18 de marzo de 2010

Bibiana Aído

Bibiana Aído... ¿Existe una política más criticada desde que fue designada ministra y que, sin embargo, tenga tanto aguante para recibir estas críticas? Es mujer, joven, progresista y ahijada de Chaves. Cada uno de los cuatro, para sectores conservadores, son pecados graves. Juntos merecerían el... ¡ah, no! Estamos a favor de la vida.

Pero ante tanta crítica Bibiana tiene muy buen talante (otra palabra progre), ¿alguien, salvo el machista ABC, la ha visto desmelenarse?

Bien es cierto que alguna tontería se podría haber ahorrado. Realmente solo recuerdo lo de "miembras". Pero ¿qué político no dice tonterías? ¿Hemos mandado a por chuches a la niña de Rajoy?

Ya saben, lo diré rapidito para evitar molestias, que aquí no creemos demasiado en el Ministerio de Igualdad. No porque no haga falta fomentar la igualdad hombre-mujer, sino porque hace tanta falta que pensamos que ha de ser eje transversal de todas las políticas del gobierno. Aún así el pecado sería de Zapatero, nunca de su ministra. Si es que hay pecado.. Por otro lado, el nombre de Igualdad a mi, personalmente, no me gusta por lo limitado que queda en este ministerio, ¿y la Igualdad entre todos los seres humanos?

Hoy critican la última ocurencia de Bibiana los diarios que siempre la han criticado: ABC, El Mundo, La Razón... Dicen que ha dicho la ministra que en la Universidad hay que poner asignaturas troncales de feminismo. ¡Por Dios bendito! Luego, te lees la noticia y Bibiana no ha dicho eso exactamente, pero el titular queda chulo. Y con la foto de ABC más. "Bibiana se desmelena", qué risa tía Felisa.

La ministra ha dicho exactamente "es el momento en que la igualdad, los estudios de género y la tradición intelectual e histórica del feminismo tienen que ocupar un lugar en la formación troncal de los estudiantes". Formación no es igual a asignatura, ni siquiera a materia, aunque vaya seguido del adjetivo troncal. Se refiere la ministra a algo que se contempla en la ley de Igualdad, aprobada el 22 de marzo de 2007 (¡hace tres años!), aunque los perdiodistas conservadores no hayan caído hasta hoy. Dice la ley en su artículo 25:
La igualdad en el ámbito de la educación superior.
1. En el ámbito de la educación superior, las Administraciones públicas en el ejercicio de sus respectivas competencias fomentarán la enseñanza y la investigación sobre el significado y alcance de la igualdad entre mujeres y hombres.
2. En particular, y con tal finalidad, las Administraciones públicas promoverán:
a) La inclusión, en los planes de estudio en que proceda, de enseñanzas en materia de igualdad entre mujeres y hombres.
b) La creación de postgrados específicos.
c) La realización de estudios e investigaciones especializadas en la materia.
En mi opinión, si es cierto que la mujer está aún minusvalorada con respecto al hombre, ¿no debemos intentar sensibilizar a los hombres y mujeres que liderarán nuestro país en el futuro? Yo veo bien que se incluya esta formación en los estudios universitarios, al menos como algo transversal.

Yo, la verdad, es que una vez vista, no veo tan mal la propuesta de Bibiana Aído.

Off-topic: Por cierto, me preocupa escuchar a tantas mandatarias congratularse de que hoy estudien en la Universidad más mujeres que hombres y que el abandono escolar sea mayor en los niños que en las niñas. Si creemos en la Igualdad esto debería preocuparnos, ¿no? ¿O es que las mujeres son más iguales que los hombres para algunas cosas?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El off-topic es acertado.
Debe hacernos pensar. ¿por qué ahora que el acceso a los estudios no es discriminatorio, las jóvenes estudian y progresan más que los jóvenes varones?

¿Será que la masculinidad, ante la igualdad de oportunidades, empieza a demostrar que tiene "defectos de fábrica"?
¿Qué nos falla a los hombres?

Es preocupante... estoy planteándome dejar de ser hombre
;)

Sólo quien ama vuela dijo...

Gracias Jordi.

Desde luego que debe hacernos pensar. No para concluir que está mal esto de la igualdad y de la enseñanza mixta, como aprovechan algunos.

Mientras tanto, la desigualdad hombre-mujer sigue patente en nuestra sociedad.

Rebelion

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