2 de noviembre de 2009

Golpe de estado en Honduras

Definitivamente se consumó el golpe de estado en Honduras, comprobándose que Estados Unidos continúa siendo el estado golpista e intervencionista en América del Sur y Central de los 70. A pesar de Obama, o más bien, gracias a él. Con distinto collar, más amable, pero el mismo perro al fin y al cabo.

Para muchos de los gobiernos "demócratas" que se opusieron al golpe de estado con la boca chica, el acuerdo anunciado por los negociadores de Zelaya y Micheletti supone un gran alivio. Logran frenar a Zelaya, para ellos cercano a Chávez, en una apariencia de normalidad democrática.

Así, todo apunta a que el parlamento hondureño restituirá en su puesto a Zelaya con la condición de no presentarse a la reelección y de renunciar al referéndum acerca de si el pueblo quiere abrir un proceso de reforma de la constitución. Recuérdese que el pecado de Zelaya ha sido éste: preguntar al pueblo si quiere que la próxima legislatura sea para la reforma de la constitución... los más inocentes no vemos nada perversamente antidemocrático en esto.

Es decir, que triunfan los golpistas que consiguen quitarse de en medio a Zelaya en unos meses y que todo vuelva a la normalidad, es decir, a que la clase rica sea la que decida el destino de los hondureños. Como toda la vida.

Por supuesto, ni hablar de cárcel para los golpistas...

¿Qué se pretendía con el golpe? ¿Eran unas vacaciones para Zelaya o se pretendía quitarle de en medio a él y a sus aventuras "bolivarianas"? Pues los golpistas se han llevado el gato al agua, con la connivencia de Estados Unidos y mucho nos tememos que la OEA y el gobierno español...

Mientras tanto, las empresas "democráticas" internacionales con intereses en Honduras no esconden su alegría.

Así se desprende del editorial de ayer de El País, titulado La derrota de Zelaya. El artículo comienza reconociendo que el golpe de estado "ha acabado por prevalecer", pero no para condenarlo, ni mucho menos pedir que los golpistas sean detenidos y encausados. Para el grupo PRISA ganan los golpistas, a los que se unen Obama -"... y Micheletti ha ganado, otro triunfador es el presidente Obama"- y Lula. Pierde, cómo no, Chávez. Y, en una suerte de pirueta sólo realizable por los más cínicos, gana "la liturgia democrática". O sea que en democracia lo litúrgico es dar un golpe de estado cuando no te guste la política del gobierno.

¿Dónde queda la seguridad jurídica a la que alude el grupo PRISA cuando habla de la situación de sus empresas en Bolivia y Venezuela? O es que la seguridad jurídica es sólo para los ricos...

2 comentarios:

Kevin Abalone dijo...

Todos sabemos que Jesús Polanco ya dijo en su día que "se había casado con Felipe González como lo podía haber hecho con Fraga o Aznar, conquien ganase más dinero" (léase "El negocio de la libertad", de Jesús Cacho). El clan "Prisaico", con los descendientes de Polanco y/o Cebrián llevan mucho tiempo demstrando lo que son: un grupo corporativo burgués capitalista disfrazado de "progre". Una vez más, "progres de izquierdas" con la cuenta llena de ceros.
Y todavía hay gente inteligente que nos quiere vender a Prisa como alternativa mediática y "política" progresista.
Prisa da Risa (por no decir Asco)

Javier dijo...

Suscribo cada palabra (modificando alguna errata, jajaja) del post. Gracias por explicarlo con certera claridad. Totalmente de acuerdo, al igual que con el comentario de Kevin Abalone.

Un abrazo.

Rebelion

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