27 de abril de 2010

La hipocresía de González Pons

Entresacamos del diario Público esto:

"Los ciudadanos que el pasado sábado salieron a las calles madrileñas —indignados por el proceso abierto por el Tribunal Supremo al juez Baltasar Garzón por investigar el franquismo— blandieron banderas republicanas, legales hasta que un golpe de Estado llevó a este país a una Guerra Civil, echó por tierra el estado democrático existente y sembró de cadáveres cunetas, tapias y fosas. Y pedían, porque en su derecho están de tener un lugar en el que llorar a los suyos, que sean localizados y se los devuelvan.

González Pons censura a los que clamaron ¡España, mañana, será republicana!, pero respeta que los herederos ideológicos del falangismo y el franquismo desenfunden sus yugos y flechas, proclamen que La lucha continúa y se muestren Orgullosos de nuestra historia . Los primeros, "de moderados, nada", aseguró.

"Yo no soy quien para tachar de legal o ilegal una corriente de pensamiento", dijo respecto a La Falange.

Respecto a los segundos, que convocaron también el sábado un acto ultraderechista en el que participaron apenas 150 personas, se limitó a decir:

"Yo no soy quien para tachar de legal o ilegal una corriente de pensamiento. Desde luego, no me gusta que haya partidos fascistas, pero lo tolero. Porque en mi condición de demócrata está tolerar desde la extrema izquierda hasta la extrema derecha", indicó Pons, informa María J. Güemes.

La "corriente de pensamiento" coreó Con nuestros caídos no se juega, Carrillo, muérete o Garzón, masón, vete a prisión. El vicesecretario de Comunicación del PP, en este caso, no tachó de radicales los gritos xenófobos y las peticiones para que el juez de la Audiencia Nacional juzgue a Zapatero. Los exaltados, para él, eran los del No pasarán."
Evidentemente, nadie del PP ha corregido a este hipócrita... porque todos están de acuerdo con él.
Lo sigo diciendo: si están a favor de que partidos y sindicatos fascistas puedan llevar a un juez al banquillo; si juegan con las palabras y las ideas, cambiándoles el sentido cada vez que les conviene; si muchos de estos fascistas siguen dentro de sus filas; si se niegan a que eliminen los nombres y símbolos franquistas de nuestras calles y plazas; si siguen siendo uña y carne de la iglesia más rancia y reaccionaria, en su resistencia a que el Parlamento pueda legislar siguiendo simplemente los intereses de quienes votan, etc, etc, etc... de verdad, ¿no os da miedo que esta gente pueda gobernar? Si estando en la oposición apoyan el fascismo, ¿qué no harían si mandasen? En serio, ¿no os da miedo?
A mí me aterra. Pero una barbaridad.

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