4 de febrero de 2008

Por una España laica ya... pero de verdad

Los que nos hemos creído los valores positivos de la Ilustración y, por tanto, creemos en el diálogo racional, en el análisis, la crítica, la subordinación de las religiones a la Ética y al respeto por los Derechos Humanos; los que creemos en los valores democráticos y, por tanto, en el respeto a las opiniones de los otros, a la alteridad en su más amplio sentido (frente a la "unidad" forzada); en la tolerancia, en la búsqueda (entre todos) del modelo de sociedad y de vida social que queremos; los que creemos en la diferencia frente a "la imposición de la identidad"; los que creemos que los seres humanos pueden elegir y decidir sobre sus propias vidas; en una palabra, los que creemos en la libertad, nos echamos a temblar cada vez que vemos cómo las garras del episcopado se aferran al poder (que casi han perdido) y se obstinan en seguir dirigiendo, no sólo las "almas" de sus fieles adeptos, sino las de todos, así como la vida de la sociedad en su conjunto.

A los que ya nos resulta esperpéntico tener que escuchar a gente tan simple y absurda como Cañizares (que dice que criticar Educación para la Ciudadanía, o el matrimonio homosexual, "se deriva directamente del Evangelio de Cristo") nos apetecería, de una vez, que nos dejaran en paz y dejasen sus pláticas para sus púlpitos (para quienes libremente quieran oirlas).

Pero no. En esta sociedad democrática, en esta sociedad "abierta" (del siglo XXI), en esta sociedad "postmoderna y tecnológica", en esta sociedad "tecnotrónica", en esta sociedad "racional y laica"... resulta que mi país (gobernado por "socialistas") sigue atado a un acuerdo "medieval" (el concordato del 78 con la Santa Sede) que, en esta sociedad plural y mestiza, le sigue concediendo terribles prebendas a unos señores que, en virtud de "su religión" se creen (y de hecho, tienen) con más poder y más derechos que el resto de los ciudadanos.

Y el resto (crean o no crean, tengan fe o no la tengan, quieran o no quieran) tienen que seguir pagando impuestos para financiar a esta institución que es un lastre para la marcha de la sociedad, esta institución machista, capitalista y totalitaria que todos soportamos y... pagamos.

Y digo yo, ¿por qué hemos de financiar a los obispos los que no creemos en ellos, los que no queremos obispos? ¿Por qué no se crea ya, de una vez, un movimiento de objeción fiscal (después de escribir esto hemos comprobado que existe tal campaña), que reclame el derecho a no dar un céntimo para tener que escuchar a Rouco, Cañizares, Camino y demás "obispos de Dios"?

Pero, claro, nada de esto sería necesario si, de verdad, la nuestra fuese una sociedad moderna y laica (que no lo es). ¿Por qué tenemos que escuchar tantas sandeces, pagadas con mi dinero? Entiendo que a los que dicen semejantes tonterías, no habría ni que darles cobertura mediática. A mí ya me resultan hasta molestos para el oído y la vista.

Reclamo una Iglesia que se autofinancie y se dedique a lo suyo (el Evangelio), y un Gobierno que se dedique a lo suyo (la política) y no descargue, en iglesia alguna, su obligación de atender a todos los necesitados (y todas las necesidades) del país que gobierna. Al final, uno por otro y la casa sin barrer.

Quiero una España laica ya. No quiero pagar impuestos para una de las instituciones más ricas del mundo. Quiero que los obispos hablen alguna vez de Dios. ¡No al concordato con la Santa Sede! ¡España laica ya!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si es que es eso, ellos se arrogan la idea de que España es toda católica y que por tanto es lógico que se obedezcan las normas católicas. Pero eso es falso. Y cada vez más gente quiere vivir en base a sus criterios, a su ética, a sus ideas. Y en lo que se convierte la iglesia entonces es en una dictadura que nos quiere imponer su moral.

Y lo que debería hacerles daño (para que tomen nota) es la forma en que inventan argumentos falsos e hipócritas. Cómo por ejemplo defender la famila. Qué familia si hasta 200 años no existía este modelo de familia! O para defender el matrimonio, pero si es que hace 300 años ibas a la iglesia a casarte y era imposible porque eso no existía, se reservaba solo a los reyes!

En 1500 años no les importó y ahora de repente sí!

Para mi son unos sin vergüenzas esta cúpula que solo ansían mantener su poder. Ojala todos les vieran el plumero.

Aunque si después de la inquisición, los genocidios de cátaros y cia, etc no se lo han visto... pues parece que no podrá ser.

Rebelion

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