Sorprende que la Sra. Cospedal, segunda en poder
dentro del PP, persista en exculpar a su Partido diciendo que todos en él están
bien, tranquilos, muy orgullosos y que es un Partido del todo transparente, el
único. 
En general, todos los Partidos están bien,
tranquilos, muy orgullosos y afirman que su Partido es el más transparente
o  el único. Es así, si  atendemos a que los Partidos tienen
personalidad jurídica, por sus estatutos oficialmente aprobados. Pero esos
estatutos son códigos de organización y conducta, no personas. Como códigos
serán más o menos buenos, pero ni la Sra. Copedal ni nadie osará  pedirles responsabilidades. No las tienen. Y,
por  no tenerlas, no merecen ni vituperio
ni gloria, como acaba de decir el Tribunal Constitucional.
Entonces, la transparencia  de los Partidos  depende de 
la buena o mala conducta de las personas físicas que lo componen y por
ellas se sabe  en qué medida un Partido
es o no transparente y si se lo puede juzgar por delitos. Por lo demás, en los
Partidos políticos existe una escala jerárquica de competencia y
responsabilidad, que alcanza a sus 
dirigentes y se conecta con la conducta de sus afiliados, en cuanto son
nombrados por ellos mismos. 
En estos días y semanas,  lo que oigo, veo y leo es que son muchas las
personas físicas del PP las imputadas por delitos, -las hay también en los
demás partidos- y que tiene que responder por ellos; en  directo las personas implicadas e,
indirectamente, las que les nombraron para la actividad profesional en las  que han delinquido.  
 Esta es la
realidad a la que nos referimos y que ninguna 
retórica puede ocultar. Lo lógico, pues, es decir –con nombres y
apellidos porque constan- que hay personas en el Partido Popular que, directa e
indirectamente,  son imputadas por
delitos y, en consecuencia, que el Partido -sin ellas no existiría-  no está bien, ni  tranquilo, ni orgulloso, ni es del  todo transparente, ni el único transparente.
 Haga cuentas
Sra. Cospedal, relacione y compare, y Vd. misma comunique a la opinón pública
el resultado. No lo olvide: el PP, como Partido, no es sujeto ni  moral ni jurídico de acción y responsabilidad
alguna, son  las personas, en este caso
de su Partido. Y es normal reconocerlo, pedir responsabilidades y enmendarlo.
En el PP hay personas para todo, y también para llevar la contabilidad de
cuantos individuos  ejercen
responsabilidad. Dicha contabilidad se refiere a afiliados del PP,  no del PSOE; 
y si es negativa o está mal hecha 
lo son del PP –de sus responsables directos e indirectos-.  Ni el PP, ni el PSOE ni ningún otro Partido
se sentarán  en el banquilo para
responder ante la Justicia.
Es lo que ocurre 
ahora con el Sr. Bárcenas a la cabeza: se está indagando  cuál es la responsabilidad directa de los
corruptos imputados  y de quienes a su
lado desempeñaban también una responsabilidad indirecta. 
 
 

 




 
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