15 de febrero de 2009

La constitución bolivariana

Benjamín Forcano
El País

Se cumple una vez más que las cosas son como a cada cual le interesa.

¡Y cuántos intereses hay cuando de Venezuela -el populista Chávez- se trata!

La enmienda constitucional (Números 160-162-174-192-230) que se va a votar el próximo domingo 15 de febrero, la hemos interpretado aquí escandalizados como un intento de Chávez de perpetuarse en el poder. Puede que Chávez, de ser aprobada la enmienda, siga por seis años más y acaso por otros seis más. Pero, no es esa la cuestión.

Los venezolanos gozan de soberanía popular y, de ella, emana el poder de los que democráticamente le representan. Son los ciudadanos los que deciden quién, cuándo y por cuánto tiempo debe gobernar. Y son ellos los que, en esta ocasión, votarán si prefieren que cuantos ejercen un cargo, por haber sido elegidos, pueden repetir en él: gobernadores, diputados, alcaldes (por cuatro años) y el presidente de la república (por seis años). No creo que nadie, en pura democracia, pueda limitar este derecho, pues como dice su Constitución art. 3, "la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo". Los límites de gobierno han sido otras veces puestos (abreviados, alargados, cambiados) desde arriba, por regímenes no democráticos. Por tanto, si el pueblo así lo quiere y vota admitir las enmiendas que le impiden ejercer ese su derecho, serán legítimas y, sobre todo, democráticas, válidas para el cargo del presidente y para los otros cargos.

Benjamín Forcano es Sacerdote y Teólogo.

2 comentarios:

Im-Pulso dijo...

En España --como en numerosos países democrátics-- no están limitados los mandatos o legislaturas.
Si fueran consecuentes, los mismos que han organizado tanto rebumbio antichavista por el referendo venezolano deberían exigir que aquí se limitaran las reelecciones.
Pero lo cierto, así cabe deducirlo, es que las críticas al referendo venezolano no son por la reforma propuesta, sino para criticar a Chávez.
Sin duda, el chavismo tiene cosas que merecen crítica; pero, ¿hace falta mentir y tergiversar para criticar?
Saludos.

Sólo quien ama vuela dijo...

Desde luego, Félix, no podemos estar más de acuerdo contigo. A veces creo que tanta inquina no se debe sólo a intereses económicos, que los hay, sino al espantoso ridículo que hicieron cuando el golpe de 2002.

Este ridículo también afecta a la derecha europea de la que hablas en tu blog.

Por cierto, que me gusta mucho tu Im-Pulso. A veces me hace dudar, como pretendes.

Un abrazo.

Rebelion

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