La "jeta" de los artistas

Hace muy pocos días, se celebró la ceremonia de entrega de la Medalla de Oro al Mérito artístico. Este galardón (no confundir con Ruiz Gallardón), lo entrega el Consejo de Ministros a petición del Ministerio de Cultura, y distingue a las personas o instituciones que hayan destacado en el campo de la creación y difusión artística y cultural.

Este año, entre otros artistas, han sido premiados Miguel Bosé, Imanol Arias, Isabel Coixet, Pilar Bardem, Cecilia Roth, Charo López, María Colomer, etc (muchos artistas de derechas, como puede observarse).

Pero lo que queremos traer aquí a colación es que, Miguel Bosé, elegido por el resto de los premiados para representarlos a todos diciendo las palabritas de rigor, se dirigió al Rey y demás autoridades presentes en el evento, y les dijo: “Los artistas estamos en peligro de extinción: mímennos, no nos desamparen, no nos dejen huérfanos”.

Sí, han leído bien. Desde luego, no se puede tenerla más dura (la cara). Resulta que para todos estos artistas (muchos de los cuales, por cierto, gritaban hace años contra la guerra de Irak, y ahora callan con Afganistán) el Gobierno se inventó la SGAE, institución expoliadora y ladrona que, con el pseudoartista Ramoncín a la cabeza, el rey del pollo frito (ahí es nada), se encarga de robarnos a todos con el famoso canon que tenemos que pagar cada vez que compramos cualquier producto relacionado con la música, la informática o el cine (se vaya a grabar algo o no, se vaya a hacer uso de la piratería o no). Es decir, que mi padre, por ejemplo, se compra un ordenador o un CD para grabar fotos de sus nietos, y tiene que pagar un impuesto especial para Ramoncín, Miguel Bosé, Alejandro Sanz, Sabina y CIA.

Hace años que los artistas disfrutan de este expoliador canon. Pero no se conforman, quieren más. Miguel Bosé lo ha dejado claro en nombre de todos. La mayoría de esta gente son, desde luego, millonarios. Y si no lo son, es porque ya han despilfarrado sus pingües fortunas (recordemos la mansión de Alejandro Sanz, el hotel de Miguel Bosé y los mil y un lujos de que disfrutan la mayoría de ellos, en nombre de y “con cargo a” la cultura).

Y desde luego, me da a mí la impresión de que, en estos terribles momentos de la economía, no son los artistas los que peor lo están pasando en España. Pero no hay un canon especial para los parados, ni para las empleadas de hogar, ni para las amas de casa, ni para los que están por debajo del salario mínimo interprofesional, ni para los sin techo, ni para los inmigrantes. No: el impuesto especial se crea para enriquecer aún más a los ya muy ricos artistas, los cuales demuestran un progresismo y un izquierdismo geniales y absolutamente compatible con “tener mucha pasta y querer mucha más todavía”. Sabina (que nos encanta, por lo demás) entre otros: de sus vindicativas canciones (“mucha, mucha policía”, ¿recuerdan?) a poner la mano para trincar el dinerito calentito que todos (ricos, medianos y pobres) les ponemos para financiar su alto tren de vida.

¿Es éste el socialismo que muchos queríamos y esperábamos? ¿Quitarle a los que no tienen para dárselo a los que ya tienen muchísimo? ¿En nombre del progresismo y de la izquierda? ¿Para premiar el apoyo de esa “crem artística” a las hipócritas e incoherentes políticas internacionales de ese gobierno pseudoprogresista y tan pseudoizquierdista como ellos?

Semejantes incoherencias me molestan aún más que las de los obispos, apoyando a las derechas reaccionarias y a las dictaduras, en nombre de Dios.