16 de febrero de 2007

¿Quién busca la verdad "de verdad"?

Unos afirman que los tribunales de justicia son los que deben esclarecer los hechos (y ejecutar las investigaciones pertinentes) sobre cualquier denuncia de delito (criminal o no) en general, y sobre el 11M en particular. (En este grupo se autoincluye el que escribe estas líneas).

Otros afirman que, cuando no nos gustan los derroteros que está siguiendo un sumario concreto (en general, o referido al 11M en particular), debe ser la sociedad (alentada por algunos centros mediáticos de generación de opinión) la que haga juicios paralelos, cuyas conclusiones "habrán de ser las verdaderas". Así pues, los resultados de la "investigación y juicios oficiales" serán falsos, manipulados, manipuladores, etc.

¿Quién dice la verdad? Estrictamente hablando, el ciudadano no tiene forma de saberlo. Pero a mí me preocupa más esto otro: ¿Quién quiere la verdad? ¿Quién busca la verdad "de verdad"?

Sospecho que, cuando el peso de las convicciones ideológicas o partidistas es demasiado fuerte, la verdad interesa poco a casi nadie. Nos posicionamos de entrada, nos situamos en un "a priori axiológico" y, desde ahí, buscamos una "verdad" minúscula que haga juego con nuestros planteamientos e intereses. Evidentemente, todos estamos predispuestos a creer la "verdad" que esperamos y deseamos creer desde el principio.

Pero, ¿qué pasaría si hubiese alguna forma de evidenciar sin ninguna posibilidad de duda, la "auténtica verdad de los hechos"? ¿Qué haríamos, cómo reaccionaríamos si la verdad definitiva no corrobora la que nosotros creíamos? ¿Vamos a rectificar públicamente con el mismo énfasis con el que nos pronunciábamos cuando no sabíamos nada realmente, y nos limitábamos a ser altavoces y correa de transmisión de los intereses de nuestro periódico o emisora de radio? ¿Cambiaría la "verdad imprevista", por ejemplo, el sentido de nuestro voto o militancia política y/o mediática? ¿Quiénes nos están engañando y manipulando: los partidos, los medios, los dos?

Deberíamos preguntarnos esto muy en serio, pues, si no cambiase nada, es que realmente nunca quisimos (ni buscamos) la verdad, sino "mi verdad".

Y ahí ya nos dio la estocada el poeta Machado:

"¿La verdad?
La verdad... ven conmigo a buscarla,
la tuya, guárdatela".

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Rebelion

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