28 de junio de 2009

¿RIQUEZA Y PATRIMONIO CULTURAL O AUTÉNTICA LOCURA?

Conozco el caso de un niño al que la madre le dijo: "Hijo, no peles la manzana, que en la piel están la mayoría de los nutrientes". Desde ese día, el niño pela la manzana, se come la piel y TIRA LA MANZANA. Pues algo muy parecido es lo que está pasando en España con la cuestión lingüística: que por salvar la piel (que está muy bien) vamos a tirar la manzana. Le tomo prestado a "El Mundo" el artículo de Mónica Lalanda titulado "Idiomas autonómicos y otros obstáculos en la sanidad". Me parece evidente que algo grave está pasando. Y creo que no vale todo, con tal de mantener el poder. Juzguen Vds: Les dejo con Mónica: "17 de junio de 2009.- ¡Cómo ha encogido España! Al menos ésa es la impresión que me dio cuando me senté con un mapa a elegir dónde trasladarme después de tantos años fuera. De origen castellano y abierta de miras, me atraía igual una autonomía que otra; sin embargo para mi sorpresa y decepción, no se daba la situación recíproca. Alguien como yo no es bienvenido en una gran parte del país por hablar 'solamente' español (¿o ya no se llama así?).En varias autonomías le dan mucho más valor a hablar su lengua que a cualquier otra cosa para acceder a una plaza en la sanidad pública. Veamos por ejemplo el País Vasco: hablar Euskera vale 17 puntos mientras que hablar inglés, francés y alemán juntos vale cinco puntos, diez años de catedrático 1,25 puntos, e impartir diez ponencias internacionales 3,50.Vale que el médico español no tenga movilidad pero esto es principalmente un atropello a los derechos del paciente vasco que gracias a sus dirigentes se tendrán que conformar con médicos cuyo único mérito pueda ser hablar una lengua autonómica. Mantener el patrimonio cultural es imprescindible pero en este caso puede ser a costa de la calidad de un servicio básico, la Medicina. La solución para mí ha sido fácil, elegir una ciudad castellana como destino. Aquí, a no ser que algún loco imponga el Romaní, no habrá problema. Sin embargo, otros médicos ya afincados no lo tienen tan fácil. El caso actual de Baleares es particularmente sangrante. El gobierno balear ha decidido exigir el catalán a todo su personal sanitario; la razón es, textualmente: "Para adaptarse a la realidad jurídica y sociológica de las islas".Yo siempre pensé que lo que se hablaba en Baleares era el mallorquín, pero me he debido perder algo. Lo más curioso es que la realidad de las islas quizás sea otra. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado hace unos días el padrón y resulta que en las Baleares hay un 21,7% de extranjeros, con diferencia la autonomía con más extranjeros. Es decir, que de obligar a los sanitarios a aprender un idioma que facilite la comunicación con los pacientes, puede que les sea más útil aprender alemán, inglés o incluso danés.Parece ser que 40 médicos han amenazado con marcharse; a nadie le puede extrañar. Pero en las islas, los médicos son un bien escaso. Resulta que según datos de la Fundación Adecco, en Baleares faltan actualmente 300 médicos. Otros tantos optarán por una exención o liberación con sueldo completo de hasta dos años para aprender el idioma; esto parece broma. En fin, que mientras tanto las plazas vacantes se pueden llenar con médicos de Europa del Este que no hablen por supuesto el catalán pero tampoco el idioma que habla casi todo hijo de vecino en Baleares, el castellano (¿o ya no se llama así?).Porque curiosamente a un médico polaco que quiera trabajar en España no se le exige hablar español, pero a un médico español que quiera trabajar en Ibiza se le exige el catalán. Para mí que falta sentido común y sobra sentimiento nacionalista mal entendido.El idioma es, por encima de todo, una forma de comunicación y hablo con experiencia si digo que hablar con los pacientes en un idioma que no es tu idioma materno, no es lo ideal. Si paciente y médico tienen un idioma común, por qué forzar una situación artificial en aras de intereses políticos.El idioma es también la herramienta imprescindible para adquirir información, aprender, estar al día. Si un médico quiere dedicar su tiempo a aprender un idioma para beneficio de la totalidad de sus pacientes, que aprenda o mejore su inglés, el único idioma en el que por acuerdo internacional se publica el producto de la investigación científica.El patrimonio hay que mimarlo, sin duda; pero si yo tengo apendicitis, que me atienda el mejor cirujano, me da igual el idioma que hable. Imagino que como yo, pensará cualquier español (¿o ya no se llaman así?)

Mónica Lalanda está recién llegada a España tras pasar los últimos 16 años en Inglaterra, la mayoría como médico de urgencias en Leeds (West Yorkshire). En la actualidad trabaja en la unidad de urgencias del Hospital General de Segovia, participa en varias publicaciones inglesas y también ilustra libros y revistas con viñetas médicas.

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