5 de diciembre de 2008

Los macarras de la moral


Así los llamó el gran Joan Manuel Serrat, hace ya varios años, en una canción de su trabajo "Sombras de la China" (altamente recomendable, por lo demás). Se trata de los neocon que van de redentores, de salvadores por la vida; que nos protegen (con o sin nuestro consentimiento) de las "acechanzas del maligno". Son los salvadores de la moral, de los valores y de la tradición: son los que se rasgan las vestiduras cuando los demás, simplemente, deciden en libertad no aceptar su código axiológico.

Ahora, los macarras de la moral vuelven a las andadas: han hecho una lista negra de videojuegos que "deberían prohibirse". ¿Por qué? Les transcribo este breve artículo sacado del portal Yahoo. Sírvanse Vds mismos:

Norteamérica, esa tierra de ciudadanos tolerantes y ejemplos de civismo para el mundo entero, es también un país con una gran diversidad de opiniones. Allí, mucha gente puede estar de acuerdo con iniciar una guerra contra cualquier país que levante un poco la voz contra los EEUU (o les digan que lo ha hecho), pero luego rasgarse las vestiduras cuando sus hijos juegan a algún videojuego violento.

La última "cafrada" que nos llega de USA, viene de una empresa de inversión llamada Timothy Plan, de caracter cristiano y conservador. Emprendiendo una cruzada por salvar la moral del universo, han creado una "lista negra" de juegos que se deberían prohibir para que los preocupados padres que comparten su ideología no los compren a sus hijos.
En esta lista negra no faltan juegos como Grand Theft Auto IV, Saint's Row 2 o Bully y, sobre todo, llama la atención cuando la guía acusa a Mass Effect y Army of Two, el cual está protagonizado por 2 guerreros que se ayudan, de contenido homosexual.

Está bien que los padres se informen un poco sobre los juegos que compran a sus hijos, así como de lo que ven por televisión, lo que leen, o qué amistades frecuentan. Todo eso forma parte de ser un padre responsable. Pero en lo concerniente a los videojuegos, ya existe un código de clasificación de contenidos y por edades llamado PEGI en Europa, o ESRB en EEUU. Si estás interesado, puedes consultarlo en www.pegi.info/es/index/ y aprendeer a leer su simbología, que aparece obligatoriamente en la contraportada de los juegos.

Desde luego, no es conveniente que un crío no juege a un videojuego violento. Pero ¿por qué no iba a hacerlo un adulto en sus cabales?

La lista de advertencia de Timothy Plan no sólo desea que se censuren los juegos violentos, sino que aplica otras categorías censurables en juegos como los "contenidos homosexuales", "blasfemias" y "lenguaje soez". ¿Por eso hay que prohibir y censurar algo? ¿Estamos ante una nueva inquisición?

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