5 de enero de 2006

Colombia -Tribunal Permanente de los Pueblos - Sesión Minería


¿Qué es el Tribunal Permanente de los Pueblos?
En 1966, marcando las pautas de lo que debe ser el Tribunal Permanente de los Pueblos -TPP-, la sociedad civil internacional crea el “Tribunal Russel”, que sesionó por primera vez durante el año 1967, para juzgar a Estados Unidos y otros países cómplices por los crímenes cometidos en Vietnam, y por segunda vez, entre 1974 y 1976, para juzgar las dictaduras militares de América Latina. En 1976 se convoca un simposio internacional en Argel, el cual concluyó el 4 de julio de 1976, con la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos.

El TPP se constituyó formalmente en 1979, está integrado por más de 60 miembros nombrados por el Consejo de la Fundación Internacional Lelio Basso por el Derecho y la Liberación de los Pueblos, personalidades del mundo científico, artístico, religioso, político, literario, expertos en Derecho Internacional, DDHH y DIH, con alta reputación moral para ejercer función judicial; sus juicios están basados en las convenciones internacionales, por fuera de las estructuras judiciales de los países y representan de alguna manera la conciencia ética de los pueblos.

Justificación
La defensa de los derechos humanos se empieza a hacer más ardua con la consolidación de una nueva lógica global de la producción, el flujo de capitales y la acumulación de esas ganancias, en la que no existe ninguna institucionalidad multilateral que abogue por el cumplimiento de los derechos humanos en su integralidad.

Contrario a la opinión de los medios masivos de comunicación, las organizaciones sociales nos encontramos preocupadas por el papel activo que han tenido las empresas transnacionales en el conflicto social político y militar de Colombia, y por protagonizar un modelo económico que ha dejado serios retrocesos en el cumplimiento de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de los colombianos. Cada vez es más evidente los casos de empresas vinculadas con grupos paramilitares para el favorecimiento de sus intereses, como se constata en los casos de la Drummond Company , o la demanda contra la Cocacola Company , por el asesinato de nueve sindicalistas en Antioquia, o la responsabilidad de la Oxy por el bombardeo a la vereda Santo Domingo , en el que una empresa contratista de la petrolera ordenó el lugar del ataque perpetrado por la fuerza aérea Colombiana, o la Chiquita Brands , antes conocida como la tristemente célebre United Fruit Company, que admitió sus vínculos con grupos paramilitares en Colombia. Estos casos que han tenido procesos de judicialización en el exterior ante la patética falta de garantías a los procesos jurídicos en Colombia, que se pueden ejemplificar en el hecho de que casi todas las personas involucradas como testigos en el caso Santo Domingo, han sido desaparecidas, amenazadas o asesinadas.

Tribunal Permanente de los Pueblos - Capítulo Colombia
El TPP es un instrumento en la búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación integral de las víctimas, se ha reunido en 31 ocasiones para juzgar situaciones de muchos países y pueblos sometidos a genocidios; es por esto, que diversas organizaciones sociales y populares solicitaron al TPP que a partir de octubre de 2005 hasta julio de 2008, someta a instrucción y juicio los Crímenes de Lesa Humanidad cometidos contra el pueblo Colombiano por los grupos económicos nacionales y por las Empresas Transnacionales que operan en nuestro país.

El TPP Capitulo Colombia abordará la problemática de extracción irracional de recursos naturales, explotación de trabajadores y especulación sobre mercados, por parte de empresas transnacionales a partir de una estrategia de guerra sucia (paramilitarismo) y en general del terrorismo de estado.

Ya se realizó la primera sesión que fallo en relación con las transnacionales de alimento como Nestle y coca cola. La siguiente sesión abordará el tema minero y a partir del 2007 se realizarán las sesiones de enjuiciamiento correspondientes a los temas de biodiversidad, petróleo y servicios públicos. En el 2008 se llevará a cabo la sesión final deliberante en la que se tratará las nefastas consecuencias del modelo económico y su estrategia de militar y su responsabilidad en la violación de los derechos de los pueblos y los derechos humanos.

El espacio del tribunal permitirá evidenciar la incapacidad de los entes de justicia estatales, que en primer lugar permitirá controvertir los altos niveles de impunidad que asota la justicia colombiana, y abrir el debate sobre los intereses que se esconden detrás del aparato judicial colombiano, que en lugar de garantizar la aplicación de justicia, ha propiciado persecuciones, represiones y silenciamientos en contra de lo que se oponga a los intereses del régimen, garantizando la impunidad.

Sesión Minería
En esta ocasión la sesión del TPP juzgará la responsabilidad de las multinacionales ligadas a la explotación de oro y carbón, comprometidas con la violación de derechos de los pueblos en varias regiones del país. Concretamente se abordarán los siguientes casos:

1. Situación internacional de la minería. Transnacionales y derechos humanos
2. El contexto de la minería en Colombia, partiendo de un caso tipo: la Frontino Gold Mines en el nordeste antioqueño
3. El paramilitarismo en Colombia: legalización de las estructuras económico-militares
4. La legislación minera en Colombia: injerencia y control de las multinacionales.
5. Caso Drummond en el departamento del Cesar
6. La Muriel Maning Corporation en Antioquia y Chocó
7. Caso Sintraminercol: la persecución y represión contra un sindicato
8. La Kedhada S.A. caso Sur de Bolívar
9. Caso Cerrejón: Glencore, Angloamerican y BHP Billiton

Fecha: 10, 11 y 12 de noviembre de 2006
Lugar: Medellín, Antioquia. Teatro Porfirio Barba Jacob
Calle 47 No. 42 – 38 Torres de Bomboná.
Hora de inicio: 8:00a.m


Información e inscripciones

En Medellín: Corporación Jurídica Libertad: 2516350 – 2318355 corpora@une.net.co
Asociación Campesina de Antioquia: 5127673 acantioquia@une.net.co

En Bogotá: Corporación Sembrar: 2680119 tpp.mineria@redcolombia.org

Organizaciones convocantes:
Alebrije. Asociación Campesina de Antioquia ACA. Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, Colectivo de Derechos Humanos Semillas de Libertad CODEHSEL. Colectivo Ambiental “Mario Calderón”. Corporación Sembrar. Comité de Solidaridad Con los presos políticos. Coordinador Nacional Agrario. Corporación Jurídica Libertad. Cospacc. Colectivo Vasija de Barro. Ecate. Fedeagromisbol. Instituto Nacional Sindical CED-INS. Justicia y Vida. Nomadesc. Observatorio Social de Empresas Transnacionales, Megaproyectos y Derechos Humanos de Colombia. Organizaciones Sociales de Arauca. Proyecto Aurora. Red de Hermandad y Solidaridad con Colombia. Sinaltrainal. Sintraminercol. Sintraemsdes. Unión Sindical Obrera USO. Comisión Intereclesial de Justicia y Paz.

3 de enero de 2006

Nuevo Diccionario para andar por la aldea global


ABUSAR: Lo que hacen los gobiernos con el pueblo, durante unos trescientos sesenta y cinco días al año, aproximadamente. 2. También vale para lo que hace la banca con los medianos y pequeños clientes.

ASOCIACIONISMO: Costumbre antigua; consistía en juntarse y unirse varias personas, formando un grupo, para intentar cambiar las cosas, luchando por un mundo más justo, y contra las causas de la desigualdad. Actualmente, entre la gente joven ha sido sustituido por las fiestas pastilleras y botellonas.

BANCO MUNDIAL: Banco formado, principalmente, por fondos de los países más ricos del mundo. Fue creado en 1.945, en la Conferencia de Bretton Woods, para reconstruir Europa y Japón, devastadas tras la Segunda Guerra Mundial. Actualmente se dedica a generar deuda externa en los países empobrecidos, prestándoles créditos FAD (créditos que se dejan a los países pobres con la condición de que, con ellos, le compren a las multinacionales del Primer Mundo). A esta práctica, los gobiernos del Norte le llaman Fondos de Ayuda al Desarrollo o “solidaridad financiera internacional”.

BOLSA: Lugar de negocio de los ricos, especializado en destrozar la economía real productiva y construido para seguir abriendo la enorme brecha entre enriquecidos y empobrecidos. (Ver voz “Inversión”).

COMISIÓN TRILATERAL: Extraña organización, en la sombra, fundada por John Davidson Rockefeller, cuya misión consiste en divulgar por todos los confines del planeta la ideología capitalista neoliberal. Se trata de que la cultura conveniente al imperialismo sea extendida por todo el orbe; la forman algo más de trescientas macrocorporaciones, tipo Coca Cola, las Siete Hermanas del Petróleo, Chase Manhattan Bank...

DAÑOS COLATERALES: Dícese de los miles de muertos civiles e inocentes ante los bombardeos variados y diversos que realiza EEUU para asegurar su predominio imperialista sobre toda la faz de la Tierra.

DEMOCRACIA: Etimológicamente, significa “gobierno del pueblo”. Realmente, en este sistema capitalista neoliberal, significa “régimen político en el que gobiernan la banca, las administraciones públicas, las grandes multinacionales y los medios de comunicación; es decir, todos menos el pueblo”.
DERECHOS: Prerrogativas que disfrutan los que tienen capacidad económica, es decir, uno de cada cuatro humanos.

ETICA: Única posibilidad de salvación del género humano frente a las grandes injusticias y atropellos contra las personas. Consiste en la reflexión sobre los valores morales que, de ser vividos, nos harían a todos ser más y mejores personas. En lógica consonancia con su amo, el sistema educativo la elimina del Plan de Estudios con la LOE.

FONDO MONETARIO INTERNACIONAL: Creado junto al Banco Mundial, es un Fondo (del que EEUU participa con el 20% del capital) que sirve para “hacer solidaridad” con el Tercer Mundo, a cambio de la pequeña condición de que los países pobres acepten los Planes de Ajuste Estructural que se le imponen, es decir: reducción de gasto público, reducción de la inversión pública, reducción de la protección social, pérdida de empleo de los funcionarios, congelaciones salariales, enormes subidas de la inflación, venta de amplios sectores de la empresa pública al capital privado, etc, etc, todo con la finalidad de que se pueda seguir pagando la “deuda externa”, sin cuyo cobro, parece ser, los países ricos podemos “morirnos de hambre”.

G.A.T.T.: Acuerdo General de Aranceles y Comercio. Antiguo nombre de la Organización Mundial del Comercio. (Ver O.M.C.).

GLOBALIZACIÓN: Rasgo esencial del sistema que, actualmente, gobierna el mundo y actúa a escala planetaria. Sinónimo de “neoliberalismo capitalista” consiste, fundamentalmente, en un régimen que ha instituido el capital, el dinero, como único referente y único criterio de organización humana y social hasta el punto que, quien no lo tiene, no tiene derecho a vivir. (Ver voz "Mundialización").

HAMBRE: “Pequeña” molestia que se produce en el organismo cuando no se puede comer por falta de alimentos, normalmente a causa de la carencia de medios que la pobreza impone. Como actualmente “sólo afecta a unos cuatro mil millones de personas” se entiende que no sea una prioridad en las agendas de los gobiernos, ni de las instituciones supranacionales, ni del sistema educativo. En estos momentos, para algo más de novecientos millones de seres humanos, el hambre es severa, según el Banco Mundial (organismo nada sospechoso, por lo demás, de inflar los datos).

ILEGAL: Calificativo que los occidentales ponen a los seres humanos emigrantes a los que el sistema niega permiso para comer y sobrevivir.

INVERSIÓN: Es el eufemismo con que se denomina la participación en la economía especulativa y financiera que genera paro, hambre y pobreza para millones de personas, eso sí, consiguiendo pingües beneficios a “los inversores” por regla general.

JAMÁS: Dícese del momento en que el sistema va a empezar a poner solución a la dramática situación del África subsahariana.

K.O.: Situación en la que queda cualquier país latinoamericano tras llevar a efecto los Planes de Ajuste Estructural que el F.M.I. le impone. (Para cualquier duda, preguntar a Argentina, Nicaragua, etc).

LEY DE EXTRANJERÍA: Recurso legal de los ricos para impedir a los pobres el paso al “cortijo”. Revestido y disfrazado de “derecho jurídico del Estado”, trata de defender bajo su propiedad ese 80% de la riqueza mundial que se ha apropiado el 20% de la población.

LIBRE COMERCIO: Derecho exclusivo de los países enriquecidos y de los grandes conglomerados transnacionales.

MUNDIALIZACIÓN: Sinónimo eufemístico de americanización; se refiere a la colonización planetaria que el imperialismo transnacional (con EEUU a la cabeza ) ha realizado, en sus vertientes económica, política, social y cultural, siendo su principal característica la absoluta globalización del sistema neoliberal y la absoluta libertad de los grandes capitales para moverse en las direcciones que les convengan, no teniendo esta misma libertad los trabajadores ni emigrantes en general.

NADAR: Lo que, desesperadamente, intentan hacer los africanos víctimas del naufragio de la patera en la que pretendían huir del infierno de la miseria, en busca del paraíso europeo, que, obviamente le cerrará sus puertas. La inmensa mayoría no consigue evitar su propia muerte por mucho que nade.

OPERACIÓN TRIUNFO: Subproducto cultural de nuestra televisión, realizado para “transmitir grandes valores”. Al parecer, desde que se emite hay muchísima más conciencia solidaria entre los espectadores, y muchas más ganas de luchar por un mundo más justo.

ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL COMERCIO: Renovación del antiguo GATT, que controla y gobierna las relaciones comerciales internacionales, siendo su principal característica que obliga al Sur a liberalizar sus mercados al tiempo que permite al Norte ser proteccionista con los suyos. Permitiendo que se imponga al Sur políticas arancelarias cada vez más insostenibles, la O.M.C. tolera que el Norte ponga los precios de lo que vende “y de lo que compra”.

PARTIDO: Viejo y trasnochado aparato político, cuya única obsesión es hacerse con el poder para poder parasitar unos años a costa del pueblo.

PROSTITUCIÓN: Acto por el cual gran cantidad de intelectuales, científicos y tecnólogos ponen sus conocimientos y talentos al servicio del sistema, por dinero, y no al servicio del pueblo y de la liberación de todos los hombres.

ROBO: Esencia de las relaciones económicas y comerciales que el Norte viene manteniendo con el Sur los últimos cinco siglos.

SEGURIDAD NACIONAL: Razón por la cual EEUU se ve obligado, muy a su pesar, a detener, muy a su pesar, a más de mil quinientos ciudadanos musulmanes, “encontrados” en suelo norteamericano, muchos de los cuales son torturados para que “digan dónde se esconde Bin Laden”. El resto son juzgados en tribunales secretos, sin luz ni taquígrafos y con sentencias inapelables. Otros ni siquiera son juzgados, como, v. gr., los presos de la base militar norteamericana de Guantánamo. Son las tácticas del país “democrático y liberal por excelencia”.

SINDICALISMO: Lo que solían hacer los sindicatos en el siglo XIX y buena parte del XX; actualmente han abandonado la lucha a favor de la concertación, liderados por “funcionarios” pagados por la Administración a la que supuestamente se tendrían que enfrentar.

SOBERANÍA POPULAR: Consiste en decidir quién quieres que te mande en los próximos cuatro años.

SOLIDARIDAD: Compartir con los hambrientos lo que necesitamos, y no lo que nos sobra. España da “cerca del 0´3%” de su Producto Interior Bruto para la Ayuda al Desarrollo!!!!

TRIBUNAL PENAL INTERNACIONAL: Propuesta de los hombres y mujeres de buena fe, para que sean juzgados los dictadores y criminales de guerra, fuera de su jurisdicción. Su existencia podría ser un factor disuasorio para todo tipo de tiranos y torturadores, razón por la cual, EEUU se ha negado repetidamente a participar en su creación.

USURA: Rasgo fundamental definitorio del Banco Mundial y de los gobiernos del primer Mundo, en su Ayuda Oficial al Desarrollo de los pueblos empobrecidos.

VOTO: A lo que se reduce la soberanía del pueblo, en las democracias formales occidentales. Como dijo alguien, “si votar sirviera para cambiar las cosas, sería ilegal”.

VOZ: Lo que, de ningún modo, tienen los pobres de la Tierra, es decir, tres cuartas partes de la población mundial.

YA: Dícese del momento en que deberíamos empezar todos a trabajar para que cambie este estado de cosas, de una vez por todas. Parece que el burgués medio occidental no tiene excesiva prisa por dar paso alguno en dirección hacia un cambio revolucionario.

ZYX: Editorial obrera que los trabajadores españoles fueron capaces de crear, con su mucho trabajo y su muy poco dinero, y que sirvió para formar a los pobres, hacerles conscientes de su realidad y transmitir valores solidarios. Pero eso era antes de que los trabajadores se convirtieran en la clase media burguesa, entregada al consumismo, en que nos hemos convertido.


2 de enero de 2006

¿Queremos hacer la revolución?



No nos parece que haya dudas sobre el hecho de que el primer problema de la humanidad es el del abismo Norte-Sur, la inmensa brecha entre países enriquecidos y países empobrecidos, la injustísima estructura que rige las relaciones políticas, económicas y sociales entre el Norte y el Sur, entre el Primer Mundo y el Tercer Mundo.

La llamada globalización (que no significa otra cosa que americanización, o transnacionalización neoliberal) ha llevado esta estructura a todos los confines del planeta. Desde que en el 1.973 se crease la Comisión Trilateral, ese grupo demoníaco de poderosos, científicos e intelectuales constituido con el fin primordial de extender por toda la Tierra la ideología neoliberal, las conciencias de la mayoría de los ciudadanos aceptan el actual estado de cosas sin mayor problema (ya sea por connivencia egoísta e insolidaria, ya sea por sentimiento de impotencia, por miedo o por lo que sea). De ahí que, necesariamente, la revolución tenga que comenzar por el plano cultural, deben ser las ideas y los valores de la gente lo primero que deben cambiar, para que cambien después los estilos de vida y así, podamos verdaderamente ejercer una resistencia no violenta contra la colonización de los modos de vida que se realiza sobre nuestras mentes, 24 horas al día.
Algunas de las claves fundamentales de la revolución (personal, comunitaria e institucionalmente considerada) son a mi juicio, las siguientes:

1. Recuperación de la politización de la sociedad civil

La ideología del neoliberalismo ha conseguido la despolitización de las masas, convirtiendo a la clase trabajadora que compone la mayoría del tejido social (otrora agente y motor del cambio social) en una clase media burguesa consumista, haciéndola pasar de una “república de trabajadores a una democracia de burgueses”. Así las cosas, con una sociedad civil totalmente despreocupada de la “cosa pública” y recluida en su hogar consumista, las cosas no podrán cambiar nunca, pues del poder y del sistema, obviamente, no va a venir revolución alguna sino todo lo contrario, consolidación conservadora de lo establecido. Por tanto, la toma de conciencia de que lo público nos afecta, de que lo social nos debe doler, de que, como decían los clásicos, humani nihil a me alienum puto (“nada humano me es ajeno”) es condición sine qua non para la revolución. Debemos hacernos cargo del prójimo social, debemos cobrar conciencia social y política para recuperar el protagonismo que nos corresponde como pueblo, en la construcción y realización de la historia humana.

Esta toma de conciencia política nos debe llevar a una formación e información constantes sobre los problemas político-económicos, pues ¿cómo vamos a cambiar una realidad que no conocemos con un mínimo de profundidad?. Junto a esta formación debemos aportar nuestra militancia política en cualquier organismo (ya sea partido, sindicato, asociación vecinal o cultural, u ONG) para subvertir el orden-desorden establecido. Estamos convencidos de que los partidos políticos y los sindicatos mayoritarios se han convertido en maquinarias anquilosadas al servicio del poder porque la gente que tiene inquietudes éticas y solidarias a favor de la revolución. En lugar de militar políticamente, rehuye este reto “dejando vía libre al enemigo”. ¿Qué pasaría si todos los que forman parte de iglesias de base y ONGs despolitizadas, ingresasen críticamente en instituciones políticas para ejercer el derecho democrático de la participación? ¿Podrían echarnos a todos? Ofrecemos este punto como invitación a la reflexión de las iglesias y las ONGs.

2. Implantación de la austeridad como estilo de vida

La globalización neoliberal ha impuesto la absolutización y sacralización del mercado (fundamentalmente, el mercado financiero) como marco único e incuestionable de funcionamiento social, y como marco de decisión político-económica. Esto significa que la política económica del neoliberalismo no estudia las necesidades humanas y, en función de ellas, impulsa la maquinaria productiva, sino exactamente al revés: atiende a las necesidades del mercado y, en función de éstas, “crea” las interminables falsas necesidades de los ciudadanos (las cuales, obviamente, sólo van a poder ser satisfechas por una ínfima minoría de éstos).

Esto es la “sociedad consumista”, compulsivamente consumista y este consumismo alimentado por el materialismo hedonista que el propio sistema se encarga de fomentar a través de sus armas mediáticas y del casi exhaustivo control de la mayoría de los centros de formación de la opinión pública es el motor del sistema económico neoliberal, que empobrece y explota a la inmensa mayoría de mujeres y hombres.

Este sistema dejaría forzosamente de funcionar si ejerciéramos una feroz resistencia a esta imposición de modelos y estilos de vida consumistas. Por eso se hace necesario un estilo de vida austero, que se conforma con vivir sencillamente, con poseer sólo lo verdaderamente necesario; un estilo de vida que descubra, muestre y demuestre a los demás, que la felicidad humana tiene poco que ver con ese afán desmedido por la posesión individualista, el gasto, el bienestar materialista y el confort; un estilo de vida donde la lectura, la reflexión, el disfrute de la naturaleza y de la amistad, el desarrollo de las capacidades personales, la participación político-social y la lucha solidaria por la justicia sustituyan a esa sucesión vacía y obsesiva de actos de consumir, consumir y consumir.

De este modo, el boicot a la telebasura (la principal incitante al consumismo hedonista), a las multinacionales, a los productos que han sido fabricados explotando a los trabajadores o contaminando el medio ambiente, etc, así como el apoyo y la progresiva multiplicación de las redes de comercio justo, serán actos concretos que anticipen el nuevo modelo de sociedad no-consumista.

3. El ejercicio de la solidaridad cotidiana

La práctica de la solidaridad no podrá ser, para la mujer y el hombre revolucionarios, objeto de “actos excepcionales” como los de responder a ciertas campañas de ONGs en determinados momentos sueltos (como si los pobres de la Tierra –principales damnificados del sistema- no pasaran hambre todos los días), sino que deberá ser el rasgo esencialmente definitorio de su forma de ser y de vivir.
Esto significa que el antedicho anticonsumismo debe ir necesariamente acompañado por una práctica cotidiana del compartir nuestros bienes materiales y nuestro dinero con los necesitados, de manera que lo que sustraemos al consumismo lo desviamos hacia la atención a los pobres y a sufragar los actos de nuestra militancia.

Asimismo, la solidaridad militante y de resistencia no-violenta deberá plantar cara a las actuales estructuras bancarias y bursátiles, no participando jamás en fondos de inversión ni en la adquisición de los productos financieros al uso en nuestro sistema; al contrario, se hace necesaria la creación de fondos alternativos de inversión solidaria, para la promoción de personas pobres e insolventes a las que el sistema jamás ayudará.

Y el permanecer constantemente atentos y abiertos al contacto con los sufrientes de nuestro entorno cercano local, será también otro rasgo de nuestra solidaridad cotidiana. Frente al impersonalismo de nuestra sociedad, que pasa de largo ante tantos mendigos, sin-techo, inmigrantes, etc, el revolucionario deberá encarnarse en la situación de tantos necesitados como nos rodean, pues sólo se puede liberar lo que se asume, y sólo podemos ayudar a aquéllos en los que nos encarnamos.

4. La participación activa y directa en actos contra la globalización

Una de las principales causas de que el sistema imperante permanezca tan tranquilo, es la falta de denuncia por parte de la ciudadanía. El ciudadano medio está tan ocupado (o trabajando o consumiendo) que apenas tiene tiempo (ni ganas ni interés) para participar en actos reivindicativos de denuncia del sistema. Por eso, nuestra participación (con nuestro trabajo en su preparación y con nuestra presencia en su realización) en todo tipo de actos que denuncien la actual estructura es imprescindible.

Así, manifestaciones, sentadas, encadenamientos, huelgas, marchas, concentraciones callejeras, objeciones de conciencia, objeciones fiscales y demás actos llamativos se hacen necesarios como llamadas de atención a la opinión pública.
Al mismo tiempo, es también necesaria la creación y participación en foros de debate, campañas en la red, ciclos de conferencias, seminarios, publicaciones, folletos, centros culturales y demás iniciativas de transformación del orden cultural, luchando sin descanso por suplantar la ideología y los valores del neoliberalismo por otros de tipo solidario; militando sin tregua por transvalorar el talante de nuestras acomodadas y aburguesadas conciencias.

5. La vivencia y realización de lo comunitario

Queda fuera de toda discusión que el principal valor que la ideología neoliberal ha impuesto es el individualismo. Así, el ciudadano queda fragmentado, escindido y disuelto, anulándose la posibilidad de cualquier sujeto social colectivo (precisamente, el necesario para la transformación social). Así, al vivirse todo desde la más absoluta individualidad, el sistema puede fácilmente con la sociedad, con el pueblo. Pero si implantásemos la vida comunitaria (la comunión de vida y de bienes) el sistema no podría con nosotros. No es difícil imaginar cuánto crecería nuestro poder, y cuánto aumentarían nuestras posibilidades y capacidades, si uniésemos nuestros bienes, nuestro tiempo, nuestras potencialidades, nuestras fuerzas y nuestra acción, las pusiéramos en común y las enfocáramos en la misma dirección: contra el sistema.

Si lo hiciéramos, ni dependeríamos de la banca, ni nos tendríamos que someter al yugo de empresas explotadoras y puestos de trabajo alienantes, ni tendríamos esa mentalidad tan menesterosa y dependiente frente a “papá-Estado”; antes, al contrario, seríamos los verdaderos sujetos protagonistas de la historia, convirtiéndonos en ciudadanos responsables de “la casa común”, haciendo una auténtica democracia participativa de esta falsa burocracia, y constituyéndonos en pueblo auténticamente autogestionario.

En conclusión, si queremos hacer la revolución empecemos, a partir de este preciso instante, a trabajar por la politización de los individuos y los grupos que componen la sociedad, vivamos una austeridad rebelde contra el consumismo, practiquemos la solidaridad cotidiana (desprendiéndonos de todo lo innecesario, a favor de los que no tienen), participemos en todos los actos que podamos organizar contra la globalización neocapitalista y construyamos comunidades que luchen, con entusiasmo, por la justicia social universal.

Y, sobre todo, seamos constantes (una de las primeras razones que justifican la necesidad de la comunidad es, precisamente, la posibilidad de cansarnos en la lucha, por lo cual es imprescindible el apoyo comunitario). Luchemos hasta cansarnos, y continuemos hasta cansarnos de cansarnos. La revolución sólo será posible con hombres de ésos a los que se refería el poeta Bertold Brecht:

“Hay hombres que luchan un día, y son buenos: hay hombres que luchan un año, y son mejores, hay hombres que luchan diez años, y son muy buenos; y hay hombres que luchan toda la vida, ésos son los imprescindibles”.

Consumo Responsable


Pues si, al hacer el análisis de “la aldea global” observamos, al decir de Ignacio Ramonet, los tres pilares sobre los que el sistema ejecuta la globalización imperialista (el económico, el de la dominación ideológica y el militar), tendremos que reconocer en el primero de ellos al comercio multinacional (con las leyes impuestas por la Organización Mundial del Comercio) como uno de los principalísimos causantes, junto al Banco Mundial y al F.M.I. Y resulta bastante obvio que no podemos estar criticando y denunciando las estructuras sobre las que se asienta esta mundialización neoliberal, y luego haciéndole el juego, actuando pasiva y masivamente en nuestra faceta cotidiana de consumidores.

Es decir, que si el discurso militante contra la globalización va acompañado de un consumismo de las grandes marcas que la sostienen, nos hacemos, contradictoriamente, cómplices de las multinacionales, de la explotación laboral de mano de obra barata en el Tercer Mundo, de la degradación y contaminación medioambiental que las grandes macrocorporaciones ejercen, de la opresión infantil y de las trampas que la O.M.C. efectúa sobre los países empobrecidos. No podemos denunciar a los organismos que rigen el comercio multinacional (obligando al sur a liberalizar sus mercados, al tiempo que permite al Norte ser proteccionista con los suyos, mediante políticas arancelarias realmente insoportables y subvenciones a los productores ricos para ayudarles a que tengan precios competitivos...) y después dar la espalda a las iniciativas de alternativa real a estas reglas del juego, como las que el comercio justo pretende, tengan éstas los defectos que tengan.

Luego, el plano del discurso denunciante y el del boicot a las grandes multinacionales (y, por tanto, el del consumo responsable y solidario) deben caminar de la mano. De modo que ni debemos conformarnos con apoyar el comercio justo sin plantear la lucha en el único escenario efectivo posible, (es decir, a nivel de las estructuras políticas), ni, por el contrario, debemos limitarnos a quejarnos de lo mal que funciona el sistema, (lo “requetemalísimas, opresoras, contaminantes y fagocitadoreas del pequeño y mediano comercio que son las multinacionales) y, después, desentendernos de nuestra obligación moral de ser consumidores responsables y solidarios.

Resumiendo, las razones que nos “obligan” a apoyar el comercio justo son:

1- Es una exigencia de nuestro planteamiento de crear sinergias de microutopías. Si hay gente que está creando, en el Sur, cooperativas de comercio justo que garantizan salarios justos a los productores, condiciones laborales justas, condiciones ecológicas de producción (en otras palabras, que generan alternativas a las lacras presentes del comercio internacional, al tiempo que salvan a muchísimas familias del Sur, del hambre, la miseria, el paro o la explotación), no tiene ningún sentido militante que no las apoyemos; menos aún, que nos dediquemos a criticarlos, salvo que nosotros creemos alternativas mejores al respecto.

2- No podemos estar continuamente proclamando un discurso anticonsumista y luego ser consumidores irresponsables. No prestar atención a qué productos compramos (de qué país de procedencia vienen, en qué condiciones laborales y ecológicas han sido producidos y comercializados...) o, incluso más, ser consumidores (y, por tanto, clientes) de multinacionales que sabemos están monopolizando u oligopolizando el escenario de los mercado mundiales, es ser cómplices de la injusticia institucionalizada.

3- Apoyar es sumar y no apoyar es restar. Es cierto que la suma total de las primas obtenidas por el comercio justo español, durante la pasada campaña, fue realmente irrisoria. Pero antes de criticar tan ridículos resultados, deberíamos preguntarnos qué responsabilidad tenemos nosotros en los mismos. Pues si todos los que critican, o no apoyan, el comercio justo, se sumasen a los que lo apoyamos, entonces los resultados serían inmensamente mejores y, por tanto, las alternativas de comercio justo tendrían mayor poder competitivo frente al comercio injusto. El día en que todos los consumidores se negasen a comprar productos de multinacionales explotadoras, la cosa cambiaría para los pobres, sin duda alguna. Y, de paso, nosotros seríamos más austeros, aun cuando sólo fuese porque el comercio justo es más caro que el injusto y tendríamos menos capacidad de consumir.

4- Es verdad que el comercio justo tiene montones de fallos (y algunos de ellos, ya mencionados, pueden ser muy graves), pero tenemos una alternativa. O seguimos criticando desde fuera (y dejamos que siga todo igual) o nos metemos a apoyarlo y, ya desde dentro, podemos cambiarlo en todo lo que adolece. Me parece bastante claro cuál de las dos opciones es más lógica y coherente. Claro que hay una tercera opción: puesto que nos duele la actual globalización del capital y del poder de los grandes, podemos reinventar nuevas opciones alternativas al sistema de comercio injusto actual. ¿Queremos?

5- Sólo desde una postura de apoyo a las redes de comercio justo que nos parezcan mejores, más de acuerdo con nuestra línea ideológica y más eficaces, podremos plantear soluciones políticas al problema. Sólo desde nuestra actitud de consumidores responsables, podremos denunciar a nuestros gobiernos por su actitud pasiva o connivente con la O.M.C. Pero, al contrario, una denuncia permanente de las reglas del juego de la O.M.C. , mientras somos “clientes” de sus principales beneficiarios, es una enorme contradicción.

Por eso, para terminar, creo que debemos hacer causa común con estas iniciativas alternativas (aunque en su estado actual nos parezcan “blandas”); apoyándolas y extendiendo el espíritu que las anima, con el tiempo podremos ir “endureciéndolas”. Desde esta orilla podremos (y deberemos) trabajar por una economía productiva y distributiva, frente a la actual economía especulativa y acumulativa del capital; desde esta orilla podremos exigir al comercio justo que sea más militante (quizá con nuestro ejemplo) pero no con un café de multinacional en la mano (por decir algo). Siendo consumidores responsables, siendo personas austeras que toman una opción clara y radical por la pobreza, siendo verdaderamente ecológicos en nuestro consumo cotidiano, podremos ofrecer compromisos políticos creíbles y verosímiles. Nunca al contrario.

Quiero acabar con una anécdota: cuando hace poca más de un año, Coca Cola despidió a más de 6000 trabajadores (aprox. una cuarta parte de su plantilla) porque había obtenido “sólo” 404.000 millones de beneficio (frente a los 411.000 del ejercicio anterior), dejé de consumir ese infecto refresco, mandé cartas al director de los periódicos denunciando el hecho (que no me fueron publicadas, obviamente), lo publiqué en la revista de mi instituto y lo intenté llevar a varios grupos y contextos (fracasando en la mayoría de ellos). Cuando en uno de ellos, un amigo se tomó el tema a cachondeo, me dijo:

- “Coca Cola: tiembla, que Pedro te hace el boicot”.
Y le respondí:
-Indudablemente, hoy no tiembla, pero si mañana sigue sin temblar no será, desde luego, culpa mía; culpa tuya sí.

Gandhi, Luther King, Mounier, Pestaña, Rovirosa no esperaban a ser muchos para vivir conforme a aquello en lo que creían. ¿Creemos nosotros que el actual comercio del sistema es injusto? Pues actuemos en consecuencia.

1 de enero de 2006

La economía puede estar al servicio de los empobrecidos

La economía (esa ciencia que “estudia los métodos más eficaces para satisfacer las necesidades humanas materiales...” según el diccionario de la lengua española) hace tiempo que está casi exclusivamente al servicio de los poderosos y para crear más dinero al “precio” que sea. Sin embargo, existen hoy en día diversas realidades que ponen a trabajar el ahorro de muchas personas en favor de los excluidos de la sociedad. Una de estas realidades es Oikocredit (www.oikocredit.org), cooperativa de crédito internacional fundada en Holanda en 1975.

Oikocredit promueve la justicia global animando a personas, colectivos, entidades, etc a compartir sus recursos a través de inversiones socialmente responsables y apoyando a personas necesitadas de crédito. Oikocredit otorga créditos a centenares de organizaciones locales del llamado “Tercer Mundo” que habitualmente no pueden acceder a los créditos de la banca tradicional (por no poseer suficiente aval, ni ser dignos de confianza).

Este cometido se realiza del siguiente modo. A través de Asociaciones de Apoyo a Oikocredit (AAO) se recoge dinero, sobre todo de ahorradores de los países desarrollados, que se envía a la central de Holanda y esta a su vez a sus sedes regionales y nacionales donde este dinero se divide en muchos pequeños créditos o microcréditos. Para ello se hacen actividades de sensibilización y promoción del ahorro solidario y difusión del modelo de banca alternativa. Todos los fondos recaudados se invierten en la financiación de proyectos de desarrollo en países del Tercer Mundo en forma de prestamos (nunca de donaciones). Los socios partícipes de cada AAO se comprometen a prestar su dinero durante un periodo mínimo de 1 año, a partir del cuál pueden retirar su aportación, si lo desean. Además, anualmente reciben unos dividendos del 2% como máximo (en los últimos 15 años ha sido del 2%). En sus 31 años de existencia ningún socio a perdido un solo céntimo de sus ahorros, lo que avala el funcionamiento correcto, eficaz, serio y a la vez tremendamente alternativo de esta organización.

Oikocredit tiene la capacidad de hacer confluir dos necesidades reales que existen en nuestro mundo. Por una parte, muchas personas del “Norte” -que son sensibles a valores como la justicia, la solidaridad, la paz, la ecología y actúan a favor de ellos a diferentes niveles- quieren que su dinero esté al servicio de un mundo más justo y humano. Es decir, quieren ser coherentes también con su dinero, pues entienden que puede surgir una contradicción: mientras intentamos construir otro mundo, nuestro dinero está trabajando 24 horas al día para valores o ideas contrarios a los que defendemos. Y es que la banca tradicional no informa de sus inversiones, tiene negocios en paraísos fiscales (lugar de blanqueo de dinero de drogas, prostitución y armamento entre otros), parte de sus activos los dedica a especular en bolsa y no a invertir en economía real, explota a sus trabajadores, etc. Es decir, sólo interesa hacer crecer la rentabilidad monetaria con independencia del medio con el que se consiga. Sin embargo, muchas personas están interesadas sobre todo en la rentabilidad social, en poner al servicio de las personas desfavorecidas los medios económicos de que disponemos.

Por otra parte, muchas personas y cooperativas del Tercer Mundo les es muy difícil acceder a créditos que les permitan construirse una alternativa productiva que los saque de su situación de miseria y dependencia. La banca tradicional no se fía de estas iniciativas por falta de aval, pero en entidades como Oikocredit encuentran la posibilidad y el crédito (monetario y de confianza) para empezar a gestionarse su propio desarrollo.

En España ya existen dos AAO (Cataluña y País Vasco) y en 1 o 2 meses existirá otra en Sevilla. Esperamos que pueda interesarte el tema y si quieres colaborar de cualquier forma (con dinero o tiempo) estamos en oikocreditsur@telefonica.net.

Un genocidio contra las mujeres

No puedo dejar de sentirme privilegiada en este mundo en el que la mayoría de las mujeres viven en situación de desventaja. He tenido la suerte de tener unos padres que me han dado las mismas oportunidades que a mis hermanos, en un pais y en un tiempo el que a las mujeres se nos reconocen los mismos derechos que a los hombres, en una sociedad en la que he podido estudiar y desarrollarme profesionalmente en un entorno típicamente masculino.

Pero me duele profundamente que me tenga que sentir como una privilegiada. Me indigna que en pleno siglo XXI estemos en la edad de piedra. Porque las mujeres seguimos siendo ciudadanos de segunda ¿segunda?. En este artículo se recoge el dolor que sufren las mujeres, las vejaciones y crímenes que se cometen contra ellas, se da un orden de magnitud espeluznante de cuantas desaparecen, sufren agresiones sexuales, son mutiladas, mueren por no recibir la misma asistencia sanitaria, por no alimentarlas, por no cuidarlas igual que a los hombres.

No podemos quedarnos impasibles. Es necesario posicionarse, denunciar, luchar por que estos actos depravados no se repitan con ningún ser humano. Hay que proteger a los desvalidos, hacerlos fuertes para que se defiendan, ayudarlas a salir de ese infierno. No podemos quedarnos de brazos cruzados.

¿Quienes somos?

Presentación en formato PDF

Con la denominación de ASOCIACIÓN ENFOCA, se constituye en Sevilla, el día 7 de Abril de 2.006, una organización de naturaleza asociativa y sin ánimo de lucro, al amparo de lo dispuesto en el artículo 22 de la Constitución Española, la Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación.

Los fines de la Asociación serán los siguientes:

  1. Elaborar un análisis crítico de la realidad promoviendo la transformación de la misma mediante la propuesta de soluciones alternativas más justas y solidarias.
  2. Concienciar a la sociedad sobre las causas estructurales de los grandes problemas de nuestro mundo.
  3. Promover una ciudadanía responsable que se ocupe de los asuntos públicos y participe activamente de la vida política.

Y para su consecución desarrollará las siguientes actividades tipo

  1. Organización de seminarios, charlas y grupos de estudio para los asociados y el público en general.
  2. Participación en aquellos foros y redes de cooperación con fines análogos a los de la Asociación tanto a nivel local, como nacional e internacional.
  3. Elaboración y publicación de escritos y estudios, prestando especial atención a los medios que para ello brindan las Nuevas Tecnologías de la Sociedad de la Información.
  4. Preparación y presentación de propuestas políticas.
  5. Apoyar las redes de Comercio Justo y Consumo Responsable
  6. Actividades de apoyo a los movimientos sociales que persiguen nuestros mismos objetivos en sus acciones reivindicativas (i.e. Deuda Externa, contra la guerra, deterioro del medio ambiente, explotación laboral, etc.)

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