A vueltas con Educación para la ciudadanía. Dice José María Castillo en su último artículo:«De todas maneras, y sea lo que sea de estas cosas, lo que no entiendo es que nuestros obispos sean tan exigentes con el Estado español en una cuestión como la enseñanza para la ciudadanía, cuando son tan tolerantes con el Estado de la ciudad del Vaticano, que, a estas alturas, no ha suscrito los Pactos Internacionales, aprobados por la ONU en 1966, para la puesta en práctica de los derechos humanos. Y aceptan tranquilamente el vigente Derecho Canónico, que no reconoce la igualdad de todos los seres humanos en dignidad y derechos. Y menos aún entiendo que los obispos no clamen al cielo por el hecho de que la Santa Sede, como Estado asociado a Naciones Unidas, no haya firmado todavía las Convenciones en defensa de los derechos de las mujeres, de los trabajadores, las que condenan los genocidios, los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad, la prohibición de la pena de muerte, de la tortura o de los tratos inhumanos o degradantes.»
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2 comentarios:
No; si es que, cuando alguien escribió en esta misma web que la iglesia es un tapón en la lucha por los derechos humaos, llevaba toda la razón.
Combatir a esta obsoleta y retrógrada jerarqií no debiera ser sólo una obligación de las instituciones laicas y del pensamiento actual, sino también de los cristianos que entiendan algo del Evangelio.
Hoy Antonio Cañizares, vicepresidente de la Conferencia Episcopal, ha advertido a los colegios religiosos que si imparten la nueva asignatura Educación para la Ciudadanía estarán "colaborando con el mal".
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Dios nos pille "confesaos".
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