10 de marzo de 2012

Carta de un lector a Iñaki Gabilondo

Tienes razón Iñaki, muchas medidas pero poco productivas, el secreto está cuando, donde y como se crea empleo. Un amigo, empresario de la construcción me decía cuando se anunciaron las medidas de la reforma laboral: ” si ya he despedido a todos, lo que quiero es trabajo”.

Hay muchos flecos sueltos que creo que no se analizan. Me quedé perplejo al conocer como se cuentan los parados en Alemania. No he escuchado la mas mínima referencia en tertulias de las crean estado de opinión ni alusiones de los organismos relacionados con el empleo, ministerio, sindicatos, organizaciones empresariales etc. Es posible que personalmente esté equivocado, pero si en Alemania los mayores de 58 años en demanda de empleo que cobran subsidio no cuentan, si los que tienen contratos minijobs (siete millones) que trabajan 40 horas al mes no cuentan, y si los parados que realizan cursos de formación tampoco, en España el número de parados se reduciría considerablemente. La percepción internacional sería otra y posiblemente y tanto la UE como los mercados se comportarían de otra manera.

Como esta hay muchas cosas que explicar. Competitividad. Palabra mágica. ¿Cómo se van a incrementar los trabajadores por ejemplo en el sector agrario?. Nuestros agricultores están sometidos a toda suerte de controles, trazabilidad en el uso de pesticidas, abonos, recolección, calidades, contratación laboral etc. ¿Para qué? Para ver las estanterías de nuestros comercios llenas de productos “originario de Perú, originario de China, envasado en Ecuador etc. ” donde no existe legislación laboral, sanitaria ni social y los trabajadores realizan su actividad en régimen de semi-esclavitud. ¿Eso queremos para nuestros ciudadanos para que nuestras empresas sean competitivas? ¿Hasta dónde llega la exigencia para los ciudadanos y empresas de la UE y hasta donde la tolerancia para los productos del exterior? ¿Así vigilamos la salud de nuestros ciudadanos? ¿Haciendo imposible la rentabilidad de nuestras producciones y facilitando la acción de las multinacionales que no tienen otro color que el del dinero?

I+D+I. La eterna apuesta con la que se llenan la boca nuestros gobernantes. En Noruega, donde son pocos y además muy ricos, hace generaciones que sus ciudadanos (todos, hasta los que trabajan quitando nieve por la calle) hablan el noruego y el inglés. A los ciudadanos, el Estado beca con 900€ al mes a los jóvenes durante ocho años para que tengan formación universitaria. Después con su trabajo devuelven al Estado el préstamo, en unas condiciones determinadas. Noruega puede hacer apuesta de I+D+I. Pero ¿España? Tenemos la generación de titulados universitarios más numerosa de la historia, pero ¿desde cuándo?. Existe en España un colchón de ciudadanos nacidos entre los años 1950 y 1967 en los que la formación se limitó a aspectos muy básicos porque la necesidad social en aquellos años era llenar el estómago sin atender a otras preocupaciones y sólo las familias económicamente pudientes llevaron a sus hijos a la universidad. ¿Qué hacemos con este contingente de ciudadanos que no pueden realizar trabajos especializados? Nuestros gobernantes tendrán que bajar a ras de suelo y ser conscientes de la realidad que vivimos. Se han acabado los fuegos de artificio y toca velar por los intereses de los mas, no de los más grandes, por que el desastre que han provocado ya se ha visto.

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