5 de julio de 2008

Colombia: rescate y perspectivas

Editorial del 3 de julio
La Jornada

Tras seis años de cautiverio, la política franco-colombiana Ingrid Betancourt fue liberada ayer junto con otras 14 personas –tres contratistas estadunidenses del Pentágono, siete miembros del ejército y cuatro de la policía colombiana– en un operativo militar que, según las autoridades del país andino, se logró gracias a una infiltración en el seno de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y que, a decir de la propia Betancourt, “fue absolutamente impecable, (en el que) no hubo violencia, no se disparó ni un solo tiro”. En América Latina la noticia ha sido recibida con alivio por gobernantes de diversas posturas ideológicas, y ha sido festejada por los presidentes de Francia y Estados Unidos.

Ciertamente, la liberación con vida de estos 15 rehenes pone punto final a otras tantas historias de sufrimiento personal injustificado, como muchísimas otras que han tenido lugar en el contexto del añejo conflicto armado que se vive en Colombia, en el que la constante han sido las agresiones a civiles inocentes por parte de todos los bandos que lo componen. Es necesario reiterar que, provenga de donde provenga, el secuestro de civiles como forma de lucha, el tratarlos como “prisioneros de guerra” y su empleo como moneda de cambio son prácticas inadmisibles e injustificables que constituyen, además de un delito, un grave atropello a la dignidad humana.

Por lo demás, el episodio es un síntoma claro de debilidad organizativa, militar, logística, política y hasta moral de la guerrilla más antigua del continente. Tal proceso se percibía ya con los duros golpes a la estructura organizativa de las FARC, tras la caída de dos de sus dirigentes, Raúl Reyes e Iván Ríos, a manos del Ejército colombiano, y la muerte de su líder histórico, Manuel Marulanda, Tirofijo, ocurrida en marzo de este año. Además, la facilidad con la que el gobierno colombiano llevó a cabo la infiltración y el proceso de concentración de los rehenes en un solo punto es indicativa de la desarticulación y descoordinación en las filas de las FARC, para las cuales la política franco-colombiana y los asesores militares estadunidenses poseían un valor de cambio inestimable; todo ello, según la versión oficial, pues durante el día de ayer la organización insurgente no fue capaz de confirmarla o desmentirla, lo que constituye un indicio adicional de pérdida de control.

La descomposición que a todas luces experimenta el grupo guerrillero tendría que llevar a los remanentes de su dirigencia –y, por extensión, a las de otros grupos político-militares del continente– a replantearse métodos de lucha que a la postre suelen degenerar en mayores sufrimientos para los civiles y en procesos de degradación de la violencia política hacia prácticas meramente delictivas. En lo inmediato, la contundente victoria propagandística conseguida por el gobierno de Álvaro Uribe reduce casi a cero el margen de acción política que pudiera quedar a las FARC.

Pero, pese al optimismo internacional que provocó el suceso, éste no necesariamente se traducirá en una derrota terminante y automática para las FARC ni en una consolidación de las perspectivas de paz en Colombia. Para ello sería necesario atacar las causas originarias de la violencia –la miseria, la marginación y las desigualdades de siempre–, que se mantienen irresueltas. Por lo demás, los actores integrantes de los varios frentes que configuran la violencia en Colombia –guerrilla, ejército, grupos paramilitares y expresiones variadas de delincuencia común– siguen presentes, por más que la organización insurgente más antigua de América se encuentre en una circunstancia de aguda vulnerabilidad y, a lo que puede verse, de declive acelerado.

Visto en Rebelión.

12 comentarios:

Paços de Audiência dijo...

Interesante para los liberados. Y a ver si es verdad y es el tiro de gracia para la Narcoguerrilla.

Sólo quien ama vuela dijo...

Querido Paços de Audiência, creo que no has leído todo el artículo.

Difícilmente podrá ser el tiro de gracia para la narcoguerrilla sin "atacar las causas originarias de la violencia –la miseria, la marginación y las desigualdades de siempre–, que se mantienen irresueltas". Eso es lo que dice el artículo.

Por otro lado, acepto como válido el prefijo narco para la guerrilla sólo si también se habla del narcogobierno y sus narcoparamilitares.

Anónimo dijo...

Estaría de acuerdo en el último comentario si las FARC tuvieran el apoyo del pueblo y fueran una alternativa a esa pobreza pero sus manos están llenos de droga y de sangre de gente de la calle. En cualquier caso el gobierno actual ha salido democráticamente y estos terroristas ni siquiera se plantean dejar las armas. Creo que es una notable diferencia. Dejad ya de asociar existencia de las FARC con problemas de opresión al pueblo. Ese discurso está desfasado. Son asesinos y terroristas que NO QUIEREN AYUDAR AL PUEBLO, solo engordar sus cuentas corrientes

Anónimo dijo...

Y creo que ningún gobierno tendría paramilitares de no existir terroristas. Perú tuvo los suyos para combatir a Sendero pero al coger a Abimael se terminó. España su chapuza del GAL contra ETA y otros. Es decir sin terrorismo no hay paramilitares. No se monta un grupo adiestrado para combatir ideas. Eso es cosa de los 80 y la tensión entre EEUU y los países afines al comunismo. Pero ese es el error. Comparar a los terroristas de las FARC con salvadores de la opresión. ¿Qué opresión? ¿La misma que tienen los venezolanos que han elegido democraticamente a Chávez? A ver si los votos dela izquierda van a valer menos que los de la derecha

Anónimo dijo...

Creo que estáis en un error si planteáis una visión maniquea del conflicto: con buenos y malos.
Para mí, tanto Uribe como las FARC son malos (asesinos) los dos. Ya la prensa internacional se encarga de vendernos la imagen de un Uribe inocente (y, por cierto, qué poco hablan de los paramilitares los que siempre critican las FARC y justifican a Uribe) pero la prensa forma parte del poder.
Respecto a la elección democrática de Uribe, os recuerdo que un tal Hitler también fue elegido democráticamente. Y un tal Bush, y un tal...

Anónimo dijo...

perdón he querido decir a ver si los votos de la derecha van a valer menos que los de la izquierda.

Anónimo dijo...

No me consta aún que Chávez se haya aliado con el gobierno USA y con empresas norteamericanas para expulsar a cudadanos de su país de sus terruños y cedérselos a las multinacionales yanquees, perseguir a los campesinos, extorsionarlos, asesinarlos, encarcelarlos y matar, incluso, hasta a los misioneros que los defienden.
Uribe sí ha hecho todo eso. Quizá sea ese tipo de cosas a las que se refiere el artículo cuando habla de "opresión" (interpreto yo, claro).
Pista:Chávez no cuenta con el apoyo de la administración USA ni de la jerarquía eclesiástica; Uribe sí. ¿Lo quieres más claro?
Y, claro, por supuesto: los votos de la derecha valen tanto como los de la izquierda. Ésa es la enorme grandeza de la democracia. Valen lo mismo de poco, quiero decir; los votos que realmente valen son los del capital. Ésa es la miseria de la democracia.
En la democracia teórica sí que creo; en lo que hay, en absoluto.

Anónimo dijo...

Al cuarto anónimo: en EEUU no hay organizaciones terroristas, pero en el Estado de Georgia, el gobierno norteamericano financia "La Escuela de las Américas", academia de tortura y extorsión que prepara a militares y paramilitares, no para perseguir terroristas, sino para perseguir ideas y prácticas políticas: por ejemplo, las justas reivindicaciones del campesinado centroamericano en la década de los ochenta. Los paramilitares salvadoreños, por ejemplo, tenían el subterfugio de perseguir al FMLN (que, quizá para ti, tampoco luchaba por la defensa del pueblo, ¿no?)sino para asesinar y torturar a la población campesina, misioneros e incluso obispos (recuerda el caso de Mons. Romero).

Anónimo dijo...

Al último anónimo le recuerdo que he hecho referencia a los 80. La escuela de las Américas es un dinosaurio de esa epoca que posiblemente rescatarían si hiciera falta pero no es el caso.
Por ahí se ha dicho con acierto que no hagamos de esto un discurso maniqueo. Y es así. Seamos prácticos. La existencia del EZLN en chiapas y el subcomandante Marcos favorecen los intereses de los más pobres e indígenas. La existencia de las FARC, ¿favorecen a los más pobres? Porque si secuestrando, traficando con drogas y matando (justificado o no eso lo dejo para cada uno) tuvieran al pueblo de su lado y sacaran de la pobreza a miles de colombianos la cosa sería distinta. Conciencia aparte pero, ¿hacen eso? Esa es la única cuestión.

Anónimo dijo...

Al último Anónimo (soy el anónimo que te dijo lo de las Escuelas de las Américas):
Te doy la razón: Yo estoy de acuerdo con el EZLN (como lo estuve con el FMLN)pero no lo estoy con las FARC (de las que creo que lo que las diferencia de ETA es el tráfico de droga sin más). Lo único que quería resaltar es que detecto que tras muchas críticas a las FARC se esconde una justificación de Uribe, que es lo que denuncio. Pero en la actualidad no justifico las FARC para nada: sólo digo que a las FARC las critica toda la prensa mundial ,y a Uribe no. Simplemente.
Por otro lado, sospecho que en este blog tampoco están con las FARC, pues una vez publicaron un artículo contra ellas (hace unos meses; debe estar en los atrasados).
No te puedo discutir si la Escuela de las Américas son un dinosaurio o no porque no me consta (quiero decir que no tengo información sobre si han desaparecido ya o no); lo que sí recuerdo es que la Administración USA detuvo a un sacerdote por hacer manifestaciones contra esa escuela de tortura (y creo recordar que hasta lo llegaron a encarcelar). Eso lo hizo el gobierno de EEUU, supuestamente el que casi toda la prensa nos vende como adalid de la democracia. También quiero resaltar eso: la hipocresía mediática (grupo PRISA incluido, empresa capitalista con careta de progre).

Sólo quien ama vuela dijo...

Por un lado, la conexión de la familia Uribe con los narcos es clara, tanto como la de las FARC. ¿Cómo llega una familia a dominar políticamente Medellín y de ahí toda Colombia, en los años 80 que tanto disgustan a algún anónimo, sin permiso de Pablo Escobar?

Por otro lado, estoy con quien afirma que mientras a las FARC todos la ponen en su sitio, al gobierno de Uribe se le santifica.

Necesito un par de explicaciones:

1) Dicen desde España que no hay que negociar con terroristas como hace Uribe, a ver si aprende Zapatero. Pero en la operación que ha liberado a Ingrid Betancourt el gobierno colombiano compró a miembros de las FARC para que les traicionaran ¿Cómo se puede comprar terroristas sin negociar con ellos? ¿En el fondo eran terroristas buenos que estaban deseando rendirse para obtener el perdón?

2) ¿Usar los metodos de Uribe quiere decir que España debe bombardear sistemáticamente aquellos lugares del sur de Francia donde haya etarras, como hizo él en Ecuador?

He usado el adjetivo terrorista para referirme a los miembros de las FARC, por usar el lenguaje de los medios de comunicación españoles. Para mí son guerrilleros en tanto en cuanto no se considere terrorista al gobierno colombiano y sus paramilitares.

Un gobierno que utiliza fuerzas paramilitares para desplazar a miles de pacíficos campesinos y matar a decenas de ellos, sólo por el interés económico de la oligarquía dominante en el país, es un gobierno terrorista. Al igual que un gobierno que se vale del dinero del narcotráfico para mantenerse en el poder es un narcogobierno.

Anónimo dijo...

Evidentemente este Blog no está con las FARC ni grupo terrorista alguno. El mensaje que se transmite es de crítica de todo lo que signifique ir en contra de los derechos del individuo. Desde un punto de vista Maquiavélico el uso de la violencia tendría algún sentido si hay un fin justo, loable, si se emplea para liberar al oprimido. Lo que es deleznable es el uso de la violencia como medio de vida que es el caso de ETA y las FARC. No podemos poner a Uribe al mismo nivel que las FARC porque hoy por hoy él no manda a secuestrar ni matar a nadie para enriquecerse con ello. A un asesino por ideales no se le puede poner a la altura de uno por dinero. Las FARC y ETA están a un nivel muy alejado de lo que pueda hacer Uribe. En el primer caso hay un pueblo pobre del que ellos ya pasan (antes no correcto) y en el segundo una sociedad vasca que es la que más dinero tiene de España. Posiblemente a Bush lo metería con las FARC porque la guerra de Irak fue exclusivamente por dinero

Rebelion

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