18 de julio de 2008

Capitalismo del desastre: estado de extorsión (3)

Naomi Klein
Sin Permiso


El shock del precio del petróleo: o nos dais el Ártico o nunca volveréis a conducir

Irak no es el único país involucrado en un atraco petrolífero. La administración Bush está atareada en la labor de usar una crisis relacionada -la del alza del precio del combustible- para reavivar su viejo sueño de perforar el Refugio Natural Ártico (Artic National Wildlife Refuge, ANWR en sus siglas inglesas). Y de perforar la costa. Y también de explotar las reservas de petróleo bituminoso de la cuenca de Green River. “El Congreso tiene que enfrentarse a una dura realidad”, dijo George W. Bush el 18 de junio. “A menos que los miembros del congreso estén dispuestos a aceptar los dolorosos precios del combustible actuales, o puede que aún más altos, nuestra nación debe producir más petróleo.”

Habla el Presidente como Extorsionador en Jefe, apuntando a la cabeza de su rehén (nada menos que el país entero) con el surtidor de gasolina: o me dais la ANWR o todo el mundo tendrá que pasar sus vacaciones en el patio trasero de su casa. El último robo del presidente-cowboy.

A pesar de las pegatinas de “Perfore aquí y ahora y pague menos”, perforar en la ANWR tendría un impacto apenas discernible en las actuales reservas petrolíferas mundiales, como sus defensores bien saben. El argumento de que podría provocar una reducción de los precios del petróleo no está basado en la economía pura y dura sino en el psicoanálisis de mercado: perforar “enviaría un mensaje” a los empresarios del petróleo de que aún queda más petróleo, y esto haría que empezasen a bajar los precios.

Se siguen dos puntos de este razonamiento. El primero, es el intento por mentalizar a los hiperactivos empresarios de qué es lo que ocurre realmente en el gobierno de la era Bush, incluso en medio de una emergencia nacional. El segundo, es que nunca funcionará. Si hay alguna cosa que podamos predecir del reciente comportamiento del mercado del petróleo es que el precio va a seguir subiendo, no importa cuántas nuevas reservas se anuncien.

Tomad por ejemplo el enorme boom que está teniendo lugar en las famosas reservas de petróleo bituminoso de Alberta. Con tales reservas de petróleo bituminoso, conocidas también como “arenas petrolíferas”, ocurre lo mismo que con los otros emplazamientos propuestos por Bush para la perforación: son cercanos y seguros, pues el Tratado para el Libre Comercio en Norteamérica (NAFTA en sus siglas inglesas) contiene una cláusula que impide a Canadá cortar el suministro a Estados Unidos. Sin hacer mucho ruido, el petróleo de estas fuentes en gran medida sin explotar ha estado fluyendo hacia el mercado en tal cantidad que ahora Canadá es el mayor proveedor de petróleo de los Estados Unidos, por encima de Arabia Saudí. Entre el 2005 y el 2007, Canadá aumentó sus exportaciones a los Estados Unidos en casi 100 millones de barriles. A pesar del significativo crecimiento de estas reservas seguras, los precios del petróleo han ido en aumento durante todo este tiempo.

Lo que se esconde tras la campaña de perforación de la ANWR no es de hecho otra cosa que pura estrategia del shock: la crisis del petróleo ha creado las condiciones con las que es posible vender una política antes invendible, pero desde luego altamente rentable.

Visto en Rebelión.

No hay comentarios:

Rebelion

Web Analytics