31 de enero de 2009

Los nuevos gurús

Parafraseando al poeta, todo pasa y nada queda,
imperio de lo efímero, que reza algún título,
merchandising postmoderno, publicidad a la carta,
provisionalidad vendemos en papel de celofán.

Lo nuestro es progreso, más allá de la moda, lo último,
humo y hedoné, bragas de ninfas del jardín de Epicuro,
rapperos del chat, especialistas en instantaneidad.
¡Rebajas axiológicas, oiga! ¡Cambiamos sus valores!

Ideales no nos quedan; las causas están agotadas,
pero tenemos una magnífica promoción de amor virtual.
Si Vd no queda satisfecho, le devolvemos el orgasmo.

No te bañes dos veces en el mismo río, ni lo intentes,
te sugerimos los nuevos gurús de la era de Narciso,
no te detengas en lo estable, no sea que te guste.

30 de enero de 2009

Distribución de la riqueza: cuestión de matemáticas

Me ha llegado varias veces este mensaje:
El plan de rescate a los bancos con dinero de los contribuyentes, que aun se discute en el congreso de USA, costará la indimensionable cifra de 700.000 millones de dólares, más los 500.000 millones que ya se les ha entregado a la banca, más los miles de millones que entregarán los gobiernos de Europa a los bancos en crisis en ese continente.

Pero para tratar de dimensionar sólo en algo las cifras involucradas el televidente, hace el siguiente cálculo:

'El planeta tiene 6.700 millones de habitantes, si se dividen 'sólo' los 700.000 millones de dólares entre los 6.700 millones de personas que habitan el planeta, equivale a entregarle 104 MILLONES DE DOLARES A CADA UNO'.

'Con eso no sólo se erradica de inmediato toda la pobreza del mundo, si no que automáticamente se convierte en MILLONARIOS a TODOS LOS HABITANTES de la Tierra'.

Concluye diciendo : 'Parece que realmente hay un pequeño problema en la distribución de la riqueza'
Evidentemente el cálculo es erróneo: 700.000.000.000 dólares divididos entre 6.700.000.000 personas resultan 104 dólares y 47 centavos.

¿Por qué entonces tanta gente da como valido el resultado y reenvía el correo? Porque, aunque las cuentas son erróneas, no hay nada de erróneo en eso de que la riqueza está mal distribuida. Lo que ocurre es que las matemáticas para probar esto son más complejas.

De todas formas, pongamos que repartimos ese dinero entre cada ciudadano del mundo. Puede que a nosotros 104 dólares nos parezcan poco, pero una mayoría relativa de personas vive con menos de un dolar al día. Esto significa que lo que para nosotros es poco o nada, para mucha gente significa su subsistencia durante medio año. Incluso aquellos a los que nos parecen poca cosa 104 dólares, podríamos renunciar a ellos en favor de los más desfavorecidos, de manera que se podrían incluso subsistir durante un año con ese dinero.

Esto debería hacernos pensar que quizá, si distribuimos la riqueza equitativamente, la mayoría (¿todos?) de los que leemos esta página debemos dar en lugar de recibir.

De todas formas, el cálculo ya está hecho: según la FAO hacen falta 30.000 millones de dólares para erradicar el hambre en el mundo, según la ONU con 32.000 millones de dólares se lleva agua potable para todos; las dos cifras suman 62.000 millones, muy por debajo de los 700.000 millones invertidos por EEUU en la crisis. La conclusión es sencilla: hay un gran problema en la distribución de la riqueza.

¿por qué lo llaman ética cuando quieren decir sexo?

Antonio Avendaño
Público

Una vez más, me han pisado la idea. Y como una, vez más, lo han hecho mejor de lo que yo lo haría, pues cedo mi sitio, encantado, a Antonio Avendaño que, con verbo afilado, irónico y claro como el agua, lo expresa perfectamente. Con Vds, Antonio Avendaño:

De igual modo que Fraga pensaba en el pasado que la calle era suya, la Iglesia piensa ahora que la familia es suya. Y que el matrimonio es suyo. Y, ya de paso, que el sexo no debe ser de nadie. Todo el maldito embrollo que viene organizando un grupete de familias y de jueces exageradamente católicos, con la complacencia del PP, se debe a que algunos de los manuales de la asignatura Educación para la Ciudadanía cometen el sacrilegio de tratar a los homosexuales como si fueran personas, ¿qué digo personas?, como si fueran ¡ciudadanos!, cuando todo el mundo sabe perfectamente que un homosexual es otra cosa, otra cosa respetable, eso sí, por supuesto, cómo no, faltaría más, todo lo respetable que se quiera, tan respetable que hasta puede ser considerado un hermano en Cristo, una oveja más del divino rebaño, pero ¡por Dios y por todos los ángeles y por la Santísima Virgen! no un ciudadano, carísimos hermanos, no un ciudadano, no alguien que pueda amar, casarse o criar hijos como una persona normal, ¡eso jamás!

Los objetores dicen sostener que el Estado quiere imponer una cierta ética a sus hijos, pero no saben lo que dicen, pues cuando dicen ética en realidad quieren decir sexo. El Supremo, sin embargo, ha hablado dando a Dios lo que es de Dios y al Estado lo que es del Estado. Ea pues, ha vencido la razón. Laicos, 1-Meapilas, 0. Vale. Hemos ganado. Oéee, oé, oé, oé. Y sin embargo… Y sin embargo queda en el ambiente un cierto regusto amargo, la sensación de haber dedicado ingentes esfuerzos a una victoria de gran importancia política, pero de discutible relevancia educativa. ¿Por qué discutible? Porque EpC es una asignatura cargada de buenas intenciones y sobre tales asignaturas siempre se cierne el peligro de acabar convertidas en una maría. ¿Habremos librado esta agria batalla por una futura maría? Dios no lo quiera.

29 de enero de 2009

Alternativas económicas


50 píldoras para entender la crisis

Juan Torres López
Catedrático de Economía Aplicada (Universidad de Sevilla, España)

El origen y el desarrollo de la crisis

1. La crisis se origina en Estados Unidos.
2. Para evitar que después del 11-S la economía se viniera abajo se bajaron mucho los tipos de interés.
3. Como al bajar los tipos de interés los bancos ganarían menos, buscaron la manera de no dejar de ganar.
4. Para ello se lanzaron a la búsqueda desesperada de clientes para sus préstamos y los daban cada vez más a familias con pocos recursos.
5. Los préstamos que daban (sobre todo los hipotecarios) eran muy arriesgados pero gracias a eso los podían dar a tipos de interés más altos.
6. Los bancos (y en general los inversores en los mercados financieros) no se guardan en un cajón los contratos de los préstamos que dan sino que los venden. Esa es una actividad llamada "titulización" que les permite cambiar papel por dinero líquido. Y a partir de ella nacen los "productos derivados", llamados así porque van naciendo, derivándose, unos de otros. Forman el corazón de las finanzas internacionales, como una gran pirámide invertida (porque de uno inicial surgen muchísimos más) que mueve billones de euros solo a partir del papel, sin riqueza productiva alguna detrás.
7. Los bancos hipotecarios estadounidenses vendían sus contratos hipotecarios a unos fondos de inversión que ellos mismos habían creado para tal fin. En realidad se los vendían a ellos mismos pero formalmente aparecían como si fueran otras empresas y eso les permitía que en sus balances el papel se sustituyera por dinero y así podían dar más créditos, que es lo que les proporciona rentabilidad.
8. Esos fondos de inversión vendían a su vez esos contratos a otros fondos, y estos a otros, y así esos contratos se fueron difundiendo por el sistema bancario internacional.
9. La inversión en esos contratos era muy rentable porque como respondían a hipotecas con tipos de interés más alto que el del mercado también podían dar más rentabilidad que la del mercado.
10. Para colmo, los bancos que originalmente vendían esas hipotecas trataron de disimular que eran muy arriesgadas. Para ello hacían "paquetes" en donde había unas buenas y otras malas. Y, además, contrataban a unas empresas especializadas (llamadas agencias de "rating") para que "evaluaran" si esos paquetes eran buenos o malos. Les pagaban por ello, así que esas empresas decían que, por supuesto, era de la mejor calidad financiera.
11. Pero era mentira.
12. Las familias empezaron a no pagar sus hipotecas y así, lo que antes era muy rentable para el banco ahora dejaba de tener valor.
13. Quienes habían comprado esas hipotecas o los paquetes que las contenían empiezan a tener que registrar las pérdidas patrimoniales correspondientes.
14. Fueron quebrando unos bancos detrás de otros.
15. El sistema bancario de USA y el de Reino Unido llegaron a la bancarrota y los demás le siguieron o están a punto de llegar a la misma situación.
16. Al ver los bancos que los demás estaban en tantos apuros y que ellos mismos tenían pérdidas muy grandes dejan de darse créditos unos a otros.
17. Cuando los bancos dejan de tener confianza y liquidez para prestar, el dinero empieza a no llegar a la economía real, a los empresarios y los consumidores.
18. La economía real no puede funcionar sin crédito (¿quién puede comprar un coche o una casa o casi cualquier cosa hoy día sin financiación?).
19. Las empresas empezaron a cerrar y a despedir trabajadores.
20. En mitad de ese proceso se produce otro fenómeno: los inversores que ven que las finanzas se han puesto feas para especular allí (que es lo que saben hacer) apuestan por invertir en otros mercados.
21. ¿En dónde? En los que tienen tendencia a subir los precios, como antes había pasado con el inmobiliario. Ahora lo harán en el del petróleo y en el alimentario.
22. La especulación en el mercado del petróleo subió estrepitosamente sus precios y la de los mercados alimentario también, provocando mucha más hambre y sufrimiento en los países más pobres.
23. Los efectos de la crisis financiera, de la subida del petróleo y del precio de los alimentos desató la descomunal crisis económica que estamos viviendo.

España

24. La situación española tiene algo de particular.
25. Los bancos y cajas españolas no habían adquirido grandes cantidades de hipotecas basura y de paquetes contaminados (aunque algunos sí).
26. Pero tenían otra basura: se dedicaron a financiar al sector inmobiliario y crearon una burbuja que ha explotado. 27. Solo de 2002 a 2008 pasaron de dar créditos por 700.000 millones de euros a 1,8 billones. Es imposible que ese aumento no haya ido acompañado de un incremento inmenso del riesgo, de la insolvencia y de la morosidad. Ahora empiezan a pagarlo y a tener los mismos efectos que los que acabo de mencionar a escala global.

Los Estados frente a la crisis
28. ¿Qué han hecho las autoridades?
29. En primer lugar, establecer las normas contables y financieras que permitieron que los bancos pudieran hacer todas las inversiones super arriesgadas que han hecho y que han provocado la debacle. Y, por supuesto, hacer la vista gorda cuando los peligros y los problemas empezaban a manifestarse sin remedio.
30. Cuando estos ya no se podían disimular dijeron que solo se trataba de una crisis limitada a las hipotecas y a Estados Unidos. Mintieron a la gente.
31. Luego empezaron a darle dinero a mansalva a los bancos (las multimillonarias "inyecciones de liquidez" de los bancos centrales) para que taparan el agujero y se siguieren prestando entre ellos y prestaran a la economía real.
32. Pero el agujero era tan grande que no arreglaron nada. Los bancos quebraban uno detrás de otro,
33. Propusieron que los bancos les vendieran los "activos tóxicos" (las hipotecas basura que habían ido difundiendo por la economía) pero no consiguieron nada porque estaban difuminados por todo el mundo y porque son de un valor gigantesco, prácticamente imposible de compensar.
34. La realidad es que toda la ayuda que han venido recibiendo los bancos la destinaban a compensar sus pérdida o a lavar la cara de sus balances. Algunos, incluso la dedicaron a repartir beneficios entre sus accionistas y directivos.
35. Los dirigentes de los países más poderosos se reunieron en Washington y en unas pocas horas aprobaron un documento vago y de generalizaciones en el que se daban algunos golpes de pecho y en el que fundamentalmente acordaron dos cosas: que iban a tomar medidas en los mercados financieros y que los gobiernos tenían barra libre para gastar lo que fuese necesario porque la crisis de la economía real se hacía ya muy grave.
36. De las medidas financieras nada se sabe pero sí han aprobado planes de gasto para tratar de que el paro y las quiebras de empresas no sigan aumentando.

El futuro

37. ¿Servirán de algo esas medidas?
38. Una cosa está clara: mientras no se curen las causas del cáncer éste seguirá avanzando. Ahora ya han caído muchos bancos. Seguirán cayendo los demás y después vendrá la caída de los fondos de inversión y de pensiones...
39. Los planes de gasto compensarán la pérdida de empleos pero su coste (que recaerá sobre los más débiles y sobre las generaciones futuras) será inmenso si no se cierra pronto la sangría.
40. Y, mientras tanto, los bancos siguen sin abrir el grifo de la financiación. Los gobiernos hacen como que se molestan con ellos pero aquí paz y después gloria. Es más, para dorarle la píldora le hacen rebajas fiscales vergonzosas e inmorales a los banqueros y grandes propietarios, como acaba de suceder en España.

Alternativas de progreso frente a la crisis

41. ¿Qué se debería hacer entonces?
42. Hay que tomar medidas urgentes como las siguientes: Evitar la sangría financiera interviniendo los bancos. Abrir inmediatamente el grifo de la financiación. Aumentar la cuantía de los planes de gasto (en particular poniendo capital fondos de financiación a disposición de las empresas que creen empleo) y procurar que no sea inversión despilfarrada (como la que están proponiendo en España algunos ayuntamientos en el plan del gobierno). Establecer impuestos extraordinarios en todos los países sobre las grandes fortunas, sobre los movimientos especulativos y los beneficios extraordinarios.
43.Y por supuesto también son imprescindibles otras medidas con carácter estructural y global: Nuevas normas que regulen y disciplinen las actividades financieras y garanticen la financiación para la actividad productiva. Entre ellas, control de los movimientos de capital, eliminación total de los paraísos fiscales, establecimiento de Impuestos internacionales, y creación de instituciones internacionales democráticas....

Más allá de la debacle financiera

44. Lo que hay detrás de la crisis es la especulación financiera que ha llegado a ser gigantesca y peligrosísima. Pero los capitales se han ido yendo a la esfera financiera especulativa porque allí tienen más rentabilidad relativa.
45. Hay que evitar que la especulación sea más rentable que la actividad que crea riqueza.
46. Para eso hay que penalizar la especulación y sus beneficios, extraordinarios pero letales para el resto de la economía, y hacer que los mercados reales sean más dinámicos y rentables. Y para que esto último sea posible es necesario que haya mucha más demanda y mucha mayor capacidad de compra: hay que subir los salarios reales. De hecho, fue su caída en los últimos años lo que disminuyó la demanda, y con ella las ventas, la producción y la rentabilidad.

Lo que hace falta para cambiar las cosas

47. Las medidas y políticas alternativas que acabo de señalar son perfectamente posibles y por supuesto necesarias pero no se podrán adoptar mientas que el poder esté en manos de los banqueros, de los grandes financieros y de los grandes propietarios.
48. Para que haya una economía diferente es necesario que los ciudadanos tengan el suficiente poder para asegurar que sus preferencias democráticamente expresadas se conviertan en decisiones. Lo que hoy día sucede es lo contrario: las preferencias de los ricos son las únicas que lo consiguen.
49. La crisis está mostrando el lado inmoral y criminal de muchas actividades financieras y económicas. Por la ganancia se permite todo. Hay billones euros para ayudar a los bancos y no unos pocos miles para evitar que cada día mueran 25.000 personas de hambre.
50. Las crisis seguirán produciéndose y con ellas el sufrimiento innecesario de millones de seres humanos si no logramos que lo inmoral sea inaceptable, si la ética del respeto a la vida y de la cooperación no se impone sobre la del beneficio. No sufrimos solo una crisis económica. No nos engañemos, es la crisis de un sistema social y económico, de nuestra civilización, de una humanidad que se ha pervertido a sí misma solo para que una minoría se harte de disfrutar y de ganar dinero.

(Continuará)

28 de enero de 2009

Recesión

Con permiso de Educación para la ciudadanía, estas son las dos noticias del día:

Que no tropiecen con la misma piedra

La alegría dura poco. A finales de 2008 nos encontramos con la noticia del fin de las lapidaciones en Irán. Pues bien, dos personas murieron lapidadas en diciembre y hay otras diez en riesgo de morir de esta manera tan atroz.

Amnistía Internacional nos invita de nuevo a pronunciarnos contra esta práctica y recoge firmas para pedir al Gobierno iraní que prohíba de una vez y por ley esta forma de ejecución. Participa con nosotros.

¿Por qué España vende armas a países como Israel?

Más concretamente, "¿a cuántos civiles palestinos habrán matado nuestras armas?" Zapatero nos tranquiliza: "Estoy convencido de que nuestros componentes o el armamento que nosotros vendemos a Israel no se ha utilizado para este fin".

Mal negocio este de las armas para España si nuestros compradores después no las utilizan. No sé por qué, pero me resulta poco creíble la respuesta del presidente.


27 de enero de 2009

Bolivia Sí

No es noticia nueva, Bolivia ha votado que Sí a la nueva constitución propuesta por el gobierno de Evo Morales.

Leo en El País la noticia y no me sorprende el titular: "Bolivia ahonda su división en las urnas". Como ha salido que sí, viene el desastre para los bolivianos. De nuevo la amenaza de secesión y de guerra civil. Recordemos que si no estuviera Chávez en Venezuela, que obligó a Bachellet y a Lula a posicionarse contra el golpe de estado, las amenazas ya se habrían cumplido.

Según PRISA, el resultado es cuestionable porque sólo ha sido votado por el 60% de bolivianos. ¿Nada más? ¿Hablamos de la constitución europea que no ha sido votada? ¿De los estatutos de Cataluña y Andalucía?

Dicen que hay cuatro regiones que han rechazado la constitución. ¿Qué hacemos con la nuestra, que no fue aprobada por la mayoría del pueblo vaso?

¡Ya está bien de dar lecciones! Si miramos todo con lupa, también veremos nuestras vergüenzas.

Dice El País que "la nueva Constitución no ayudará a cerrar las heridas abiertas entre la zona oriental (rica y conservadora) y la occidental (indígena y más pobre)". No entiendo los paréntesis ¿indígena se opone a conservadora?

Si la nueva constitución disgusta a los ricos y gusta a los pobres, no creo que sea porque los ricos quieran compartir aún más pero a los pobres les parezca ya demasiado. Y no me cuenten ahora el cuento neoliberal de que si los ricos prosperan, los pobres que les rodean también... Ese cuento se lo llevó el viento de la crisis.

La guerra en Afganistán

Benjamín Forcano

Somos muchos los ciudadanos españoles los que nos interesamos por la Política Exterior que el Gobierno de España trata de realizar. Me refiero a la presencia de España en Afganistán y al aumento de tropas que, al parecer, piensa efectuar en aquel país.

Cuando se trata de la guerra hay que ser lúcidos y audaces, pues las guerras de invasión y ocupación por mucho que quieran justificarse, resultan siempre injustas y tremendamente crueles y devastadoras. Digo siempre injustas, consciente de que tal aserto no será compartido por quienes, de una manera u otra, se colocan de entrada en la perspectiva imperialista de las potencias que practican una política de expansión y dominadora.

Esto, lo primero. El mundo no está para imperialismos ni liderazgos basados en la fuerza de las armas. Ya es sintomático que EE.UU. consuma anualmente en gastos militares más que el resto del mundo, unos setecientos mil millones de dólares. Y es sintomático que, a mantener esa su hegemonía actual , contribuyan las más de 140 bases militares extendidas por el mundo.

Esa superioridad económico-militar no se ha construido por sí misma, sino a costa de sacrificar la dignidad e igualdad de otras naciones, invadidas, sometidas, expropiadas de sus bienes y administradas foráneamente por el poder e influencia de EE. UU. Y, si esas naciones, amparadas en el Derecho Internacional, invocan su derecho a ser soberanas, experimentan entonces la represión y la condición de ser naciones sometidas al yugo de un poder extranjero. No es éste la letra ni el espíritu de la Carta de las Naciones Unidas que, aleccionadas por las reiteradas y espantosas experiencias del pasado, decidieron no volver nunca más a esta barbarie y resolver pacíficamente, según Derecho y a través del diálogo y negociación, los conflictos entre las naciones.

No vale, por tanto, tratándose de la vida de pueblos enteros, disfrazar la razón de la guerra con la alianza de grupos regionales o continentales, ideológicos o raciales, económicos o geoestratégicos, porque nunca tales alianzas pueden sobreponerse al sagrado valor de la vida, de la cultura, de la historia y de la soberanía de los pueblos. Nadie, a nivel individual, puede edificar su vida a costa del desprecio y explotación de la vida de los otros. Es la regla de oro: lo que no quieras parta ti , no lo quieras para los demás. Sería esa una realización equivocada, obviamente anti-ética. La ética de la convivencia humana no es disyuntiva y excluyente: yo o tú, nosotros o ellos, sino conjuntiva e incluyente: yo y tú, nosotros y ellos.

La vida e historia de las naciones deben construirse sobre esa ética conjuntiva y alzarse sobre el pilar de la igualdad, del respeto, del diálogo y de la cooperación, sustentado siempre en la convicción de la igualdad e idénticos derechos que cohesionan a todas las naciones. La ética de la convivencia humana no puede ser disyuntiva: nosotros o ellos, sino conjuntiva: nosotros y ellos.

Me parece una monstruosidad que se siga alentando la división de los pueblos bajo el mentecato dualismo de buenos y malos (los del eje del mal), civilizados y terroristas (los que no aceptan la dominación), y que tal división sea establecida por quien más responsabilidad tiene en el quebranto y sufrimiento de una política de sometimiento. Y a quienes, con toda legitimidad, tratan de defender su propio libertad e independencia, se les denomina -sin definir previamente qué es el terrorismo- terroristas. Y así se da carta blanca a acciones de invasión, humillación y depredación.

Son cosas elementales desde las que cualquier ciudadano normal, un poco informado, considera errada e interesada la actual guerra de EE. UU. en Afganistán. Pero son las cosas elementales para las que los políticos muchas veces parecen no tener ni inteligencia ni corazón. Esa es una guerra imperialista, de ocupación, contra todo Derecho, injustificada e hipócritamente presentada como medio para "asegurar" la democracia, las libertades, la reconciliación y el bienestar del pueblo. Una "democracia", que al ritmo de la refinada y sistemática destrucción bélica aplicada, pronto dejará de tener sujeto con qué construirse, pues la indomable voluntad de independencia de sus habitantes la están pagando con un deliberado y frío exterminio: genocidio.

Antes de ponerse a revisar si la guerra está bien planteada y coordinada y si es estratégicamente la adecuada y logra o no la "reconstrucción" del país, hay que preguntarse si es necesaria y justa y tiene razón de ser: origen, causas y razones reales de su existencia. Bajo esa luz, son muchos los que piensan que deja de tener justificación nuestra presencia en Afganistán cuando se argumenta que estamos allí por cuestión de asistencia humanitaria, contención del terrorismo, seguridad de unos y de otros y para evitar las catastróficas hostilidades internas. Un argumento éste difícil de creer y que hace que el clamor de los españoles crezca cada vez más en contra de nuestra complicidad en esa guerra, pues para evitar los efectos devastadores, a los que decimos estar atendiendo en parte, no hay como negar la guerra misma y a quien la apadrina. Los riesgos de las hostilidades internas -innegables- habrá que ver en su momento cómo se afrontan desde el Derecho Internacional y desde la Carta de las Naciones Unidas, sin caer en el abismo de la actual crueldad.

Resulta claro que, en este caso EE. UU., no soporta afrontar en soledad la vergüenza de una guerra tan loca y desalmada y busca la manera de aliviarse aduciendo cómo justificación el apoyo de otras naciones. Pero, lo que está mal, está mal y no hay "sinrazones" que puedan justificarlo.

La complicidad de otros gobiernos, que no pueblos, indica hasta qué punto las llamadas democracias occidentales han procedido en su política con miedo y no con libertad y según Derecho. Un político normal, coherente, tiene que serlo a pesar de las consecuencias negativas que una actitud suya independiente, pero justa, puede reportarle. Porque medrar y recabar favores a base de dimitir de los principios, es deshonor y servidumbre. Y un "mayor" progreso y éxito políticos con servidumbre es maldito y es preferible y está por encima un progreso ético con libertad, aunque sea "menor".

Se puede seguir con reconocimiento en no pocas cosas la tarea del Gobierno actual y alentarle a proseguir en ella. Pero, en este punto, duro y complejo, va a necesitar un plus de coraje y radicalidad, para tender a la meta que se debe, logrando que de una vez nos liberemos de la locura de la guerra. Es la forma de que sus palabras suenen a verdad y contribuyan a dar un paso que la mayoría de gobernantes no va a dar. Y el Gobierno sabe por qué.

El amor a la humanidad y el respeto al Derecho Internacional comprime moralmente a apostar por salidas solidarias y pacíficas a ese callejón siniestro de la guerra, que muchos consideran fatalismo irremediable. Si se cree en la igual dignidad de todo ser humano y en la soberanía de las naciones, no es posible resignarse a que grupos idólatras del dinero y del clasismo dominen el rumbo de la humanidad y la sometan a aventuras suicidas. Un principio básico de la convivencia es la hermandad universal, que humaniza, libera y jamás somete ni explota.

Benjamín Forcano
Sacerdote y teólogo

26 de enero de 2009

Maldita equidistancia

La BBC se ha negado a emitir un anuncio, creado por el Comité de Emergencia en Desastres (DEC), para reunir fondos de ayuda para Gaza. Normalmente las compañías emiten gratuitamente los anuncios de este comité, pero esta vez es distinto.

Al parecer, ayudar a las víctimas de la última ofensiva israelí es claramente antisemita.

Según la BBC: “Junto con otras compañías, la BBC ha decidido no transmitir el llamado público del DEC para reunir fondos para Gaza. La decisión de la BBC fue tomada por las dudas sobre la entrega de ayuda en una situación volátil, y también para evitar todo riesgo de comprometer la confianza pública en la imparcialidad de la BBC en el contexto de una noticia en curso”.

Dicen "junto con otras compañías", pero la verdad es que se ha quedado sola.

Como muchas otras veces, hemos conocido esta noticia por Rebelión.

Los pellizcos de Rouco

A Rouco Varela lo tiene calado mucha más gente de la que podríamos creer. Aquí tienen un artículo de Carlos Herrera, nada sospechoso de "progre anticlerical", acerca de la extraña jubilación del arzobispo de Sevilla, el cardenal Carlos Amigo Vallejo. No es la única jubilación en el episcopado español.

Carlos Herrera
ABC de Sevilla

La humillación a la que el Cardenal Rouco ha sometido al también Cardenal Carlos Amigo es algo más que el habitual pellizco de monja con el que se agreden, dentro de un orden, los responsables de la Iglesia española. Amigo, hombre de formas y talante diametralmente opuesto al del Cardenal de Madrid, ha sido removido de su puesto mediante el nombramiento de un coadjuctor, Monseñor Asenjo, al que se ha investido como sucesor a seis meses vista con todas las galas y boato. Cuando Amigo cumpla setenta y cinco años será removido de su diócesis y enviado vaya usted a saber dónde, cosa que no ocurrió con sus antecesores, los cardenales Bueno y Segura, que se perpetuaron en el cargo hasta su muerte. Con coadjuctor, pero hasta la muerte. ¿Por qué, pues, la ceremonia concelebrada de la pasada semana en la Catedral de Sevilla, en la que sólo faltó el chófer del Papa, para entendernos? ¿Qué tiene el todopoderoso Rouco contra Amigo?

Amigo Vallejo, de estatura personal e intelectual pareja a su metro noventa, no ha mostrado demasiado entusiasmo a lo largo de estos años por la puesta en escena de los criterios políticos de Rouco. Concretamente, no ha mostrado ninguno. Para el análisis simple pero comprensible, la imagen del Cardenal de Sevilla ha sido menos rocosa que la del presidente de la Conferencia Episcopal. Infinitamente menos. Sin renunciar ni disentir de ningún precepto moral de la Iglesia Católica, ha cultivado otros caminos para el entendimiento, incluso con aquellos que libran una feroz batalla por el destierro de todo signo religioso de la sociedad. Claramente no ha secundado la pasión movilizadora de Rouco y no ha querido significarse como otro ariete de una permanente llamada contra las decisiones del gobierno de Rodríguez Zapatero, al que el inflexible gallego le ha organizado más de una concentración callejera en forma de eucaristía (concentraciones absolutamente legítimas, pero que vaya usted a saber si no le han resultado rentables al gobierno del PSOE). Las manifestaciones inequívocamente firmes en lo esencial de este cura palentino nombrado Príncipe de la Iglesia por Juan Pablo II han mostrado siempre una finura diplomática y un análisis interpretativo de las relaciones con el poder civil algo lejanas del modus operandi del momento, lo que puede no haberle granjeado posiciones solidarias en el núcleo de poder actual de la Conferencia. Han querido divulgar, por otra parte, que realmente Amigo no gobernaba la diócesis de Sevilla con mano diestra, lo que habría movido a la jefatura a nombrar pronto a un sucesor a título de Arzobispo para que pusiera orden (Asenjo, muy competente, por cierto), pero eso parece más una intriga de sacristía que un diagnóstico justo. Otro pellizco entre Cardenales, para entendernos. Quitándose de en medio a Amigo de mala manera se deja claro quién manda y qué puede ocurrir con los que no comparten al dedillo la ortodoxia del quehacer. Maquiavelismo episcopal.

Está al llegar a España de visita oficial el Secretario de Estado vaticano, Cardenal Bertone. Algunos quieren ver en ello un intento de llamarle la atención a Rouco, pero tengo la impresión de que no es así. Posiblemente Bertone venga a decirle a Rodríguez Zapatero que si quiere entenderse con la Iglesia debe hacerlo con el responsable de la Conferencia Episcopal Española. Item más: no conseguirá puentear a Rouco ni mediante el recién ascendido Cañizares, ni a través de los buenos oficios de su embajador Vázquez. La voz del Papa es Rouco, con quien mantiene una estrecha relación, y no hay más. Si acaso, pretenderá convencer al jefe de la Iglesia española de que pueden resultar más efectivas otras formas (¿las de Amigo?), aunque a ello ya esté resignado el propio Rouco, que ha visto cómo, para su contrariedad, ZP sigue en el poder y el PP no es capaz de desalojarlo del mismo. El claro distanciamiento del PP y de Rajoy con su paisano gallego sería una clara muestra de cómo la derecha española cree que de la mano de esta política no se puede llegar muy lejos. Sí de la mano de Amigo, pero el Cardenal de Sevilla ha sido fulminado por la jugada un tanto violenta de una Iglesia, la española del momento, poco dada a la diplomacia y muy dada a la exhibición de poder mediante pellizcos innecesarios.

Y que me perdone Fray Carlos por haber escrito este artículo, que ya me imagino que no le hará ninguna gracia.

25 de enero de 2009

Aquí unos amigos, aquí los hechos

Arturo Burton
Taberna

Análísis del artículo de Bernard-Henri Lévy en El Mundo en su viaje a Israel.

Son muy notables las "equilibradas" observaciones de Bernard-Henri Lévy en su viaje a Israel y la Franja editadas por El Mundo. Pero de todas ellas me quedo con estas:

La primera. Bernard-Henri Lévy entrevista al piloto de un helicóptero israelí. Asaf le confiesa:

«Nada justifica la muerte de un niño. Nada. Por eso, cuando existe el riesgo, cuando, desde mi cabina, descubro que, al apuntar a un objetivo militar, puedo dar también a civiles, doy media vuelta y regreso a la base».

El filósofo se muestra escéptico, pero el piloto de buen corazón le convence. Le muestra hasta cuatro películas en las que se ve cómo toma la decisión de desviar misiles ya lanzados por él mismo contra terroristas palestinos cuando comprueba que el objetivo va acompañado de un niño, o que en su pantalla aparece un civil…

Bernard-Henri Lévy concluye:

«Está claro, para mí, que no todos los pilotos tienen los mismos escrúpulos. De lo contrario, ¿cómo explicar los demasiado numerosos e inaceptables baños de sangre? Pero que hay Asafs en el Tsahal (ejército), que los protocolos piden actuar más bien a la manera de Asaf y que, en definitiva, Asaf no es una excepción sino la regla, es importante decirlo. (Y lo siento por el cliché que pretende reducir el Tsahal a un montón de bestias que se ensañan con mujeres y ancianos)».

La segunda.Bernard-Henri Lévy comprueba sobre el terreno que la ayuda humanitaria entra en Gaza:

«Otro rumor del que, en este caso, yo mismo pude verificar lo infundado que era: el del «bloqueo humanitario»… En la frontera de Keren Shalom, en el extremo sur de la Franja de Gaza, por donde un centenar de camiones pasan, como cada mañana, ante la mirada vigilante de los representantes de las ONG. Harina. Medicinas. Alimentos para bebés. Mantas. Nada ni nadie, ni siquiera el habitual consuelo humanitario, puede atenuar, tanto aquí como en cualquier otra parte, el sufrimiento de las familias que perdieron a uno de los suyos. Pero los hechos son los hechos».

La tercera. Bernard-Henri Lévy visita con una unidad de elite israelí un barrio de Gaza. Reconoce que esa posición no es la mejor perspectiva y que no va a pretender haber captado "el espíritu de la guerra", pero

«Dicho esto, ofrezco mi testimonio. Desgraciadamente, los combatientes de Varsovia (se refiere al asalto nazi al guetto) no disponían de minas anticarro del tipo de la que acaba de explotar bajo las ruedas del vehículo que pasó 20 minutos antes que el nuestro… Y, por último, está claro que puedo equivocarme, pero lo poco, lo poquísimo que veo (edificios sumidos en la oscuridad, pero en pie, huertos abandonados, la calle Jalil al-Wazeer con sus comercios cerrados) habla de una ciudad abatida, transformada en una ratonera, aterrorizada, pero no arrasada en el sentido en el que lo fueron Grozni o algunos barrios de Sarajevo. Y esto es, una vez más, un hecho».

¿Qué debo concluir del trabajo de este intelectual francés? Lo siguiente:

Primero. Que el ejército israelí no está formado por una pandilla de bestias que se ensañan con mujeres y ancianos. De hecho, la mayoría son buena gente que disparan primero, preguntan después, y si ven que no tenían razón para disparar, desvían la trayectoria de sus misiles y sus bombas para que no afecten a civiles (es para lo que utilizan la altísima tecnología militar). Como en toda familia, algún bruto habrá, pero sería injusto generalizar.

Segundo. Que la muerte de civiles palestinos se debe solo a algunos militares díscolos que no cumplen a rajatabla los protocolos.

Tercero. Que la ayuda internacional sí llega a los palestinos. Es mentira (o rumor infundado) que exista "bloqueo humanitario". De hecho, miles de toneladas de medicinas y alimentos han sido introducidas "cada mañana" en la zona bombardeada, sirviendo a los sitiados, si no para atenuar su sufrimiento, sí para no morir de hambre, heridas o enfermedad.

Cuarto. Que el guetto de Varsovia quedó devastado por los nazis, como algunos barrios de Grozni y Sarajevo, y en cambio, en Gaza, quedan muchos edificios en pie y huertos abandonados pero productivos.

Quinto. Que debo considerar relevante informativamente hablando el testimonio de alguien a quien las fuerzas de elite israelíes han organizado un paseo por un barrio de Gaza, ciudad a la que no se deja entrar a ningún otro periodista.

Sí, es alucinante. Y lo mejor de todo, es que Bernard-Henri Lévy se compara con Camus.

Visto en Rebelión.
Lectura relacionada: La aventura gazatí del valiente Henri Lévy.

Dos en uno de Sabina

Wellcome, Mr. Obama

Defraudará como defraudan todos
los que ciñen laureles y coronas,
pero otros aires traen otras personas
y no es lo mismo Hollywood que el Nodo.

Por fin la lista de los reyes Godos
se viste de un color que desentona,
yes, we can, grita Springsteen y Madonna
cultivando gardenias en el lodo.

Y así, mientras los perros y los gatos
desnudos, con los ojos como platos,
le piden un milagro a san Obama,

los parias, los ateos, los maricones,
jugamos a no hacernos ilusiones
por si termina la comedia en drama.

So long Mr. Bush

Al criminal de guerra analfabeto
apóstol de un Yahvé paleocristiano
tan bastardo, tan mal samaritano,
peor que el otro Bush y más paleto,

cuyo programa cabe en un panfleto,
guantanamero, vil, burdo, tejano,
con futuro en la fragua de Vulcano,
da vergüenza ripiarle este soneto.

Caín de la batalla más cobarde,
el banquillo en La Haya está que arde
esperando que baje lo que sube.

Que se vaya al infierno en buena hora
el necio que desprecia cuanto ignora
con b de burro en vez de doble uve.

Joaquín Sabina, 2009

24 de enero de 2009

Amar un mundo mejor

Sampedro: "Entramos en una época de barbarie"

A. Munarráiz, F. Vicente
Público

El escritor y economista lleva más de 60 años proclamando desde la incómoda óptica del marxismo que el sistema económico oculta las teorías que pregonan la decadencia del capitalismo.

Entrevista a José Luis Sampedro

Su éxito novelístico, sobre todo el de La sonrisa etrusca, explica sólo en parte que la faceta de economista de José Luis Sampedro (Barcelona, 1 de febrero de 1917) haya quedado ensombrecida. El principal motivo, opina el propio Sampedro, es que el sistema oculta las teorías que pregonan la decadencia del capitalismo. Y Sampedro lleva más de 60 años proclamándolo desde la incómoda óptica del marxismo, desoyendo los cantos de sirena del "fin de la historia" anunciado por Fukuyama o anteriores apóstoles del libre mercado.

Su esposa, Olga Lucas, y el rector de la Universidad Complutense, Carlos Berzosa, han reunido en Economía humanista. Algo más que cifras (Debate) una muestra representativa de sus textos económicos, escritos sobre todo en los años sesenta y setenta. Sampedro presentó ayer el libro en Sevilla tras desplazarse desde la Costa del Sol, donde reside en invierno. "Antes estábamos en Canarias, pero los aeropuertos están imposibles. Eso de quitarse el cinturón le parecía humillante", cuenta Olga. El autor de El amante lesbiano se muestra tan lúcido (cada día se las ve con el sudoku de Público) como locuaz, pero la edad obliga a una entrevista breve. Sampedro, en el apresurado cierre de la charla, remite a los periodistas a un ensayo cuyo título resumiría casi todo su discurso: La decadencia de Occidente. "¡Cómo acertó Spengler!", exclama.

Ahora que ha releído sus textos de hace tres y cuatro décadas, ¿mantiene sus mismas posiciones?

En general sí, lo que no quiere decir que acertase. Aunque creo que en general acerté y de todas maneras no rectifico, porque era sincero. Yo he figurado más como escritor porque he tenido suerte escribiendo. Pero sobre todo por una razón: los que pensaban como yo teníamos menos prensa.

¿Y qué pensaba usted?

Hay unos economistas que se dedican a hacer más ricos a los ricos, y otros, a hacer menos pobres a los pobres. Yo he defendido siempre la necesidad de controlar el mercado. Claro, así no he tenido una plataforma, sobre todo tras el 68, cuando se asustó la derecha y llegaron Thatcher, Reagan...

Hay un ejemplo de economista con plataforma, el premio Nobel Milton Friedman, y otro sin ella, John Kenneth Galbraith...

Los dos murieron en 2006. Yo era de Galbraith y el que tenía la prensa era Friedman, y también el que orientó a Pinochet.

Friedman, un auténtico gurú para los neocon.

Para mí los neos, sean catecúmenos o liberales, no son nuevos. Cuando a una cosa hay que ponerle el prefijo neo es que no lo es. Cuando uno es nuevo no hay necesidad de decir: ¡oiga, que yo soy nuevo! Simplemente la gente dirá: a usted no le había visto nunca.

¿Sigue definiéndose como socialista ahora que...?

Sí, sí.

¿Como socialista marxista?

Es que hay que entender lo que es el socialismo. El socialismo defendía la propiedad pública de los medios de producción, y de esto que no hablen los que se llaman socialistas ahora. De estos yo no soy. No, no...

¿Sigue siendo socialista clásico pese a lo que pasóen el bloque soviético?

Es que tampoco era eso. En el fondo era capitalismo de Estado. Si por socialismo se entiende la propiedad pública y la dirección pública, auténticamente pública, que es la verdadera democracia, entonces soy socialista. Claro que el socialismo de verdad, que yo sepa, no se ha aplicado nunca.

¿Y considera que tiene posibilidades de abrirse camino ahora?

Sí, creo que sí. Lo que pasa es que estamos primitivamente educados. Es muy rudimentaria la situación de la humanidad... Nos movemos por la racionalidad en cuanto a los modos de operar, pero en los fundamentos es todo visceral.

¿Por ejemplo?

Cuando se reelige a Bush, o cuando se vota a Berlusconi.

¿Y qué opina de Obama?

Pues yo estoy encantado, sí, pero tampoco me hago excesivas ilusiones. Para nada. Y fíjese usted, lo tratan como si hubiese descendido el Mesías.

¿Cree que ahora el boom demográfico, sumado a la degradación del medio ambiente y la progresiva escasez de recursos, puede llevar a la revolución?

El desarrollo sostenible del que hablan es insostenible. La población mundial se ha triplicado desde 1900 hasta hoy y, desde luego, la capacidad de regeneración del planeta no se ha triplicado. Eso no se puede mantener. Imposible.

O sea, que cree que habrá una revolución.

Claro. Una cosa que cito yo mucho de Marx es aquello de que el capitalismo convierte todo en mercancía, esa es la verdad del asunto. No sé cuánto tiempo durará el sistema, pero creo que está agotado.

¿En qué consiste la decadencia que usted le atribuye al sistema?

El primer artículo de este libro lo publiqué en 1947 en Inglaterra. Yo era un pipiolo que acababa de terminar la carrera, pero haciendo un estudio sobre las consecuencias de la crisis mundial en las áreas retrasadas en los años 30, vi que el Estado financiaba, ayudaba y subvencionaba a los obreros en paro. Les buscaba trabajo y escuelas para sus hijos. Había posibilidades de redistribución de la gente. ¡Pero la gente se resistía a moverse! En cambio, cuando empezó la Revolución Industrial los obreros iban de los campos a las fábricas de las ciudades. Tenían un espíritu de aventura que un siglo después sus nietos no tenían. Es lo que pasa con el capitalismo.

¿En qué sentido?

Ahora hay miedo. En el siglo XVI, Europa era un volcán de iniciativas. Misioneros, guerreros y labradores se embarcaban a lo desconocido. Y en el terreno intelectual empezaba el humanismo, la imprenta. Ahora, en el país más importante del mundo, el más fuerte y poderoso, Estados Unidos, la gente tiene miedo. Auténtico miedo.

¿Porque tienen propiedad?

Y también porque han perdido por completo el espíritu de aventura.

Hemos cedido libertad a cambio de seguridad...

¡Pero es una seguridad ilusoria que, además, no satisface! Continuamente buscamos mecanismos para vigilar, desnudando a la gente que va en el avión y cosas así. ¿Para qué? Ahora dicen que Obama... Ojalá haga algo, pero no sé yo...

¿Confía en las medidas para salir de la crisis?

En el mejor de los casos, volverán a dejar las cosas como estaban en lo monetario pero con una degradación de la economía real, del medio ambiente y de la producción.

¿El sistema en su conjunto quedará desacreditado?

Hay una cosa que me preocupa: hasta qué punto se están destruyendo valores básicos. No hablo ya de derechos humanos, sino de la justicia, la dignidad, la libertad, que son constitutivas de la civilización. La barbarie es atacar los valores de la civilización.

¿Vivimos ahora en una época de barbarie?

Para mí es una época paralela al derrumbamiento del Imperio romano. Se acabó el Imperio y empezó la barbarie. Lo de Gaza es barbarie, los campos de Hitler y Stalin fueron barbarie, el ataque a Irak es barbarie. Estamos destruyendo el sentido de la justicia. Creo que entramos en una etapa de barbarie que obliga a reconstruir el sistema. Porque el capitalismo no es que sea malo, es que está agotado ya. En el siglo XV era impulsor, constructivo. Ahora está agotado. ¿Cuáles son los planes? Más de lo mismo. Decir que dentro de 15 años acabará la pobreza y repetirlo 15 años después.

¿Y qué esperanza ve?

Creo que la ciencia. Ahora el capitalismo se desmorona, porque la muerte es el precio de la vida. Las sociedades son seres vivos, se descomponen. Las diferentes subestructuras básicas no funcionan a la vez. Hay anacronismos, distonías. Salvo en la ciencia.

¿Qué anacronismos?

La Iglesia está plantada en el siglo XVI. La economía actual se basa en el axioma de que el mercado, con su famosa mano invisible, consigue que la suma de los egoísmos lleve al bien común. ¡Mentira! Pero todo se monta sobre esos supuestos básicos del siglo XVIII. La política, tras montar la representación parlamentaria a raíz de la Revolución Francesa, está viciada. Mandan unas oligarquías que controlan la creación de opinión. Lo único que avanza es la ciencia, que sigue aportando conocimientos del espacio, materiales y recursos de comunicación, de informática, de genética, de nanotecnia. Cuando pienso en la diferencia entre el mundo en que yo nací y este, imagino lo que vivirán los jóvenes y...

¿La barbarie que pronostica puede adoptar la forma de nuevos autoritarismos?

Sí, pero también puede ser una sociedad de insectos, con clases. Piense en la brecha digital que se está abriendo. Podría gobernar una élite que crease una situación de simulación de libertad, ofreciendo determinados atractivos. Pero la libertad es como una cometa. Vuela porque está atada y la cuerda es la responsabilidad.

Señor Sampedro, ¿qué diría a quien piense que es usted uno de esos intelectuales que, ya veteranos, terminan diciendo que todo va ahora peor que antes?

Yo no digo que lo pasado sea lo mejor. Digo que el capitalismo en su momento fue naciente, pero ahora es insostenible. La mejor definición de su decadencia la dio Bush. Dijo: "He suspendido las reglas del mercado para salvar al mercado". Es decir, el mercado es incompatible con sus propias reglas.

23 de enero de 2009

Reelección vitalicia

Según leemos en la prensa hispana, Hugo Chávez quiere reformar la constitución de su país para ser elegido presidente vitalicio de Venezuela.

La realidad es un poco distinta, como suele suceder con Venezuela y los medios españoles. El gobierno de Chávez ha propuesto una enmienda constitucional, que habrá de ser votada por el pueblo en referéndum el próximo mes de febrero, que quitará el límite de mandatos como presidente. Lo que, lógicamente, le permitirá presentarse a la reelección.

Esto no quiere decir que Chávez vaya a reformar la constitución, lo hará el pueblo venezolano si es su deseo mayoritario. Tampoco quiere decir esto que Chávez vaya a ser elegido presidente vitalicio, habrá de elegirlo el pueblo venezolano cada cinco años si es que le votan.

Parece mentira que andemos dando estas lecciones desde España. Que yo sepa, no hay ningún límite al número de legislaturas en las que una persona puede ser elegida Presidente del Gobierno. ¿Será Zapatero presidente vitalicio?

Pero es mala comparación, Hugo Chávez es el Jefe del Estado de la República Bolivariana de Venezuela, luego habrá de ser comparado con nuestro Jefe de Estado, el rey Juan Carlos I. Y aquí habremos de sonrojarnos en lugar de dar lecciones. Que yo sepa, en España un Jefe de Estado no puede ser reelegido, pues nunca fue elegido una primera vez. Aquí sí se es Jefe del Estado vitalicio y sólo pueden serlo el sucesor de Franco y los sucesivos hijos primogénitos de sus descendientes. Por la gracia de Dios. Así que... ¿por qué no nos callamos?

En la Unión Europea hay 17 estados que no limitan la reelección de sus dirigentes.

He de decir que me parece perverso que alguien se crea, de sí mismo, el único capacitado para dirigir un territorio poblado con millones de personas ¿nadie más hay con capacidad para ser presidente? Pero esto me preocupa más, por ser quien me gobierna, en Chaves que en Chávez.

Barack Obama, ¿igualdad o liderazgo?


Benjamín Forcano

Cuando leo en El País (3-XII-08) a Paddy Ashown y Daniel Korski (destacados políticos británicos) y veo que defienden como la cosa más evidente del mundo que no podemos retirar las tropas de Afganistán y, sobre todo, releo sus motivos, me quedo boquiabierto. Su candidez atribuye una candidez aún mayor a quienes los leemos. Hay que vivir fuera de la política y de la historia protagonizada por Estados Unidos para poder escribir que las tropas -originaria y principalmente de Estados Unidos- están en Afganistán para defender los intereses del pueblo, librarlo del caos y la violencia, evitar que puedan caer en una terrible guerra civil, mejorar su nivel de vida y, por lo mismo, estar sosteniendo una guerra implacable contra los terroristas talibanes y asegurar allí nuestra propia paz.

Todo apunta a que, dado por supuesto una retirada de las tropas de Irak, vayamos asimilando que tal cosa será imposible en Afganistán, pues una de las prioridades de Obama será la guerra de Afganistán, la cual deberá afrontar con todo su poderío militar hasta lograr la victoria.

Ninguna guerra se mantiene ni se gana sino va acompañada de una guerra ideológica en los medios que la justifique. Demasiado pronto olvidamos que el gobierno estadounidense, en octubre de 2001, sin haber pasado siquiera un mes del atentado de las Torres Gemelas, respondía militarmente contra Afganistán con bombardeos, destrucción y muertos.

Instituciones de derechos humanos daban, al poco tiempo de penetrar la Alianza del Norte en territorio afgano, la cifra de 600 prisioneros ejecutados sumariamente en un solo día. A esto siguieron bombardeos con miles de civiles muertos, más miles de desplazados y más miles de hambrientos. "Objetivo militar legítimo", reponían los portavoces del ejército estadounidense. Ahí comenzó, sin parar ya más, la barbarie de Estados Unidos en Afganistán, juzgada desde los hechos, cuantitativa y cualitativamente muy superior a la del 11 de septiembre.

Una y otra barbarie –la del 11 de septiembre y la del 7 de octubre- interpelan sobre el sufrimiento de las víctimas. Pero, nuestra civilización está más que inmunizada contra este sufrimiento, por disponer de muchos medios para ahogar este sentimiento y olvidar que lo más importante humanamente hablando es el sufrimiento de las víctimas, sean quienes sean y vengan de donde vengan. No se puede relativizar el sufrimiento bajo ninguna ideología: o nos sentimos conmovidos o pasamos de largo. La democracias occidentales no cambiarán su corazón de piedra hasta que pongan en el centro al pobre o sufriente y no al ciudadano. Lo primero y lo último para todos es el sufrimiento de las víctimas, con más responsabilidad si cabe para los Gobiernos y las Iglesias. Sólo de esa manera podemos acreditarnos como humanos. Nadie puede ser buen demócrata ni buen religioso si no se mueve a compasión.

Obama habla de "un nuevo amanecer del liderazgo norteamericano" que le llevará a implantarlo no sólo con la fuerza, ni solos frente al mundo, sino juntos, teniendo como base los principios y valores americanos de la libertad y de la democracia: "Todos comparten mis ideas sobre el papel de Estados Unidos como líder mundial". La libertad, la igualdad y la justicia son, como valores de las democracias modernas, importantes, pero insuficientes sin la compasión ni el amor.

La primera potencia se propone, pues, seguir como líder: con el mundo aliado y amigo, pero con Estados Unidos a la cabeza. Un país, que tiene nueve millones de km2, con un porcentaje demográfico del mundo de un casi 7 % y que dispone de un altísimo porcentaje de la riqueza mundial, que viene ejerciendo en la historia un papel de hegemonía por las armas, se ve que no puede situarse entre los pueblos como uno más, haciendo suyos los principios y el espíritu de las Naciones Unidas. Les ha pasado a todos los imperios y le está pasando desde hace dos siglos a Estados Unidos. Las prácticas del imperio, al parecer, imprimen carácter.

La Carta de las Naciones Unidas rechaza todo liderazgo que implique orgullo y dominación: "Reafirmamos la igualdad de las naciones grandes y pequeñas, pues esta Organización está basada en el principio de la soberana igualdad de todos sus Miembros", "Reafirmamos fomentar entre la naciones las relaciones de amistad, el convivir como buenos vecinos, el respeto al principio de la igualdad y de los derechos humanos y el asegurar una cooperación internacional para una solución efectiva y pacífica de los problemas".

En gran parte del pueblo norteamericano, estuvieron presentes "los principios y valores americanos", que más que propiedad primigenia del pueblo norteamericano, son patrimonio esencial de la humanidad y de todos los pueblos. En otra buena parte de los norteamericanos, esos principios han derivado en el liderazgo detestable del Destino Manifiesto. Lo han expresado no sólo ideólogos y pensadores, sino diversos presidentes: James Monroe (1817-1825), James Polt (1845-1849), William McKinley (1897-1909), William H. Taft (1904-1913), Franklin D. Roosevelt (1933-1945), etc.: "América para los americanos". Y no sólo América, sino más, como lo prueban sus bases en toda Europa, Africa y Asia.

Este liderazgo lo ha confirmado una destacada praxis histórica de su política real. Pequeño era el territorio de Estados Unidos cuando a comienzos del siglo XVII llegaron los primeros colonos ingleses y holandeses, fueron conquistando tierras y más tierras, exterminaron a miles y miles de indios y, así, las 13 estrellas primeras de la bandera, a los 50 años de su independencia, eran 40. Era un liderazgo de la fuerza: expansión a base de amenazar, comprar, ocupar, humillar. Y el liderazgo se proyectó de modo especial en toda América Latina y América Central (su patio trasero), cuya historia del siglo XX está sembrada de invasiones, conquistas y guerras.

Y todo esto ocurriendo como Destino confiado por Dios. Lo escribía también Simón Bolívar: "Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias en nombre de la Libertad".

Con bravura habrá de acometer Obama ese liderazgo, tan magnificado y pervertido, si de verdad quiere que sus sueños y promesas adquieran credibilidad en cuantos le han tomado como referente de un liderazgo moral de la nueva política estadounidense internacional.

La Carta de las Naciones Unidas dejó establecido que el tiempo de los imperios y de las guerras pasó; y si el de los imperios y guerras, también el de los liderazgos. Liderazgo moral puede ejercerlo cualquier nación, incluso la más pequeña, cuando poseída por los principios y valores de toda la humanidad, vive y trata de garantizar la defensa de la igualdad, de la justicia, de la libertad, de la democracia y de la paz.

Benjamín Forcano
Sacerdote y Teólogo

22 de enero de 2009

Apadrina un banco

Es que van provocando

Tras leer en la prensa la reacción del moderado y siempre conciliador y pacífico Jiménez Losantos (por eso lo tiene contratado la iglesia), sobre la foto de Soraya en El Mundo, pensé al instante que quería escribir sobre ello, pues me atacaron infinidad de ideas relativas a dicho "evento". Pero, seguí leyendo la prensa y me encontré con esta perla del inefable Manolo Saco, que, tan sarcástico y genial como siempre, ya lo había hecho. Como soy absolutamente incapaz de mejorar a Manolo, y pensando siempre en el bien de los lectores de Enfoca, me vuelvo a tomar la licencia de transcribirlo, sin su permiso pero, seguro, con su total aquiescencia. Amigos: Os dejo con Manolo Saco.

Manolo Saco
Público

El sentido de la oportunidad ha abandonado definitivamente las filas del PP. Cuando a regañadientes empezaba a admitir que España es plural, en costumbres, paisajes y acentos, viene Montserrat Nebrera a reírse del acento de los andaluces. Cuando ya habíamos quedado en que posar en revistas era una frivolidad (siempre y cuando se trate de ministras del PSOE), viene el hombrecillo insufrible y desnuda su neurona de guardia en Vanity Fair. Y, lo que es peor, Soraya Sáenz de Santamaría posa como una diva, vestida de abundante Photoshop y ropa vaporosa, los pies desnudos (¡me pone!), para un dominical mundial.

No soy yo sólo quien advierte la inoportunidad de tal sesión fotográfica, sino el propio sustento sociológico del PP, la Iglesia Católica, que ve en la falta de recato en el vestir la causa de tanto ataque sexual a la mujer. Es decir, que gente como Soraya se lo está buscando, vamos. Ya lo dijeron varios jueces "de los suyos", que en sus sentencias encontraron como atenuante que la víctima de violación iba provocando.

En el recién clausurado VI Encuentro Mundial de las Familias, celebrado en México este fin de semana, el arzobispo de Santo Domingo avisó con insistencia que "la mujer está provocando que sea atacada, se está vistiendo mal, está provocando al hombre". Gente que viste como Soraya Saénz de Santamaría "desvalora su persona, su dignidad" y se expone a que "la usen como un trapo viejo", según el obispo auxiliar de Tegucigalpa. Y la franciscana Alexandra Marcillo -de mujer a mujer- aseguró que esas hembras a las que "se les ven las líneas" tienen la culpa de que las ataquen.

El obispo de Ciudad Juárez dio un paso más: "Antes no se podía concebir que una madre se bañara desnuda con sus hijos y ahora es lo más común". Este obispo, que no se llama Sigmund Freud sino Renato Ascencio, cree que esas imágenes "a esa edad no tienen la menor importancia, pero que con la malicia de su crecimiento, retomarán lo que vieron en el seno materno".

Estad atentos, pues el siguiente paso podría ser la prohibición de la lactancia materna, ya que el recuerdo de las tetas de la madre podría constituir una espoleta para el vicio solitario en la adolescencia, según la mente sucia y retorcida de un clérigo criado seguramente a biberones. Concretamente, si los pies desnudos de Soraya ya han hecho estragos en mí, un hombre hecho y derecho, ¿qué no provocarán sus escotes generosos en las filas de sus compañeros del Opus Dei?

Creo, pues, que lo de Soraya "enseñando las líneas" está muy mal, muy muy mal, y no porque haya sido una frivolidad ese posado fotográfico (a mí me encanta descubrir el lado femenino de las personas, incluido el de los hombres) sino porque está poniendo en peligro su integridad física. ¡Con la cantidad de católicos con calenturas que se sientan en los escaños del Congreso!

21 de enero de 2009

Un audio y un vídeo

El audio (lo hemos oído en A sueldo de Moscú) se corresponde con el programa de RNE dirigido por Juan Ramón Lucas, al que ya hicimos referencia cuando comentamos el cese de Ignacio Escolar como directos de Público. Pensamos que deben escuchar la bajeza moral del portavoz del ejército de Israel para América Latina y España. ¡Qué desvergüenza!


El vídeo (lo vimos en Escolar.net) es terrible. En él vemos a un presentador israelí que contacta con un médico palestino, colaborador habitual de su programa. La conexión se produce justo cuando el médico acaba de conocer la muerte de dos de sus hijas. "Quiero saber por qué las mataron. ¿Quien dio la orden? ¿Qué hemos hecho?".



P.D.- Hablando de Ignacio Escolar y su destitución de Público, ha estado dando todo tipo de explicaciones a sus lectores en su blog personal. Creo que es nuestro deber enlazarlas, una vez que nos hicimos eco de una sospecha.

Por debajo y por encima de Obama está el Imperio

Benjamín Forcano

El ensueño y la realidad

La estela imperialista de Estados Unidos es larga, pero para quien quiera entenderla un poco no tiene sino seguirla desde los años 90 hasta hoy. Fue en el año 91 cuando se produjo la brutal caída de la Unión Soviética y el mundo dejó de ser bipolar. Al mundo le rebrotó una gran esperanza. Parecía iba a cumplirse lo establecido por la ONU en 1945: "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros". Con razón , hay autores que llegan a decir que "Los derechos humanos definen el horizonte de nuestra historia". Y sobre la igualdad entre estados y pueblos cabría decir lo mismo, pues un país pequeño, Nicaragua por ejemplo, tiene la misma soberanía que Estados Unidos.

Pero, a la orilla de la caída, estaba al acecho la oligarquía del capital financiero, que enseguida apostó por no contar con las organizaciones multilaterales existentes, incluida la ONU y apostar por la fuerza militar del poderío estadounidense. En el mercado mundial optaron por la "mano invisible" que controlaban a perfección, despreciando toda norma que intentara dar sentido humano a la economía.

Apenas pasaron unos meses y las esperanzas de un acuerdo universal entre los Estados y de un Derecho universal en lugar de la violencia del más fuerte, se vinieron abajo: imperio norteamericano contra democracia planetaria. Dicha oligarquía, ya antes del 90, había transformado el Estado en factor para la realización de los intereses privados. Lo que se pensó que era un estado nacional se convirtió en imperio: fuerzas armadas, sistemas de escucha internacional, aparatos de espionaje e información, puro instrumento de expansión y protección del capital financiero.

En el 96, Jesé Helms -presidente de la comisión de asuntos exteriores del Senado- dijo: "Estados Unidos deben dirigir el mundo portando la antorcha moral, política y militar del derecho y de la fuerza". Y Thomas Friedman -consejero en la administración de Clinton- era más explícito: "Para que la mundialización funcione, Estados Unidos no debe tener miedo a actuar como la invencible potencia que es en realidad". Quedaba así reafirmado el dogma ultraliberal: voluntad absoluta de imponer y dominar sin idea alguna de solidaridad internacional.

Estados Unidos se consideraba por encima de toda ley, sujeto únicamente a sus propias instancias y podía permitirse no ratificar la Convención que prohibía las minas antipersona, rechazar el principio de una Justicia Intenacional y desechar el Tribunal Penal Internacional, que establecía por primera vez que cualquier político o militar responsable debía rendir cuentas por la violación del Derecho. Gobiernos aliados o amigos gozarían, ante la trasgresión de leyes internacionales, del consentimiento –tácito o explícito- de Washington. Hubo oposición también a que los países pobres pudieran acceder a los medicamentos del sida y al reconocimiento, entre los derechos humanos, de los derechos económicos, sociales y culturales: "Para un analfabeto, escribe Jean Ziegler, la libertad de expresión no tiene sentido". Todos los derechos son interdependientes y deben ser reconocidos, pero para el imperio los derechos económicos, sociales y culturales no pueden existir como bienes públicos. Son millones los pobres que viven en extrema pobreza. Pero, eso no es competencia del mercado.

George Bush -enero de 2001- entra en escena política como guardián de los intereses planetarios de los oligarcas. Personajes bien conocidos en la política estadounidense han afirmado categóricamente: "La administración Bush sólo se entiende desde el poder del petróleo y de las industrias del armamento". Los principales dirigentes de su gabinete proceden de los medios petroleros tejanos: Jeff Bush, Dick Cheney, Donald Rumsfeld, Condolezza Rice, etc.

Su prepotencia les ha llevado a suprimir el control de los paraísos fiscales, a los que les es esencial la evasión fiscal y el blanqueo de dinero, así como a rechazar en el año 2001 -frente a 143 estados signatarios- cualquier normativa o protocolo que pretendiera controlar instalaciones para producir armas biológicas, lo que no les ha impedido erigirse en acusadores de otros estados que intentaban hacer lo mismo. Si no se cumple con este deber, ¿cómo puede impedir que Irán haga lo mismo?

Unilateralmente, en el 2001, el presidente Bush anuló el protocolo de Kyoto que, en diciembre del 2001, habían ratificado ya 84 Estados. También anuló el tratado para el control de los misiles balísticos internacionales. Cuando en noviembre del 2001, se libró la batalla del Kunduz, Donald Rumsfeld, contra la Convención de Ginebra, se negó en dos ocasiones a aceptar la rendición que los combatientes talibanes ofrecieron. Rumsfeld exigió que fueran pasados por las armas.

Sin que a nadie se le ocurra excusar el fanatismo y la responsabilidad de la yihad en el atentado de las torres del Wold Trade Center, hay que reconocer que el integrismo de la índole que sea se nutre de la exclusión y de la miseria. "La lucha contra el terrorismo es también y de forma necesaria una lucha contra la pobreza extrema, contra la denegación de la justicia y contra el hambre" (Jean Ziegler).

La política de Bush avanzó en la dirección señalada por sus asesores: "El libre intercambio promueve los valores de la libertad". La campaña mundial antiterrorista "o a favor de la privatización del mundo o contra nosotros", aseguró el ascenso imparable de los gastos militares. Los tres principales "lobbistas" de la sociedad armamentística Carlyle Group son: el padre de George Bush, James Baker (exsecretario de Estado), y Frank Karlucci (antiguo secretario de Defensa). No hace falta ni reseñar lo ocurrido con la guerra del Irak, Guantánamo, y, últimamente, con el apoyo a Israel en la invasión de Gaza, etc.
La pestilencia de esta política se pretende, a veces, legal, pero llega hasta lo más alto. Y si alguna novedad tiene el imperio norteamericano es que sus guerras de agresión las pagan sus aliados y víctimas. Paul Kennedy, ante las gigantescas inversiones financieras militares, ha dicho con toda razón que "Estados Unidos tienen firmemente atrapado al planeta entre sus garras".

Para impedir la extensión de un pensamiento crítico ha ha sido férreamente operativa la censura impuesta por el mando militar que intentaba ocultar los millares de víctimas destrozadas por las bombas en Afganistán y en otras partes.

Encubridoramente, la prensa de gran tiraje no ha publicado apenas nada sobre estas masacres o bombardeos. Y, lo más extraño, el mundo ha aceptado como terroristas a los que Bush ha designado como tales. Y esos tales son todos aquellos que se oponen a organizar el mundo como a ellos les conviene.

Al concluir esta lectura, es posible que el lector se haga estas o parecidas preguntas:

-Obama, estadounidense, que vive en ese imperio, será proclamado presidente el 20 de enero. ¿No servirá la faraónica ceremonia para distraerle de la faz siniestra de ese imperio y hacerle gustar sus "grandezas patrióticas" y así entrar en la trampa de la oligarquía finaciera y militar?

-Sin poner en cuestión sus sueños y propósitos de cambio, ¿podrá Obama, tal como ha prometido, dar un giro a su política internacional desde la letra y el espíritu de la Carta de las Naciones Unidas? ¿Con qué poderes, recursos y apoyo social cuenta?

-¿El peso preponderantemente pernicioso del imperio norteamericano es de ahora y, por lo mismo, de fácil neutralización o lo es de una larga praxis histórica, que imprime carácter no solo en los políticos sino en grandes sectores de la población?

No obstante, los sueños hay que mantenerlos pese a lo adverso de la realidad, porque "es luchando por lo imposible como se llega a lo posible".

Benjamín Forcano
Sacerdote y teólogo

20 de enero de 2009

Cobardes progres de mierda

Hace unos días publicamos en esta web el comunicado de la Universidad de Sevilla condenando "la violencia desproporcionada y al terror que el ejército israelí está causando contra la población civil y las instituciones académicas en la Franja de Gaza". Este comunicado fue enviado por email a la comunidad universitaria y fue publicado en la web de la Universidad. El origen de esta declaración universitaria está, por supuesto, en los proyectos educativos que comparte con la Universidad de Gaza (que ha sido bombardeada) y que se llevan a cabo en distintas escuelas y centros (que también han sido bombardeados). Un artículo de Libertad Digital tacha este comunicado de panfleto cobarde, sin entrar en el fondo, sólo porque según ellos no va firmado (sólo lleva el membrete). Desde el momento en que se publica en la página web oficial de la UNiversidad de Sevilla, el comunicado es institucional. ¿Van firmados los editoriales de los periódicos? ¿Son entonces unos escritos cobardes?

Por cierto, Libertad Digital ama tanto la libertad que para poner un comentario a un artículo suyo debes pagar dinero enviando un SMS. Así que sólo tiene plena libertad quien tiene dinero. Lo normal, lo más liberal.

El otro día leo un artículo de Antonio Burgos, que tiene mucha guasa, acerca del pañuelo palestino. No se contenta con hacer las típicas simplificaciones molestas acerca de los que se conmueven por la muerte sembrada en Gaza (más de 350 niños muertos): somos antisemitas, queremos volver a expulsar a los judíos de España (como los reyes católicos), somos proetarras (esto siempre viene a cuento) y franquistas (por aquello de la conspiración judeo-masónica). No le parece suficiente, porque, con la gracia que le caracteriza, escribe: "Mucho pañuelito palestino, pero estos progres de mierda me recuerdan muchísimo a Franco..."

Así que ya lo saben, si son de la Universidad de Sevilla y/o están de acuerdo con su comunicado, y si han llevado un pañuelo palestino o han sentido cierta simpatía hacia él, son ustedes unos cobardes progres de mierda.

Demonios en el Paraíso

Fernando Gamboa

Para que los que no me conozcan, me llamo Fernando Gamboa, y hace unos meses terminé una nueva novela de aventuras titulada Guinea que en este mes de Octubre saldrá a la venta publicada por Ediciones El Andén.

El motivo de este mail, es mi deseo de compartir con la mayor cantidad de personas posibles, y no sólo con las que adquieran la novela, todo aquello que he averiguado en los meses de investigación previos a la redacción del libro. Lo que a continuación detallo, aunque pueda parecer exagerado o tendencioso (cuando no simplemente increíble), es rigurosamente cierto y puede ser contrastado por las fuentes que cito.

A muy pocos les debe sonar un pequeño país llamado Guinea Ecuatorial, aún menos sabrían dónde situarlo en un mapa de África, y serán contados los que recuerden que, hasta hace exactamente cuarenta años, los ecuatoguineanos eran tan ciudadanos españoles como un alicantino o un gaditano.

Por entonces, Guinea Ecuatorial era una provincia más de España enclavada en la costa Africana del Golfo de Guinea; ‘La perla de África’ la llamaban.

Hoy, cuatro decenios después de su independencia, bajo el yugo dictatorial de la familia Obiang Nguema y con el beneplácito de las grandes potencias cuyas empresas explotan sus campos de petróleo y expolian sus reservas madereras, Guinea Ecuatorial se ha convertido uno de los países más subdesarrollados y corruptos del mundo, y el pueblo ecuatoguineano en uno de los más aterrorizados a manos de su propio gobierno.

El actual presidente de Guinea Ecuatorial Teodoro Obiang Nguema, quien lleva 29 largos años en el poder tras ejecutar al anterior presidente (su propio tío, otro asesino), ha saqueado, robado y asesinado sistemáticamente hasta extremos inconcebibles, amasando una fortuna que lo convierte en uno de los hombres más ricos del planeta, en uno de los países más pobres de África. Aunque para ser exactos, no puede decirse que el país en sí sea pobre, pues alberga una de las mayores reservas petrolíferas del continente, cuyos beneficios de explotación reportan al régimen guineano miles de millones de euros.

Lo que sucede, es que la familia Obiang se queda con absolutamente todo lo que pagan gobiernos y petroleras extranjeras (norteamericanas y chinas sobre todo) por los derechos de extracción. Pero aunque parezca mentira, la familia Obiang no se limita sólo a quedarse con esa ingente cantidad de dinero, sino que además se dedican a robar propiedades privadas (se han apoderado aproximadamente la mitad de los terrenos edificables del país, y no han pagado un céntimo por ellos), salarios (muchos trabajadores han de pagar a la familia del presidente gran parte de lo que ganan) o negocios de los guineanos no afines al gobierno o a la familia Obiang (que al fin y al cabo es lo mismo), cuya ignominia llega al punto de despojar impune y caprichosamente a sus empobrecidos compatriotas de cualquier bien que posean sin justificación alguna.

Teodoro Obiang y su clan gobiernan Guinea Ecuatorial como lo haría un esclavista con su hacienda. Para ellos, los ciudadanos guineanos son esclavos a su disposición, y el país una finca privada que saquear sin tener que dar cuentas a nadie.

A pesar del río de dinero que fluye desde este desdichado rincón de África, sus habitantes no disponen de servicios sanitarios, educación, seguridad o justicia. Por ejemplo, ante cualquier emergencia médica el Hospital de Malabo es la única opción de asistencia, pero eso sí, bajo ciertas condiciones como: pagar la estancia y el tratamiento por adelantado, y además, llevar todo lo necesario para dicha estancia y tratamiento (y con todo, me refiero a todo: desde las jeringas o medicamentos necesarios, al colchón, las sábanas o la comida). Sin ir más lejos, cuando hace unos años estuve en Guinea, para realizarle a mi pareja un análisis de sangre el método de extracción consistió en hacerle un corte en la mano con un trozo de cristal.

Pero, por inaceptable que resulte, esto es sólo el principio, y ni mucho menos la peor parte.

Lo que convierte a Teodoro Obiang (conocido como ‘El Jefe’) y sus acólitos no sólo en ladrones, si no en peligrosos criminales, es la política de detenciones arbitrarias, encarcelamientos injustificados, torturas y asesinatos cometidos contra sus propios ciudadanos. Se calcula que durante su mandato, el actual gobierno guineano ha exterminado a nada menos que el 10% de la población del país, y una cantidad indeterminada ha desaparecido o se encuentra encarcelada ilegalmente y sin juicio previo.

Según el último informe de Amnistía Internacional, los detenidos por la policía y el ejército son torturados sistemáticamente con métodos tan brutales como mutilaciones, rotura de huesos, violaciones, descargas eléctricas en los genitales o, atención: clavar tenedores en la vagina de las detenidas…

Y para quien guste de datos e imparciales estadísticas, ahí van unas cuantas.

- Guinea Ecuatorial produce 400.000 barriles diarios de petróleo

- Exporta casi 1.000.000 de metros cúbicos de madera tropical al año.

- Su Renta per Cápita la sitúa en el número 38 del ranking mundial (por encima de Kuwait o Arabia Saudita)

- En cambio, en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU ocupa el puesto 121.

- El 151 sobre 163 en corrupción, según Transparency International.

- La esperanza de vida es de sólo 43,3 años, según Amnistía Internacional.

- La élite gobernante posee alrededor del 98% de la renta nacional

- El 80% de la población vive con menos de 20 euros al mes.

- El gobierno de Obiang ha convertido a Guinea Ecuatorial en el centro del tráfico de drogas de África Occidental.

- Teodoro Obiang ganó las últimas elecciones con un 99,5% de los votos. Los 13 partidos políticos autorizados, estaban formados por miembros del gobierno.

- En una reciente visita a Estados Unidos, la secretaria de estado Condoleezza Rice describió a Obiang como ‘buen amigo’.

- En Julio de 2003, la radio estatal anunció que: ‘El presidente es un dios que está en contacto permanente con el todopoderoso, y puede matar a cualquiera sin que nadie le pida cuentas y sin ir al infierno, porque es el Dios mismo’.

Sobran comentarios.

Y lo que personalmente hace que esta vergüenza común me resulte aún más dolorosa, es que el pueblo guineano, uno de los más amables, hospitalarios y generosos que he conocido, haya sido, como cité al principio, parte integrante del estado español. La atropellada y negligente descolonización de Guinea Ecuatorial por parte de España en 1968, es el origen de la inadmisible situación que ahora sufren los guineanos y a la que hoy asistimos con absoluta indiferencia y desafecto.

Pero hay que recordar que los ecuatoguineanos no sólo siguen hablando en castellano, sino que muchas de sus costumbres, celebraciones y tradiciones siguen siendo las mismas que las nuestras. Sus hijos cantan las mismas canciones que cantan los nuestros en el colegio, sus bromas son las mismas, hasta sus palabrotas son las mismas que las nuestras. Son, por decirlo así, unos primos cercanos de los que nos hemos olvidado totalmente, una parte de nuestra familia de la que nos hemos desentendido, ajenos y a veces cómplices de un castigo que de ningún modo merecen.

Porque probablemente, mientras lee este mensaje, una anciana agonizando de malaria pide un médico que nunca llegará.

Un niño está preguntando dónde están sus padres desaparecidos.

Una mujer implora a Dios que la mate, mientras es violada y torturada salvajemente en una comisaría.

Y cada día, Guinea Ecuatorial se hunde un poco más en las tinieblas.

Cada día, nuestra ignorancia nos hace más culpables.

Cada día cuenta.

Alguien dijo una vez que ‘Lo único que necesita el mal para triunfar, es que los hombres buenos no hagan nada’.

Quizá este sea un buen momento, para averiguar qué tipo de hombres y mujeres somos en realidad.

Y si te estás diciendo en este instante ‘Pero bueno, ¿y yo que puedo hacer? Aquello está muy lejos’. Lo cierto es que, por desgracia, no vas mal encaminado.

Guinea Ecuatorial es víctima de la maldición del petróleo, y como puedes imaginar, estados como China, U.S.A. o Francia harán todo lo posible para mantener a Obiang en su poltrona y así garantizar un suministro fiable de crudo para sus compañías petroleras. Así que será muy difícil cambiar las cosas a corto plazo en la maltratada pero aún hermosa Guinea.

Y sin embargo, sí hay algo que podemos hacer por aquella gente: correr la voz.

Estos dictadores de opereta, sólo se mantienen gracias al desconocimiento que tiene el resto del mundo de las fechorías que cometen. Cuantos más de nosotros sepamos lo que sucede, y por qué sucede, más probabilidades hay de que un día quizá no muy lejano, seamos suficientes para decir basta. Cuando políticos propios y ajenos sientan vergüenza de tratar con asesinos como Obiang, o descubran que darse abrazos con dictadores que no respetan los más elementales derechos humanos tiene un costo político que sus votantes les van a hacer pagar, puede que las cosas cambien, y entre todos expulsemos de una vez por todas a esos demonios del paraíso

Pero esta carta es sólo el primer paso, ahora te toca a ti dar el siguiente ayudando a que llegue a la mayor cantidad posible de personas.

Si crees que esta lucha tiene sentido y deseas poner tu grano de arena, reenvía este mensaje a todos tus contactos.

Gracias por tu tiempo y tu ayuda.

Rebelion

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