro amigo Santi Cirugeda. Con él y gracias a él, las calles son "más nuestras":
Santi, es para nosotros un honor y una alegría poder contar contigo en nuestra web de Enfoca. Queremos que te sientas en ella como en tu casa, y que encuentres en ella un espacio más a tu disposición y a la de tu trabajo y tu lucha personal. No dudes de que tienes todo nuestro apoyo y que cuentas con una plataforma digital más para extender tu concienciación. Muchas gracias, Santi, por estar con nosotros.
Enfoca: ¿Cómo empiezan tus inquietudes de poner la arquitectura al servicio del pueblo y no al del capital?
Santi Cirugeda: Desde que empecé la ETSA, quizás por una inquietud de verificar lo que planteaba en la escuela a través de maquetas y dibujos. Quizás el salir a la calle a trabajar desde tan joven y sin la cabeza tan "machacada" por los estudios de arquitectura, me permitió percibir la "otra ciudad", y adquirir un interés que no ha cesado aún.
E: ¿Es tu trabajo un intento de extender a España el movimiento británico de RLC (Recuperar las Calles)?
SG: No hago franquiciado, pero seguro que tengo más que ver con los textos de "el derecho a la ciudad" o "muerte y vida en la gran ciudad".
E: ¿Qué margen legal tienes en tu intento de "democratizar y socializar" la calle, de poner los espacios públicos al servicio del pueblo, y no de quien los pague?
SG: El margen desde lo legal a lo ilegal, pasando de la negociación política hasta la desobediencia civil.
E: ¿Cómo piensas tú la ciudad? ¿Qué líneas maestras definirían tu idea de la ciudad del siglo XXI?
SG: A través de los ojos de muchas personas que no son preguntadas y que perdieron las ganas de demandar lo que es suyo.
Autogestión, participación e inclusión del mayor número de diferencias. Si hay sostenibilidad social, vendrá lo demás.
E: ¿Estética o funcionalidad en la arquitectura? ¿Qué prefieres?
SG: Sino funciona tu mercedes para qué lo quieres. Prefiero los amigos feos pero buena gente.
E: ¿Has padecido intentos, por parte del sistema, de condenarte al silencio, al ostracismo? ¿Cuáles?
SG: Han sido peores, me han ofrecido proyectos realmente denigrantes, con intenciones meramente electoralistas y sin ningún compromiso real por la ciudadanía.
De lo otros, el silencio, el NO contínuo a propuestas colectivas de cooperativas y autogestión. A veces estás hasta...
E: Y, por el contrario, ¿te han intentado coaptar, subsumir, "comprar", "integrarte"? ¿Cómo?
SG: Ya respondí arriba, pero la continúo. Hay gente de mi mismo bando que le inquieta que salga en medios o colabore con algunas instituciones, como si hubiera perdido la independencia de mis acciones. Nada más lejos, mediatizo lo que me interesa. Sigo haciendo proyectos ilegales que no aparecen en los medios, y curiosamente son los que más satisfacción dan,..mientras lo intentamos con nuestros representantes públicos.
E: ¿Qué solución le ves al actual problema de la vivienda en Europa y en España? ¿Qué podemos hacer los ciudadanos al respecto?
SG: Menuda preguntita… Parte de los problemas vienen de la falta de crítica de los ciudadanos en estos años. Hemos dejado consumir el territorio, atarnos a las hipotecas, convertirnos en inversores especuladores.
¿Qué hacer? Chillar tanto que se cumplan lo que las leyes, planes y pactos de viviendas definen.
E: ¿Qué relación ves entre el voto y el sueño de una calle, y una ciudad, al servicio de la sociedad y no de los grandes capitales?
SG: Falta de cumplimiento debido de los políticos, y falta de esa masa crítica que los inquiete.
E: ¿Cómo te ves: como un militante, como un artista o como las dos cosas?
SG: Como 20 cosas más, arquitecto, ciudadano, hijo de la lelo, borrachín etc…
E: ¿Qué has encontrado en la Universidad, desde el punto de vista sociopolítico: conservación y mantenimiento del "stablishment", o innovación y revolución?
SG: Jajajajjajjaja
E: ¿Qué partidos están más cerca y más lejos de tu propuesta?
SG: Los que tiene una política social más fuerte y comprometida. ¿Sabéis cuales son? Seguro que en vuestra web dais alguna información sobre ellos.
E: ¿Qué opinión te merece el actual movimiento "alter-globalización" y su lema "otro mundo es posible"?
SG: Necesario, como otros tantos, pero faltan más.
E: ¿Qué hace falta para que pueda existir una legislación urbana "de izquierdas"?
SG: Ya existen algunas legislaciones urbanas parcialmente de izquierdas, pero no se aplican. En Europa hay leyes que hablan del derecho a la ciudad que argumentó Lefebvre, pero no se lleva a cumplimiento. El problema es que la mayoría de la población no cree en esas políticas, si no ¿cómo tenemos a un país hipotecado, con falta de crítica y adormecido por el capitalismo?
E: ¿Por dónde va hoy la filosofía de la arquitectura? ¿Te situarías personalmente en algún movimiento vanguardista?
SG: Las vanguardias ya no existen. Sólo en la historia. Ahora yo me siento de los arquitectos que simplemente se interesan por cuestiones "aparentemente secundarias".
E: ¿Nunca te has vestido de traje para atender a políticos?
SG: Nunca, aunque no me da miedo ponérmelo, no lo haría por servilismo.
E: ¿No te asusta un poco que el sistema te dé premios?
SG: No mientras no me vuelva tonto, en algunos casos son intentos de seducción, en otros, sale de criterios de gente que trabaja en el sistema pero mantiene una actitud crítica.
Eso de "trabajar para el sistema", como comentario burlesco y cínico, tiene mucha guasa, porque no hay casi nadie que no tenga vínculos con el sistema.
E: ¿Conoces la ONG "Arquitectura y compromiso social"? ¿Qué opinión te merece?
SG: Repito, son necesarias muchas asociaciones, y dejarnos de poner en dudas unas con otras.
E: ¿Cómo es posible que la ley aún no haya podido contigo?
SG: A mí me han denunciado como a mucha gente, lo que no te cansas es de intentar demostrar que esas ilegalidades tienen como fin último una mejora en el funcionamiento de algo, o la solución para algún ciudadano o pequeña comunidad.
Las ilegalidades mayores se cometen por especulación… y tampoco se cansan.
E: Pues eso es todo por hoy, querido Santi. Queremos que sepas que eres un ejemplo para todos nosotros. Eres un faro que nos ilumina y que nos enseña que no hay nada más invencible que estar convencido de una idea y de nuestro propio poder para hacerla realidad. Si hasta desde la arquitectura se puede cambiar el mundo, ¿cómo no se va a poder desde todos los otros ámbitos? Por todo, gracias amigo, gracias maestro. Te amenazamos, no obstante, con una segunda parte de esta entrevista. Esperamos no cansarte y que nos castigues enviándonos a un espacio desaprovechado.
Quien quiera saber más de Santi Cirugeda, puede visitar su web www.recetasurbanas.net
30 de mayo de 2008
Leña al fuego

El día antes de la primera jornada de huelga, al presidente de GAESCO (patronal de la construcción) no tiene otra ocurrencia que decir la siguiente salvajada: "Se está hablando de la jornada intensiva como un motivo grave de irresponsabilidad de los empresarios en materia de prevención y seguridad y no se está hablando de temas tan importantes como el alto consumo de bebidas alcohólicas o sustancias estupefacientes o drogas en las obras".
Desde luego, si existe un problema de consumo de alcohol y drogas en los andamios, es deleznable esperar a que los trabajadores convoquen una huelga para denunciarlo. ¿O es que han empezado a consumir tras convocar el paro?
Si existe el problema, que no creo que sea general, hay que atajarlo desde ya, pero no con incendiarios como el señor Rus.
Llamar borrachos y drogadictos a los trabajadores el día antes de la huelga, no nos parece la mejor manera de evitarla. Más bien al contrario pareciera que había voluntad de no llegar a ninguna solución. ¿No será que, dado como está el sector de la construcción, tres o cuatro días de paro, con el consiguiente ahorro de sueldos, no le viene mal a la patronal?
5 de octubre de 2007
¡Ha llegado la hora!

Era para alegrarse, aunque como estamos tan acostumbrados a los desengaños, hemos preferido andar con cuidado e intentar conocer, por encima del ruido y del revuelo causado por los medios de comunicación, empresarios, gobernantes y otros políticos, la realidad de la cosa.
ASAMBLEA POR LA VIVIENDA DIGNA Sábado 6 de octubre, 12:00h Plaza Nueva -Sevillla-
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Por el derecho a la vivienda
6 de septiembre de 2007
26 de junio de 2007
Vestir a un santo para...

La secretaria de Economía y Empleo del PSOE, Inmaculada Rodríguez-Piñero, afirmó anteayer que hay que "ir derivando progresivamente los recursos que se destinan a la reducción en el IRPF por adquisición de una vivienda habitual hacia ayudas directas para favorecer el acceso a la vivienda".
En una palabra: que para ayudar a los que van a comprar la primera vivienda, quitan esa ayuda a los que ya la hemos comprado. Vestir a un santo para desvestir a otro. Los economistas lo llaman "incremento suma cero" (lo que se pone en lado se quita de otro y, al final, resultado se mantiene igual).
Dicho de otra manera: para ayudar a la clase media trabajadora, se perjudica "a la clase media trabajadora!!!!". Esto es: las cuentas cuadran y la clase trabajadora sigue perjudicada y dividida. Y uno se pregunta: ¿y no se podría obtener ese capital de las innumerables ayudas y exenciones fiscales con que el Estado beneficia y privilegia a los grandes capitales?
Pues no: se le quita a los trabajadores que sudan día a día, trabajando, para pagar su hipoteca y para incrementar los beneficios, precisamente, de dichos grandes capitales. Es decir: neoliberalismo puro y duro.
¿Que si esta medida la ha tomado el PP, el partido de derechas, partidario del más puro capitalismo neoliberal? Pues no, no y no: es el PSOE, que tiene de socialista lo que yo de bailaora flamenca.
23 de marzo de 2007
La OPA y la REOPA de Endesa

En Febrero de 2006 (ver artículo con los detalles técnicos) se valoraba Endesa en menos de 30 € por acción, fundamentándose esta valoración en datos reales de los flujos de fondos que esta empresa va a ser capaz de generar en los próximos años y sólo exigiéndole una rentabilidad del 8% (en Finanzas, a mayor rentabilidad exigida, menor valor de la empresa). ¿Cómo es por tanto posible que EON estuviera ofreciendo 38,75 €?
La respuesta, en principio, sólo puede venir por aprovechar las sinergias que pudieran existir entre ambas empresas, de manera que los flujos generados sean mayores hasta alcanzar esos valores. Siendo alemanes los que hacían esta valoración, es posible que aún se mantuvieran dentro de los márgenes que no fuerzan otro tipo de medidas de generación de flujos extra.
Sin embargo ahora llegan Enel y Acciona y pretenden dar aún más por una empresa ya muy sobre valorada; Enel es una empresa italiana con capital público famosa por su mala gestión, y Acciona es un nuevo actor que no sabe absolutamente nada de la generación o la distribución de energía ¿de donde van a salir esas sinergias y esos flujos extras? Si además pensamos que el apalancamiento en deuda de Endesa se va a multiplicar, y por tanto el riesgo percibido por el inversor disminuyendo el valor de la compañía, parecería que estamos ante un sin sentido...
Sin embargo hay un as en la manga que sí que pueden manejar Enel y Acciona al estar en clara connivencia con el gobierno: la subida de las tarifas. Ya hay algunas subidas anunciadas (ya incluidas en los cálculos de todos), luego no podemos más que suponer una rápida aceleración de la liberalización del mercado forzando tarifas reguladas muy altas que obliguen a los usuarios a pasarse al nuevo mercado.
Como era de esperar, los 10.000 millones de euros de diferencia entre el valor real y lo que se pretende pagar lo van a poner los pobres consumidores españoles, ellos sí sobre cargados ya por las hipotecas y la deficitaria evolución de los salarios en los últimos años... pero eso ya es harina de otro costal.
22 de marzo de 2007
Por una vivienda digna

En Sevilla la convocatoria es a las 19h en la Plaza Nueva. ¡No faltes!
Última hora: El Foro Social de Sevilla se une a la convocatoria bajo el lema "CONTRA LA ESPECULACIÓN Y EL LADRILLAZO... VIVIENDA PARA TOD@S".