12 de febrero de 2010

La gran mentira sobre ZP y la crisis

La gran mentira es hacer creer a la gente que ZP tiene la culpa de la crisis económica, que él la generó y que él nos mantiene en ella. Mayor alienación ideológica no cabe pensar ni imaginar. Me explico: ZP ha hecho muchas cosas mal (desde permitir que los nacionalismos periféricos excluyentes y fascistas dominen el país, permitir trescientos mil liberados sindicales, aumentar la innecesaria burocratización de la función pública, y perpetuar la cultura y mentalidad del subsidio, hasta inyectar cantidades ingentes de liquidez financiera a la banca, para premiarla por habernos arruinado a todos), pero de ahí a echarle a él las culpas de lo que sólo un sistema como el capitalismo financiero puede hacer…eso es, sencillamente, manipulación y engaño.

Aquí, el único problema (errores aparte de ZP, como el que explique que alguien como Botín pueda hablar bien de él –y que sólo se explica desde la desesperación que lo ha llevado a tomar medidas que creyó de urgencia para evitar un desplome mayor) es que el régimen oligárquico (que no democrático) que nos rige es el neocapitalismo financiero, donde “el mercado gobierna, y el Estado sólo gestiona”. Y aquí nadie pone en duda las reglas del juego: como que, por ejemplo, la economía pueda ser, toda ella, una macroficción, donde el dinero que se genera no se corresponde en absoluto con la riqueza real; como que, por ejemplo, quienes realmente manden sean las Bolsas, y no los Gobiernos; como que, por ejemplo, la banca pueda meternos a todos en una crisis de envergadura planetaria, gane pingües beneficios en el corazón mismo de la crisis, mientras millones de personas van al paro y miles de Pymes cierran, y encima se le vuelve a regalar dinero, a fondo perdido, a esa banca, cobrado a los contribuyentes; como que las únicas medidas para “sobrevivir” sean la “eufemística” flexibilización del mercado laboral (es decir, la capacidad de explotación fácil del trabajador, y despido más fácil aún, por parte del empresario) y la contención del gasto publico (en vez , por ejemplo, de suprimir las SICAV y obligar a los capitales a contribuir fiscalmente en función de sus rendimientos), etc, etc, etc.

En ese contexto (y puesto que no se puede discutir el dogma de fe de que el Mercado es el único rey -y a nivel planetario-), gobernar intentando plantarle cara –aunque sea tímidamente- a este imperialimo de los capitales, sencillamente tiene que ser castigado (por el BM, por el FMI, por los informes de la Escuela de Chicago, por los inversores y por la prensa, toda ella, por supuesto, partidaria del régimen). Y llamo “gobernar plantandole cara al imperio” a haber mejorado las condiciones de las empleadas de hogar, las de los inmigrantes (y haber aumentado sus posibilidades de acceso a "la vida", al evitar “morirse de hambre”), haber aumentado el salario mínimo interprofesional, haber lanzado la ley de “dependencia”, haber aumentado el número de empleos públicos, haber condonado la deuda externa a varios países del Tercer Mundo, etc, etc. etc, medidas todas ellas absolutamente extrañas a la derecha económica , y que deben ser castigadas. ¿Cómo? Haciendo creer a la gente que ZP es el culpable de la crisis económica, para hacerle caer. Además aireamos lo de los cuatro millones de parados, como si eso fuese verdad ni de lejos (¿Por qué no informamos a la gente de cuántos son parados reales y cuántos están trabajando en negro y ganando inmensamente más que los funcionarios? ¿Por qué no decimos a la gente que muchísimos de esos parados son estudiantes que se sacan la tarjeta del paro y que contabilizan como tales? ¿Por qué no informamos que muchas son amas de casa que jamás piensan trabajar por cuenta ajena, pero se sacan la tarjeta del paro y cuentan?) ¿De verdad creéis que si España tuviese realmente cuatro o cuatro millones y medio de parados, no habría estallado una revuelta social? Yo no me lo creo. Yo sólo pienso que si los mercados y los grandes capitales atacan a ZP, ALGO HABRÁ HECHO BIEN, desde la perspectiva de la solidaridad y de la izquierda; yo sólo digo que Felipe Glez intentó hacer políticas de izquierdas y duro veinte dias (reconocido por él en la revista mexicana “Nexo”). ZP creo que lleva más tiempo.

Claro que si está prohibido ser de izquierdas en este mundo…

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