11 de agosto de 2011

¿ De quién es Dios ?

Mi amigo El Pequi me pide que le publique esto:

"Vaya por delante que no pertenezco a la editorial de esta web y suelo discutir en muchas ocasiones con sus creadores sin embargo creo que aquí que estaremos de acuerdo.
A muchos ha impresionado la noticia del cáncer de Hugo Chávez pero aún mas su repentino cambio de discurso ante la Iglesia católica pidiendo incluso perdón por los ataques y campañas agresivas que sobre ella ha perpetrado nuestro peculiar personaje Presidente de la República Bolivariana de Venezuela.

Ante este súbito giro hacia la cosmogonía judeocristiana la fauces del liberalismo añejo representadas por la cadena Intereconomía se han lanzado de forma indulgente a abrazar el cambio actitudinal del comandante argumentando que, cuando el hombre está solo ante el dolor, en su debilidad, en su insignificancia solo puede hacer una cosa, mirar a Dios y refugiarse en su poder supremo.

Ante esto yo me pregunto ¿Qué Dios? ¿El de Ratzinger? ¿El Alá Islámico? ¿El Yahveh Judaico de Abraham? ¿O quizás el Brahman del hinduismo?

Si la religión predominante en el país caribeño hubiese sido la mormona o la educación recibida por nuestro paciente fuera la protestante, ¿se hubiese acercado a una iglesia católica a recibir el cuerpo de Cristo, pedir perdón por sus pecados y hacer acto de constricción?

Pocas veces han salido a intentar explicar la actitud de Chávez como absolutamente natural ante lo que se le viene encima. Podríamos hacer un acercamiento Punsetiano a lo ocurrido y explicar su vuelta de tuerca como un intento desesperado por su cerebro de seguir cumpliendo su función: SOBREVIVIR.

Basta leer las últimas investigaciones sobre neurología y espiritualidad o Dios y el cerebro para entender que, incluso desde el ateísmo más absoluto un ser humano puede “mirar arriba” pidiendo ayuda ante los desconocido, el miedo y la desesperanza. ¿Dónde está el problema? En lo que acabo de escribir. Deísmo y acercamiento a las religiones van de la mano como seres inseparables. ¿Por qué? Porque se han apropiado de la necesidad del ser humano de dar respuesta a lo insoslayable.

“Ante el sufrimiento grande miramos al cielo; Ante una muerte inesperada, miramos al cielo; Ante una crisis fuerte, miramos al cielo; Ante una enfermedad, miramos al cielo; Ante la sed de nuestros deseos, miramos cielo...” Decimos antes de enunciar el Padre nuestro. Y vuelvo a preguntar. ¿Qué cielo?

“El alma está en el cerebro” nos dice Carl Zimmer dando una visión absolutamente evolutiva y reduccionista de la idea de Dios. Los budistas sin embargo, aún incluyendo todo lo que concierne a las investigaciones que radiografían nuestra máquina de pensar, trascienden a un holismo que nos sitúa como parte de algo superior.

Luego, queridos amigos el que os escribe que también se acerca en ocasiones a la Virgen de los quince llantos y al Santísimo Cristo de las veinte llagas (es una forma irónica de hablar) a buscar respuestas no sabe si lo hace por cultura, tradición, evolución, biología cercanía o incluso manipulación del mensaje. Vamos a ver, tener línea directa con el cielo a través de Telefónica con un aval de Botín es mas veraz que estar fundido con el todo. ¿O no? "

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