21 de septiembre de 2007

Cheque Social

Estaba leyendo algún artículo de la nueva estrella de la FAES y de Libertad Digital, Álvaro Vermoet Hidalgo, un chaval de 20 años presidente de la ultraliberal Unión Democrática de Estudiantes (UDE). Así, a vuelapluma, se me ocurre que presidir una organización estudiantil no universitaria y representarla en un par de consejos escolares es un dudoso mérito para alguien que ya tiene 20 años.

En particular le leía un artículo donde defiende lo que los liberales llaman el cheque escolar que, muy resumidamente, consiste en que a cada padre se le dé un cheque canjeable en el colegio que cada padre escoja para sus hijos. Releyendo lo que acabo de escribir se me ocurre que si el acceso de los alumnos a los centros públicos y concertados es idéntico al actual, lo del cheque es una gili**llez tontería. Claro que la propuesta va acompañada de unas medidas que, en realidad, suponen el fin de la enseñanza pública y concertada (éste es el último enemigo declarado del liberalismo). Dicho lo cual, se concluye que el nombre de "cheque escolar" es fraudulento y engañoso, muy en la línea de los eslóganes simplistas de muchos políticos y periodistas.

En estas divagaciones estoy cuando me viene a la mente todo el asunto del nuevo contrato social que, al parecer, el hiperpresidente Sarkozy quiere firmar con el pueblo francés.

Me llama la atención, por cierto, escuchar y leer algunos golpes de pecho en nuestro país por una reforma francesa que, al fin y al cabo, no va más allá (hacia la derecha) del contrato social que, en España, construyó Felipe González.

Y digo yo, para ir quitando caretas, ¿por qué no nos proponen ya un cheque social? Es decir, un cheque que cada ciudadano podría cambiar por los servicios sociales que preste el estado. Podría ser un talonario con cheques para el colegio que elijas, el médico que te trate, el juez que te juzgue, el fiscal que te acuse, el policía que te multe, el barrendero que limpie tu calle, el jardinero que cuide el jardin de tu barrio, la ambulancia que te auxilie...

Claro que si no pagáramos impuestos no harían falta cheques. Pero no demos ideas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y a usted quién le ha dicho que UDE es una organización estudiantil no universitaria? Nosotros tenemos representación en la Secundaria, en la FP y en la Universidad (de hecho, estos días estoy organizando un acto en la Universidad), a través de asociaciones facultativas e interfacultativas, y de estudiantes unviersitarios como yo mismo.

Por otra parte, no estamos en un par de Consejos Escolares. Estamos en decenas de Consejos Escolares de centros, en varios Consejos Escolares de Comunidades Autónomas (en Madrid con mayoría absoluta) y en el Consejo Escolar del Estado. No es que yo quiera magnificar la importancia de este entramado burocrático, pero me veo en la necesidad de corregirle.

Finalmente, no veo por qué el cheque escolar supone el fin de la escuela pública. Yo creo en un modelo en que haya una escuela pública fuerte y exigente, que sirva como instrumento de movilidad social, y una enseñanza privada. El cheque sólo supone que quienes no van a la escuela pública sino a la privada, liberando al Estado de un gasto para el cual ha recibido ingresos, reciban el dinero que el Estado se ahorra, es decir, el coste del puesto escolar. Así se asegura una competencia leal pública-privada y que sea la demanda social la que fije la proporción entre las dos redes.

Anónimo dijo...

Me alegro de su rápìda respuesta, se la agradezco, pues aporta pluralidad y un punto de vista que, lo reconozco, yo no puedo dar.

Nadie me ha dicho que UDE es una organización estudiantil no universitaria, lo he deducido yo sólo de su página web, donde sólo aparecen un par de veces las palabras universitario (para reclamar que cada facultad organice sus propias pruebas de acceso a los estudios universitarios, yo esto lo veo más en el ámbito de secundaria) y universidad (donde acusan a Fernández de la Vega de mentir, pues no les han consultado para redactar la reforma de la LOU, a lo mejor el Ministerio también ha visto su página web). Reconozco mi error y pido disculpas.


En cuanto al fin de la escuela pública y el cheque escolar, copio aquí los cinco pasos para la implantación del cheque que propone usted en su artículo:

1. Dejar de crear puestos de funcionario en la escuela pública, dando autonomía a los centros públicos para elegir a sus propios docentes en el futuro.
2. Calcular el coste medio del puesto escolar en centros públicos y concertados.
3. Dar a los padres un "cheque escolar" canjeable o bien por un puesto escolar en un centro público o concertado, o bien por el equivalente en dinero al coste medio del puesto escolar de estos centros en un centro educativo no subvencionado.
4. Modificar gradualmente el sistema de financiación de los centros públicos y concertados para que aquellos con demanda suficiente para poder financiarse por el cheque escolar dejen de recibir fondos públicos y cobren directamente el importe del cheque a los alumnos.
5. Aplicar sobre el resto de centros un programa de recuperación que trate de mejorar sus resultados o de especializar su oferta educativa para hacerlos más atractivos y, si esto no funciona, privatizar o cerrar estos pocos centros.

Sinceramente, los puntos 1, 4 y 5 suponen el fin de la escuela pública como yo la entiendo, para garantizar la enseñanza a todos los ciudadanos. Conozco centros rurales y en barrios deprimidos que cuentan con centros donde se imparte muy buena docencia, que tienen el mejor profesorado: jóvenes que acaban de aprobar un duro examen de acceso a la función pública. También conozco buenos centros concertados en estos barrios. Con su propuesta estos centros acabaran entre esos pocos que, según usted, habrá que cerrar. Y entonces no creo que vaya a ir un empresario a abrir allí una escuela.

Lo privado no lo bendice todo, no sé por qué motivo es mejor un profesorado contratado a dedo por un empresario que aquél que ha triunfado en una dura oposición. Por otro lado, son ustedes los que deben confiar más en la demanda social, que si no está a gusto con la actual proporción pública-concertada-privada, ya se lo harán saber al gobierno con sus votos. ¿Por qué cree que ni el PP traga con su propuesta?

De nuevo le agradezco su participación para darnos otro punto de vista. Se agradece poder mantener una discusión sosegada y educada.

Anónimo dijo...

De hecho, semanas después de lo de De la Vega, el Grupo del PSOE en el Congreso nos recibió para tratar lo de la LOU. Nuestra Web ciértamente se centra en las enseñanzas medias, pues los temas universitarios los suelen tratar por su cuenta las asociaciones universitarias federadas, mientras que el resto se lleva a nivel nacional porque tiene que ir al Consejo Escolar.

El Reino Unido tiene una enseñanza pública buena. Hay centros totalmente públicos (eso sí, de distintas Administraciones), centros PPP de gestión privada pero titularidad pública y centros de alta exigencia, también públicos. Y no hay funcionarios con plazas de por vida asignados a cada centro, por eso puede ser mucho más flexible su sistema educativo.

Yo no saco las mismas conclusiones que usted de mi artículo. En primer lugar, los pasos a corto plazo no afectan a la escuela pública, pues se trata de dar un cheque a quien renuncie a su puesto en una escuela pública y que esta se financie directamente desde el Estado. Lo único que proponemos que afecte a la pública es que los profesores no se asignen por oposiciones sino que cada centro público pueda tener un proyecto educativo propio y elegir a sus propios profesores; naturalmente, por concurso de méritos.

Tampoco creo yo que pedir que a largo plazo todas las escuelas se financien con el cheque acabe con la pública. Si un centro rural es pequeño, tendrá menos gastos y, por tanto, aunque ingrese menos por el cheque debería ser suficiente. La única diferencia es que se incentiva a la iniciativa privada a instalarse en zonas que, como las rurales, antes no eran rentable. Mejor, más oferta.

Finalmente, y aunque no recuerdo si lo mencioné en mi artículo, creo firmemente en el derecho a la educación, y sea cual sea el sistema de financiación de la enseñanza estoy a favor de que el Estado garantice un puesto escolar a todos los alumnos, en cualquiera de las lenguas oficiales.

En todo caso, gracias por la oportunidad de dejarme aclarar estos aspectos.

Un saludo.

Anónimo dijo...

No vamos a ponernos de acuerdo, salvo que se aplique el cheque escolar alguna vez y se demuestre su valía o lo contrario.

Sólo aclarar que un centro rural, como en los que yo estoy pensando, es bastante más caro por alumno, en tanto en cuanto hay muchos menos alumnos por curso. Además suponen un gran esfuerzo para el profesorado, que tiene que impartir docencia, a la vez, a chavales de dos o tres cursos. Dudo que pueda ser rentable para la iniciativa privada, igual que un "cole" en un barrio empobrecido.

Pero estoy dispuesto a reconocer mi error si algún día se pudiera comprobar. Cosa que no espero.

Saludos y, de nuevo, gracias por su participación. Es un placer discrepar con usted a quien, lo reconozco, tenía etiquetado.

Rebelion

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