12 de diciembre de 2008

Interpretaciones políticas

Dice Tardá: "Muerte al Borbón". Inmediatamente toda la prensa mediática (me encanta ponerle a la prensa el adjetivo de mediática, es uno de los pocos adjetivos que no añaden significado alguno al sustantivo) se lanza contra sus palabras. "Ha dicho muerte al borbón, quiere asesinar al rey", incluso hay quien se acuerda de la ley de partidos para ERC y pide su ilegalización. Alguien dice, "no hombre se refiere a terminar con la intitución, él no quiere matar a nadie, es una frase hecha". Los más extremistas dicen "no, no, él quiere matar al rey, que lo sé yo". Los menos argumentan "pero decirlo ante cientos de jóvenes extremistas (este es otro ejemplo de adjetivo que no añade nada, porque para gran parte de la derecha los jóvenes que no son de Nuevas Generaciones son extremistas) es como desearle la muerte porque ellos lo van a entender literalmente".



Dice Fraga: "habría que ponderarles (a los nacionalistas) colgándoles de algún sitio". Enseguida alguna prensa (¿la mediática?) dice que, como habla de ponderar, se refiere a una romana (la balanza). Y yo digo, por echar más leña al fuego, se refiere al cadalso, quiere mandar a los nacionalistas a la horca.

Distintas formas, en fín, de ver el mismo hecho. Conste que, aunque no quiero la monarquía, no me gustan las formas de Tardá. Pero no creo que haya que juzgar a nadie por decir "muerte al borbón" o que colguemos de algún sitio a los nacionalistas. Pero si se juzga a Tardá, que también lo hagan con Fraga.

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