21 de septiembre de 2009

El tuteo y las tarimas

Cíclicamente se abre el debate acerca de la creciente falta de respeto del alumno hacia el profesor. Se habla en general, aunque supongo que la mayoría de los alumnos respetan a sus profesores.

Y es este debate cuando surge el asunto del "usted". Hay quien mantiene que se respeta menos al profesorado porque se le tutea, añorando tiempos pasados en los que se trataba de usted a los profesores. Por supuesto anteponiendo el Don o Doña al nombre, según el sexo del profesor. Yo me he educado así y no reniego de ello, pero no creo que sea determinante. Internamente respetaba más a unos profesores que a otros y eso, como en cualquier relación humana, dependía de cuestiones subjetivas: no todas las personas nos caemos bien, no todos los profesores son coherentes... Pero externamente no se me ocurría manifestar el poco respeto que sentía por algún profesor. La causa de este comportamiento la tengo clara: la que me podía caer en casa si llegaba a conocimiento de mis padres cualquier menosprecio a un profesor, por inocente que pudiera parecer.

Los padres, ahí es donde los profesores han perdido el debido respeto del alumno. Hace poco me encontré con mi antiguo profesor de tercero de básica. Precisamente hablamos de esto, de cómo han cambiado los tiempos. Y me puso un ejemplo para que entendiera de qué va el asunto. Un día el profesor dictó en su clase una lista de palabras, para que en casa el alumno escribiera la misma palabra cambiando el género. Al día siguiente un alumno no había hecho el ejercicio, en su lugar había escrito el padre: "si mi niño no sabe qué hay que hacer con estas palabras, ¿cómo pretende que yo le ayude?". El padre pasó por alto que el niño no había atendido en clase y que probablemente el profesor no pretendía que e ayudara, tampoco le hizo llamar a un compañero para que se enterara. No, el padre dio por supuesto que el profesor no había explicado el ejercicio. A mí me hubieran podido caer hasta tres broncas: una en casa por no saber qué tengo que hacer con la lista de palabras, otra en clase por no hacer los deberes y otra más en casa porque el profesor les ha dicho que no llevo hechos los deberes.

El usted no es el problema, decía estos días un oyente de un programa de radio: "yo hablo de usted a mi suegra y tuteo a mi madre, pero no respeto más a mi suegra que a mi madre".

Lo de las tarimas de Esperanza Aguirre me parecen una solmne tontería.

La propuesta, que venía de la Fiscalía General de Estado y que Esperanza Aguirre ha retomado, de tratar al profesor como autoridad pública está bien, pero sólo vale para los asuntos que lleguen a los tribunales. Antes de esto, creo, habría que empezar a trabajar con los padres.

2 comentarios:

Javier dijo...

Hola:
Interesante el artículo. Me parece alucinante que la clase política exija respeto al profesorado cuando es la clase política la primera que le falta al respeto: ¿una carrera de 3 años para ser maestro? ¿un CAP para ser profesor? Si a nivel político-académico no se le otorga seriedad... apaga y vámonos.
No me extraña que un licenciado en Historia o Matemáticas, con su CAP, se vea desbordado ante un aula, ya que no tiene ni idea sobre sociología, psicología, pedagogía, etcétera, etcétera...

Y es muy fácil caer en el tópico de "es que los niños de ahora son peores que los de antes". Hay un profesor de Historia llamado Pedro Sáez en el IES Clara Campoamor de Móstoles, (que es un crack en Educación para el Desarrollo) que en la primera reunión del curso con las madres y padres les lee una carta de un padre a un hijo en la que dice más o menos que "yo no era así, yo respetaba a mis profesores, me esforzaba en estudiar, aprender... no como tú...". Al terminar de leerla todo el mundo daba la razón a la carta, que eso es lo que ocurre... y luego Pedro Sáez desvela que esa carta está extraída de una tablilla sumeria, considerada una de las primeras muestras de escritura universal (Lo que dice la tablilla lo recoge un libro llamado "La Historia comienza en Súmer" de Samuel Noah Kramer, este es el link: http://germanicus.com.ar/La_historia_empieza_en_Sumer/index.htm ), dejando a los padres un poco rotos.

Abrazos,

Javier dijo...

El capítulo III de ese libro es el más relacionado con el tema... genial:

http://germanicus.com.ar/La_historia_empieza_en_Sumer/iii.htm#III

III. Delincuencia juvenil: El primer gamberro.

Rebelion

Web Analytics