24 de noviembre de 2008

Primer atentado contra Obama

No hace demasiado tiempo decíamos en esta misma web que no teníamos confianza (aunque sí deseo) en que Barack Obama ganase las elecciones presidenciales (los que sabemos cómo se las gastan en USA para inmortalizar el imperialismo capitalista, no nos extrañamos ya de nada); y apostillábamos que, en el mejor de los casos (esto es, que ganase), habría qué ver cuanto tiempo tendríamos que esperar para verlo sufrir un atentado (cual si de un miembro de la familia Kennedy se tratase).

Pues hace sólo dos semanas que ganó las elecciones norteamericanas, DOS SEMANAS, y ya ha abortado la policía el primer intento de asesinato del presidente electo: supuestamente, se trata de dos neonazis de Denver. Bueno, ésa es la versión oficial: que si neonazis, que si la supremacía de la raza blanca, etc.

Desde luego, aquí caben las dos opciones: que sea algo realmente autónomo de esos dos locos, o que, una vez más, tengamos una pantomima bien disimulada (como la comisión Warren disimuló –más mal que bien- el asesinato de J.F.K.). Yo, esta vez (y sin que sirva de precedentes) me creo que se trata de una cuestión racista. Pero, para curarnos de esa enfermedad del optimismo injustificado, hay que plantear una tercera opción: que, aún siendo algo individual de estos hitleranos, la detención policial de Denver sirva para trasmitir a la opinión pública una falsa sensación de protección y seguridad del presidente y, con él, de la democracia. Al fin y al cabo, se trataba de dos vulgares aficionados, de una chapuza (amén de los rifles con mira telescópica y los chalecos antibalas que llevaban los locos fascistas); pero desde luego no era, ni de lejos, nada parecido a la histórica y triste conspiración perfectamente orquestada de Dallas.

Así, todos podemos estar tranquilos: cualquier atentado contra "el negro" será abortado por las fuerzas del orden y de la defensa de la democracia.

Claro que, los que somos optimistas en todo en la vida menos en la política, no podemos evitar alguna duda inquietante: ¿qué tenía JFK que no tenga Barack Obama? ¿Acaso era más social o progresista? ¿Quizá era más peligroso contra los intereses del sistema? Pero, por Dios: si, para colmo, era hasta blanco.

O desde el otro lado de "la cama": ¿qué intereses tendría el imperio capitalista de entonces, que no tenga el actual? Éste tiene infinitamente más que perder que aquél; y, además, Obama es negro.

¿No os parece, a los pesimistas irredentos como yo, que la victoria de Obama (y, sobre todo, su significado simbólico) es excesivamente dulce como para ser cierta sin más? ¿De pronto la sociedad más individualista, insolidaria, hipócrita, contaminadora y belicista del mundo, se ha vuelto racional, crítica y solidaria? ¿Así, sin más?

No quiero abundar en sospechas (no sea que me confundan con un paranoico cualquiera de los de la "teoría conspiratoria del 11M") pero, o efectivamente estoy para que me encierren, o me temo muy mucho que el de Denver no va a ser, en absoluto, el único atentado contra Obama.

La cuestión es si en los posteriores (que haberlos, habralos) vamos a tener tanta suerte.

La imagen es de Iván Lira y la hemos visto en Rebelión.

1 comentario:

Javier dijo...

Creo que Obama no hará una operación de corazón a USA, hará una cirugía estética. Un lavado de cara. Ni más ni menos.

Pero, siendo retorcido, no descarto que atenten contra él, ya que eso le ensalzaría más como verdadero agente de cambio convirtiéndolo en mito.

Un abrazo.

Rebelion

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