1 de septiembre de 2007

Grosero y mentiroso Losantos

La última damnificada por ese señor de la COPE (cuyo nombre me cuesta escribir) -que no periodista- ha sido la mismísima FERE (Federación de Escuelas Religiosas de España), contra las que ha arremetido sin piedad a su estilo: insultos, descalificaciones y mentiras burdas y crueles. Tanto es que la misma FERE, que había permanecido mucho tiempo callada, sin responderle, ya ha pasado a la acción, con montones de cartas a la Conferencia Episcopal, protestando por mantener a "eso" en las ondas.

¿Cuál es, ahora, el motivo de las insidias y los mentirosos ataques? Pues que los colegios de la FERE "van a cumplir la ley" impartiendo la asignatura "Educación para la Ciudadanía", adaptándola a su ideario. Asignatura, como ya hemos explicado aquí en otros artículos, absolutamente necesaria para la educación de nuestros jóvenes: lucha contra la droga, contra la degradación del medio ambiente, contra el alcoholismo, por una adecuada educación vial, transmisión de valores de solidaridad, respeto, tolerancia, paz, lucha por los derechos humanos, fomento de los valores ciudadanos y democráticos, igualdad de derechos hombre-mujer, etc, etc. Eso sí, en el currículum de la asignatura no se menciona a Dios, ni se condena a los homosexuales y, además, se critica el racismo y la xenofobia (razones por las que a Losantos le molesta tanto).

Una vez más, el problema es, simplemente, que no se puede dejar al Gobierno trabajar en absolutamente nada. Y lo grave no es ya que Losantos no se haya estudiado a fondo el currículum ni los textos de las distintas editoriales (como la inmensa mayoría de padres que se han apuntado a la moda de "objetar", desinformados, manipulados y engañados por la radio de la Iglesia, por los obispos y por el PP). El verdadero problema (para el Episcopado, quiero decir) es que siguen optando por la audiencia y por el odio al PSOE, antes que por la verdad y por servir a la sociedad española.

En el colmo del cinismo y la hipocresía, dicen que "no suscriben todo lo que dice pero es que tiene contrato". Como si fuéramos tontos; como si no los conociéramos y no supiéramos cómo se las gastan con sus trabajadores, que no piensan como ellos.

También tenían contrato esos profesores de Religión a los que expulsaron "por no ir a Misa o por vivir con su pareja sin estar casados (es decir, en pecado)".

Con la Iglesia seguimos topando. Pero aquí no parece que haya Don Quijote alguno que ponga un poco de sensatez. Mientras tanto, los cristianos siguen abandonando en tropel las parroquias. Pero eso no importa a los obispos. Ellos tienen toda la verdad, la única verdad y la salvación de todos. Aunque algunos preferimos que no nos salven ellos. ¿Qué le vamos a hacer?

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