15 de mayo de 2007

Corrupción y medios de comunicación

En El País de ayer lunes 14 de Mayo (abría portada con grandes letras y foto) se podía leer la noticia de un nuevo caso de corrupción urbanística: en esta ocasión, el implicado es el alcalde de Alhaurín el Grande, al que se le ha pillado por medio de una grabación (no sé si legal o no) amenazando con paralizar una obra a un socio "que no pagaba la ínclita comisión".

El ejemplo ya es lo de menos, pues todos sabemos cómo salpica la basura de la corrupción urbanística (y de todo tipo) en la práctica mayoría de los ayuntamientos, sean éstos del color político que sean. Lo verdaderamente apestante es la actitud de los medios. Como botón vale una muestra: "Libertad Digital", conocido diario digital, famoso por su "centrismo, moderación y preocupación por los pobres y la justicia social", no reconoce en absoluto el hecho. Antes bien lo achaca a manipulaciones y falsedades del PSOE, que, por lo visto, "se lo inventa".

Arenas, por su parte,critica la utilización partidista de la Junta de Andalucía (abominable y absolutamente cierta, por lo demás) en su tratamiento de dicha corrupción. Es decir: lo importante no es que en su partido se detecten casos de corrupción, sino que "el enemigo" sólo les denuncie a ellos.

Y luego, como digo, está la prensa: cada grupo mediático se dedica a poner en la palestra exclusivamente la basura del vecino, ocultando cómplicemente la del grupo político afín. Un verdadero asco de pseudoinformación.

Y es que cuando el mercado (o mercatocracia) copa absolutamente todos los tejidos sociales, sólo vale ganar dinero y apoyar a los propios, por encima, por supuesto, del derecho del ciudadano a una información mínimamente objetiva.

Ya Sartori (uno de los principales politólogos del siglo XX) había advertido que "para que la democracia sea auténtica, el concepto de opinión pública (base y fundamento del sistema democrático) debe significar opinión que el pueblo se forma por sí mismo y no lo que, de hecho, es: una opinión diseminada por entre el público".

Ergo, sin verdadera información (que ya ha sido totalmente sustituida por "opinión" disfrazada de objetividad) la democracia, simplemente, es una farsa.

Saquemos nuestras propias conclusiones, por favor. Por una opinión pública realmente madura,ciudadana y responsable:

¡¡¡ FUERA LA CORRUPCIÓN POLÍTICA Y MEDIÁTICA!!!.

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