27 de abril de 2006

Los derechos de los monos


Tenía que llegar, y lo sabíamos. Hace tiempo ya que se estilan estas cositas en EEUU, como, por ejemplo, la existencia de un campamento de verano para ¡¡¡ osos de peluche!!! Aquí ya hemos empezado con el proyecto de ley de los "Derechos humanos de los monos".

Evidentemente, no hay nada en contra del respeto a los animales y a la naturaleza en general, todo lo contrario. Pero, por favor: con la cantidad de tiempo que llevamos en que la declaración universal de los derechos del hombre, no sólo no se cumple, sino que cada vez hay más personas a las que se les violan sus derechos básicos, que un partido "de izquierdas", en lugar de dedicarse en cuerpo y alma a la lucha por la defensa de los derechos humanos de los últimos (de los más pobres, de los oprimidos y los explotados), se dedique a estas cosas, ni es progresista ni es, desde luego, personalista.

Derechos de los animales, sí, pero DESPUÉS de que se cumplan los de las personas. Y, por supuesto, llamarles "humanos" a los derechos de los monos, sencillamente es de risa, quiero decir, de humor absurdo.

Si admitimos esta lógica, ¿dónde se pone el límite? ¿Por qué no hacer la declaración universal de los derechos humanos de los mejillones, o de los caracoles, o de las gambas...o de los árboles y las flores?

Yo, desde luego, ya sé cómo forrarme económicamente a partir de ahora: montaré un gimnasio-sauna-polideportivo para perritos de trapo y gatos de peluche, y cuando se instale la idea en España, seré el primero en poseer dicho negocio.

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Rebelion

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