23 de mayo de 2007

La Iglesia Católica se autodestruye

A los que intentamos seguir algo los avatares de la iglesia (permítanme que escriba con minúsculas el nombre) nos ha dolido (que no extrañado) la última salida de la misma: la del teólogo jesuita José María Castillo. No nos ha dolido por la iglesia, por supuesto, sino por él.

Castillo ha dado su vida entera a la iglesia y a los pobres de este mundo, ejerciendo su pensamiento y su sacerdocio al servicio de la transformación del mundo y a la regeneración (muchos pensamos que imposible) de la iglesia. Sus principales preocupaciones fueron la relectura del seguimiento de Jesús desde una espiritualidad laica, la democratización de la iglesia, la liberación de los más pobres y oprimidos, y la lucha sin tregua por la paz y la justicia social.

Es decir: otro "cura rojo", otro "enemigo" de Dios y la religión.

Fue expulsado hace muchísimos años de su cátedra de teología de la Facultad de Granada, recibiendo durante toda su trayectoria la persecución inmisericorde de la jerarquía eclesial, persecución ésta que le causó una honda depresión nerviosa que le duró varios años.

Finalmente, y tras "muchos años de discernimiento" José María Castillo (Pepe Castillo para los amigos) ha solicitado la dispensa (concedida automáticamente -habrán visto "el cielo abierto" los Ratzingers, Roucos, Cañizares y compañía). Eso sí: se le ha concedido dispensándole de todos sus votos sacerdotales MENOS DEL CELIBATO (lo primero es lo primero, no vaya a ser que le dé ahora por disfrutar del amor).

Hace pocas semanas, cuando el teólogo de la liberación Jon Sobrino fue apercibido, por el papa Ratzinger, para que no siguiera publicando ni dando clases, por intentar liberar a los pobres del Tercer Mundo en lugar de insistir en la "divinidad de Jesús". Entonces, en una tertulia de curas de la COPE (la radio de los obispos, la radio de la santidad, la humildad, la verdad, el perdón y la reconciliación, como todos sabemos) celebraron con algarabía la expulsión de Sobrino y dijeron: "Ahora irán cayendo otros, como José María Castillo".

Sueño cumplido: Rouco y compañía podrán brindar con champán, aunque quizá esperen al domingo, por si gana el PP más municipios y autonomías, y así tienen más motivo de celebración.

Canonización de Escrivá de Balaguer (la más rápida de los veinte siglos de historia eclesial), expulsión de Castillo y Estrada de Granada, Boff, Forcano, Sobrino, cierre de la parroquia de Enrique de Castro en Madrid (también regocijadamente celebrada por COPE) y ahora la salida "voluntaria" de Castillo.

Hace poco, Ratzinger estuvo en Brasil donde los cristianos de las comunidades populares pobres esperaban su mensaje de esperanza: se encontraron con una buena bronca papal por los divorcios, abortos, destrucción de la familia, pérdida de un veinte por ciento de católicos brasileños en los últimos diez años y utilización del anticonceptivo. A los más jóvenes les dijo que trabajaran por la justicia (menos mal) y que vivieran la castidad (!!!!)

Después, papa, obispos y clerigomaníacos se quejan por el crecimiento progresivo del budismo.

Esta denostada institución llamada iglesia se ha propuesto acabar con el cristianismo, con el Evangelio y con el mensaje de Jesús de Nazaret; y para ello, como el mítico dios Cronos, se dedica a ir devorando poco a poco a "sus propios hijos" (no a todos, sólo a los mejores y más comprometidos con la justicia). La iglesia se autofagocita, lo cual creo que es una magnífica noticia. Quizá cuando termine su autodestrucción pueda resurgir de sus cenizas, como el Ave Fénix, una nueva semilla de comunidad transformadora del mundo y al servicio del hombre y de los derechos humanos.

Yo, después de haberme enterado de la noticia de José María Castillo, "no me encuentro muy católico". Por si acaso, me voy a ir comprando un mono naranja y me voy a ir rapando la cabeza, a ver si me admiten en un monasterio zen.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya demagogia y vaya forma de manipular la verdad, la cual creéis vuestra porque en el fondo sois más dogmáticos que los que criticáis. ¿Por qué no cuenta el articulista que el "mártir" Castillo se ha pasado toda su vida criticando a la Santa Madre Iglesia?¿Qué quiere encima: que lo canonicen y lo bendigan? Menos mal que no podréis con la Santa Iglesia, que es la única que garantiza la verdad y la que orienta a este desorientado hombre actual, sólamente obsesionado por el materialismo, el hedonismo y el disfrutar de los placeres y las comodidades.
Menuda web.No sois más que unos rojos o sociatas, que no sé qué es peor. ¿Qué pasa: que os paga Peta Zeta para que extendáis el laicismo?
Así va el mundo, sin rumbo y hacia la pérdida total de los valores. Ya sé para qué queréis tanta libertad:para hacer páginas web manipuladoras y laicistas y ateas.
Pues que sepáis que si atacáis a la Santa Iglesia, atacáis los cimientos de la cultura occidental, como atacáis la nación española. Aunque, se me olvidaba, ustedes seréis pro-islamistas y pro-alianza de civilizaciones.Vosotros estáis a favor del burka y de la ablación del clítoris.

Anónimo dijo...

Se ha demostrado que la confrontación directa con la iglesia no conduce a lugar alguno. Efectivamente, como dice nuestro amigo anónimo no entiendo que hace gente inteligente como Castillo, Estrada y muchos más sufriendo todos los días contradicciones, tensiones ataques y dolores de conciencia dentro de la iglesia católica. Cualquier sitio donde se crean en posesión de la verdad y cuyo fin es dirigir las conciencias ajenas en un sitio del que hay que huir. La iglesia Católica, el Islam, el judaísmo e hinduismo en definitiva las grandes religiones del mundo son estructuras para dirigir a las personas en la no libertad y en la que se generan neuróticas y esquizofrénicas personas que tienden a radicalizarlo todo. Con la iglesia católica no hay que enfrentarse tenemos que empezar a sentir indiferencia por ella, que empecemos a no creer que es la poseedora de la verdad, que no nos afecten las tonterías con que llenan los domingos las iglesias y todos los días sus medios de comunicación. Solo así haremos que personas como anónimo vayan relajándose porque esta criatura no es más que un producto propio de una estructura que crea gente que tiene absolutamente roto el principio de realidad. Ve ahorrando querido anónimo, la factura del psicoterapeuta va a ser elevada.

Anónimo dijo...

A alguien que nos llama despectivamente "rojos o sociatas" sólo por ser críticos, no le voy a conceder respuesta alguna, pues no la entendería. Y, desde esta página, no vamos a entrar en el juego de los insultos y las descalificaciones. Pero sí quiero darle un par de consejos:
1- Que se plantee por qué alguien que dice pertenecer a "la única institución garante de la verdad" se puede permitir acusar a otros de dogmáticos.
2- Que se pregunte de qué tiene tanto miedo, de dónde le viene tanta agresividad. ¿Puede ser porque, en el fondo, no esté tan seguro de su institución?
Sobre el contenido de su comentario, como he dicho, no merece la pena entrar: la gente que habla así, está totalmente incapacitada para la reflexión autocrítica.

Rebelion

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