10 de octubre de 2012

Hola, Anita




Como escribir en Internet es igual que escribir para nadie o para todos, aclararé que lo hago desde un trocito de España llamado Sevilla. Trabajo en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla y el curso académico 2012-2013 lo va a inaugurar oficialmente Ana Pastor, una periodista valiente, valiosa y, sobre todo, lista. Sin embargo, como me preocupa que, más que nadie, los jóvenes, confundan galgos con podencos o voces con ecos, he decidido perder el tiempo escribiendo (porque esto no sirve para nada) estas pamplinas paternalistas, propias de un machista anacrónico, un reaccionario pero de la izquierda, como diría Woody Allen.

Hace tiempo, los periodistas afirmábamos que no éramos noticia pero ahora lo raro es que no lo seamos. Sara Carbonero –periodista- nos indica en un spot publicitario cómo lavarnos la cabeza. Matías Prats –periodista- cómo ahorrar o invertir mejor en banca. Pedro Piqueras –periodista- cómo huir del colesterol o tener un cuerpo agradable a la vista. Juan Ramón Lucas –periodista- cómo asegurarte la vida. Etcétera. La verdad es que, como existen tantos intereses tras el periodismo, ya apenas se puede investigar ni denunciar otra cosa que no sea la típica dinámica bipartidista (que en el fondo es unipartidista), unos a favor de unos y otros a favor de otros, es decir, periodismo de batallitas con los payasos de las bofetadas –como sostendría León Felipe- o, más claro, los políticos, como protagonistas, que para eso están mientras los que mandan se esconden tras sus anchas espaldas. A Nietzsche han terminado dándole la razón: la política es un oficio para mediocres, con las excepciones de rigor (esto ya lo digo yo, para suavizar las iras del maestro).

A Ana Pastor no le gusta que el presidente de Ecuador, Rafael Correa, la llame Anita ante las cáma
ras de televisión, cuando Anita lo está entrevistando y además afirma que es ella quien hace las preguntas (http://www.youtube.com/watch?v=P-tUsfYFYns). ¡Qué valiente! Seguro que a su mentor, Iñaqui Gabilondo (¿dónde estaba en el último informativo de CNN+ cuando sus colegas dieron la cara y criticaron veladamente a Prisa? http://www.youtube.com/watch?v=EAgNbL-Ut2k, en lugar de despedirse con palabras lindas y bla, bla, bla: http://www.youtube.com/watch?v=VC5iqO6G9cY&feature=related)
…, a don Iñaqui, decía, que también ha venido a mi facultad, no le diría que no la llamara Anita. Ni a Juan Luis Cebrián. Ni a Polanco. Ni a Botín. Ni a Ted Turner. Claro que eso no hace falta ni planteárselo porque ninguno de estos señores la llamarían Anita, eso no se lleva en occidente, aquí te proclaman excelentísima señora doña Ana, marquesa de la CNN, si hace falta, y luego te aplastan por lo bajini si es necesario; es el glamour que nuestro sistema ha aprendido tras siglos de dominación, alegrías y ultrajes, que de todo ha habido.

Como es evidente, a mí me gusta Rafaelito Correa pero Anita Pastor me parece que aún debe esperar un poquito antes de ponerse ante un público universitario. Hubiera preferido a Carmen Sarmiento, Rosa María Mateo o Rosa María Calaf pero las tres no son noticia y ahora, ya digo, la noticia es el periodista. Rafaelito me gusta porque le está tocando las partes bajas al poder de verdad y Anita, como mucho, sólo le hace cosquillitas con su presunta agudeza como entrevistadora. Con todo, es comprensible que guste a los jóvenes y a determinados profesores de su misma cuerda. ¿Qué cuerda?
En España hay sólo una cuerda que se llama derecha, por utilizar un concepto de toda la vida. El movimiento 15-M (en el que no creo pero está bien que esté) me dio el nombre: PPSOE, aunque yo, antes del 15-M, lo llamaba PPOE por respeto a la “s” de socialista, y, desde el año 2000, a una parte de esa derecha la llamo izquierdecha. Ahora está en el poder político el ala derecha de la derecha-PPSOE, para simplificar, porque también hay elementos de la derecha del ala derecha de la derecha. El ala izquierda de la derecha está en el taller, la están reparando tras los accidentes de ZP. Hay un tal Rubalcaba por ahí que dice que es la izquierda pero la pregunta es ésta: ¿podemos estar seguros de que lo que dice, hace y ha hecho, no lo diría y haría también el ala derecha de la derecha? Ya no. Otrosí, tenemos a un tal Griñán (muy Jeremías) y a un tal Valderas que, como decía Gila cuando narraba la historia de su vida, es un señor que siempre está en el pasillo pero no se sabe quién es, para mí que puede ser el ala izquierda moderada y conversa de la izquierdecha.
Cuando el ala derecha de la derecha enferme, en una o dos legislaturas, le tocará de nuevo el turno al ala izquierda de la derecha y al señor del pasillo lo mandarán a hacer puñetas aunque a ver quién le quita lo bailao.
Bueno, pues Anita es del ala izquierda de la derecha. Como el mentado Lucas quien, desde RNE, nos obsequiaba con latiguillos pro-ala izquierda de la derecha y cuando ha llegado el ala derecha de la derecha o derecha vetusta lo ha enviado a fregar los pasillos (no sé si allí se ha encontrado o se encontrará con Valderas). Cuando a sus amigos de la cuerda les den el alta en el taller, quitarán a Manolo HH (que es un periodista, no un anuncio ni un propagandista) y regresará Lucas.
Comprendo que Anita le guste a mucho personal porque da el pego postmoderno y además algunos dirán que menos da una piedra. Esa ala izquierda de la derecha es la que ahora parece que se va a comer al mundo y al capitalismo (lo hace siempre cuando está en la oposición). Es su papel en el gran teatro del mundo, el papel que le han asignado sus señores, los que mandan. Se trata de una corriente que otorga certificados de demócrata, machista, progresista, xenófobo, sexista, moderno, trasnochado…, a pesar de que todo lo que hace puede hacerlo porque otros se jugaron el pellejo para que ahora le sea posible formar sus “sanedrines” y exclamar eso de “¡Qué fuerte!” ante algo que le haga rasgarse las vestiduras. Entre los que se jugaron el pellejo estaba uno de nuestros periodistas modelo, el citado Gabilondo, pero, con el tiempo, ha decidido, entre otras acciones, hacerle el trabajo a ZP cuando los bombazos del 15-M obligaron a suspender la campaña electoral del 2004. El hombre protesta de vez en cuando sobre cómo está el periodismo, yo lo envidio porque es capaz de venderle un bloque de hielo a un esquimal.

A estas alturas de mi vida sigo pensando –por razones filosóficas- que las personas de derechas –y me refiero a las del sector de la derecha del PPSOE, ahora en la Moncloa, etc.- tienen el pelo corto y las ideas del mismo tamaño. Pero me están intranquilizando mucho más los miembros y miembras del ala izquierda de la derecha porque “calientan pero no queman”, como decía en mi época el eslogan de una marca de estufas, las Butaterm. Sólo quiero apuntarles a los jóvenes que tampoco se fíen de ese personal, que no los mitifiquen porque suelen tirar la piedra y esconder la mano y, tarde o temprano, los dejarán colgados. Entonces, ¿quiere eso decir que deben hacerme caso a mí? No, qué va, deben hacerse caso a ellos mismos, deben estudiar a fondo la Historia para que no les vendan burras baratas. Porque, en el fondo, los hemos dejado solos. Yo ya estoy mayor y lo que me gusta es ver a mozas valientes como esta Anita Pastor para que me lleve por el buen camino y sea, en efecto, mi buen pastor porque estoy alarmado con este atolondramiento casi senil que me posee.

¿Quiero decir entonces que se apunten los jóvenes al ala derecha de la derecha? En absoluto, soy europeo, me gusta el pelo largo y las ideas largas y complejas. Entonces, ¿qué quiero? No lo sé, tal vez que se vayan a Marinaleda o que le ayuden a Rafaelito o a Cristina Fernández pero son ellos quienes deben marcarme el futuro, yo ya hice mi papel. O que le pregunten a Anita pero con cautela, seguramente habrá proyectado una lección magistral muy magistral con síes pero noes y noes pero síes, como Hessel o como Susan George. Servidor ya está entrando en la andropausia y es un cascarrabias zorocotroco. Anita, Ana, Doña Ana, ése es el futuro, para qué nos vamos a engañar. Pero dejadme que patalee, es la edad.

(Ramón Reig. Publicado en www.periodismoypunto.com
Catedrático de Estructura de la Información, Universidad de Sevilla
Director de LADECOM)

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