7 de septiembre de 2009

Justicia injusta

El joven Jaume d'Urgell ha sido condenado por los jueces a una multa de 1260 euros por "ultraje a España" (el fiscal pidió 4000€). El ultraje consiste en que, en una manifestación para solicitar una vivienda digna hace tres años, en Madrid, se subió a la sede de los juzgados de lo Contencioso-Administrativo y cambió la bandera de España (la de los españoles monárquicos, quiero decir) por la tricolor.

Jaime entiende que su condena es política y no penal, por lo que se declarará objetor de conciencia ante el pago de la multa. Pero si no paga, nuestra justicia (la de los españoles monárquicos) lo ingresará en prisión por tres meses y medio.

Jaime afirma que su pretensión es motivar la reflexión política y que está totalmente tranquilo de conciencia. Desde luego, su pretensión ha tenido eco en nosotros: ¿ésta es la justicia que tanto pregonan los supuestos amantes-adoradores de la actual Constitución española? ¿Verdaderamente es justo que habiendo tantísimo ladrón de guante blanco suelto, tantísimo banquero que ha llevado a la ruina a miles de familias (jugándose los ahorros de los trabajadores, y pequeños y medianos empresarios, y causando la mayor crisis económica que se recuerda en las últimas bastantes décadas) campando a sus anchas, tantísimos presidentes de clubes de fútbol (o accionistas mayoritarios) delincuentes fiscales, tantísimo político corrupto (que se gastan los dineros públicos en trajes y lucro personal, y luego son absueltos por sus amigos jueces); en una palabra, habiendo tantísimo sinvergüenza suelto por la calle y libre para seguir ultrajando de verdad a la sociedad española, es justo, digo, que un chaval vaya a la cárcel por expresar de ese modo "sui géneris" sus ideas políticas?

Si la "justicia" (recalco la minúscula) española fuese mínimamente coherente, tendría que empezar a encarcelar a todos los "hooligans" que en los estadios españoles ondean al viento pancartas con esvásticas nazis (eso sí que es un ultraje a España), o a los que siguen jactándose de sus símbolos fascistas y franquistas (¿no es lo mismo?), etc, etc, etc. Pero no. En este país, el máximo delito es custionar el régimen monárquico. Dictadura monárquica la llamaría yo.

Que en pleno siglo XXI, haya una familia en España que viva a "cuerpo de rey" (je, je, lo que me ha salido) a costa del trabajo y el sudor de los trabajadores, y del dolor de los parados forzosos (los de verdad), eso sí que es un ultraje al país, a la democracia, a la justicia y a la cordura.

Pero esto es Españñññaaaaaa, la España de Ussía, Ansón y CIA. Pues con estos políticos, estos dirigentes financieros y estos jueces, en este país vamos a tener la justicia del Pequi. ¡Ultraje, ultraje, ultraje!

Ojalá le llegara mi ánimo y apoyo a Jaime. De momento, me empiezo a plantear muy seriamente autoinculparme. ¿Alguien se apunta?

Mis más respetuosos saludos a todos los españoles (monárquicos y republicanos). Todos somos españoles, no sólo los pro-borbónicos.

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