22 de febrero de 2008

¿Hay lugar para dos izquierdas en el paraíso?

Es lugar común en la izquierda social la critica feroz al bipartidismo realmente existente y, por tanto, a una izquierda light, acomodada al sistema, rendida al neoliberalismo y que no hace más que mantener el status quo, renunciando a cambiar la sociedad. Una izquierda que, para algunos, no merecería tal nombre.

Habría otra izquierda realmente transformadora, radical y depositaria de las esencias utópicas (aunque curiosamente sea asimismo objeto de aquellas mismas criticas por parte de la izquierda extraparlamentaria, incluso de su propia izquierda anticapitalista que la tacha, en su apariencia llamazarista, de izquierda subalterna).

Las democracias avanzadas tienden a concentrar las alternativas políticas en dos grandes fuerzas liberal-conservadora y progresista. Tendencia que se acentua con la crisis de las ideologías, que crea un gran consenso ideológico en torno a la democracia liberal y el sistema social de mercado. No obstante, sigue existiendo vida más allá del centro izquierda.

Y es ese más allá el que da lugar (no sólo en España, también en Italia, Francia o Alemania) a dos izquierdas, que algunos han denominado irónicamente como la verdadera izquierda y la izquierda verdadera: por un lado, una izquierda socialista, socialdemócrata, que recibe el apoyo mayoritario (entre el 80 y el 90%) de la población que se siente de izquierda; una izquierda que aspira a ganar elecciones y gobernar. Por otro, una izquierda minoritaria (con un techo del 10 % del voto general y del 20% del de izquierda en la época que soñó con el sorpasso), testimonial, que, asentada en el purismo de las convicciones, prima lo reivindicativo, resignada (¿acomodada?) en su imposibilidad de gobernar.

Aunque sea llamativo, creo que el reto para la izquierda social es superar el tabú o, al menos, su dificultad de legitimar un lugar para el PSOE en la izquierda real. Es verdad que para ello este deberá mantener un reformismo fuerte y gradualista, ir más allá de los paliativos de carácter social, mostrar más audacia en algunos grandes temas transversales y sondear posibilidades de desbordar el estrecho discurso económico de lo posible en el marco de la real globalización.

Pero también lo es que la otra izquierda deberá asumir que la presencia en las instituciones permite desarrollar una influencia en la sociedad mucho mayor; que por tanto deberá aprender la complejidad y los compromisos inherentes a la gestión gubernamental. En definitiva, que a su aspiración utópica a una nueva sociedad le faltan las necesarias mediaciones políticas y socioeconómicas.

PSOE e IU deben aprender a reconocerse y a respetarse como dos experiencias de la izquierda, aunque ninguna renuncie a su política, su estrategia y su parte de la verdad. Como nos enseñó la legislatura funesta de Aznar y esta última legislatura de apoyo general a las políticas progresistas de ZP, nos hace falta una izquierda plural con espacios de encuentros en ese reto común de transformación, donde la izquierda moderada pierda el miedo a ir demasiado lejos y la izquierda radical acepte ritmos de cambios realistas.

Estoy convencido que esto sólo podremos conseguirlo positivamente si en ambas izquierdas existen sectores capaces de mediar entre unos y otros, como creo que intenta hacer, en un contexto hostil, el grupo de Cristianos en el PSOE.

¿Posible? ¿Hay lugar para dos izquierdas en el paraíso?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El maldito sistema electoral es el que tiene la culpa de ese bipartidismo + pequeños nacionalismos al que nos vemos obligados. Una tercera fuerza nacional no puede tener éxito hoy en día. Tendría que empezar de manera más local e ir extendiéndose poco a poco.

Anónimo dijo...

Un año sin comentario al parecer la tesis no ha provocado debate.

Un año después creo que los términos del debate merecen ser algo cuestionado, modestamente propongo aportar nuevos elementos o pelo menos otra perspectiva.

-Para empezar el provocativo título ¿lugar para dos izquierdas en el paraíso? Desde la izquierda de la izquierda se piensa que más que paraíso se trata de acceder a responsabilidades para realizar cambios profundos y con otra política. Estos cambios efectivamente más radicales no se llevarán en un ambiente paradisiaco sino de lucha de de fuerzas. Es que lo que consideramos el estado natural de un sociedad es la ebulición de ideas, de iniciativas y de resistencias, nada de supuesto gradualismo y de paso para adelante y para atrás.

-La critica feroz no esta dirigida al bipartidismo que es solo la consecuencia de una despolitización de la población y de un renuncia de las fuerzas políticas institucionales frente a los problemas económicos y sociales que consideran inalcanzable para su acción. Solo puede actuar marginalmente sobre los problemas, puesto de es el mercado el marco donde se toman la mayoría de las decisiones politicas. La critica feroz esta dirigida a las fuerzas políticas de izquierda que han realmente abandonada la idea de transformar la sociedad, la renuncia a la construcción del socialismo y de utilizar el marxismo como herramienta por parte de los Partidos Socialistas ocurrio al final de los 70 y a principio de los 80. En lo que se refiere a los PC la renuncia es más pragmática, par ellos hay cada día más distancia entre el discurso y los principios y la practica donde apoyan a los PS para gobernar a todos los niveles estatales, regionales y locales. En estas condiciones es natural la tendencia al bipartidismo, pues si no hay diferenciación ¿para que votar para una fuerza minoritaria?

-Lo que ofrece este año entre la publicación de vuestro texto y hoy es perspectiva, la dinámica permite ver que la situación no es cerrada e inmovil la crisis económica pone de relieve la inconsistencia de los Partidos socialdemocratas y de los partidos liberales-conservadores en Europa, y su incapacidad a contestar a esta crisis capitalista.

-No existe consenso ideológico, sino unas aspiraciones calladas cuando no se ve como puede responder unas opciones a una realidad no se reivindica, pero cuando la conjoncture revela la verdadera realidad de las relaciones sociales y de expoliación, el panel de opciones ideológicas vuelven a tener actualidad y protagonismo.

-La nueva realidad que está en construcción que se revela ser un respuesta al bipartidismo proviene también del hecho que desde los "socialdemocratas" (PSs) no existe más reformismo ni fuerte, ni débil, ni gradualista, el centro de su acción política es la gestión social-liberal para los socio demócratas y liberal-social para las derechas.

-La apuesta de intentar influir desde dentro del bando "progresista" fue un fracaso para la izquierda de la izquierda en España como en el resto de Europa. A lo que estamos asistiendo no es una consolidaciones del bipartidismo sino la ruptura en el seno de la izquierda de las formaciones social liberales (PSs) y una recomposición a su izquierda de unas formaciones anticapitalistas de ruptura a lo que poco a poco se van aglutinar los ecologistas por que no puede haber ecología política eficiente dentro de las reglas del capitalismo del siglo XXI.

Para los actores, como parecen ser vosotros, de la izquierda determinada a no quedar pasivo y en busca de consenso aunque sacrifique el proyecto, es el momento de ser valiente y de plantear que algo habrá que hacer.

Anónimo dijo...

A Doud.
Querido amigo: te escribo desde dentro de Enfoca para informarte de que no todos aquí estamos con el artículo en cuestión, que tú comentas. De hecho, habría (al menos) dos líneas diferenciadas dentro de Enfoca (por supuesto, ambas desde la izquierda) pero yo, por ejemplo, me alineo más contigo que con mi gran amigo y compañero articulista. Es más, siempre hemos huído de las cosmovisiones dogmáticas y de las imposiciones de líneas de discurso, y creemos que la diversidad y la libertad de pensamiento también es una de las líneas identitarias de la izquierda (o debería serlo, en cualquier caso).
Yo suscribo tu comentario y lo apoyo, si bien en su último párrafo, me separo, no porque no me guste sino "porque me gustaría ser tan optimista" (si es que te he entendido bien).
Yo le veo hoy (al menos en España) muy poco margen a la izquierda que yo deseo (y con la que más me identifico) y, si bien estoy contigo en que si la izquierda alternativa deja de serlo, ¿para qué votarla como sposible tercera fuerza" ( y por eso la voto), también creo que seguimos siendo portadores de "votos mártires, utópicos, testimoniales". Y de fondo, las terribles e insidiosas fracturas que siguen existiendo dentro de "la izquierda de la izquierda". En fin, una pena, a mi entender.
Pero, insisto, estoy "muy" a tu lado. Para hacerle propaganda al PSOE, éste se basta y se sobra; no le hacen falta espacios como Enfoca. Lo que no quita que nos parezca absolutamente respetable la opción por "la eficacia" que algunos de los nuestros defienden y trabajan. Yo mismo, a veces, estoy a punto de sucumbier en dicha tentación (aun cuando no he caído en ella).
Abrazos y muchas gracias por tu interesante reflexión.

Rebelion

Web Analytics